¡Hola chicos y chicas del mundo del fanfic! Soy un poco nueva en esto—mi primer fic.
Me pueden llamar DuNa, una especie de abreviación de mi nombre de usuario 'duduandnana'…por favor no me llamen Tuna, por qué no, este nombre no es inspirado en el atún.
De igual manera, la idea de este fic es un poco típica en esta pareja, la de Courtney y Duncan, así que no creo que sea difícil de entender. Tiene sus excepciones en cuanto a típico, asi que por favor lean.
El secreto del mas mentiroso es mi creación, sus personajes, no tanto, estos pertenecen a Isla del drama y el resto de sus series.
Quiero llorar cada vez que me acuerdo
Bueno, a la historia!
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El secreto del más mentiroso
Capitulo 1
Sus ojos escanearon el cuerpo del objeto de su afección, su ceja subió de manera engreída mientras se sentaba en la silla más apartada de la clase; atrás y hacia la izquierda, una esquina donde nadie trataba de notar pues, ¿a quién le agradaría ver los animales disecados del colegio en la vitrina que se paraba justo en la pared de atrás?
Sin embargo, incluso mientras se sentaba y ajustaba sus útiles para la clase sobre la mesa enfrente de él, sus ojos nunca abandonaron a la joven que miraba con irritación hacia el tablero, sus perfectas uñas golpeando su pupitre (primera fila y a la derecha) impacientemente.
Si no fuera porque él trataba el ser invisible a la clase, se estaría riendo de la furia que la pequeña morena prácticamente escupía de su propia piel.
Tanto se podía esperar de la presidenta del concejo estudiantil, Courtney Mann.
Muy probablemente estaba furiosa por la tardanza del profesor, eso y que el festival cultural se acercaba—ella era la que organizaba el orden de los eventos que se iban a hacer, necesitaba más tiempo del que tenía, pero siendo la perfeccionista que ella era, no le ponía cuidado al tiempo y más a lo que ella podía hacer empujándose a sí misma hasta llegar a su límite, tal vez incluso pasándolo si podía.
Su perfeccionismo y su temperamento era lo que le atraía a él, bueno, eso y también estaba el hecho de que era una belleza total a cualquiera que fuese a verla.
En su opinión, una de las chicas más lindas de la escuela.
Claro, eso era un secreto. ¿Quién diría que al chico malo de la escuela le gustaba la chica buena?
En el estatus social de una escuela canadiense, los estereotipos y sus actitudes eran todo, por lo cual, el jugar Romeo y Julieta dentro de la pirámide social era algo que solo se veía en películas.
¿Eres de los delincuentes? Tienes que ir por una delincuente, o una gótica o que se yo, alguien oscuro y contra las reglas.
¿Eres una estirada buena chica que es miembro del concejo estudiantil? Vete con uno de los tuyos; presidentes estudiantiles, estudiosos, los ken a tamaño y tiempo real, un músico que es bueno en sus notas o algo así.
Pero nunca metas a los dos juntos. O si no—el horror.
Esto obviamente pasa a menudo, el nerd se quiere ir con la chica de barrio, la loca quiere irse con el rey de los glotones.
Pero se tiene que mantener en secreto o las torturas de quienes se fijan no te dejaran en paz.
Ahora si eres un buen mentiroso, esto pudiera no pasarte. Estarías libre de sospechas, y tus ojos aún podrían darse el placer de verla, tus oídos el entretenimiento de oírla, tus labios la agridulce tentación de besarla.
Pero nada más.
Y eso, eso era lo que él era.
El más grande mentiroso de la escuela. El que se las da de no estar interesado en nadie, cuando sus ojos tratan de no desviarse a la pequeña morena entregando panfletos para su campaña presidencial, el que dice que solo va a clases para joder al profesor, mientras que la verdad va hacia su deseo de estar más cerca de ella.
Su corazón parecía odiarlo, no obedeciendo sus deseos de dejarlo ir, de que le dejara de importar. Pero no podía, quería besar a la chica, quería abrazarla y tenerla ahí.
Sus ojos la siguieron mientras se paraba de su puesto, casi gritando, mirando hacia el reloj—el profesor estaba a media clase de tardanza, y ella, furiosa, decidió salir del salón fastidiada.
Sus labios dibujaron una de esas sonrisas que él tenía cuando se daba cuenta de algo que nadie notaba.
Bueno, la pequeña princesa sí que se estaba rebelando—¿y saliendo de clase sin un pase?
Entonces le golpeo.
Él podía hacer que se acercasen—por lo menos el poco que ella fuera a dejarle.
Sus técnicas de seducción no eran del todo desconocidas, y por lo que él podía ver, la princesa parecía ser una gran mentirosa también.
Tal vez, solo tal vez, esta era su oportunidad de intentarlo.
Ver como los deseos de la morena ganaban sobre sus morales también sería un bono.
Con la decisión tomada, este se paró discretamente de su puesto, tomó sus cosas y caminó hacia la puerta en la que ella había salido.
Y, con una sonrisa en sus labios, caminó por el pasillo que él sabía que ella había tomado.
Todo el tiempo pensando cuan divertido iba a ser corromper a la niña buena, Courtney Mann.
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¡Ahí esta! Ah…¿que se supone que tengo que hacer ahora?
¡Gracias por leer!
R&R
Att: DuduandNana-DuNa
