Ya había pasado un año desde la muerte de Emily. Todo había seguido igual, la verdad de lo que había pasado solo la sabían tres personas, Hotch, JJ y Emily. No mantenían ningún tipo de contacto hasta el día de esa llamada, era Emily llamaba a JJ, para explicarle algo que cambiaria sus vidas por completo.

JJ: -Diga?

Emily: - Soy Emily, tenemos que hablar es importante, ¿A qué hora llegareis? Necesito que venga también Hotchnner.

JJ se encontraba con el resto del equipo en cuanto se dio cuenta que era Emily se fue separando de ellos, Hotch se dio cuenta enseguida.

JJ: - Si, dalo por hecho sobre las 11 de la noche, ya te lo confirmare por mensaje de texto.

Emily: -Gracias.

JJ le escribió un mensaje a Emily diciéndole que fuera sobre las 10:30 a la BAU entrase en el despacho de Hotch y cerrase las persianas para que nadie del equipo la viese.

Llegó la hora. Estaba igual de guapa que siempre sus ojos marrones brillantes, su pelo algo más largo pero igual de negro con rizos suaves.

JJ: - Emily! Cuanto tiempo!

Emily: (Abrazando a JJ) – Es cierto, mucho incluso demasiado!

Hotch: - ¿Qué ocurre, Emily?

Era una de las pocas veces en la que Hotch la había llamado por su nombre de pila, ambas se sorprendieron pero no tuvieron tiempo para recrearse.

Emily: - Hace un par de días, recibí esta carta mientras estaba en París, es de Ian Doyle.

Le entregó la carta a Hotch y empezó a leerla. En ella decía que la había encontrado y no la dejaría marchar tan fácilmente. Ella iba a sufrir como él sufrió cuando se llevaron a su hijo.

Hotch puso cara de sorprendido, esto no iba a ser fácil, pero lo iban a conseguir.

JJ: - Donde vas a quedarte estos días?

Emily: - La verdad, es que no tengo ningún lugar en mente todavía, si me alojo en un hotel tendré que dar mi DNI y me encontrará más fácilmente, no sé qué hacer.

Se quedaron en silencio unos segundos.

JJ: - Emily, yo lo siento pero en mi casa no puedes quedarte esta Will, él no sabe nada de esto, cree que tu estas….

No continuó sabia que todo lo ocurrido le causó a Emily mucho daño, no quería que sufriese más.