Hola a todos de nuevo! Bueno esta historia no es muy convencional ni será muy larga (aunque eso depende), quizás tampoco demasiado buena (me sé vender que da gusto), pero lo que sí es seguro es un regalo para mi novia a la que amo y adoro y mañana tiene el primer examen. Así que espero que esto te sirva para relajarte al menos unos minutos y sonreír un poco recordando viejos tiempos ;) Mucha suerte bichilla!
Espero que os guste y espero no tardar mucho en actualizar. Si ella me presiona tardaré menos xD
Tienes un PM
CAPÍTULO 1
Todo comenzó un día como otro cualquiera. Regina Mills, alcaldesa y madre soltera, se aburría en su despacho, repasando los papeles de siempre, las historias de siempre, las caras de siempre…
Su vida había sido siempre igual, monótonamente igual, así que no había aliciente alguno en hacer un trabajo que conocía demasiado bien y, al final, las horas se volvían eternas.
Así fue como, un día de tantos, comenzó a ver una serie cualquiera, sin sentido realmente, algo que probablemente no le iba a gustar nunca, pero Henry se había empeñado en verla con sus compañeros de colegio y siendo el hijo de la alcaldesa ya le costaba bastante hacer nuevos amigos. Así que Regina accedió a organizar una especia de "reunión social", a falta de otro nombre mejor para denominar a niños corriendo por su casa, para Henry y sus amigos de clase.
Y Regina nunca pensó que pudiera llegar a encontrar ningún tipo de placer en el visionado de una serie predominantemente infantil, incluso el título lo decía: "Érase una vez". Un puñado de personajes Disney sacados de sus mundos y que habían acabado en un pequeño pueblo de Maine, curiosamente, muy parecido al suyo.
Así que no, nunca iba a gustarle. Por más que el personaje de Reina Malvada, Sadee, fuese más parecida a ella de lo que quisiera admitir. Por más que se viera reflejada en sus tristes y profundos ojos marrones. Aunque lo que realmente la dejó enganchada a aquella ridícula serie infantil fue la aparición de una tosca rubia. Andy.
Y sí, quizás el momento en que Andy apareció en pantalla, Regina se quedara sin palabras ante sus dorados cabellos y aquellos vaqueros tan ceñidos, pero aparte de eso, le pareció un personaje odioso. ¿Quién era ella para volver a reclamar al hijo que abandonó y que Sadee había criado durante diez años?
Oh, aquello sí que la enfadó. Probablemente porque despertaba uno de sus mayores miedos. Había adoptado a Henry diez años atrás, cuando era solo un bebé. Daniel había muerto unos años antes en un accidente a caballo. Todos le habían dicho que se recuperaría con el tiempo, que volvería a enamorarse, pero ella estaba segura de que no sería así. Siempre había sido una persona de ideas firmes y dentro de aquellas ideas se encontraba la de que las personas solo tenían un gran amor verdadero en sus vidas. El suyo había sido Daniel y había muerto. Así que no tenía sentido desperdiciar su vida buscando algo que nunca llegaría y así siguió con su vida, formando con Henry la familia que querría haber tenido con Daniel.
Y habían estado bien, solo Henry y ella, había sido un niño feliz que adoraba los dinosaurios y se disfrazaba con sus camisas negras de dementor, tiempo atrás. Hasta que descubrió que era adoptado y sus juegos y su risa acabaron. Desde entonces apenas quería estar con ella, apenas la miraba, ni le hablaba.
Era difícil ver cómo tu único hijo, el centro de tu mundo y de tu existencia, pasaba de quererte a odiarte solo por descubrir que no lo habías llevado en tu vientre.
Quizás por eso, Regina no tardó en odiar a Andy y en comprender a Sadee, por más Reina Malvada que hubiera sido en otra vida.
Y la odió, profundamente, además, hasta el capítulo de la mina en el que Andy y Sadee se acercaron más de lo estrictamente necesario. Y quizá fuese por su completa ausencia de una vida sentimental o de cualquier otro tipo en más de diez años, o porque a pesar de haber sido bisexual toda su vida, Daniel había sido su único amor…digamos…consumado, pero comenzó a ver una gran tensión sexual entre aquellas dos mujeres.
Demasiada tensión sexual.
Incluso Henry se había dado cuenta y eso que él veía la serie por las aventuras de los personajes de cuento que vivía el hijo de Sadee y Andy, Aidan.
Aunque, si Regina podía agradecerle algo a aquella serie, era que, desde que la veían juntos, Henry y ella habían comenzado a pasar más tiempo juntos, no era como en los viejos tiempos aún, pero era algo.
Así que Regina comenzó a interesarse cada vez más por la serie, tanto como meterse en el enrevesado mundo fandom y encontrarse con los llamados fanfics. Y si alguien proclamaba que la alcaldesa se dedicaba a leer fics eróticos en horario de trabajo ella lo negaría tajantemente…pero vamos si no disfrutaba. Y descubrió que no era la única que se había fijado en la innegable química entre las protagonistas, tenían incluso su propio ship, SwanQueen.
Una autora le llamó pronto la atención. FanSalvadora28. Era la más prolija en relatos y, lo mejor, actualizaba casi a diario y a ella le venía bien para matar el tedio entre reunión y reunión. Y nunca se aburría. Algunas historias lograban conmoverla, porque había que reconocer que la chica resultaba toda una dramática cuando quería, otras le arrancaban carcajadas. Como que hubiera colocado a las protagonistas en un apocalipsis zombie.
El tiempo fue pasando, la primera temporada de la serie terminó, Henry volvió a ignorarla sin tener capítulos que comentar y el silencio cada noche se volvía atronador. Así que, una noche, Regina tomó su portátil y, como no tenía nada más que leer, decidió escribir.
Ni siquiera se dio cuenta de lo rápido que pasaba el tiempo entonces, siendo ya de madrugada cuando terminó los primeros capítulos, con unas copas de sidra de más que había tomado mientras y, en un arranque de impulsividad, creó una cuenta y publicó lo que había escrito en su noche de soledad.
La mayor sorpresa vino al día siguiente cuando recibió incontables emails que le mostraban los comentarios de la gente. Al parecer, la obra de DarkMajor, nombre, había gustado bastante y así fue como siguió escribiendo cada noche, cuando Henry se iba a la cama sin dirigirle la palabra. Una historia sobre almas tristes y perdidas, exactamente como se sentía ella.
En su historia, una pequeña Andy de seis años que había vivido como una huérfana toda su vida, aparece en la puerta de Sadee cuando esta se encuentra más sola, después de que Aidan la abandonase por su madre biológica. Quizás, con aquella historia, Regina solo quería recordar los viejos días en los que Henry era un niño y confiaba en ella, las acampadas en las noches de tormenta, los peluches, las canciones, los baños de espuma en los que los dos terminaban mojados…otros tiempos que parecían cada vez más lejanos.
Ni siquiera le importaba que Andy y Sadee terminasen por enamorarse, solo quería disfrutar de la sensación de volver a ser madre, aunque fuese a través de una historia. Pero al final, por supuesto, las protagonistas se enamoraron. La pequeña Andy volvió a su tiempo y todos fueron felices…al menos en la ficción.
Regina terminó la historia y siguió con su vida, una vida sin sentido en la que Henry la ignoraba y hablaba de buscar a su madre biológica. Hasta que un día en el trabajo recibió un email.
Tienes un PM de FanSalvadora28.
Regina lo miró extrañada, no había recibido ningún mensaje privado antes y no comprendía qué querría aquella autora que, precisamente era de las más conocidas.
FanSalvadora28: Hola! No sé si te sorprenderá que te escriba. Espero que no jajaja. El caso es que tengo la manía de "hacerme amiga" de todas las autoras que leo y me encanta tu forma de escribir, pero no te conozco y me gustaría remediar eso. Mi nombre es Emma, vivo en Boston, aunque viajo mucho, y soy cazarecompensas, y tu fan número uno. En fin, un placer, espero no parecerte una loca acosadora sino la chica genial que destila simpatía que soy. Un beso y gracias por escribir.
Extrañamente, y ni siquiera ella podría bien explicar la razón, su primer pensamiento fue que Boston no estaba tan lejos, tan solo unas cuantas horas en coche. Aunque no tardó en sacárselo de la cabeza, no tenía sentido pensar en distancias.
Regina leyó varias veces el mensaje. Cabían dos posibilidades: que fuera una persona excesivamente sociable o que fuera una psicópata. O quizás ambas. Pero estaba tan aburrida en el trabajo.
DarkMajor: Hola Emma, aún estoy decidiendo lo de si me pareces una loca acosadora, pero me arriesgaré ;) Yo no suelo ser demasiado buena iniciando contactos sociales así que supongo que tu iniciativa es bienvenida.
Mi nombre es Regina, soy alcaldesa en un pueblo pequeño de Maine. Y he de reconocer que yo también he leído muchas de tus historias, son muy buenas. Espero seguir leyéndote pronto.
Y cuando le pareció lo suficientemente amigable sin decir demasiado le dio a enviar. Regina supuso que allí se acabaría la interacción. Pero, para su sorpresa, unas horas después volvía a tener otro PM.
FanSalvadora28: Hola Regina! Disculpa la tardanza, me encantaría decir que estaba con una mujer hermosa pero nooo, estaba trabajando. Así es la vida. Así que alcaldesa, no está nada mal. Imagino que será un trabajo estresante, el mío es más cansado que otra cosa, pero tiene sus momentos.
Por cierto, he dado un grito a lo fangirl loca cuando supe que me leías, me hizo la tarde. Tengo demasiado tiempo libre en las noches de vigilancia de sospechosos, ya sabes. Voy a entrar al cine con unas amigas más tarde te escribo otra vez. Pasa buena tarde.
Y Regina pestañeó, varias veces. ¿Estaba ligando con ella? Sinceramente, había pasado tanto tiempo desde la última vez que no sería capaz de decirlo, aunque quisiera. La razón le aconsejaba que parase de una vez de comunicarse con extraños, tenía un pueblo que dirigir y mucho papeleo por rellenar. Pero todos en aquel pueblo la temían o la compadecían, su carácter había cambiado radicalmente desde la muerte de Daniel, nadie supo comprenderla, nadie pudo ayudarla. Y se quedó sola.
Henry era la única luz de su vida. Y él también la había abandonado. Así que, ¿qué tenía de malo si conocía a alguien más y tenía a un adulto con el que hablar para variar?
DarkMajor: Espero que te lo pases bien en el cine. Hace años que no voy a menos que sea para ver una película de dibujos.
¿Qué hacía? ¿Debía revelar la existencia de Henry? El que fuera madre soltera había hecho huir a mucha gente antes, era un riesgo, pero Henry era lo más importante en su vida y si alguien iba a huir por él, que lo hiciera cuanto antes.
Son los gajes de tener un hijo pequeño. Lo último que vi, si no recuerdo mal, fueron los Minions. Fue él quien me enganchó a Érase una vez. Ser alcaldesa es estresante, pero no tanto como ser madre soltera, te lo puedo asegurar. Tu trabajo parece algo peligroso y aburrido al mismo tiempo, es una mezcla interesante, ten cuidado. Y espero que tengas una noche de vigilancia pronto, me he quedado sin nada que leer. Cuídate.
Ya estaba. Con ese mensaje seguro que ya no volvía a saber nada de ella. Así que Regina siguió trabajando. Siguió trabajando mortalmente aburrida.
Pero una hora después, se dio cuenta de que el universo y aquella tal Emma estaban empeñados en llevarle la contraria.
FanSalvadora28: Vaya, ¿tienes un hijo? Sí, imagino que ser madre soltera es el trabajo más complicado del mundo, pero estoy segura de que es gratificante también. No te lo he dicho, tengo 28 años, de ahí el 28 de mi Nick, aunque a veces rondo los 4 mental, quizás sería buena compañera de juegos de tu hijo, ¿cuántos años tiene?
A lo mejor me estoy tomando demasiada libertad, pero te adjunto mi número de teléfono móvil por si quieres mensajearme. Será más fácil que estar pendiente del mail todo el día. Mil besos.
Lo siguiente que Regina hizo fue cerrar el ordenador de golpe y alejarse de él, casi como si aquella chica pudiera verla desde la pantalla. ¿Eso era que sí que estaba ligando? Oh por el amor de Dios, estaba demasiado mayor para aquellas cosas.
Las horas fueron pasando y Regina se entretuvo con cualquier cosa que la mantuviera alejada del ordenador. ¿Y si era una psicópata? ¿O quería su número para acosarla? Pasaban cosas muy raras en el mundo. Tenía que pensar en Henry.
Pero, por otro lado, las posibilidades de que aquello pasara eran más bien escasas y hacía tanto tiempo que no hablaba con otro adulto que su soledad hacía que hasta la idea de que fuera una psicópata resultase menos importante.
Copió el número de teléfono en su propio móvil y siguió trabajando mientras una pequeña parte de su mente seguía pensando en qué hacer con su nueva conocida online.
Archie, su psicólogo, le había dicho que era bueno conocer gente, más allá de los compañeros de clase de Henry. Pero, por otro lado, dar el teléfono no era seguro, había visto muchas películas de locos acosadores…quizás veía demasiado la televisión en las largas noches de insomnio, pero aún así, era arriesgarse a sí misma y a Henry.
Pasó la tarde sin que lograra atreverse a volver a mirar aquel número, el móvil quemando en su mano sin saber qué era lo que debía hacer.
Cerró la puerta del despacho en la alcaldía, condujo a casa, cenó con Henry y vio cómo se iba a la cama sin pedir ni desear beso de buenas noches o un simple cuento como en los viejos tiempos.
De manera casi automática, ya por inercia, se sirvió un vaso de sidra de manzana, se puso su pijama favorito, el de seda gris y se metió en la cama. Cogió un libro, apuró el vaso. Ya casi era medianoche, si había habido algún momento para llamar a Emma seguramente ya habría pasado, habría un protocolo en estas cosas, como en las citas, y aunque Regina no tenía ni idea de cuál era, seguro que tras unas cinco horas de retraso en contestar, Emma se habría dado por rechazada.
Hubiera deseado sentirse bien, era lo que tenía que hacer, priorizar su seguridad y la de su hijo. Pero tan solo sentía un peso en su pecho al imaginar a una Emma sin rostro apenada porque se había abierto a ella, le había dado incluso su teléfono y había sido ignorada.
Con el teléfono en la mano y el número de Emma en pantalla, Regina valoró sus opciones. ¿Ser valiente o no serlo? Esa es la cuestión. Abrió la aplicación de Whatsapp y contempló la conversación vacía. Respiró hondo y comenzó a teclear.
R: Hola ,soy Regina o DarkMajor como prefieras. Siento haber tardado tanto en hablarte—Y pensó que excusa quedaría más o menos creíble. —Mi ordenador se quedó sin batería de repente y no tuve tiempo de hablarte hasta ahora.
Y enviar. Bueno, al menos ya podría dormir tranquila con su conciencia.
E: Hola!
R: Hola, ¿qué tal?
E: Bien, me alegra que me escribieras. ¿Has visto mi foto de perfil?
Regina la agrandó para fijarse en lo que parecía ser una foto de la actriz que interpretaba a Sadee, la Reina Malvada de la serie, con un casco de Darth Vader morado.
R: Sí, la había visto por internet.
E: lleva mi firma ese casco, si te fijas.
Y había que aumentar mucho para leer "Emma", pero era cierto.
E: soy toda una fangirl.
R: ya veo, ¿y cómo es que lleva tu nombre?
Unos segundos después pudo escuchar un audio disculpándose por la voz de carretera, era por el sueño, y contando una historia sobre una convención a la que llegó el casco después de que pasara por sus manos para firmarlo.
R: no te disculpes, me gusta tu voz. Es una historia interesante. Debería irme a dormir, mañana madrugo. Trabajo de alcaldesa y todo ese rollo.
E: Claro, me gustó conocerte. Mañana hablamos.
Al menos habría mañana.
R: Vale. Buenas noches.
E: Buenas noches.
Y aquello fue todo antes de apagar el móvil para dormir o, al menos intentarlo, recordando una última vez su voz antes de caer rendida a los brazos de Morfeo.
Gracias por leer :)
