Amantes bajo la luna llena.

"Ahhh... the pale moonlight"

Necesitaba hacerlo. Necesitaba buscar consuelo en los brazos de otro hombre, pero no de cualquier hombre. Necesitaba besar unos labios que me recordaran a Rodolphus, necesitaba ver unos ojos tan fríos que me recordaran a él. Necesitaba probar una sangre similar... pero no es igual...nunca lo será. Lo sé.

Aunque la luna absorba la luz del sol y la transforme en un brillo nacarado en un lienzo de terciopelo... nunca será tal. Nunca dará vida, nunca tendrá el poder que tiene su padre, nunca tendrá en sus manos los hilos que sostienen a millones de vida, nunca producirá esa espontánea atracción... No es más que un espejo de éste, que vive su vida tras las sombras.

Mas su brillo no es cegador como el de su padre... su triste reflejo me atrae más que el destello desagradable del otro.

¿Saben? Creo que prefiero la luna: bajo su luz nos tendemos los amantes. No es esencial para la vida pero ¿Desde cuándo he sido una partidaria de ella?. No, desde luego, desata algo mucho más importante para mí: La pasión. Y es que sin ella no viviría.

¿Qué importa que no sea atrayente para todos? Para mí desde luego lo es ¿Desde cuándo me ha importado lo que digan los demás? Desde nunca.

Sólo me dedico a disfrutar sus en mi cuerpo desnudo, sus uñas arañar mi piel, y él se conforma con escuchar mis gemidos símiles a un lobo... bajo la luna llena. Todo eso mientras nuestros cuerpos se revuelcan encima de la tumba de mi difunto marido, y nuestros cabellos se enredan con las rosas negras y marchitas que quedaron desde mi última visita.

Rabastan me susurra algo al oído y me río para luego apegar más mi cuerpo hacia él. Fue después del funeral de Rodolphus –al parecer asesinado por Nuestro Amo- que nos conocimos. No disfruté tener sexo con él tanto como lo disfrutaba con Rodolphus. Mi marido era violento, cruel. Clavaba sus uñas en mis hombros mientras mordía mi labio y me embestía con brusquedad. Cómo lo extrañé por un tiempo. Pero después de la primera impresión comencé a disfrutar cómo Rabastan rozaba y acariciaba cada centímetro de mi cuerpo, como pasaba su lengua suavemente por mis pechos ¡Cómo me excita eso ahora!

"¿Lo extrañas?" Fue lo que me había preguntado. Por supuesto que no lo extraño.

Ya no lloraré más sobre la tumba de Rodolphus... -porque ya no extraño ni su tacto, ni su aroma, su voz profunda, ni su extraña atracción que me provocaba postrarme a sus pies como lo hacía con Mi Amo- ya no más...

Sin lugar a dudas, prefiero la luna.

Rabastan.

Bueno, ojalá les haya gustado ..U. Quiero darle las gracias a Fanfictions y algo más (www.ffam.ya.st), especialmente a Mawi, que me ayudó a que el fict se entendiera un poco más, y a Joanne Distte por su "sexy rody" que también se menciona un poco acá (ya saben, violento y sexy o) creo que eso sería.