Disclaimer: Harry Potter no me pertenece, es todo propiedad de J.K.R. y W.B. Créanme que si fuera mío ahora mismo estaría en algún spa para tratar mi estrés.

Orgullo y Prejucio.

La pelirroja separó al rubio de su boca con un ligero empujón. Scorpius abrió los ojos inmediatamente para contemplar a su novia mirando al techo con lágrimas en los ojos.

-Rose..-murmuró, alargando su brazo hacia sus mejillas para limpiar la línea húmeda que sus lágrimas habían dejado en ellas.

-Lo siento Pius... No puedo. No estoy segura de que esto es lo que quiero.

-¿No me quieres?

-Te quiero.-lo miró a los ojos.- Te amo, pero ésto es más de lo que te puedo dar. Me pides demasiado.

-¿Por qué? ¿Qué es lo que hay de malo en esto?-se incorporó a su lado en la cama de sábanas rojas. Le tomó la mano y la puso en su pecho desnudo. -¿No sientes como late mi corazón? Late así por tí, Rose.

La pelirroja desvió la mirada de esos ojos color arena. Él la tomó por el mentón y le dio un corto beso en los labios.

-Pero te entiendo. Entiendo que no quieras hacer esto, y no voy a obligarte.-se levantó de la cama y comenzó a recoger sus pertenencias; la camisa por aquí, los zapatos por allá. Procuró no mirarla mientras se vestía.-Sólo avísame cuando estés mejor.

-Pius yo..

-Shh.-la acalló el rubio, poniendo un dedo sobre sus inchados labios.- No te disculpes. No tienes la culpa.-le sonrió y volvió a besarla.

Se levantó de la cama y salió de la habitación de su novia.

No había sido esa noche y le había dolido en el ego, pero a la vez se hinchó de orgullo. Porque había sabido respetar a su novia, había sido un caballero, tenía valentía y autocontrol; pero sobretodo se sentía orgulloso de ella, porque había declinado a lo que muchas deseaban y eso era lo que la hacía la chica de sus sueños. Rose Weasley.

Espero que les haya gustado, especialmente a vos, espo. :D

Prometo volver a las andadas... algún día.

Bye Bye!

FatiPotter.

Si quieres hacerme felíz presiona ese hermoso botón blanco con letras verdes de abajo y escríbeme algo. :D