Todos los personajes propiedad de meyer

Betado por: Kelly Escobar, Beta (FFAD)

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Capítulo Uno.

Bella POV

— ¡Vamos Bella, amor no te tardes…!—. Gritó Jasper bajando las escaleras cuando el teléfono comenzó a sonar haciendo que me quedara en la habitación para contestarlo.

— ¡Hola!— exclamé levantando la bocina para colocármela en el odio.

— ¡Hola Bella!— sentí mi sangre congelarse. Esa voz, era Edward, sonreí un poco y mordí mi labio inferior. ¿Cómo era posible que después de tanto tiempo volviera a llamar? —. ¿Cómo estas amor?— preguntó de manera dulce.

—Bien supongo, y tu ¿Cómo estás Edward?—. Dije sentándome en la cama para pasar una mano por mi cabello cerrando mis ojos, sabía el efecto que su dulce voz tenía en mí.

—Bien al igual que tu, te llamo por que la semana que viene tu padre ha organizado una fiesta, pero me pidió que fuera yo quién te invitara —. Dijo, suspiré encogiéndome de hombros como si pudiera verme.

— ¡Oh Vaya! le diré a Jasper para que vayamos, supongo que si dice que sí nos iremos mañana—. Le contesté como una pequeña que tenía que pedirle permiso a su papá o algo así; ¿porque tendría que aceptar la decisión de Jasper?..., pero qué demonios piensas Bella, es obvio que le tienes que decir a Jasper, es tu novio.

—Está bien amor, nos veremos pronto… —, dijo dando por terminada la llamada. ¿Pero que se supone que iba a hacer?, seria mucha presión tener a Jasper y a Edward en el mismo lugar.

Me puse de pie caminando hasta el garaje pensando en que le diría a Jasper.

—Lista — dijo el mirándome serio por lo que solo tome mi cartera para subir al auto— ¿Quién era?— preguntó mientras subía, volteó a mirarme atento.

—Edward—, susurré encogiéndome en mi asiento— me llamó para invitarme a una fiesta en casa de mi padre—. Le informé de inmediato cuando encendió el auto.

—De acuerdo, iremos a la dichosa fiesta. Reservaré los boletos esta noche—. Colocó su mano en mi pierna deslizándola hacia arriba aprovechando que tenia puesta una falda, pero la aparte suavemente ganándome una mirada de molestia por su parte.

El resto del día me la pase evitando a Jasper; pero a la hora de dormir me gritó que se iba a dormir a otra parte ya que por lo visto no lo quería cerca de mí y no paso mucho para que escuchara salir su auto del garaje. Me deslice dentro de las sabanas para sumergirme en un profundo sueño y cerca de las 4:30 sentí el cuerpo de Jasper metiéndose a la cama y abrazarme con fuerza.

—Amor… — jadeé sintiendo sus manos entrar debajo de mi camisa pero solo sentí su respiración suave, estaba dormido, sonreí tomando su mano. Yo lo amaba, tal vez nunca como a Edward pero él era muy importante en mi vida.

Me desperté con suaves besos en mi espalda y sonreí arqueando mi espalda.

—Buenos días preciosa—, suspire cerrando mis ojos pero mi estomago gruño al sentir el olor del café y los huevos revueltos — te he preparado el desayuno y hecho tu maleta—. Exclamó cuando me voltee hacia él.

—Debo darte un premio por eso— dije sonriendo para colocarme sobre su cuerpo.

—No princesa, bueno… no ahora, nuestro vuelo sale en 4 horas lo que te deja media hora para arreglarte— dijo apartándome suavemente para ponerse de pie y ayudarme a levantarme.

— ¡Diablos Jazz! sabes que odio tener que apurarme. ¿Empacaste mis tacones negros? — pregunte quitando mi ropa mientras entraba al baño.

—Si Bella, cariño todo tu equipo de belleza esta en tus maletas—. Dijo riendo, entre a la ducha dejando correr el agua caliente por mi cuerpo sintiendo mis músculos relajarse, cuando termine de lavar mi cuerpo cerré el agua para envolverme en una toalla, me mire al espejo y dejé escapar un largo suspiro.

Caminé hasta la habitación abriendo el closet y tomé un vestido blanco que se ajustaba a mis senos y resaltaba cada una de mis curvas pero no era muy revelador, tome las zapatillas blancas para deslizar mis pies dentro de ellas mientras me maquillaba y peinaba mi cabello dejándolo caer en suaves hondas.

—Jazz…— hablé mirándome al espejo mientras trataba de subir el cierre de mi vestido que estaba a medio poner, de inmediato apareció por la puerta para mirarme alzando una ceja.

—Si cariño—. Susurró recorriéndome con la mirada, por lo que solo me sonroje mordiendo mi labio. Puede que Jasper me hubiera visto totalmente desnuda pero eso no significaba que no me sonrojara aún.

— ¿Me ayudas con el cierre? — hice puchero a lo que el asintió de inmediato, le di la espalda sintiendo sus manos colocarse sobre mis caderas para subir el cierre y finalizar con dejando un suave beso en mi hombro.

—Vamos a desayunar— tomó mi mano para salir de la habitación, eché un último vistazo para ver que todo hubiera quedado en orden. Al llegar al comedor mi desayuno ya estaba servido y Jasper siendo el caballero que es corrió mi silla y con una deslumbrante sonrisa me invitó a sentarme.

—Creo que tendré que darte una recompensa esta noche —. Dije tomando una de las tostadas para colocarle mermelada de fresa y acercarla a mis labios.

—Mmmm… ¿sabes lo sexy que te ves cuando haces eso?, pero amor se nos hace tarde así que mueve tu provocativa boquita y termina rápido con tu desayuno — dijo a lo que solo saque mi lengua para terminar la comida de mi plato.

— ¡Lista!— dije sonriendo cuando terminé de lavar el plato y dejarlo todo en orden y tomé una botella de agua para el camino.

Salimos el garaje y el tomó mi mano dándole un suave apretón y me regaló una de sus impresionantes sonrisas tratando de tranquilizarme, sabía lo nerviosa que me ponía volver a casa. Llegamos al aeropuerto en corto tiempo, por suerte no había tráfico.

—Te amo—. Susurró abrazándome mientras confirmábamos nuestro vuelo.

—Y yo te amo a ti Jazz, mucho—. Mordí mi labio sintiendo su respiración contra mi cuello, entramos a la sala privada y me acomode en uno de los asientos abriendo mi libro de Orgullo y Prejuicio; Jasper sacó su laptop del maletín para revisar unos informes que su asistente le había enviado a última hora.

—Señorita Swan es hora de abordar— dijo suavemente Jazz lamiendo mi oído, lo que logro muy efectivamente sacarme de mis pensamientos. Me puse de pie y guarde mi libro para caminar por el largo pasillo que nos llevaba hasta el avión; entramos en el área de primera clase y de inmediato me hundí en el confortable asiento de cuero.

El avión despegó y observe a Jasper quien estaba concentrado leyendo unos documentos -a veces el era tan seco a la hora de viajar-, por suerte llegamos a Los Ángeles antes de las cuatro de la tarde, el cielo estaba nublado pero por alguna razón me encantaba ese clima.

—Bueno, al fin llegamos— dijo poniéndose de pie cuando nos lo indicaron.

Bajamos del avión y sentí el aire fresco apenas puse un pie en el aeropuerto, de una manera u otra amaba regresar a casa.

—Amor voy a ir por las maletas, he llamado a casa de tu padre para informar que nos vengan a buscar, así que si quieres me puedes esperar aquí—. Dijo besando mis labios suavemente.

—De acuerdo— dije sonriendo para ver como caminaba entre las personas para ir a retirar nuestras maletas. Suspire sacando mi celular, sería bueno informarle a Edward que ya había llegado aunque sabía que de igual manera lo vería cuando estuviera en casa.

—Hola Isabella—, salte como una niña pequeña mientras volteaba para verlo. Era Edward. Estaba igual de hermoso, sus ojos seguían llegando hasta el fondo de mi alma con solo mirarme. —Charlie me pidió el favor de venir por ti—. Dijo sonriendo, recorriendo mi cuerpo con su mirada.

—Edward, hola—dije mirándolo nerviosa, el solo se acerco envolviéndome en sus brazos, pude sentir su aroma de inmediato, me embriagaba; acarició mi cabello como lo hacía en el pasado para luego posar sus manos en la parte baja de mi espalda.

—Te extrañe amor — susurró pegándome más a él, solo pude suspirar y dejarme llevar por su abrazo.

—Bella…— la voz de Jasper hizo que me quedara como piedra abrazada a Edward, quien gruño apartándose suavemente de mi, de inmediato me voltee hacia Jasper, quién si pudiera matarme con la mirada ya lo hubiera hecho, eso lo podía jurar; tomó mi mano con fuerza para halarme hacia él.

—Hola Edward, veo que te han enviado por nosotros, ¡vamos!.. — Jasper ni intento disimular su desagrado.

—Si Jasper yo también estoy bien ¿y tú? —dijo riendo sarcásticamente, volteó a mirarme cuando comenzamos a caminar, Jasper llevaba nuestras maletas, yo solo podía mirar mis zapatos, parecían mucho más interesantes que estar entre los dos hombres por los cuales tenía sentimientos.

Llegamos al auto, Edward tenía un hermoso volvo plateado, dejamos las maletas perfectamente acomodadas y subimos; para mi suerte Jasper decidió ir de copiloto dejándome sola en la parte de atrás; miraba las calles de Los Ángeles, estaban llenas de personas como siempre, aunque comenzaban a caer ligeras gotas de lluvia

—Como Charlie no recibió ningún aviso de reservación por su parte y su casa está llena de personas, hemos decidido que se quedaran en nuestra casa, Esme estará encantada de verte Bella— dijo Edward mirándome sonriente a través del retrovisor.

—Charlie no tiene ningún derecho en decidir dónde nos quedaremos —, dijo Jasper molesto— y si hice una reservación—. Declaró volteándose hacia mí.

—Jasper amor, estaremos más cerca, además los Cullen tienen cuatro casas en una— asegure ganándome un bufido por respuesta; sabía que esto lo discutiríamos cuando nos encontramos solos. Entramos al gran conjunto residencial que compartían los Cullen y los Swan en él había cinco casas pero eso no significaba que estuvieran vacías mi padre por su parte conservaba la más pequeña.

—Si Jasper, sigue el consejo de Bella—. Dijo él estacionando su precioso volvo enfrente de su imponente casa que estaba junto a la casa de los Cullen —bienvenidos—. dijo sonriendo, Jasper bajó las maletas de mala gana—

—Vamos Bella— dijo Edward colocando su mano en mi hombro, vi que de la casa salía Sam para ayudarnos con las maletas mientras Jasper nos seguía.

— ¿Sam no han llamado de la otra casa? — preguntó Edward volteándose hacia el chico quien negó de inmediato dedicándome una sonrisa, cuando me fui de Los Ángeles el solo era un chico de 16 y ahora casi cumplía 20.

— ¿Nos quedaremos en tu casa o en la de tus padres?— preguntó Jasper deteniéndose a lo que él se volteo suspirando.

—Jasper no seas amargado, Esme y Carlisle tienen muchas cosas por hacer así que yo les he mandado a preparar la mejor de mis habitaciones para que estén cómodos—, le dijo mientras Sam abría la puerta dejándonos ver el recibidor— y tranquilo no te quitare a Bella a menos que ella quiera—. Susurró entrando a su casa, era igual de hermosa que la de Esme no tenía duda que la había decorado ella.

—La decoró Esme— de inmediato me sonroje, Sam llevo nuestras maletas a la habitación que tenía preparada para nosotros.

— ¡Isabella!—, exclamó Sue saliendo de la sala para abrazarme con fuerza— mi pequeña Bella te extrañe mucho—. Le devolví el abrazo con la misma intensidad, Sue era casi como una madre después de Esme, luego de la muerte de Renne ellas se habían encargado de todo.

—Y yo a ti nana— ella toco mis mejillas para besar mi frente como lo hacía cuando era pequeña la única diferencia era que yo era un poco más alta que ella ahora.

—Hola Jasper cariño—, dijo abrazando a mi novio quien solo acaricio el cabello de la mujer que también lo había cuidado desde pequeño, desde que sus padres murieron en el accidente dejándolo solo con Rosalie su rubia y hermosa hermana — estas altísimo—. Acarició su mejilla suavemente.

—Tú sigues igual de hermosa Sue— besó su frente apartándose un poco.

— Bueno ya tendrán tiempo para hablar, Sue ¿por favor los llevas a su habitación? esta noche vendrán todos a cenar— dijo Edward a Sue quien de inmediato asintió caminando por el largo pasillo para que la siguiéramos.

— ¡Papi!...— dijo una niña bajando las escaleras corriendo para arrojarse a los brazos de Edward, no llegaba a los 5 años, ¿de qué me había perdido?, ¿en qué momento había tenido una hija y no me había dicho?. Sentí la sangre irse de mi cuerpo pero de inmediato las manos de Jasper se ajustaron a mi cintura sosteniéndome; pero yo solo deseaba una explicación, si Edward tenía una hija quería decir que tenía una esposa o ¿no?