La historia del hobbit no es mia bla bla bla... Esta corto, nada cuesta leerlo hasta el final :'D y dejar un review ¬¬ .


-~*CAP1*~-.

Ahora lo entendía todo. Comprendía lo que antes se había negado a aceptar. Por qué no lo hizo antes sólo aumentaba su dolor e infortunio en ese momento.

Lo único que era capaz de reconocer era muerte y desolación en aquel lugar tan horrible pero a la vez tan amado en el que siempre deseó estar. Era su hogar y sin embargo nunca se imaginó que todo terminaría así y de esa manera.

Se encontraba rodeado de cuerpos enemigos e incluso de amigos y seres amados. Todos muertos o apunto de hacerlo tal y como él. Sentía todo su cuerpo cortado y agotado. Era incapaz de mover un solo músculo, ya que cada intento por pedir ayuda o salir de allí le era recompensado por fuertes punzadas de dolor que llegaban a cegarlo.

Juró luchar a morir y parecía que lo cumpliría a la perfección.

Aún se negaba a entregarse a la muerte a pesar de que sentía que cada vez le quedaba menos tiempo para vivir. Casi podía visualizar un reloj de arena contando su existencia. Las blancas y minúsculas piedrecitas a punto de acabarse en la parte superior ya comenzaban a llenar la inferior.
Pero si ese era el fin no quería pasarlo lamentándose de todos los errores que había cometido esas últimas semanas, los cuales, duplicaban a los que había hecho en toda su vida. Pensaría en algo que de verdad valiera la pena, algo que llenara su deshecho corazón, algo que lo distrajera de la desolación que sentía y entonces, ella acudió a su mente. Ni siquiera recordó a su tan amado hermano o el resto de la compañía que tanto lo había querido. No, sus aturdidos sentidos ahora eran llenados con el recuerdo de esa elfa silvana. La recordaba a la perfección: su largo cabello rojo moviéndose al compás de sus movimientos al pelear, sus ojos siempre atentos a cualquier cosa que la rodease, nada se le escapaba, los finos rasgos de su rostro que con facilidad podían pasar de hacerla parecer enojada y furiosa en el ataque hasta dulces y reconfortantes como cuando lo había ido a salvar a Esgarot. Ahora la cuestión era ¿la amaba? Tal vez durante algún tiempo solo jugó con ella por diversión pero jamás esperó nada más que eso ya que pertenecía a una raza totalmente diferente a la suya que incluso entre ambas se odiaban, aunque ahora que lo razonaba, siempre esperó más que simple simpatía por ella. Pensar en eso sólo sirvió para hacer latir su corazón a tal grado que el pecho comenzó a arderle y no por la gran herida que aún supuraba sangre.

Pensar en lo que de verdad sintió por ella lo golpeó aún más que el constante dolor. Era acuchillar lo último que le quedaba de cordura. Pero su imagen era tan reconfortante que al final se decidió por pensar en los pocos momentos que habían compartido, hasta que su vida acabara. Ya no sentía la posibilidad de sobrevivir. Había derramado mucha sangre ese día tanto de los enemigos orcos que había decapitado como la suya propia en ese momento. Ninguna curación élfica podría salvarlo…

Aún recordaba la primera vez que la había visto. La arañas los rodeaban por todas partes y el miedo a ser capturados de nuevo por ellas era aún más grande que pensar en como derrotar a un dragón.

Al final nunca se sintió más aliviado de ver a un elfo, aunque no contaba con que sería una elfa quien lo salvaría para más tarde tomarlo prisionero.

—¿A dónde me llevas? —había preguntado Kili con voz juguetona a la elfa sindar que lo conducía junto con toda la compañía.

—No hagas preguntas estúpidas —repuso Thorin molesto por verse en esa situación.
—Está en su naturaleza —intervino Légolas con una sonrisa.

—No les hablaba a ustedes. —Kili volteó a ver aprensivamente en dirección a donde se encontraba a quién le había hecho la pregunta.

La elfa pelirroja sólo rodó los ojos. Los enanos podían llegar a ser aún más molestos de lo que había pensado.

—Así que me llevas a tu casa —dijo Kili al ver la entrada al palacio del rey del bosque.

—Y a tu prisión —volvió a intervenir Légolas ya un poco harto del enano.

Durante años, los elfos del bosque se habían dedicado a mantener a raya las fuerzas del mal que arriesgaban con penetrar a sus tan amadas tierras, haciéndolos dudar de cualquier criatura que pasara por allí. Con el único pensamiento de proteger sus tierras de extranjeros habían decidido tomar por prisioneros a esos enanos.

No tardaron en ponerlos en celdas separadas, diciéndoles que jamás saldrían de ahí.

Thorin no estaba entre ellos, probablemente se encontraba negociando con el el rey elfo en busca de que los dejaran libres. Esa era a la única esperanza que podían aferrarse todos ellos. Querían seguir su viaje y terminar con esa misión que ansiaban completar.

Pronto, Kili ya no pudo pensar ni recordar nada más. El dolor en su cuerpo iba en aumento a pesar de que había distraído a su mente recordando el momento en que todo aquello había empezado. Si tan sólo nunca se hubieran desviado del camino bien podrían haber atravesado el bosque sin necesidad de ser capturados por los elfos, sin necesidad de perder ese tiempo, sin necesidad de haberla conocido…

—¡Tauriel! —gritó Kili dolorosamente con las últimas fuerzas que sentía que le quedaban. Estaba desolado, había dado todo ese día con la esperanza de volverla a ver pero al final no valdría la pena, él estaba muriendo y a ella le quedaban muchos años por vivir.


AAAAAAAAAAH nota final: si tiene éxito lo escribiré hasta el final, juro no abandonarlo :D