El amor desde las trincheras.

Prólogo de Richard Castle.

Avanzamos. Para dejar el pasado atrás. La memoria duele. Las heridas duelen. Pero desde las trincheras nace una nueva historia. Algo, oh si algo que merece la pena ser contado. Esta es nuestra historia querida. Esta, que merece la pena ser contada al mundo. La edad y la vejez me llaman a tu compañía, hace un año que te fuiste. En paz. Esa armonía nuestra que conseguimos construir y que me dio cobijo en tu partida. Ahora paso mis últimos compases en un mágico rincón de España que ojalá pudieras ver. A las orillas de Magina vengo a escribir mi último libro, a rememorar recuerdos. En definitiva a contarle al mundo nuestra historia.

En el Paraje Natural de Hutar a uno de abril de dos mil cicuenta.