- No podemos seguir así, no se si podré seguir soportando tu actitud, soy tu prometido y me tratas como un desconocido, a veces dudo si en verdad me quieres…

Un molesto silencio abarco la habitación por unos momentos, como si se esperase una respuesta a lo dicho… Pero nadie dijo nada. Eso fue lo último que ocurrió antes de que las puertas se cerraran cuando salio.

Vi como la Itako quedaba en aquella solitaria habitación.

Note como bajaba una lágrima por su mejilla, ella trato de disimularla, pero no pudo…

Se percibía un aura de tristeza, por lo que me dispuse a marchar, baje del tejado silenciosamente y me dispuse a caminar, el aire en la habitación se tornaba tenso e incomodo, incluso para mí, Hao Asakura…

Caminaba sin compañía, recordando aquella escena, ¿Por qué discutir cuando se aman? me preguntaba…  yo parecía mas consiente de lo que uno sentía por el otro que ellos mismos…  Pero de que me preocupaba, ¿que sabia yo sobre el amor?  ¿Porque me interesaba lo que les ocurría? Me cuestionaba constantemente, aun sin poder apartar de mi cabeza el incidente anterior.

Me senté en una roca, y con mucho esfuerzo logre encender una pequeña llama, su calidez era muy agradable… al verla recordé al Espíritu de Fuego y eche de menos esos días, días de grandeza, días de "El Gran Hao"… Pero solo eran recuerdos. Estaba algo débil, pero no lo suficiente para ser vencido por uno de esos débiles amigos que tiene mi hermano…

"Amigos", concepto tan extraño y desconocido para mi, tan odiado, amigos, son los causantes de mi estado, de que nada saliera como lo esperaba…

Estaba algo cansado, recostado en la aquella fría roca, miraba las estrellas…

Siempre mire las estrellas como objetos inferiores a mi, pero esta ves me di cuenta de que soy muy pequeño, diminuto… Me hundí mi  nostalgia, la cual, acompañada del cansancio, me obligaban a cerrar los ojos, me hundía en un profundo sueño.

Pero el profundo sueño se tornaba ligero, cada vez más y más ligero,  hasta el grado de que no pude volver a cerrar los ojos… Mi corazón estaba oprimido, latía cada vez más y más rápido, me sentí angustiado…

De pronto, descubrí la razón de mis sentimientos… no muy lejos, una figura se acercaba, la cual pude distinguir claramente. Era Anna Kyouyama…

Su rostro no expresaba ningún sentimiento, siempre supe que era fría, pero hasta ahora me daba cuenta de cuanto lo era.

Sus ojos, a diferencia de su rostro, si eran expresivos, estos expresaban un frió inmenso, esta ves el frío fue sustituido por dolor…

- ¿Quien te crees que eres para estar rondando por aquí? Sabes que no eres bienvenido, y menos para estar espiando por ventanas… ¿o que?  ¿Dejaste de ser el gran Hao para ser una asquerosa alimaña? Aunque a decir verdad siempre supe que lo eras…

Así que te ordeno que te marches de aquí, ¡y no regreses!

Yo no decía nada, sus palabras eran frías y crueles, las sentía como punzadas en mi pecho… 

Por alguna razón que aun desconozco sus ojos se humedecieron, y se mantuvo en silencio tratando de contener su llanto.

- ¿Te encuentras bien?  Le pregunte aun sabiendo la respuesta.

- No es de tu incumbencia lo que me suceda

- Si, tienes razón… Lo siento

Me levante y disponía a marchar, todo quedo en silencio, pero ella agrego…

- Disculpa… me di cuenta de que desde que llegue no e dejado de hablarte en mala forma, y quisiera que me disculpes

Me sorprendió el escuchar eso, nunca habría esperado una disculpa de Anna Kyouyama.

- No te preocupes, no hay nada que perdonar, pero a veces dicen que como te expresas refleja como te sientes… tal vez no es tu culpa, quizás solo pasas por un mal momento

- Tal ves…

Creyendo haber establecido una pequeña conversación, me senté de nuevo en aquella piedra…

- Pareces intrigada, ven acompáñame, las estrellas están hermosas esta noche… No tengas miedo, no voy a morderte

Ella sonrió aunque estaba nerviosa, se veía algo preocupada, incomoda… Hablaba de diferentes temas, nada de importancia, solo trataba de que se sintiera mas relajada…

Al cabo de unos minutos, comenzó a hablar con más soltura, aun nada de importancia… Mientras que yo, decía nada, hermosos sentimientos y sombrías ideas daban vuelta en mi cabeza, mientras oía su voz, su maravillosa voz. Fui cayendo en una especie de encantamiento. Sentí que ese momento mágico no se volvería a repetir nunca.

- ¿Por que discutían? Le preguntaba mientras deseaba que no se ofendiera con la pregunta o algo por el estilo… Se que fue atrevido de mi parte, pero tenia curiosidad, y quería cambiar de tema.

- Pasa solo algunas veces, pero duele… Yoh parece no estar seguro de lo que siento por el…  Respondió la Itako

Mi cabeza era un pandemonio: una cantidad de ideas, sentimientos de amor y odio, preguntas, resentimientos, y recuerdos se mezclaban y aparecían sucesivamente.

Mientras que ella, ella parecía volver a caer en su tristeza, pensé que era el causante por preguntarle acerca de lo ocurrido.

Trate de ordenar el caos de ideas y sentimientos y proceder con método, como acostumbro.

Ella internada en su tristeza, bajo su cabeza… Yo, tomando su barbilla, levante su cabeza con cuidado.

- No deberías estar triste…  Le Dije suavemente

Empezaba a sentir su calor, sentía su respiración, por lo que me di cuenta de que me acercaba, y sin percatar lo que hacia, me deje llevar… La bese.

Hasta aquí el capitulo uno, espero que les haya gustado… Tratare de subir el próximo cap. lo más pronto posible…

Markos Chan

PD: Dejen los Reviews…