¡Hola!

Escribí esto esta tarde, gracias a que mi internet estaba muy lento. Este es mi segundo escrito sobre este par que me gusta muchísimo. Es algo cortito, sin mucha cosa, pero me di cuenta que ellos dos son una parejita simple, que las cosas más pequeñas son las que más atesoran.

Disclaimer: Binan Koukou Chikyuu Bouei-bu Love! no me pertenece. Sólo escribí esto por amor a esta ship y no morir de la rabia a causa del internet.

Aclaraciones: Es algo bastante cortito (como ya dije) pero hecho con mucho amor, lo que caracteriza a esta serie.

Espero les agrade.


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-Atsushi, hazme un poco de chocolate.-

En ese momento, con ambos ubicados en una banca de un poco transcurrido parque, la voz de En cortó con el silencio en el que recién se habían envuelto. Atsushi giró un poco la cabeza para mirar con extrañeza a su compañero.

-¿A qué viene eso tan de repente?- no se cohibió en preguntar.

El rubio guardó silencio, su expresión era la de costumbre pero Atsushi sabía que estaba meditando su respuesta, no por nada lo conocía tan bien y leer sus expresiones le resultaba bastante sencillo. Luego de unos pocos segundos, En soltó:

-No lo sé, sólo se me antojó.- encogió levemente sus hombros y aproximó su cabeza hacia el otro chico, ubicándola en su hombro- El que me hiciste en San Valentín estaba muy bueno.-

Atsushi no pudo sino dejar salir una risita un tanto conmovida. El hecho de que En atesorara ese tipo cosas, más viniendo de su persona, le hacía muy feliz. Y la prueba era el rubor que se marcaba en sus mejillas, ese que ni sus lentes podía ocultar.

Ese día había sido como de costumbre, desde que se volvieron Battle Lovers por supuesto. Iban a clases, luego al club (aquel que era como su segundo hogar a decir verdad), un monstruo aparecía e iban hacerle frente (derrotándolo y trayendo a la normalidad a la persona afectada) y finamente se dirigían a los baños kurotama para cerrar su día. Por eso, eran esos pequeños momentos donde podían regalarse un rato a solas... Sólo ellos dos y nadie más.

-Está bien, haré más chocolates para ti.-

Ya decidido, le gustaba complacer a En, soltó su decisión mirándole acompañado de una pequeña sonrisa, que se le contagió al otro de inmediato. Entonces, aprovechando la cercanía, Atsushi se tomó el atrevimiento de dejar un rápido beso en la mejilla del contrario. Básicamente, se había dejado llevar. El rubio le gustaba mucho, tenerlo cerca era como estar en total paz, y por ello solía darle ciertas muestras de cariño, impulsos que nacían en lo más profundo de su corazón y los dejaba salir sin contenerse.

Por supuesto, siempre obtenía una respuesta a ellos.

Esta vez, En tomó la cintura del otro y se llegó a sus labios, besándolos con dulzura y amor. Transmitiéndole lo feliz que era a su lado.

Una charla casual sobre chocolates que terminó convirtiéndose en besos. Cuando se trataba de ambos, de su peculiar relación, todo era tan impredecible…

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Gracias por leer y me disculpo por si hubo algún error.

¡Hasta la otra!