Hola personitas~
¿Qué tal? ¿Bien?
Hoy les traigo una nueva (Y primera) historia que espero y sea de su agrado ^^

(Para aclarar, este es un Fic distinto a la historia de mi personaje (Kyon), quiero decir, esto no pasa en ningún momento de su vida).

Las Fuerzas de la Guerra – Capítulo 1: Kyon, el Lobo.

A pesar de ser un día bastante soleado, con una brisa refrescante y un aire limpio, las cosas por aquella zona llamada "Wolf's Mountain" estaban agitadas, ¿La razón? Muy pronto la sabrán.

-Qué pesados, ¿En serio piensan estar así todo el maldito día?- Reclamó el joven lobo, de pelaje marrón rojizo, ojos celestes y unas cuantas cicatrices, desde una oreja un poco partida, algunas cicatrices en sus patas y la que más resaltaba de ellas era una que recorría su torso; De una estatura 4 veces mayor a la de un lobo común, pues era lo único que los diferenciaba de la especie.

Animales cuyas apariencias eran muy extrañas (Para una mejor explicación, eran como caninos, aunque con características especiales, a decir verdad), corrían por doquier. Estaban muy alterados, sus rostros lo decían todo. Era un completo caos y no parecía haber alguna forma de tranquilizarlos.

Lo que sucedía no era más ni menos que "La Época de Guerra". Había comenzado, sólo oír hablar de ella hacia estremecer hasta a los más valientes, pues era uno de los tiempos más difíciles a lo largo de la historia…

-Tras años de rebeldía entre ambos bandos de criaturas desconocidas, se desató una guerra tan fuerte tanto que un continente prácticamente desapareció, en ella participaban fuertes guerreros, y claro, los que más destacaban eran los "Elegidos", las fuerzas principales del combate. Tiempo más tarde evidencias de vida surgieron, y aquél continente renació, pero… Las agresiones retornaron.

-¡Cuentan que uno de los elegidos se encuentra aquí!- Se escuchó una voz en especial, la cual dejó al lobo un tanto pasmado, aquellas palabras... ¿Acaso era posible? Si, lo era. Él era uno de esos "Elegidos". Tragó saliva y se evitó el tener que exclamar aquello, pues no quería causar más alboroto del que ya había.

Caminó por su cuenta hacia algún lugar, en total silencio y manteniendo una seriedad en su rostro. Y así, fue dando inicio a un largo viaje que dependería de el mismo para el futuro de todos.

CONTINUARÁ...