Bueno, pues aquí va otra historia nueva. Espero que les guste.
Alejadra Cullen, no te preocupes, intentaré crear una historia mas o menos así, pero me va a costar un poco, con lo cual tardaré en hacerla.
Los personajes son de Stephenie Meyer, pero la trama es mía.
BPOV
La vida apesta.
Mi vida apesta.
No penséis que soy dramática. No soy la típica chica adolescente fea y escondida detrás de anchas ropas y feas gafas que está enamorada del chico popular que sale con la hija de puta de la jefa de las animadoras.
No. Mi situación es algo peor que esa.
Ser una bestia peluda a la temprana edad de los diecisiete años es un duro golpe. Es lo bastante duro como para que tu madre se vaya de casa y te abandone, totalmente aterrorizada por ver un lobo del tamaño de un caballo en mitad de la cocina, asustado y sin saber qué hacer. Dejé de ser su dulce y mimada princesa para convertirme en la bestia. Ese día mi madre dejó de tener en cuenta mi existencia.
Mi padre, fue un tanto más abierto de mente. Después de un desmayo y una charla por parte de Billy Black, pareció comprender mi situación. Nos confesó que estaba muy extrañado ante el repentino cambio que había desarrollado mi cuerpo antes del accidente, como si hubiera crecido cinco años de la noche a la mañana.
Mi conversión se realizó el 13 de Marzo de este año, mientras preparaba la cena. La sangre de mis raíces paternas se hizo presente. Los padres de Charlie, concretamente mi abuela, perteneció a La Push, pero debido a las mezclas de raza, la reacción lobuna no se hizo presente hasta aquel fatídico día.
Y todo fue por culpa de ese grupo de sanguijuelas.
¡¿Por qué?!
¿¡Por qué tuvieron que venir cuando mejor estábamos?!
Yo tenía una vida normal. Unos amigos. Un novio educado y formal. Unas maravillosas calificaciones.
Una madre...
Me costó asimilar el hecho de que no envejecería si no quería. Acepté con lágrimas el no poder concebir una vida en mi interior y aún no consigo asimilar que mi pequeño cuerpo sea capaz de transformarse en esa bestia asesina.
Tuve el apoyo de toda la manada de La Push.
Fui aceptada como una más, sin importar que no hubiera nacido en La Push.
Mi manada era grande. Sam era el alfa, y su imprimada, Emily, era mi compañera de cocina los sábados por la mañana.
Era gente muy amable.
Por otro lado, mis compañeros eran locos.
Mi mejor amigo, Jake, era un lobo de pelaje rojizo y increíblemente más grande que los demás.
Paul era un chico temperamental con los desconocidos. Una horrible infancia influyó en eso. Pero por dentro era un niño tierno y solitario que sólo busca agradar a los demás. Y le encanta la comida china.
Leah, en un principio fue "Miss ignorancia". No me miraba, no me hablaba y ni mucho menos me mencionaba. Tuvo una traumática ruptura con Sam. Pero acepta el hecho de que la imprimación es un fuerte lazo que es imposible romper.
Con el tiempo comenzó a acercarse a mí, hasta el punto de contarme sus penas y llorar en mi hombro durante toda una noche seguida.
Ahora mismo puedo decir que es mi mejor amiga, en la quien confío y la única que me ha visto llorar y sabe de primera mano lo ocurrido con mi madre. Es mi mayor apoyo, y la quiero como a mi hermana.
Seth... Seth es el único encantado con su condición. Le encanta tener "super poderes" y presume constantemente de su pelaje arena. Es un plasta, pero es un plasta que esta ahí para ti en cualquier momento. Es el más joven de nosotros, y Leah le obliga a seguir estudiando hasta que cumpla por lo menos los dieciséis. Él no está muy contento con esta condición.
Quil y Embry son dos payasos profesionales. Son amigos de Jake, y por tanto también son mis amigos.
Quil tuvo una fijación hacia mí hace poco, peor por suerte se le pasó rápido.
No estoy hecha para amar. Soy una bestia diseñada para matar chupasangres.
No podría mantener una relación estable, y por eso corté con Mike. Tampoco es que fuera el mejor novio del mundo, aunque lo quería y él era muy bueno y gentil conmigo. Pero no podía exponerlo a el peligro de que me transformara en cualquier momento y lo dañara. No podría con esa carga.
No vivía con Charlie, también tenía pánico de perder los nervios y hacerle algo a mi padre.
Sue me acogió en su casa pocos meses después de mi transformación. Ella me cuida como si perteneciera a su familia.
No es como Renné, porque nadie nunca podrá sustituir ese hueco que dejó en mi pecho al huir de su propia hija, pero lo calmaba un poco. Aún tengo pesadillas con el día de su partida. Pero después de investigar un poco y enviar a varios compañeros en su busca, me alegra el hecho de que se haya integrado en una familia.
Su nueva pareja Phil, es jugador de beisbol, y su hija de diecisiete años, Meredith es la niña de sus ojos.
Es mi sustituta.
La hija que nunca tuvo.
Meredith no es un monstruo. A ella le puede comprar ropa y pueden hablar de chicos perfecta y tranquilamente.
A ella por lo menos la felicita en su cumpleaños...
Pero no quiero recordar a la que una vez fue mi madre. Si seguía por ese camino, acabaría lamentándome por algún rincón, y en este momento no tenía a Leah para aguantarme.
Jake siempre me dice que cuando los tristes pensamientos inunden mi cabeza, me transforme y corra.
Simplemente correr y olvidarse de todo.
Una vez Jake corrió tanto que desapareció por dos semanas. Nunca me dijo el motivo por el cuál de fue, pero al regresar se veía distinto. Como aliviado.
Así que siguiendo su ejemplo y comencé a correr.
Sentía el viento azotando mi blanco pelaje y la fresca hierba de los bosques húmedos de Forks bajo mis patas.
Soy una especie de loba albina. Y mis ojos tienen un deje de color carmín que da repelús. Mi temperatura, aunque es alta, no lo es tanto como la de los demás y mi capacidad de regeneración es muchísimo más rápida que la de ellos.
Los ancianos creen que se debe a la mezcla de razas que hay en mi familia. Yo creo que soy así porque soy rara hasta en las cosas más extrañas.
No suelo utilizar mucho mi fuerza. Prefiero seguir con mi rol de chica que no ha roto un plato en su vida.
Seguí avanzando hasta que me paré de golpe al llegar a un precioso claro mágicamente adornado con coloridas flores.
Un alo de luz alumbraba el centro, como cuando un foco de un escenario alumbra a la estrella de la obra.
-Es perfecto...-susurré
Dejando a un lado mi forma lobuna, me transformé en humana de nuevo. Mi desnudez no me importaba tanto. La telepatía entre nosotros apestaba. No me hacía ninguna gracia tener que ver los secretos de los demás y mucho menos las intimidades de Paul.
Estaba tan sumida en mis pensamientos que no me di cuenta del movimiento de los arbustos.
Una forma divina, perfecta y maravillosa salió de entre la vegetación.
Una vez salió completamente mi sentido del olfato confirmó que se trataba de un vampiro.
Inmediatamente me coloqué en posición de ataque, lista para arrancarle la cabeza en cualquier momento.
Pero justo antes de que los temblores de mi cuerpo fueran a más, Él, se dio la vuelta, permitiéndome la vista de sus hermosos ojos.
No había vuelta atrás. Una fuerza más poderosa que la gravedad de la tierra me atrapó. Un sentimiento de protección, amistad e incluso amor bloqueó mis pensamientos. Porque ya nada más importaba. No me importaba mi estropeada familia, ni mi manada, ni mis penas, ni mi condición. Solo importaba él. Por él podría hacer cualquier cosa. Incluso dejarme matar.
Él parecía sorprendido, estaba quieto como una estatua. Sus ojos caramelos fijos en mí. No movía ni un músculo.
Yo, trastabillando, di un paso hacia atrás y corrí.
Corrí sin dirección concreta, sin destino.
Corrí lejos de lo que es mi destino a partir de ahora.
Corrí lejos de mi imprimación
…...
Bueno, pues aquí va el inicio de mi nuevo fic
Espero les guste.
-Bohe-
