Disclaimer: No, nada es mío, si lo fuera, juro que éste pairing sería canon *-*. Todo es de esa tal Meyer, no sé si la conoscan, pero se hizo famosa por hacer una saga sobre un vampiro que brilla con diamantina y una humana que lo controla, ¿ya saben quién es? :D

Advertencias: Lime, femslash.

Pairing: Jane/Rosalie, menciones de Rosalie/Heidi.

Nota: Dios, en serio que el femslash no es lo mío, pero espero que al menos esté decente. ¡Soy la primera en escribir del pairing! :D. Esto entra en el Reto de parejas retorcidas & Co. del foro de El lobo, la oveja y el león. Muchísimas gracias a Mai (MaiaEvans) por betearlo; en serio mujer, eres grande.

Dedicado a: Hizz, (.Hizashii.) Espero que te guste mujer, no es tan genial como todos los regalos que me has dado pero lo hice con mucho cariño (e insomnio).


I want to taste you but your lips are venomous poison
You're poison running through my veins.

(Poison - Alice Cooper)


Su melena rubia se mece con el suave viento que corre por las solitarias calles de Volterra. Se respira un aire de tranquilidad, algo poco común en una ciudad llena de vampiros; la intensa luz de la luna hace resplandecer tenuemente su piel de alabastro.

Apresura el paso hacia una de las casas que hay; sabe que dentro de ella estará Heidi esperándola, como siempre.

Se equivoca.

Podría evitar entrar cuando se da cuenta de que no es su efluvio el que se mece en le ambiente y se respira en el aire, podría no sonreír con malicia cuando ve la pequeña figura frente a ella, podría abrir más la puerta y salir de ahí en lugar de cerrarla lentamente tras de sí; pero no lo hace.

En cambio, la acorrala contra la pared y la desviste sin miramientos para luego rozar sus labios, incitándola así a acercarse más y a que sea ella misma quien pida lo que desea. Sonríe cuando una punzada de dolor recorre su espalda, clara seña de que Jane está usando su don contra ella, y enseguida sus labios fríos sobre los suyos.

Y sus leguas danzan en un baile que sólo ellas conocen, recorriendo cada centímetro de sus bocas, febriles y hambrientas.

Mientras sus manos viajan por sus cuerpos, explorando, quemando con cada roce.

Y gruñen, mas no gimen; disfrutan, pero no lo demuestran; y se siente tan jodidamente bien, aunque nunca lo admitirían.