Mira que trajo el gato

Capítulo 1

Era de noche. Noche cerrada. Y las calles se veían desiertas. Pero ese no era el problema. Ritsu estaba mortalmente agotado. Justo cuando terminaba el ciclo.. y llevaba tres días sin dormir, excepto por los gloriosos momentos en que Takano se descuidaba y él y Kisa lograban dormitar entre las pilas de papeles y manuscritos. No podía recordar que era de Hatori-san y Mino-kun del otro lado del escritorio. Todo estaba turbio y borroso en su memoria.

Estaba harto de ser despertado salvajemente a insultos y coscorrones. Sólo quería llegar a su departamento y dormir. Dormir tres días completos. Los mismos que había perdido en el desalmado fin del ciclo editorial.

Este pensamiento fue lo que lo impulsó a llegar a tiempo de subir al último tren. Una vez dentro, tuvo la fortuna de encontrar rápidamente un lugar para sentarse.

-Gracias Kami.. –murmuró para sí mismo y se desplomó en el lugar. No hubiera podido soportar ir parado ni un segundo. Sentía que sus piernas temblaban por el agotamiento y tal vez.. el hambre también influía un poco, ahora que lo pensaba, sólo había tenido tiempo de morder un sándwich de algo.. en la mañana.. de.. ese día..? o había sido el día anterior...? Imposible precisarlo… su cerebro no daba para más. Cerró los ojos para descansarlos un instante. Sólo un instante.

Y eso fue todo.

Ritsu se quedó profundamente dormido.

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Masamune salió de la junta del infierno con Isaka y Yokozawa. Habían convocado a ella en el último minuto posible, porque algún idiota cometió un error con los números de impresión e Isaka quería asegurarse que todos sus jefes de departamento movieran todas sus influencias, usaran todos sus contactos y aprovecharan cada recurso legal o ilegal conocido para convencer a la Imprenta de aceptar los cambios. Luego que lograron manipular.. es decir.. convencer.. a los de la imprenta.. pasaron los siguientes cuarenta minutos insultándose y culpándose unos a otros encarnizadamente. Finalmente Isaka se puso de pie y les ordenó retirarse. No valía la pena que sus estrellas se arrancaran la cabeza unos a otros sólo por averiguar quién había cometido un error al final del ciclo.

-Traes coche? Necesitas un aventón? – le preguntó Yokozawa por costumbre al salir de la junta. Pero la verdad él se veía peor de lo que Masamune se sentía.

-Si .. si traigo coche. Gracias.. Tú ve a descansar.. Traes una cara…

-Ja!- replicó su amigo tratando de poner mejor semblante. – TÚ pareces un muerto viviente.. un.. un.. como se dice… un…

Masamune rió.

-La palabra que buscas es: Zombie… baka. Pero gracias.. Tengo que ir a ver si Ritsu se volvió a desmayar bajó los manuscritos. Apuesto a que sí…-sonrió complacido de volver a ser su héroe-.. Tendré que cargarlo hasta el carro ..donde podré abusar de él.. otra vez…-agregó con una sonrisa diabólica y una mirada de depredador sexual.

-Gracias por marcarme de por vida con las repugnantes imágenes… Baka! –le reclamó Yokozawa terminando de marcharse hacia el elevador.- Nunca sabré que le ve al desabrido e insípido de Onodera..- dijo ya para sí mientras entraba al elevador.

Masamune se encaminó rápido a donde pensaba encontrarse con su bello durmiente.. o desmayado.. pero lo que encontró fue el piso de Shoujo Manga, apagado y completamente desierto.

-Pequeño príncipe mimado!.. No me esperó. – Sacó su celular y empezó a marcarle. Iba ya en el pasillo de la oficina cuando el timbre del celular de Ritsu se hizo escuchar desde el fondo de un montón de papeles en su escritorio. Se regresó para revisar.

-No puede ser… El grandísimo tonto dejó su celular.. Volteó a ver la hora… - Pasaban de las once.. -Espero .. que haya alcanzado el tren sin contratiempo. – Tomó el celular de Ritsu y salió de prisa hacia el estacionamiento para ir por su carro. Mientras manejaba marcó varias veces al departamento de Ritsu.. Nada.- Okay.. seguramente llegó rendido y se quedó dormido en el piso.. Eso debe ser… Eso debe ser… - se repitió varias veces para calmarse. Masamune tenía un instinto sobreprotector hacia Ritsu y no quería admitirlo.. pero su sentido de alerta estaba en color naranja-pánico en crescendo... – Todo está bien…. Llegaré al edificio. Me estacionaré, subiré a nuestro piso.. y sacaré la llave de emergencia para ver donde se quedó dormido… Apuesto a que no llegó ni a la alcoba… - pensó tratando de animarse. Pero su sentido de alerta no lo dejó.

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