Parte 1:

—¿Y bien? ¿Cuál es la situación? — Preguntó la unicornio morada entrando al edificio acompañada de sus amigas; una poni terrestre color rosa y una pegaso color cian.

—Es el tercer encuentro en la última semana— explicó nerviosa la joven bibliotecaria. — Ya dicen que lleva años apareciéndose y causando estragos pero no solía aparecerse más que a un empleado o dos por semana… pero jamás había permanecido por tanto tiempo… y…

—Tranquila señora, somos unas profesionales — le aseguró la pegaso cian sonriendo divertida.

—Una aventura, suena divertido, divertido… — dijo alegremente la poni terrestre mientras daba saltitos para avanzar.

La bibliotecaria las guió hacia donde vio la aparición y se retiró de inmediato. Twilight Sparkle junto con Rainbow Dash y Pinkie Pie examinaron el espécimen mientras leía como si nada. Pinkie estaba temblando de la emoción. Se trataba de un poni fantasma con gafas que parecía una bibliotecaria de otra época. Twilight decididamente sacó su detector ectoplásmico mientras se relamía los labios más que complacida.

—Esto es perfecto. El capturar a un fantasma y conservarlo para siempre es el último paso que falta para que podamos concluir nuestras investigaciones. Por fin nos quitaremos de encima a la decana Celestia — dijo muy emocionada Twilight Sparkle.

—Bueno, yo voto porque vaya Pinkie — dijo Rainbow Dash rápidamente.

—¡Oki Doki Loki! — Dijo alegremente la poni rosa brincando hacia el fantasma, quien no pareció inmutarse ante la presencia de la intrusa. — ¡Hola me llamo Pinkie Pie! ¿Quieres que seamos amigas?

El fantasma examinó por unos momentos a la poni rosa y luego se llevó un casco a la boca.

—SHHHHHHH…

—¿Pero qué sucede? ¿Te da pena que seamos amigas o crees que ya tienes suficientes amigas? No te preocupes, los amigos no son suficientes y…

—¡SHHHHHHH! — Volvió a exclamar el irritado fantasma.

Pinkie Pie siguió hablando como loca por lo que al fantasma le parecieron interminables minutos haciéndola rechinar sus dientes fantasmales y finalmente lanzarse contra la poni que no se callaba con nada. Pinkie gritó de sorpresa y se cubrió con sus cascos mientras era atravesada por el fantasma; dejándola cubierta por una baba color verde muy extraña. Pinkie Pie se miró y comenzó a reír alegremente mientras sus amigas se acercaban con prudencia.

—¿Oigan chicas ya vieron, jajajajajajajajaja? ¡Creo que le caí bien!

Rainbow Dash sólo levantó una ceja.

—Pinkie te felicito. Sobreviviste a un ataque directo de una clase cinco. Yo que tú estaría orgullosa.

—¡Pues no sé si orgullosa pero me divertí mucho! ¿Crees que el fantasma nos deje hacerlo otra vez?

Twilight por su parte tomó una muestra de la viscosidad verde.

—Pinkie, gracias. Gracias a ti he conseguido una muestra de ectoplasma pura; ahora podré analizarla y crear un patrón que nos permita concluir el experimento. ¡Nuestro trabajo de muchos años por fin tendrá frutos!

—¿A qué se refiere conque cerrará la división de parapsicología, decana? — Preguntó Twilight sin poder creerlo.

La decana Celestia no dio su casco a torcer.

—Lo siento mucho doctora Sparkle; pero además de las múltiples quejas que he recibido de los estudiantes sobre sus experimentos con ellos, nadie en su sano juicio seguiría financiando una investigación basada en fantasmas. Lo lamento pero mi decisión es irrevocable.

Rainbow Dash se acercó con varios documentos.

—Pero decana, si se fija bien en los resultados de nuestras más recientes investigaciones podrá notar que hemos comprobado de forma exitosa la existencia de los fantasmas. Además hay que tomar en cuenta que la doctora Pie ha tenido un encuentro directo con una entidad corpórea clase cinco y que eso…

—Déjeme ver si entendí, doctora Dash, — dijo la decana levantando una ceja. — ¿Quiere decirme que debo tomarlas en serio porque la doctora Pie termino bañada en baba verde?

Rainbow se volvió hacia Pinkie Pie que alegremente saltaba de un lado a otro mientras lo revolvía todo y tuvo que suspirar rindiéndose ante la evidencia.

—Por favor señoritas, espero que comprendan; tal vez tengan éxito pero no será en la Universidad de Canterlot.

Y sin más, la decana les dio la espalda a las tres doctoras. Rainbow Dash iba a decir algo pero Twilight ya se estaba marchando a otro sitio. Era raro verla deprimida así que las otras dos doctoras se calmaron y la siguieron.

—¿Qué haré ahora, chicas? Digo, este es el trabajo de toda mi vida; sin el apoyo de la universidad no sé cómo podré continuar…

—Tú tranquila Twi, seguramente algo se nos ocurrirá; recuerda que estamos juntas en esto — dijo Rainbow Dash pasándole un casco por el hombro a Twilight lo mismo que Pinkie Pie.

—Además dijiste que gracias a mí ya podíamos construir el aparato que nos permitirá capturar y conservar a un fantasma, ¿verdad? Sólo es cuestión de conseguir fondos…

—Sí pero…

—Pero nada, no discutas si quieres que logremos esto — dijo Rainbow Dash decididamente. — ¡Vamos, estoy segura que saldremos adelante!

—¿Estás segura de esto Pinkie Pie? Tu familia ha vivido en esa casa durante generaciones y si la hipotecamos así como así… — comenzó Twilight saliendo del banco de Mane-Hattan.

—Tranquila Twilight, una vez construyamos tu aparato y hagamos publicidad podrás pagármelo; de momento hay que entregarnos a la pasión de nuestra vida, ¡los fantasmas!

Rainbow Dash sólo guiñó un ojo mientras las tres se encaminaban a comenzar lo que sería su nueva vida.

Twilight trabajaba arduamente consiguiendo los materiales y los equipos necesarios para construir los propios; unos collares y una corona especiales los cuales estaban diseñados para lanzar un rayo arcoíris el cual paralizaría a los fantasmas y así podrían arrastrarlos hacia la "trampa" otro aparato diseñado por Twilight el cual serviría como prisión temporal del fantasma que finalmente sería depositado en la "unidad contenedora" que sería su destino final. Una vez ahí en la unidad contenedora las tres doctoras podrían tomar y analizar al fantasma en el momento que consideraran necesario. Rainbow Dash y Pinkie Pie ayudaban a Twilight con sus investigaciones y demás; pero su principal función fue encontrar un lugar dónde vivir así como hacer las contrataciones y la publicidad necesaria.

—¿Entonces mi trabajo será recibir llamadas y concertar citas? — Preguntó una tímida pegaso color amarillo con una melena color rosa y una Cutie Mark de tres mariposas.

—¡Síp! ¡Básicamente una secretaria de alto nivel! — Le aseguró Rainbow Dash con una sonrisa. — Si tienes dudas bien puedes preguntarme a mí o a Pinkie Pie o a Twilight, pero sigue preocupada conque no ha probado el equipo. En fin, contamos contigo Fluttershy.

La nueva empleada asintió tímidamente y se posicionó junto al teléfono. Al menos tratar con ponis por teléfono le era más fácil que tratarlos en persona. Al menos…

Luna era una artista la cual trabajaba en el museo y en varias galerías como restauradora profesional de varias obras de arte. La joven alicornio tenía una vida agitada pero al menos no podía quejarse; tenía un apartamento propio y lo necesario.

—¡Buenas tardes Luna! — Escuchó que saludaba su vecino, un unicornio blanco con anteojos y una moñita el cual trabajaba de abogado. — ¿Ya preparándote para el gran concierto?

Ella sonrió.

—Sí, gracias. ¿Qué tal tú, Smarty Pants?

—Bien gracias. Oye, mi cumpleaños es la otra semana y estaba pensando en hacer una fiesta. ¿Te gustaría venir? Ya sabes, como amigos. Será aquí en mi departamento; invitaré a varias personas pero más que todo clientes.

—Claro, me encantaría — dijo Luna entrando a su respectivo departamento mientras Smarty Pants hacía otro tanto (él vivía en la puerta de enfrente).

Ella se dejó caer sobre el sillón mientras prendía la televisión; pero se le ocurrió que mejor iba al refrigerador a servirse algo. Sin pensarlo mucho lo abrió.

Una extraña alicornio oscura, con su misma melena etérea y Cutie Mark en forma de media luna la miró fijamente a los ojos y sonrió mostrando esos horribles colmillos.

—¡NIGHTMARE MOON! — Gritó la bestia antes de lanzarse sobre la joven artista.

Luna se despertó sobresaltada a las pocas horas. Todavía estaba en la misma posición que antes, temblando de miedo. Sin entender qué sucedía se volvió hacia la televisión la cual había dejado prendida durante su percance. No sabía cuánto tiempo estuvo desmayada pero estaba segura que había sido bastante, pues a través de las ventanas se podía ver que ya había oscurecido. La televisión pasó a comerciales.

Un poni con pinta de ridículo se paseaba frente a la cama de una pareja "casada" gimiendo tratando de ser aterrador.

¡Ay cariño, es ese odioso fantasma otra vez! ¡Tendremos que mudarnos! — Dijo la joven "esposa". (Interpretada por Fluttershy).

Cariño no. Tiene que haber una solución, no tenemos por qué dejar que ese odioso fantasma nos quite nuestro hogar dulce hogar — respondió el "marido". (Interpretado por Pinkie Pie)

¿Entonces a quién llamamos?

La pantalla cambió mostrando a tres ponis usando una extraña joyería y una especie de traje de protección.

¡LAS CAZAFANTASMAS! — dijeron las tres a la vez.

No importa cuán ridículo suene su problema — dijo Rainbow Dash mirando seriamente a la cámara. — Donde en otros lugares sólo encontrará burlas nosotras ofrecemos un oído comprensivo y la voluntad de ayudar.

Recuerde — dijo Twilight, — estamos dispuestas a creerle.

Servicio las 24 horas — aseguró Pinkie Pie.

La imagen volvió a cambiar mostrando a la "pareja" de antes.

¡Gracias Cazafantasmas! — Dijeron alegremente.

El anuncio terminó con un número en pantalla y volvió la repetición de una vieja película de terror. Luna permaneció quieta por un buen rato pero finalmente tomó el teléfono.

—Debo de estar volviéndome loca.

—¿Quiere repetirnos el incidente? — Preguntó Twilight.

Luna asintió y guió a las tres chifladas de la televisión hasta su refrigerador.

—Como les digo yo no entiendo nada de nada. Primero estaba aquí parada con el único deseo de tomar algo para después del trabajo y de pronto aparece ahí esa cosa y grita Nightmare Moon. Miren, no sé queé significa todo esto pero yo…

—¿Qué dices Twi? — Preguntó Rainbow Dash.

La unicornio morada se concentró haciendo brillar su cuerno mientras Pinkie le detenía la puerta del refrigerador.

—Pues en definitiva puedo sentir una poderosa presencia justo aquí; pero necesitamos más investigación. Nightmare Moon… ese nombre me suena.

—¿A qué? — Preguntó Luna casi saltando sobre Twilight.

—No estoy muy segura pero si no estoy mal es el nombre de uno de los dos emisarios de un supuesto Dios del Caos. En todo caso le aseguramos señorita que estaremos investigando y que por supuesto la mantendremos al tanto. Chicas vámonos.

Las demás se encogieron de hombros y siguieron a Twilight. Luna se quedó en la puerta algo preocupada pero al final comprendió que recibió la mejor ayuda que podría conseguir teniendo en cuenta la situación. Sin más, regresó a lo suyo; quería evitar pensar en eso lo más posible.

De regreso en la casa que les servía de cuartel general, Twilight había abierto cuanto libro tenía cerca buscando el nombre de Nightmare Moon, pero no encontró nada de nada.

—¡Twilight, lo hallé! — Gritó alegremente Pinkie Pie.

Twilight y Rainbow Dash corrieron hacia donde la poni rosa estaba.

—¡Pinkie excelente! ¿Cómo lo hallaste?

Ella comenzó a saltar muy contenta.

—¡Estaba en la N! ¡Estaba en la N!

Rainbow tuvo que aguantarse la risa mientras Twilight gruñía por lo bajo y comenzaba a consultar el libro que le había dado Pinkie.

—Es justo lo que pensaba. Nightmare Moon es el nombre de un extraño ser oscuro; conocida también como la Guardabarreras. La leyenda dice que es quien le abrirá las puertas al viejo Dios del Caos, Discord, atrapado durante miles de años. Pero todo eso no tiene ningún sentido.

—Me lo dice la que diseñó el equipo para cazar fantasmas — ironizó Rainbow Dash.

Comenzó una airada discusión tan fuerte que llegó hasta abajo haciendo que la tímida secretaria Fluttershy quisiera esconderse bajo su escritorio; pero entonces sonó el teléfono.

—Hola, Cazafantasmas… ah, ¡vaya! ¿En serio? ¡No me diga! Por supuesto, iremos de inmediato.

Dicho esto, la pequeña pegaso colgó el teléfono y apretó un botó situado al lado de ella.

La discusión entre Rainbow Dash y Twilight Sparlke se cortó de repente cuando sonó la sirena. Listas como siempre corrieron hacia su auto y salieron a la acción luego que Fluttershy le alargara el papel con las direcciones a Pinkie Pie.

—Ya tenemos trabajo… viva... — dijo suavemente la joven pegaso.

El auto, llamado ECTO1 corría por las calles de Mane-Hattan en busca del lugar; finalmente llegaron a uno de los hoteles más lujosos y caros del lugar, en donde los recibió un sudoroso gerente.

—Y dime, ¿cuál es el problema muchacho? — Preguntó Rainbow Dash colocándose el collar diseñado por Twiligth (el suyo tenía un relámpago igualito a su Cutie Mark).

—Pues… todo comenzó hace unos años, al principio no molestaba a nadie pero poco después los incidentes fueron cada vez más frecuentes y a estas alturas no tenemos a quién más acudir. Tenemos una fiesta para muchos ponis en unas horas y tenemos que librarnos de la cosa en cuanto sea posible. ¿Creen que puedan antes de las cinco? La última vez que la vimos estaba aterrorizando el piso seis.

—Señor, somos profesionales — dijo Pinkie muy contenta mirando su traje de seguridad.

Esperando el ascensor un poni sólo las miró confundido debido a sus trajes de seguridad.

—¿Y ustedes qué son chicas? ¿Astronautas, buzos?

—No, exterminadoras — corrigió Rainbow Dash. — Alguien vio un lagarto enorme en el piso seis.

—Ya… — dijo el poni al tiempo que llegaba el ascensor el cual fue abordado por las cazafantasmas.

—¿No entra? — Preguntó amablemente Pinkie Pie?

—Espero el próximo, gracias…

En el ascensor cada una checó su equipo de atrapar fantasmas a conciencia.

—¿Por qué tú tienes que tener la corona, Twilight? — Preguntó Pinkie Pie mirando fijamente a su amiga.

—Porque yo diseñé el equipo por supuesto — se defendió la chica. — Pero ya que estamos en esas, chicas hay algo que deben saber sobre el equipo…

—¿Qué? — Preguntaron al unísono Rainbow Dash y Pinkie Pie.

—Pase lo que pase… por favor no crucen las ráfagas — pidió Twilight. — No ha sido probado pero puedo asegurarles que todos los cálculos que he hecho me han demostrado que no terminará en nada bueno así que sigan mi consejo.

—Gracias por advertir a tiempo — volvió a ironizar Rainbow Dash mientras llegaban al piso seis.

Las tres se separaron rápidamente para encontrarse al espectro. Rainbow inspeccionaba cada rincón con valentía hasta que se topó a quien buscaban. Era lo que parecía ser un dragón fantasma que devoraba alegremente un galón de helado que le robó a un cliente que pidió servicio al cuarto.

—¡Aquí doctora Dash! Tengo contacto visual con el sujeto — dijo Rainbow por el comunicador.

—Perfecto Rainbow Dash — dijo Twilight. — Ahora atráelo hacia ti y usa tu collar; en un minuto estaremos ahí con las trapas.

Rainbow asintió y preparó su arma, la cual empezó a brillar.

El pequeño espectro dragón, morado y verde sólo la miró y se lanzó contra ella con todo.

Cuando Twilight llegó para asistirla se dio cuenta que su amiga estaba con la melena quemada.

—¿Pero qué te pasó, Rainbow Dash?

Ella sólo se limpió la ceniza de encima.

—Me quemaron — gruñó. — En fin, ¿dónde se metió ese malnacido?

El comunicador sonó.

—Chicas, soy Pinkie Pie. Lo hallé en el primer piso en el salón donde se hará la reunión. Está atacando la barra de helados.

—Vamos para allá — anunció Rainbow Dash poniéndose en posición.

En el salón, tal como Pinkie Pie lo anunció, la cosa estaba devorando alegremente un helado al tiempo que se preparaba otro con una sonrisa.

—¡Ey tú, te puedes enfermar del estómago! — Gritó Twilight llamando la atención de la criatura.

El pequeño dragón se volvió y tras encogerse de hombros siguió comiendo helado.

Twilight gruñó.

—¡A la cuenta de tres, Raibow Dash, Pinkie Pie, quiero que lo atrapen con sus ráfagas pero tengan cuidado de no cruzarlas!

—¡Entendido! — Gritaron las otras dos al unísono haciendo brillar sus collares.

Ambas lanzaron poderosos rayos arcoíris contra el pequeño dragón que apenas si tuvo tiempo de reaccionar. Intentó retorcerse y zafarse por todos los medios pero los rayos de las cazafantasmas lo tenían capturado. Entonces Twilight abrió la trampa y con decisión apuntó también su corona contra el dragón, haciéndolo bajar hacia dentro. Tras inútiles intentos, la pequeña amenaza estaba finamente controlada.

El gerente corrió al encuentro de las cazafantasmas.

—¿Esa cosa devora-helados está allá dentro? — Preguntó maravillado.

—Sí; tal como lo prometimos — dijo Rainbow Dash. — Ahora la parte más alegre de todas; el cobro. Por mantenimiento de los equipos así como daños personales como mis quemaduras; yo diría que son unos cinco mil bits.

—¿QUÉ? — Saltó el gerente. — De haber sabido que sería tan costoso jamás hubiera llamado. ¡No pienso dar tanto!

Rainbow sonrió pícaramente.

—Como quiera. Twi, déjalo salir.

Twilight iba a obedecerlo cuando el gerente la detuvo presa del pánico.

—¡Espere! No, no… podemos llegar a un acuerdo; al fin y al cabo prefiero eso a los costos adicionales a las barras de helados que este pequeño monstruo nos ha estado causando.

—¡Sabíamos que terminaría por ser razonable — dijo Pinkie Pie muy sonriente. — ¡Aceptamos cheque o efectivo!


Bueno, primero que nada les deseo una muy feliz Nightmare Night a todos; yo por mi parte la seguiré llamando Noche de Halloween. En fin, espero les agrade esta pequeña parodia de uno de los clásicos del cine. ¿Quién no disfruta de un buen clásico de los ochentas remasterizado y ponificado?

En fin de momento es todo lo que tengo que decir así que:

Chao; nos leemos!