¡Hola a todos! Soy nueva en esto y como vi que no había apenas historias sobre Emily y Maya en español me animé a escribir una. Dejad vuestros reviews. Espero que os guste!
Nota: los personajes no me pertenecen.
Cuando me desperté eran las 7:30. Sabía que iba a ser otro día aburrido. Entre los entrenamientos en el club de natación y los exámenes no daba a basto y me acostaba demasiado tarde. Me levanté y empecé a ducharme. Mientras el agua corría sin cesar, me relajaba pensando en mis cosas. Ayer había visto que alguien nuevo se había mudado a la casa de Alison. Por la tarde había pensado ir a visitar a los nuevos vecinos ya que vivían a sólo dos manzanas de mi casa. Cuando por fin salí del baño y me vestí, bajé las escaleras y ya estaba mi madre desayunando.
"Buenos días Emily"
"Buenos días mamá"
"¿Has dormido bien?"
"No, la verdad es que no. Tengo prisa así que sólo me tomaré el café. Hoy tengo un examen a primera hora y quiero llegar pronto para repasar"
"¿Quieres que te lleve? Tengo tiempo de sobra hoy"
"No, no hace falta mamá. Adiós"
Cogí las llaves del coche y me fui en dirección al instituto. Encendí la radio y estaba sonando 'Up in the air' de Thirty seconds to mars. "Dios, adoro esta canción". Me puse a tararear la letra mientras el semáforo estaba en rojo. Justo en ese momento pasó una chica. Era morena, con el pelo rizado, un poco bajita y vestía de forma casual como si no le importara la opinión de los demás. "Es bastante guapa...¿pero qué estoy diciendo?" Olvidé de inmediato esos pensamientos y seguí conduciendo hasta que encontré hueco para aparcar. Al llegar, ya estaban en la puerta Spencer, Aria y Hanna.
"Hola chicas"
La primera que se fijó en mí fue Spencer. Siempre está atenta en todo.
"Hola Emily"
"Me gusta tu conjunto de hoy Em. Vas muy guapa" Hanna como siempre hablando de moda.
"Hey Em, ¿cómo llevas Álgebra? Me he pasado toda la noche estudiando y ahora sólo veo números y letras por todas partes"
"No exageres Aria, es muy fácil. Sólo hay que entenderlo"
"Spencer, para ti hasta 12981 elevado a 111 es fácil"
Todas se empezaron a reír y entraron. Al pasar por la puerta, Emily volvió a ver a la chica de antes.
"Em, ¿qué es tan interesante?"
"Nada, Aria" Mierda, ¿por qué estoy tan nerviosa?
"Pero si te has puesto hasta roja"
"Spencer déjalo"
Hanna, Aria y Spencer la miraron pensativas pero asintieron y siguieron andando.
Después del colegio, conduje directa hasta casa. Cuando llegué no había nadie, como siempre. Mi padre estaba de misión ya que trabajaba en el ejército y apenas le veía, y mi madre estaría trabajando. Se me ocurrió que podría hacer unas magdalenas para los nuevos vecinos. Cuando las terminé cogí la bici hasta la nueva casa. Al llegar, me vinieron recuerdos de Ali. Nunca podría superar su muerte. Era demasiado duro. De repente, la puerta principal se abrió y salió una chica. Me quedé congelada. Era la misma chica de esta mañana. Aquella a la que me había quedado mirando.
"Hola, ¿puedo ayudarte en algo?"
"Eh...sí..." Vamos Em, reacciona. "Ah, traje estas magdalenas como bienvenida al barrio"
"Eres muy amable. Soy Maya. Acabo de llegar de California. Mi padre ha conseguido un nuevo trabajo y nos hemos tenido que mudar hasta aquí. Parece un pueblo agradable"
"¿Agradable? En esta vivió una amiga mía que estuvo desaparecida un año y después resultó que estaba muerta. Muy agradable no es."
"Oh..."
Genial Em. Acaba de llegar y ya lo estás pagando con ella. "Perdona, no tendría que haber dicho eso. Es que he estado todo el día estresada y..."
"Tranquila, lo entiendo. Oye...todavía no me has dicho tu nombre" dijo con una sonrisa pícara.
¿Por qué me está mirando así? "Ay sí. Qué despistada soy. Me llamo Emily pero todos me llaman Em"
"Emily, ¿eh? No está mal...me gusta tu nombre. Te pega porque es un nombre bonito al igual que tú" al decir eso me guiñó un ojo y me puse roja como un tomate. "Oye Em ¿qué te parece si esta tarde salimos a dar una vuelta y así me enseñas esto?"
Espera...¿ha dicho que soy guapa? Relájate Em o te vas a poner aún más roja si es que eso es posible. "Me encantaría pero tengo que terminar un trabajo y..."
"No pasa nada. Otro día será" y dicho esto se despidió con una sonrisa.
Cuando me quise dar cuenta seguía embobada mirando la puerta por la que había entrado Maya. ¿Qué narices me pasa? Salí disparada a casa, cené y me dormí pensando en aquella chica. Tenía algo especial que me atraía que no sabía explicar pero estaba demasiado cansada para comerme el coco. Mañana lo resolvería.
¿Qué os ha parecido? Seguiré escribiendo!
