Uno
No es una chica más
Eran las 7 de la mañana, Santana salía en ropa interior frotándose los ojos, mientras iba a la cocina, encontrándose con Kurt y Rachel, que estaban desayunando al verla, no dudaron en sonreír.
-¿Qué tal a noche S?- pregunto entre risas Rachel. –Por lo que he oído alguien te hizo gritar demasiado a noche, no sé yo si tendrás voz para contestarme-
Mientras la latina se despejaba por completo, cogiendo una taza y sirviéndose café, trataba de ignorar las risas de sus compañeros de piso.
-¿A qué hora volvisteis a noche?- dijo la latina sentándose en un taburete de la isla de la cocina.
-Lo suficiente pronto para oír los gritos de otra de tus zorritas de la noche- dijo Kurt haciendo una mueca de asco.
Es que todos sus amigos sabían que Santana, desde que Britt y ella lo dejaron quedo destrozada y con el corazón hecho trizas por lo que decidió darle la espalda al amor, y parecía que lo volvía a aceptar cuando comenzó a salir con Dani, todos creían que a Santana le sonreía de nuevo la vida, pero no fue así y por desgracia tras la marcha de su segunda chica decidió que nadie haría más daño a su corazón por lo que cada noche, estaba con una chica diferente y sin ningún compromiso, nada más que divertirse. Hasta que conoció a alguien.
-¡No hables de ella así! ¡No la conoces! Para compararla con una chica de una sola noche- defendió a la desconocida inconscientemente, sorprendiendo a sus mejores amigos, pero cuando se dio cuenta de sus palabras y se disponía a justificarse hizo callarse el sonido de unos pasos.
Todos giraron la cabeza, en busca del ruido, cuando la vieron allí, con el pelo revuelto, con una camiseta de la universidad de Santana, tapando su cuerpo desnudo, junto con unas pequeñas braguitas. Tanto Rachel, como Kurt se sorprendieron Santana nunca dejaba pasar la noche con ella a ninguna de sus conquistas, pero lo que les dejo con la boca totalmente abierta fue al oír su dulce voz y ver los gestos que le acompañaban.
-Buenas días, cariño- dijo la chica, dándole un dulce beso en la mejilla.
-¿Quieres café, rubia?- le sonrió, levantándose a por una taza de café y ofreciéndosela.
La chica sonriente deleitándose con el cuerpo de la latina sexy en ropa interior, la dejo embobada, hasta que dirigió su vista al frente encontrándose con las caras de asombro de los dos castaños. Dándose cuenta de su presencia y ruborizándose por sus modales.
-Disculpad mis modales, soy Quinn, Quinn Fabray- les sonrió ofreciéndole la mano –Vosotros debéis ser Kurt y Rachel ¿No? San me ha hablado muchísimo de vosotros- les sonrió mostrando su sonrisa perfecta.
Los chicos ahí pudieron admirar la belleza de la chica, y no hacía falta hablar del cuerpo que tenía, algo que les llamo la atención especialmente a Rachel, que cuando se encontró con esos ojos color avellana verdoso, fue consciente de la belleza que tenía ante ella tanto por dentro como por fuera.
Algo se le movió a Rachel, aunque en ese instante no fue consciente, la castaña no dudo en entregarle la mano con una sonrisa tonta, y al conectar sus manos, fue como si de una corriente eléctrica se tratara un cosquilleo le recorrió todo el cuerpo, seguía agarrada a la mano de la rubia, sin poder apartar la vista de la chica, no fue consciente del tiempo que permaneció agarrada a ella sin apartar la vista de la chica, cuando Kurt carraspeó para sacarla de sus pensamientos, viendo como Quinn intentaba soltarle la mano, y así lo hizo, le libero la mano y le dio una sonrisa mientras, saludaba a Kurt.
-Un placer, ¿asique sabes quiénes somos? – le cuestiono Kurt con una sonrisa.
-Sí, la verdad que Santana me ha hablado mucho de vosotros dos, pero bueno nunca lo reconocerá- susurro sus últimas palabras.
-No sé de qué me habláis yo no he hablado de nadie- se defendió la latina, sentándose al lado de la rubia.
Todos reían por el comentario de la latina cuando el sonido de la puerta les interrumpió. Rachel emocionada se levantó, y fue corriendo a abrir la puerta.
-Genial el chico de plástico- bufó la latina, recibiendo la mirada confusa de la rubia.
-El ex-novio de Rachel- le aclaro el castaño.
-¿Qué pasa no te cae bien, nena?- le cuestiono la rubia a Santana, y al oír como la llamo, se sonrojo aun recordando todo lo que habían hecho la noche anterior, al percibir la sonrisa de su amigo Santana desvió la mirada-
-No es que simplemente, cuando salía con Rachel le engaño y no se me sigue produciendo desconfianza. Es un auténtico capullo, no me cae bien, pero bueno el hobbit le tiene cariño y se llevan bien al igual que aquí mi amigo porcelana- dijo con tono de niño pequeño.
Kurt reía entre dientes al ver como su la salvaje latina, se convertía en un gatito indefenso, cuando estaba junto a esa rubia. Santana trataba de no darle mucha importancia ya que esa chica realmente le caía bien, pero temía el momento que tuviera que marcharse y sufrir la intensidad de las dos divas con las que vivía.
A Santana se le cambio la cara a ver a Brody que llegaba a la cocina con Rachel, este le saludo a Kurt ignorando por completo a Santana, y poso sus ojos en la rubia, este le sonrió coquetamente y esta le devolvió la sonrisa.
-¡Hola rubia! Un placer belleza, soy Brody Weston – le sonrió ofreciéndole su mano.
-Quinn Fabray – le dijo asombrada al ver que le besaba la mano –vaya que caballeroso- le sonrió.
Santana al ver la interacción del chico con Quinn, le agarro de la cintura y le miro con soberbia a Brody.
-Tranquila fiera, no hace falta que tengas que mear sobre tu presa para demostrar que es tuya- dijo riendo ante el gesto de la latina.
-A ella ni te le acerques, te enteras imbécil- dijo Santana levantándose y parándose enfrente del moreno, mientras le amenazaba con el dedo índice.
-Eso lo tendrá que decidir ella ¿no? – le sonrió de medio lado, mirando de reojo a la rubia.
-lamento tener que informarte, que soy 100% lesbiana- le sonrió encogiéndose de hombros, agarrando a la latina de la mano – no me interesan los tíos, lo más mínimo- dijo tan tranquila dejando a todos en silencio.
-¿y cómo estás tan segura de ello?- pregunto incrédulo Brody.
- ¿Y tú como estás tan seguro que no te interesan los tíos? – le dijo con soberbia la rubia, sonriendo al igual que Santana.
- Hombre muy sencillo, porque… - se quedó pensativo y le sonrió divertido – Buena respuesta rubia - dijo el chico guiñándole el ojo.
- No lo entiendo - dijo Rachel con el ceño fruncido pensativa, ya que o entendía la respuesta de Brody, y mucho menos de Quinn.
- Lo siento, Rachel pero hasta que no descubras lo que es tener sexo con una chica no lo entenderás - dijo divertida la latina.
- Pero no tiene sentido - susurro la castaña.
Quinn la miró divertida -¿Alguna vez has estado con una tía? – Rachel negó – ¿Entonces como sabes que no eres lesbiana o bisexual?- Rachel se quedó sin palabras pensativa, afirmándole.
La latina orgullosa se aferró a la mano de la rubia – si nos disculpáis, ahora mismo voy a enseñarle a esta rubia impresionante lo que es el sexo matutino- le guiño el ojo a Brody, sonriéndole con soberbia.
Mientras las chicas se marchaban a la habitación, dejando a los tres en un absoluto silencio. Rachel se sumergía en sus pensamientos, aparte de ser guapa, es inteligente, como será estar con ella…
-¿Os habéis dado cuenta que le ha dejado que se quede a dormir? – Dijo Kurt feliz y rio para sí, contagiándole la risa a Rachel, y viendo como Brody se limitaba a sonreírles.
