Disclaimer: Fire Emblem no me pertenece


I

La lluvia llevaba horas, sin aminorar siquiera un poco, más bien parecía aumentar con cada minuto transcurrido.

El comandante Greil decidió que era mejor marcharse antes de que se hiciera más tarde. Se puso la capucha de la capa y salió de la pequeña armería donde se había refugiado de lo que parecía un diluvio. Camino por las solitarias calles, con paso rápido y su hacha como única compañía.

Justo cuando estaba por salir del pueblo, vio a una niña, escondiéndose de la lluvia en donde le fuera posible y como le fuera posible. Abrazaba sus rodillas con fuerza y temblaba por el frío que comenzaba a sentirse en el aire. Greil la observó por un momento; era pequeña, de no más de ocho o nueve años.

No pudo evitar pensar en sus hijos, en lo que hubiera pasado con ellos si él hubiera muerto al igual que su esposa.

—Pequeña —llamó a la niña, con su ponente voz resonando por encima del incesante y tortuoso repiqueteo de la lluvia.

Los ojos de la niña perdieron la niebla que los empañaba y brillaron al ver a Greil. Eran de un intenso color púrpura…o índigo tal vez.

—¿Qué haces aquí? —el hombre se acercó a ella, con cautela para que no se sobresaltara. Seguía mirando sus ojos, escudriñando su mirada al sentir como una punzada de nostalgia le presionaba el pecho.

La niña se puso de pie de inmediato, como por mero acto reflejo, y dio un paso hacia atrás. El comandante detectó el miedo en su rostro infantil.

—No te asustes, no te hare daño, solo quiero ayudarte. Dime ¿por qué no estás en tu casa?

—…No tengo casa —murmuró. Greil se dio cuenta de que en su espalda, la niña llevaba una espada que era demasiado larga para poder colgársela en la cintura.

Al examinar bien la empuñadura ornamentada, una oleada de emociones le atravesó el corazón. Entonces el mercenario comprendió porqué al principio la nostalgia le llenaba el pecho.

En sus memorias revivió un recuerdo de hacía ya muchos años atrás, cuando aún era un joven, un simple escudero en Daein, protegido por el rey y de cómo en su primer día conoció a un muchacho de su edad que también era un escudero. Era un joven de cabellos lisos, negro con destellos rojizos que solo se podían distinguir a la luz del sol, con un fleco que caía sobre sus brillantes y llamativos ojos púrpura que daban la impresión de cambiar de color a un intenso tono índigo.

Su nombre era Aspros Exilion, único hijo de una viuda adinerada que, decían, había llegado del otro lado del desierto de la muerte.

Greil y Aspros crecieron juntos, como hermanos. Aun después de que ambos hayan huido de Daein, se volvieron a ver. Para ese entonces, Greil ya había tenido a su primer hijo, Ike, que acaba de cumplir dos años. Aspros, por otro lado, le presentó a la bebita que llevaba en brazos, de apenas unos pocos días de nacida.

Esa bebé era ahora la niña que estaba frente a él, temblorosa y empapada, con la mirada tan vivaz como la de su padre, ahora apagada.

—¿Cómo te llamas? —preguntó, sabiendo muy bien la respuesta.

Es Aqua, Greil —le decía Aspros una y otra vez, y Greil no terminaba de entender porqué le había puesto un nombre tan raro a su hija.

—Aqua —dijo la niña, alzando el mentón, orgullosa, igual que Aspros.

Greil no pudo evitar sonreír, pero sentía un nudo en la garganta que empezaba a lastimarle.

—¿Y tu…y tu padre? —también sabía la respuesta a esa pregunta y cuando vio como los ojos de Aqua se iban anegando en lagrimas fue como si le abrieran un agujero en el pecho.

Su amigo, su hermano, estaba muerto.

Me buscan, Gawain —confesó Aspros. La mirada del hombre estaba perdida, viendo sin mirar al pequeño Ike que jugaba alegre con una Aqua que apenas y aprendía a caminar.

Lo sé, a ambos nos buscan.

Pero Aspros negó en silencio.

No solo Daein, alguien más. Asesinos que están llegando del otro lado del desierto.

¿…Por qué? —Greil le miró, desconcertado.

Aspros solo se encogió de hombros, y esta vez su peculiar mirada cambiante se concentró en su hija, alzando el mentón, orgulloso. Tan orgulloso como siempre.

Me gustaría pedirte algo.

Ese fue el último día que Greil lo vio y ese mismo día le juró que si algo le llegaba a pasar, él se haría cargo de Aqua.

—¿Tu padre se llama Aspros? —preguntó, esperando ganarse la confianza de la pequeña, pero ella negó con la cabezal entonces Greil recordó que después de huir de Daein, su amigo también tuvo que adoptar otro nombre—. Anwar…es Anwar, ¿no?

La mirada de Aqua se iluminó y por primera vez le dedicó una sonrisa al comandante. Tal parecía que Aspros no había hecho a su hija idéntica a él en cada aspecto porque la niña tenía la misma sonrisa dulce y encantadora de su madre, quien solo vivió lo suficiente para traerla al mundo.

—Yo me llamó Greil. ¿Tu padre no te habló de mí?

—¿Usted es Greil? —Aqua había perdido el miedo por completo. Sus ojos brillaron con ilusión e incluso se acercó al comandante—. Mi papá…mi papá me dijo que un señor grande y fuerte que se llamaba Greil me iba a ayudar. ¿Es usted? ¿De verdad conoció a mi papi?

Greil le sonrió y por un momento sintió que los ojos le escocían debido a las lágrimas, pero no iba llorar, no tenia porque hacerlo. Su amigo, su compañero y hermano estaba muerto, pero había dejado a su hija, a quien Greil cuidaría tanto como a sus propios hijos.

Se quitó la capa y con ella cubrió de la lluvia el tembloroso y frágil cuerpo de Aqua. Una lluvia que tal vez eran lagrimas de Aspros al ver que su pequeña ya no estaría sola.

Si Greil pudiera ver que justo detrás de él, el espíritu de su amigo le sonreía y le daba las gracias por lo que estaba haciendo, el comandante seguro habría derramado varias lágrimas.


Pues cuando estoy aburrida publico mucha tontería y como no tengo absolutamente NADA que hacer, ni siquiera algo de comer, publico esto, además de que quiero intentar bien el romance -n- quizá después lo borre, pero lo cierto es que ya tengo otros tres capítulos y tal vez los publique antes de borrar toda la cosa… En fin, ¿qué es esto? Bueno, técnicamente es el preludio de una novelización de Path of Radiance que tengo por ahí, obviamente con una que otra alteración para que no se sienta tan…ya saben. Pero bueno…gracias por leer uwu

Un review por favor uwu