Disclaimer:Ninguno de los personajes me pertenece, al parecer se los inventó una tal J.K. Rowling.
Cuestión de rutina
Viñeta 1: La vieja pluma
Ella se mueve con gracia por la Sala Común, con una pila de libros sobre su regazo a punto de hacerle perder el equilibrio. Pero aún así se mantiene firme y altiva, con esa expresión severa que brilla en su mirada cada vez que le reprocha otro de sus múltiples errores; y él sabe que no debe ayudarla, porque de esa forma sólo heriría su orgullo. Ni siquiera la saluda cuando se sienta en el mullido sillón a su lado. No hace falta, ambos sienten la presencia del otro, y eso les basta para respirar tranquilos. Ron está allí, desperezado, observando cómo ella se esmera en cada letra que impregna en el largo pergamino que, no se molesta en dudarlo, terminará completando. Continuará enfrascada en su redacción hasta que se le gaste la tinta. Únicamente entonces se dirigirá a él, y con naturalidad le preguntará: "¿Me prestas tu pluma?"
A lo que Ron contestará con un leve movimiento de cabeza, y seguidamente la buscara entre el desorden de su estuche y la dejará encima de la mesa. Hermione siempre duda en aceptar esa pluma, tan roída y frágil que parece a punto de romperse, y se pregunta si no sería mejor subir un momento a su habitación a por tinta, aunque así tal vez perdería por el camino algunas ideas. Pero es al contemplar la imagen de Ron, despeinado, algo desgarbado, vestido con un viejo jersey de Percy y unos vaqueros desgastados; cuando decide que al fin y al cabo, no está tan mal. Después de todo, lleva meses usándola, y el resultado es más que satisfactorio.
¿Un poco corto? Aún siendo un drabble no sé si lo he acortado demasiado.
Bueno, ésta es la primera de una serie de viñetas sobre Ron y Hermione. ¿Por qué ellos dos? Porque es una pareja de la que últimamente se habla poco, y además creo que el día a día les ha brindado más de una escena digna de guardar en la memoria. Su relación me parece muy casual, tal como intento expresar con el título.
Nada más. Si a alguien le apetece comentar este pequeño texto... adelante (no estoy muy orgullosa de cómo ha quedado, pero bueno...).
