Sonrojada caminé hasta su casa, debía entregarle una tarta que mi madre había orneado para su familia. Toqué el timbre, rezando por que él no me atendiera. Luego de unos minutos me atendió el pequeño Tsunayoshi, el lindo hermanito menor. Me invitan a entrar, no solo él, si no también me llama Nana y Iemitsu que estaban en la cocina terminando de salude cordialmente, y me sonroje aun mas al ver que el también estaba con ellos, bueno, era de esperarse ya que era su casa.

Me insistieron porque me quede a comer con ellos, pude haberme negado, de hecho eso quería. Pero Tsu-chan era demasiado tierno que no podía resistirme cuando me decía "Quieres quedarte un rato mas por favor, no tengo ningún amigo con quien jugar y quiero pasar la tarde contigo…" ESO NO ES JUSTO! Me parte el corazón ese niño y es tan lindo!

Eran una familia muy linda, la hermosa madre amorosa, el esposo divertido, el niño más tierno de todos y el sexi, SEXI Hermano mayor.

Jugué toda la tarde con Tsuna mientras su hermano mayor aprovechaba para estudiar, claro, yo también debería estar estudiando pero la verdad era más divertido este niño que los libros.

Ya era hora de la merienda, y se la prepare a Tsuna ya que Nana se había ido con Iemitsu a pasear por la ciudad, en otras palabras, se aprovechaban de mi generosidad.

Le di la leche y las galletas al niño y este me sonrió, acaricie sus cabellos y lo vi caminar hacia el comedor con ambas cosas en manos.

-Que injusta que eres-escucho su voz detrás de mí.

-Hm?

-Siempre detrás de Tsuna y a mí ni siquiera me hablas, eres injusta, yo también quiero que me agás la merienda, juegos conmigo y me sonrías así de linda como lo haces con él.

Me sonroje ante eso ultimo-Eres grande, puedes hacerte las cosas solo.

Pero yo quiero que tú me lo hagas-Me dice, mi sonrojo aumento aun mas por culta del lindo puchero que me hacia…Porque un puchero! Eso solo lo hace más lindo, pero a la vez me dan más ganas de golpearlo.

-No, hazlo tu solo-dije dispuesta a volver con el niño y tranquilizar un poco mi rostro que cada ves ardía mas.

Mientras hablaba con Tsuna escuche algunas cosas romperse, fui a la cocina, y vi más de media habitación destruida.

Suspire-Eres un inútil- tome la escoba y comencé a limpiar, el solo me miraba al lado de su hermanito ya que si comenzaban a ayudar entre los dos destruirían la mitad de la casa.

Me llevo media hora terminar de limpiar la cocina y al voltearme estaba el rubio mirándome con un puchero aun mas grande-Perdón…

-N-no importa-dije mientras miraba al niño jugar en el patio.

Me acurruque un poco en mi misma y mordí levemente mis labios, estaba nerviosa, yo amaba a ese chico pero…

Me arme de valor, lo mire, me acerque un poco a él y le di un pequeño beso en los labios. Al separarme corrí hacia la salida, pero él me tomo del brazo y me acorralo contra la pared. Pensé que me daría un sermón, que me odiaría o que me regañaría, pero en cambio me beso, me beso de forma apasionada y yo le correspondí.

Al separarme me sonrió y me volvió a besar.

La próxima vez que volví a la casa volví como la novia del chico y luego como su esposa. Tuvimos 3 hermosos niños y ahora estamos de vacaciones con la familia de mi amado. No me importa que su trabajo sea peligroso, no me importa nada de eso, a mí solo me importa que él esté conmigo y que yo lo amo como jamás amare a nadie en toda mi vida.