Hey, Arnold!
LA PRIMERA NAVIDAD
UNO
Otro año se iba y antes que cualquiera pudiera pensar en ello, las calles de Hillwood se cubrieron del nevado manto invernal. La Navidad llegaría pronto. En la P.S 118 Arnold y toda la pandilla saldrían ese mismo día para las cortas vacaciones de fin de año.
El Señor Simmons disfrutaba como un niño esa época (era lo mismo en el Día de Acción de Gracias y el Halloween) por eso decidió que antes de partir de vacaciones y no ver a tan especial grupo, ellos podían decir algo sobre las fiestas y que sentimientos les traían.
"OH, no". – se quejó Harold- "Ya quiero irme a casa. Tengo hambre".
"Por favor niños, esto no les tomará mucho tiempo. Va a ser divertido y permitirá que nos conozcamos mejor ¿A ver? ¿Quién quiere comenzar? ¿Tal vez tu, Rhonda?"
Rhonda se paró frente a la clase y muy segura les dijo: "Yo no tendré que pasar las fiestas muriéndome de frío como ustedes ¡Me voy para Hawai, así que Aloha a todos!"
Stinky estaba un poco confundido: "¿Quieres decir que te pondrás a hacer muñecos de arena y no de nieve, Rhonda?"
Rhonda lo miró con fastidio: "Eres un bobo, Stinky".
Helga gruñó como siempre: "Los feriados apestan".
Phoebe se volteó hacia ella un poco sorprendida "Pero Helga, si esta es la época mas divertida del año".
"¿Divertida?"- se quejó Helga- "¿No entiendes que tendré que soportar a Olga en casa durante todas las fiestas?¿Acaso olvidaste lo que eso significa para mí?
Phoebe no quiso animar a Helga diciéndole algo inútilmente amable así que pensó en algo divertido: "Míralo por el lado bueno, a lo mejor hay tormenta y no puede llegar hasta después de Navidad". No era un comentario habitual en Phoebe pero escucharlo hizo sentir mucho mejor a Helga.
Arnold escuchaba uno a uno como sus compañeros contaban sus formas de pasar las fiestas. Él rezaba para que no le tocara la vergüenza de decirles lo que ocurría cada año en Sunset Arms, cuando la abuela creía que era Halloween y en vez de decorar un árbol, como la gente normal, tenía que colocar calabazas por toda la casa, disfrazarse y acompañarla a pedir dulces por la calle.
¿Alguien podía pasarla peor que él? No lo creía posible. De pronto miró detrás de Rhonda, donde Lila se sentaba ¿Pero era acaso Lila? La pequeña descansaba la cabeza sobre los brazos cruzados. No se veía como siempre. Su mirada se había tornado triste y parecía que tenía ganas de perderse sobre su propia carpeta hasta desaparecer en ella.
Felizmente, quizá para ambos, la campana sonó antes que pudiera tocarles su turno de contar algo.
"Bien"- dijo el Señor Simmons- "No quiero que pierdan un momento mas de sus vacaciones. Les deseo que pasen unas Navidades muy especiales y..."
Pero no había terminado de hablar cuando todos los chicos abandonaron corriendo la clase
"...Y un feliz Hannukkah para Harold, también"
Arnold no fue el único en notar que Lila no se sentía bien. Sheena se acercó donde estaba la niña del vestido verde. No quiso decir nada que tuviera que sobrar. Solo hizo como que nada sucedía:
"Hey, Lila ¿Vamos juntas a casa?"
"Sí, Sheena. Vamos juntas", le dijo con la sencillez de siempre.
Y ambas niñas salieron de la escuela. Lila amaba la compañía de Sheena y no comprendía a la gente que la encontraba rara o poco elegante. Sheena tenía una curiosa cualidad que Lila solo antes había observado en Arnold. Era que solo tenía que pronunciar una palabra para hacerla sentir mejor. Con Sheena no necesitaba explicar nada. Bastaba que ella sólo la viera triste y ya estaba a su lado para hablar de cualquier cosa simple y ligera. Luego todo estaría bien. Al menos eso era lo que Sheena creía que era todo lo que se necesitaba para volver a ser feliz, solo olvidar.
Arnold quiso ir con Lila pero al ver que Sheena había podido arrancar de nuevo una sonrisa en el dulce rostro de su amiga, le sirvió para saber que el no tendría que hacer nada ahí. Sólo contempló con satisfacción la simple escena mientras sujetaba sus libros bajo el brazo.
"¿Vienes, Viejo?"-le preguntó Gerald- "Eugene va a probar su trineo nuevo y todos quieren ver contra que se estrellará".
"Vamos", le respondió el chico con Cabeza de Balón.
