Capítulo 1
Robin
El avión acaba de aterrizar. 'De vuelta a la realidad' pensé. Mire a mi mejor amiga Gabrielle que estaba sentada junto a mí. Bueno, su asiento estaba bastante separado al mío, ya que nosotras viajábamos en primera clase, como siempre. Justo atrás mío estaba mi hermano Chris y a su lado Joseph, el hermano de Gabrielle y el mejor amigo de Chris. Los cuatro éramos inseparables desde que tenía memoria. Aunque yo antes miraba a Joseph de una manera de distinta. Recordaba perfectamente cuando lo había mirado como más que a un amigo. Había sido cuando yo tenía 10 y el 12. Había sido un día lluvioso en Nueva York y Joseph había llegado a mi casa completamente empapado. Me había quedado embobada mirándolo. Recordaba el poleron que había usado ese día, era uno negro que ahora, 6 años después, aún usaba. Recordaba perfectamente cómo me había sentido tonta al pensar que alguien como él se fuera a fijar en mí. Era uno de mis mejores amigos, sólo eso. Su amistad significaba mucho para mí, no quería arruinarla. Su pelo castaño ondulado le llegaba casi hasta la barbilla y estaba muy desordenado, aquello le daba un aspecto despreocupado. Y sus ojos, para cualquiera serían ojos comunes a simple vista, cafés, nada en especial, pero si te quedabas mirándolos por un rato se notaban las distintas tonalidades que tenían, verde, amarillo... Desperté de mi ensoñación y me baje del avión. Allí estaba mi mama, esperando con su típica ropa glamorosa, siempre a la moda, debía admitir, a mi pesar, que yo me parecía bastante a ella, físicamente, porque en el resto de las cosas no podíamos ser más distintas. Me miro de pies a cabeza, estaba obviamente disgustada por la ropa que llevaba, me veía como una 'cualquiera' es lo que ella hubiera dicho no estuviera ocupada hablando por teléfono con alguien obviamente más importante que sus hijos. Era enero y estaba lloviendo afuera. Me dio un abrazo fugaz sin dejar de hablar por teléfono y nos guio hasta la gran limosina que nos esperaba afuera. La mire con disgusto, ¿porque no podíamos irnos en un auto normal? Probablemente por qué no éramos normales, por lo menos yo no. Me subí al auto y me quede mirando por la ventana. Me encantaba Nueva York de noche, se veían todas las luces de los edificios a través de la niebla. Me sobresalte al escuchar la voz de Gabrielle
Ya extrañó Canadá.- me dijo.
Sus ojos verdes brillaban cuando las luces de los autos los alumbraban y eran lo único que se veía de su rostro pálido, ya que estaba casi completamente cubierto por su cabello largo y pelirrojo. Volví a mirar hacia afuera y dije
Yo también.
Llegamos a mi casa. Mi padre había comprado una casa para los 'niños'. Exclusivamente para nosotros. Me baje del auto y subí corriendo a mi cuarto. Me senté frente a mi tocador y me mire en el espejo. Tenía una luz prendida y lo que más se distinguía en la oscuridad eran mis ojos azules. Me pare prendí el resto de las miles de luces que necesitaba para poder ver toda mi habitación, ridículamente grande, y me volví a observar. Tenía un aspecto horrible. Mi pelo crespo estaba enredado y apenas se notaban los mechones azules que me había hecho. Tenía ojeras y me di cuenta que tal vez, y sólo tal vez, mis rasgos si fueran algo similares a los de una muñeca, como decía mi hermano Chris. Me acosté y me pregunte qué pensaría Joseph de mí. Yo sabía perfectamente que pensaba de él. Era encantador. A veces era el imbécil más grande del mundo, pero yo estaba seguro que había más abajo de su fachada de 'chico malo'. Nadie sabía que me gustaba Joseph, ni siquiera Gabrielle. Chris lo sospechaba pero nunca me había dicho nada. Después de ponerme pijama vi la foto que tenía de mi otro hermano Joshua. Él había muerto a los 12 años y en aquel tiempo yo tenía 8. Allí era cuando me había dado cuenta de mi 'don'. Siempre había tenido 'amigos imaginarios ' o eso decían los psicólogos y yo no entendía porque no me dejaban en paz y menos porque yo era la única que aún los tenía. Hasta el día que murió Joshua. Estuvo en un accidente de auto y justo cuando me dijeron que él había muerto yo corrí a su pieza a buscarlo, pensando que obviamente no estaría allí, pero apenas entre lo vi sentado en la cama, mirando sus cosas. Me miro y me explico que me pasaba. Yo podía ver a la gente muerte, bueno, aún puedo, y ellos venían a mí para que yo los ayudara. Lo que yo más quería era escapar. Tenía horribles recuerdos en esa ciudad, pero después de haber estado un año en Londres y otro en Montreal me había dado cuenta que yo no quería escapar de la ciudad de Nueva York porque no me gustara. Yo quería escapar de todo lo que aquella ciudad significaba. Pero lo que yo no sabía es que esta ciudad sería donde pasaría lo más importante de mi vida. Pasarían cosas que me cambiarían para siempre. Y todos aquellos recuerdos, yo podía olvidarlos por un tiempo, pero siempre volverían a mí. Ahora agradezco haberme quedado, porque si no lo hubiera hecho no habría podido pelear por el amor de mi vida, que sin que yo lo supiera había estado siempre junto a mí y yo solo me había dado cuenta que era mi alma gemela cuando ya él se había ido. El problema era que él se había ido para el resto, pero gracias a mi 'don' el seguía ahí. Y de alguna extraña forma después de que él se hubiera ido, mientras todos pensaba en el como simples recuerdos que se olvidarían con el tiempo, yo creaba nuevos recuerdos con él y se iba transformando en lo más importante de mi vida.
