La reina que no ven
¡Regina¡ ¡No lo hagas¡_ Al termínale de gritar que se detuviera Emma empujo a Regina para que se desconectara de la magia que estaba invocando en el pozo mágico del bosque, cayeron las dos mujeres al suelo, Emma sobre Regina sosteniéndola por los brazos.
¡No es poder, ni magia lo que necesitas¡
¡Tú qué sabes lo que necesito¡
Tu hijo.
El que apartaste de mí. Tú y TÚ familia me han despojado de todo lo que más amo. Le recrimino alzando la voz e intentando zafarse, sin lograrlo.
Emma la miro fijamente y observo como se le nublaban los ojos con lágrimas que Regina intentaba retener, no quería mostrarse débil ante la persona que era culpable de todo el dolor que en ese momento sentía, no quería demostrarle que era vulnerable. Al rodarle tan solo una lagrima Emma le soltó un brazo y con su dedo recogió la lagrima que rodaba por la mejía de Regina
No hagas más daño. Fue los ultimo que le dijo Emma antes de soltarla, ponerse de pie y marcharse.
Regina sentada todavía sobre el suelo quedo observándola hasta que se perdió en el frondoso bosque, y soltó el llanto más amargo de su vida.
Pasaron los días, no se supo nada de Regina cosa que inquieto a todos en el pueblo, al grado que se reunieran todos para averiguar que tramaba la malvada alcaldesa. Emma interrumpió diciendo que tal vez, no tramaba nada y era mejor no meterse con ella, si ella no estaba haciéndole la vida imposible a nadie. No creían lo que decía la salvadora conociendo quien era Regina y ella defendiéndola, como no pudo hacerlos cambiar de opinión, ni a sus propios padres decidió marcharse y se fue sin rumbo fijo hasta que se dio cuenta que había llegado al pozo mágico, el lugar donde había visto por última vez a Regina. Luego de un largo rato se sorprendió al escuchar pasos acercándose más y más donde ella.
¿Señorita Swan que hace sola aquí en el bosque? ¿No tiene miedo de que le salga un ogro?
¡Más tendría si me saliera una Reina Malvada¡
La alcaldesa solo hizo una mueca y se acercó al pozo se quedó mirando la profundidad del mismo, perdiéndose en sus pensamientos, los cuales los interrumpió Emma al comentarle:
Ese no es el camino….¡No se vaya a tirar! se marchó riendo al ver cómo le había cambiado la expresión en el rostro a Regina al escucharla.
No les daré ese gusto nunca… así que no diga estupideces Princesa. Le grito Regina mientras Emma se marchaba.
Regina quedo murmurando que se creía esa princesita salvadora hablándole así, riéndose de ella, creyéndola capaz de tirarse, creyendo que la vencieron cuando no era así, ella no estaba derrotada, iba a pelear con todo y con todos hasta recuperar a su hijo, ella no había perdido todavía.
Así que regreso al pueblo lo quemaría todo y con todos lo que se pusieran en su camino, sin impórtale las consecuencias al ver las primeras llamas, llamaron a la Sheriff que se presentara al lugar donde se encontraba Regina haciendo de las suyas, Emma inmediatamente se hizo presente.
¡REGINA¡ Grito Emma al verla con dos bolas de fuego en sus manos y sus ojos se habían tornado morados, sin impórtale Emma se fue acercando
¡La salvadora de todos estos hipócritas! Viene a su rescate nuevamente, pero esta vez nada me detendrá, pagaran todos lo que yo he sufrido, así que no se acerque, si lo hace, el menú del dia será real, "Princesa Rostizada" Emma rio del menú cosa que hizo que Regina se molestara más y que las bolas de fuego en sus manos se agrandaran.
Eh estado trabajando en mi magia sabe, así que no le tengo miedo a sus bolitas de fuego.
Al decir eso Emma se acercó tanto a Regina sin que esta tuviera tiempo de reaccionar, le tomo sus manos y apago las bolas de fuego luego se transportó hasta el pozo del bosque llevándose con ella a Regina y solo dejando una nube blanca. Los del pueblo se encargaron de apagar el fuego provocado por Regina. Mientras tanto en el bosque Emma seguía sosteniendo las manos de Regina entre las de ellas, los ojos de Regina poco a poco fueron tomando su color marrón oscuro los cuales reflejaban un gran dolor que había momentos en los que Emma sin saber ser perdía en ellos, causándole confusión.
¡Suélteme Señorita Swan¡
Emma la soltó y se quedó mirando sus manos, era cierto que había estado trabajando en su magia pero nunca había apagado fuego con la palma de sus manos y mucho menos se había tele transportado y llevado alguien con ella.
¡WOW! Nunca lo había hecho, mira mis manos no se quemaron y agarrándole nuevamente las manos a Regina y mirándoles las palmas siguió diciendo:
¡Ni las tuyas se quemaron¡ ¡WOW! ¿Esto es lo que sientes? ¿Este cosquilleo en el estómago? Que solo se compara con él a…. Emma se quedó en silencio y Regina sorprendida de que emma la tuteara se volvió a soltar y mirándola molesta le pregunto:
¿Me puede explicar cómo diablos nos iremos del bosque?
Emma riéndose le pregunto:- ¿Dónde quiere que la lleve su majestad?_ Sin dejar que contestara le volvió a decir:-¡Como venimos! Sin tiempo a que Regina renegara o se soltara, la tele transporto a la casa de la ex alcaldesa.
¡Llegamos! Tal vez la vea pronto cuando venga por usted, para llevármela a la comisaría, porque es muy probable que alguien la denuncie por daños ocasionados. Prometo venir en la patrulla.
se marchó caminando y riéndose no creía todo lo que había sucedido y como lo pronostico ya había fila en la comisaría esperándola para poner la denuncia contra Regina y no le quedó otra que ir por ella y todo el pueblo detrás de ella, incomodo un poco a Emma que le dieron ganas de tele transportarse pero no lo hizo, había hecho una promesa, así que llego hasta la casa de la ex alcaldesa, todos empezaron a gritar que saliera, Emma se dio vuelta y los cayo a todos, diciéndoles que se fueran a su casa, que el caso ya estaba en manos de la policía y ella se haría cargo. Toco el timbre.
Le dije que vendría en la patrulla, tiene que acompañarme a la comisaría, han puesto varias denuncias en su contra, venga conmigo.
¿Quiénes se han creído? Emma la interrumpió. – NO se resista, solo acompáñame o tendré que esposarla y llevármela a la fuerza. Emma rio al imaginársela con esposas en la mano.
A Regina no le quedó otra que acompañar a Emma hasta la comisaria, la metió en una celda hizo todo el pápelo que tenía que hacer, luego de varias horas, en realidad ya había oscurecido, se levantó, se puso su chaqueta roja agarro sus cosas y cuando iba a marcharse Regina grito:
¡Señorita Swan! ¿No pensara dejarme aquí?
Creo que sí. ¡Tengo hambre! así que iré a comer luego veré si paso por aquí, para ver si no me ha destruido la comisaria. Uhmm… se me olvidaba…. ¡No puede usar magia aquí!
Emma se marchó riendo de los murmullos que quedo haciendo Regina, renegando de ella y de todos en el pueblo, como había sido capaz de dejarse a atrapar, sin resistirse; pero habían momentos que se bloqueaba cuando estaba cerca de la "princesita salvadora" no sabía qué hacer, además esta no le tenía miedo, había sido capaz de apagar la llamas de su manos y llevársela al bosque era como si la hechizara con solo verla, así paso durante una larga hora, al regresar emma se sentó con los pies sobre el escritorio y se quedó mirando a Regina sin decir nada. luego de varios minutos le pregunto si tenía hambre y esta no le dijo que no quería nada de ella, que lo único que quería era que la soltara, cosa que no podía hacer aunque Emma quisiera, así que solo le resto sacar un emparedado de la abuelita y empezar a comerlo frente a Regina.
¡esta sabroso¡
saco otro emparedado de la bolsa, se acercó a la celda en la que permanecía Regina y nuevamente se lo ofreció. Regina lo acepto, ya había devorado mas de la mitad cuando se atrevió a preguntarle a Emma por Henry y así fue como empezó aquella platica por horas entre las dos hasta que Regina se quedó dormida en su celda, Emma parada junto a la celda la quedo contemplándola, de pronto se encontró con ella misma abriendo la celda, arropándola, se quedó fijamente mirándola y susurrándole al oído un buenas noches le dio un beso en la frente. se marchó, Regina dejo la prisión y no se supo más de ella, era como si se la hubiera tragado la tierra, Emma de vez en cuando se iba al bosque, se sentaba en el borde del pozo, por horas pensando en todo pensando en aquella noche que Regina estuvo en prisión, como verla ahí tan inofensiva había provocado en ella tanta ganas de querer protegerla, no se explicaba por qué la beso al darle las buenas noches, tantas las ganas de volver a verla, que estaba pasando con ella, era tanto el enredo que tenía en su cabeza que soltó un fuerte gruñido gritando el nombre de la morena…
grrrrrr! ¡Regina¡
para sorpresa de Emma, de espalda a ella se encontraba Regina.
¡señorita Swam¡ me puede explicar ahora que hice?
¿qué haces aquí? ¿Qué quieres?
le grito Emma desesperada y con el mismo tono Regina le reclamo que ella era la culpable de su dolor
¡señorita Swam es usted quien gritaba mi nombre¡ ¿así que diga me que más quiere de mí? si lo que más me importa ya me lo quito. ya deje en paz a todo el pueblo y que he recibido a cambio, mensajes de odio en mi contestador, ventanas quebradas por piedras que lanzan a mi casa y de henry no he sabido nada y todavía se atreven a juzgarme si son iguales a mi o peores aun, hacen cosas motivados por venganza y odio y se dicen llamar los buenos, ¿Diga me que se siente ser el malo?
Emma se quedó mirándola fijamente a sus ojos marrones que brillaban tanto los cuales estaban siendo invadidos por las lágrimas sin pensarlo se acercó tanto a Regina que a esta se le empezó acelerar la respiración al grado que Emma sentía que la quemaba y sin decirle nada acerco su boca a la de Regina apoderándose de sus labios muy lentamente y sintió como una descarga eléctrica le recorría todo el cuerpo haciendo que atrajera más a Regina hacia ella, la rodeo con sus brazos, Regina desconociendo todo lo que sentía su cuerpo en ese momento y sin saber qué hacer, si soltarse o dejarse llevar, cerró los ojos, sintió como el calor del cuerpo de Emma invadía todo el suyo pasaron varios minutos en que fueron un solo cuerpo a través de un beso.
¡TE QUIERO A TI!
contesto Emma luego del beso que le había dado a Regina, se lo volvió a repetir…
¡TE QUIERO A TI MALDITA SEA¡ por eso gritaba tu nombre. me descontrola todo esto que siento, sentía que me ahogaba todos estos días que no sabía de ti, pasaba por tu casa, queriendo entrar con cualquier excusa hasta iba a usar a henry para verte, y vine hasta acá para gritar tu nombre y desahogarme un poco, provocas tanto en mí que no lo puedo controlar, desde tu noche en prisión cuando te bese… sabes te bese esa noche, quería abrazarte, protegerte, quedarme ahí contigo….
fue interrumpida por Regina
¿me besaste? Emma asistió con la cabeza_ yo creí que lo había soñado, ese beso viajo directamente a una parte de mi corazón que ocultaba con tanta maldad, que creí que ya no existía y ha sido agua para la semilla que había plantado henry desde la primera vez que lo tuve en mis brazos…. y vine hasta acá, para despejar mi mente, para sacarte de mis pensamientos, quería gritarle al pozo todo… en eso se fijó que seguía en los brazos de Emma haciendo un gran esfuerzo se zafó de ellos, se alejó un poco de la rubia, la quedo viendo a los ojos y le dijo:
¿para qué te digo esto? ¡si lo más seguro no me creerás¡
y con un poco de magia desapareció frente a Emma dejando nada mas una nube de humo morado. no le dio tiempo a Emma de detenerla, dando vueltas en el mismo lugar volvió a gritar el nombre de la morena y se marchó, saboreando el momento que tuvo a Regina en sus brazos, acariciando sus labios con sus dedos recordando el sabor de del beso, que le había robado a Regina y se dijo para así misma que no sería el último, todos tenían razón ella era la salvadora, pero se equivocaban en tan solo una cosa, ella había llegado hasta ahí, solo para rescatar la última gota del más puro sentimiento que había en el corazón de Regina y del cual estaba muy necesitada, por falta de él era que actuaba de esa forma, que lo único que provocaba era que la odiaran, pero es que nadie podía verlo, lo que Regina más quería era AMOR.
los días transcurrieron con la misma rutina, unos días Emma tenia a Henry con ella y otros les tocaba a Regina, pero a pesar de eso, Regina se había empeñado en que por ningún motivo tuviera que encontrarse con Emma, cuando le tocaba estar con Henry ella lo iba a traer a la escuela y al devolverlo a Emma también lo hacía en la escuela, así no tenía por qué encontrarse con Emma, hasta que un día Henry cambiara los planes, Regina había estado enseñándole a montar, como ya casi era costumbre entre los dos, los domingo era de cabalgar, Henry fue hasta el establo y ensillo tres caballos, al llegar Regina sorprendida le pregunta porque hay tres caballos ensillados si solo son él y ella, el niño solo le sonrió mientras a espalda de Regina Emma le contestaba
¡porque hoy iré con ustedes!
antes de que pudiera decir algo Regina, Henry le rogo que permitiera que Emma fuera con ellos
por favor ma deja que venga Emma con nosotros le quiero mostrar lo que me has enseñado.
al terminar de rogarle a Regina Henry puso cara de angelito la cual ella no podía negarle nada y con una mueca de desacuerdo le contesto que no le importaba que la Sheriff viniera con ellos, y sin perder más tiempo los tres se montaron en sus caballo y empezaron el recorrido, disfrutando del paisaje, Henry y Emma de la compañía, no se podía decir lo mismo de Regina porque cada vez que podía hacia un comentario sarcástico de referencia a Emma pero esta solo se ría o le sonreía a Regina poniéndola un poco nerviosa, fue largo el camino que recorrieron despacio, hasta que Henry les quiso demostrar a los dos lo buen jinete que era y le hecho carrera a su caballo el cual en un momento dado no pudo controlar Regina se apresuró para alcanzarlo pero al lograr socórrelo el caballo de ella por el movimiento brusco que hizo la tiro al suelo, tanto como Emma y Henry se bajaron de sus caballos a socórrela, Emma inmediatamente se agacho a su lado y le ayudo, se había golpeado la cabeza al caer en una roca, por su frente le recorría un caminito de sangre que Emma trato de limpiar, aunque la morena no quería, le ayudo a levantarse y cuando esta quiso hacer ademan de ir por su caballo Emma la tomo del brazo y le dijo que ella regresaba en su caballo, que no podía ir sola por el golpe que había recibido en la cabeza, Regina se quejó y renegó, ella no ocupaba la ayuda de nadie, que estaba bien y que ella se iría en su caballo, pero Henry le pidió que por favor dejara que Emma la llevara en su caballo, el no había terminado de hablar cuando esta se mareo y casi cae al suelo, sino es que Emma la toma en brazos, se montaron a los caballos y regresaron a la casa de Regina donde Emma al llegar se puso a limpiarle la herida que llevaba en la frente mientras Henry subía a bañarse, Regina se quedó contemplando la cara de Emma mientras esta le sanaba las heridas, analizándola si realmente estaba preocupada por ella y fue como si le hubiera leído la mente porque…
¡no es tan profunda la herida¡ pero me quedara contigo toda la noche a cuidarte.
no es necesario, yo puedo cuidarme sola, como lo e hecho todo este tiempo, así que ya te puedes marchar, no tengo porque estar soportándote más. le gruño Regina pero Emma sonriéndole tomo su rostro entre sus manos la miro fijamente a los ojos y acercándola a ella le beso la herida muy tiernamente, como si con ese beso la fuera a sanar, luego se quedó contemplándola por varios segundos…
yo me quedo te guste o no.
luego de confirmarle que se quedaría sin importar lo que ella quisiera y aun con el rostro de Regina entre sus manos se adueñó de la boca de esta, tomo entre sus labios aquellos labios carnositos y rojos como una manzana, con los que había estado soñando desde que la había besado en el poso, era como un manjar, no podía describir todo lo que estaba sintiendo en ese momento.
la llevo a su dormitorio, le ayudo a cambiarse y a meterse en la cama, Henry entro a darle las buenas noches con un abrazo y un beso, lo mismo para Emma y Regina aprovecho nuevamente para correr a Emma, pero esta abrazo a Henry de buenas noches y le hizo caso omiso a Regina, luego se sentó en una silla contemplando a Regina.
ahora duérmete, yo estaré aquí por si necesitas algo.
ya le dije que no necesito nada, ¡solo quiero que me deje sola¡
Emma se quedó toda la noche en vela, cuidándola, Regina al despertar por la mañana lo primero que vio fue a Emma entrando con una bandeja de comida y cuando la morena hizo ademan de levantarse, esta se lo prohibió, ella y Henry le había preparado el desayuno pero el niño tuvo que irse a la escuela, así que ella le prometió que hoy cuidaría de ella mientras estaba en la escuela, pero más que cuidarla la consentiría todo el día.
esta flor es de Henry. le entrego la flor que el niño había puesto en la bandeja de comida, Regina la tomo entre sus manos y la llevo hasta su nariz para sentir su fragancia y sonrió por el gesto de su hijo. Emma colocando la bandeja se dejó caer a lado vacío de la cama, sin impórtale la mueca que hizo Regina y le ordeno que comiera y que no hiciera muecas porque hoy estaría con ella todo el día, no iría a la comisaria, a Regina no le quedó otra que empezar a comer, por otra parte Emma se acomodó junto a ella, besándole la mejilla.
Pasaron todo el día junta, la mayoría del tiempo en la cama de Regina, Emma contándole historias de antes que llegara al pueblo, hubo un momento en qué Regina se quedó dormida Emma la trajo a su regazo mientras enredaba sus dedos en el pelo negro de Regina, ese era su lugar, era a lado de ella, era con ella y estaba mas que segura que tanto su final feliz como el de Regina era estar juntas, así que no iba a dejar que Regina se interpusiera entre ellas. cuando llego Henry quedaron de ir a comer donde Grannys.
