Hola este es mi primer fanfic espero que os guste, será de varios capítulos así que disfrutad, poner comentarios, me ayudaría mucho para corregir los errores que tenga.

My Little pony: Friendship is magic y sus personajes le pertenece a Laurent Faust y a Hasbro. En el imperio de cristal amanecía, sus habitantes se levantaban y se preparaban para salir y comenzar el día. Pero entre las calles un pony se movía por las sombras sin alertar o llamar la atención de los ponys de cristal. Se detuvo frente a un edificio de no más de dos pisos de altura, hecha de madera y paja en el tejado, abrió la puerta con sus alas y entró cerrándola silenciosamente. Observó un largo pasillo iluminado con antorchas, más una gran alfombra roja que llegaba a una puerta con un pomo de oro, este caminó hacia aquella puerta abriéndola y meterse en su interior.

La habitación en la que estaba, estaba partida por la mitad por una mesa que llegaba a los dos extremos de la habitación. En el otro lado del "mostrador" había un unicornio con una túnica negra y una cinta roja en la cintura.

-Puntual como siempre Kivery. Dijo.

-por supuesto, no soy maleducado. Respondió con tono un poco creído.

El misterioso unicornio observó como el Pegaso se quitó la capucha que llevaba puesta. Era un Pegaso con un crin amarillo claro, ojos color café, y su pelaje era de tono marrón un poco más oscuro. Llevaba puesto una túnica blanca con capucha, que le llegaba hasta su cola, unas botas negras en las patas de atrás, y unos brazaletes rojos en las de adelante.

-Para que me has llamado.

- Nos han informado de que los templarios han llegado a ponyville y a Canterlot con intenciones no muy buenas. Respondió el unicornio.

-No puedes enviar a otro, sabes que hay más asesinos mejores que yo. Respondió Kivery con un tono malhumorado.

- Te envió a ti por una razón. Dijo mientras se acercaba al Pegaso, tocándole el hombro derecho. Sé que tienes mucho talento, quiero que ganes experiencia para mejorar tus habilidades y puede que llegues a ser un gran mentor.

-Vale…

- Bien. Pues partirás hoy mismo. Tomate el tiempo que necesites, aquí puedes descansar y coger las cosas que necesites. Así, el tren hacia ponyville sale dentro de 20 minutos, quizás tendría que habértelo dicho jeje.

-Queeeee! ¡Ahora me lo dices!. Dijo histérico

Tan rápido como pudo, se armó con una cimitarra de acero y empuñadura de oro, que colocó en su espalda. También cogió cinco cuchillos, tres en la izquierda y dos en su derechera, en la cintura, y por último una daga escondida en su pata izquierda.

Una vez hecho esto, se despidió del viejo, salió del edificio y se fue hacia la estación.

Llegó a la estación en 15 minutos, justo a tiempo para comprar el tique del tren y buscar un asiento confortable en el tren. Mientras se movía el tren, miraba el imperio de cristal, como se alejaba de él, como una mujer que se quiere divorciar, al pensar esto se echo a reír. Pero algo o alguien, mejor dicho, lo sacó de sus pensamientos, una yegua de pelaje rosa y crin castaño, sus ojos eran de marrón oscuro y era, lo más extraño una alicornio. Este quedó embobado ante tal belleza, comenzó a ponerse un poco nervioso, ya que, se dirigía hacia él.

-Perdone ¿podría ponerme aquí? Dijo señalando el asiento que había enfrente de él.

- Por supuesto, faltaría más. Respondió

-Y que le traía por el imperio de cristal ¿Es de allí? Pregunto Kivery al alicornio mientras se sentaba.

- No, en realidad soy de un lugar lejano, vine aquí para visitar a unos parientes.

- Ya veo… Y una pregunta más ¿cómo puede ser una alicornio? Pensaba que solo las princesas podrían serlo.

-aahh si, muchos ponys me lo preguntan, en realidad los alicornios éramos una raza muy extendida, pero algo paso para que nuestra especie se redujese. Dijo entristecida.

-No te pongas triste, sois una raza muy poderosa, interesante y llena de sabiduría. Habló el Pegaso, con un poco de valentía, acarició la pata de ella haciendo que se ruborizara.

-Me llamo Yesni y ¿tú?

- Kivery titán, pero puedes llamarme Kivery.

- Está bien Kivery jejeje ¿de dónde eres?

-Yo vivo en el imperio de cristal, Ahora me dirijo a Ponyville.

- Yo también voy a Ponyville, ¿Querrías acompañarme y buscar alojamiento, necesitaría a un caballero como tú para que me protegiese? Preguntó ella ofreciéndole su para derecha.

- faltaría más señorita. Respondió él besándola en la pata ofrecida.

El tiempo volaba mientras hablaban de las cosas que le gustaban, pasatiempos, hobbies… Pasado unas tres horas llegaron a la estación de Ponyville, sin perder tiempo, fueron a buscar un lugar para hospedarse. Aunque Kivery ya sabía que en todas las ciudades o pueblos de Equestria siempre había una pequeña base para Refugiare.

Esto podría tardar, pensaba el Pegaso, por lo que decidió escalar el punto más alto que había por allí, la boutique de Rarity.

-¿Podría esperarme aquí un momento?

- Si, pero no tardes mucho.

Dicho esto se puso la capucha y comenzó a correr hacia la boutique. Empezó a escalar el edificio, se sujetaba por los barrotes que había y se impulsaba para sujetarse en otro saliente, muchos ponys se extrañaron de él, ya que, tenía alas, porque molestarse en subir como un pony terrestre.

Hasta que llegó a la cima, desde ahí podía ver todo ponyville, o por lo menos, la plaza del mercado y más allá. Vio a lo lejos una especie de posada donde poder dormir. Una vez sincronizado, observó un pony rojo que transportaba un carro lleno de paja, situado bajo el mismo edificio. Tomó impulsaba y saltó lo más fuerte posible, sentía como el aire tocaba su cara y la brisa haciéndole sentir como si fuera un ave. Aterrizó dando una voltereta en el aire, en el carro de paja sin que se diera cuenta el dueño del carro. Salió de la paja y fue corriendo hacia Yesni.

-Ya sé donde puedes alojarte.

-Vaya conoces el pueblo mejor que yo, jejeje y esa capucha me gusta no se te ve el rostro, y además te da un toque oscuro.

-Que va, se lo he preguntado a un pony y gracias por el cumplido

Para llegar a la posada, pasaron por la plaza del mercado, donde se comerciaba con productos de buena calidad y de bajos precios. Se pararon en un puesto de flores, a Yesni le parecieron gustarle unas rosas exóticas de un gran valor. De pronto, un miserable ladrón salía por detrás del puesto, sin alarmar a nadie.

-¡Eh! Tú que llevas ahí y porque estabas detrás de mí puesto. Gritó la dueña.

Este, al ser descubierto salió galopando lo más rápido que podía el muy condenado. Kivery, no dudo ni un momento en perseguirlo. Lo persiguió por todo el mercado, el ladrón tiro abajo obstáculos hacia él, como un carro de madera, el Asesino lo pasó haciendo un gato sobre él, un movimiento rápido y eficaz. No podía alcanzarle así, recurrió a subirse encima de los puestos, haciendo parkour. Finalmente saltó de un puesto y aterrizó encima del ladrón.

-No volverás a robar jamás, ¡¿entendido!? Dijo rozándole con la hoja oculta que llevaba en su brazalete izquierdo.

Cogió al ladrón, empujándole hacia el suelo, como un ser insignificante, desmayado el ladrón cogió la bolsa de monedas robada. Volvió al puesto de flores, pero la alicornio no estaba.

-Aquí tiene señora, su dinero. Dijo dándole la bolsa de monedas.

-Muchísimas gracias, ¿cómo te lo podría pagar?

-Había una alicornio que iba conmigo, ¿Sabe adónde se fue?

-Así me pregunto por la posada más cercana, así que le dije que fuera al "Pony sleep".

- Gracias, por cierto podría darme esas rosas de allí.

- Por supuesto querido, te la debo. Son de muy buena calidad. Cogió un ramo de aquellas rosas y se lo entregó.

Se fue corriendo sin perder tiempo, no quería hacerla esperar, para él era importante, era una chica increíble, hermosa y que le hacía sentir muy bien. Además eran de la misma edad, 18 años según lo que le había contado durante el viaje en el tren. Tardó aproximadamente unos diez minutos en llegar a la posada, en el vestíbulo estaba Yesni, hablando con el que parecía ser el dueño.

-Por fin llegaste. Dijo algo malhumorada, captó la indirecta.

-Perdona no debería haberte dejado sola, toma esto es para ti. Dijo mostrándole las rosas.

-Oooohhhh son las rosas del puesto, gracias Kivery, disculpas aceptadas.

-Bien ahora a pedirte una habitación.

Pidió una habitación de cama doble, pensando por si tuviera que dormir con ella. Eligió la más cara para que tuviera todos los cuidados posibles y además tenía mucho dinero.

Subieron por unas escaleras de madera que conducían al pasillo de las habitaciones, buscaron la número siete, la encontraron y entraron en ella para adaptarse y maravillarse. Era una habitación bastante grande con una cama doble, que estaba cubierto por unas cortinas, tenía dos sofás de material tan cómodo que al instante caías en el sueño y una ventana que se podía ver la plaza central.

-Es preciosa. Habló Yesni

-Sí que lo es, tú quédate aquí y deja tus cosas, yo tengo que atender un asunto.

-Vale que te vaya bien. Dijo Yesni con una sonrisa en sus labios.

Dicho esto, se marchó de la habitación cerrando la puerta, bajando por las escaleras y salir de la posada.

Conocía los lugares de todas las bases que tenían los Asesinos, pero en Ponyville resultaba difícil porque no era un lugar que conocía muy bien y no había muchos edificios para tener un refugio. Decidió ir a la plaza del mercado, ya que no sería el único asesino del lugar, pues se dirigió hacia la plaza y se sentó en un banco pegado a la fuente. Esperó hasta que un pony se acercase a él, pero su capucha no mostraba so rostro y asustaba algunos ponys.

Observó a lo lejos un pony que iba exactamente igual que él pero de color verde olivo, se sentó a su lado, a una distancia cercana para susurrarle y no mostrar sospechas de que le conociesen.

-Vaya, vaya así que te han enviado a ti. Habló el Asesino verdoso.

- jajajaja, no te hagas el duro Jack, me alegro de verte hermano. Respondió Kivery abrazándolo.

- ¿Tú eres el líder del refugio de Asesinos en Ponyville?

-Si algunos somos mejores que otros sabes.

-Claro no te queda a ti nada por aprender. Respondió Kivery con sarcasmo.

-Bueno a lo que vamos, como ya sabes los templarios han llegado aquí, pero no sabes porque ¿Verdad? Dijo Jack mientras asentía el Pegaso.

- Veras parece ser que aquí hay siete fragmentos del edén, los templarios planean robarlos y matarán a quienes se interpongan en su camino, aunque sea la mismísima Celestia.

-No me digas esos siete fragmentos son…

-Exacto, los elementos de la Armonía, su poder es muy poderoso ya lo viste con las mane 6.

-Entonces ¿Qué hay que hacer?

-Detenerlos y si es preciso matar a su maestre templario de Ponyville.

-¿Quién es el gran maestre?

- Eso lo averiguarás tú.

-Yo, ni que fuese Altaír ibn la ´Ahad.

-Te aguantas, además así mejoras.

-Vale, cuídate hermano.

-Lo haré ten suerte.

Se dieron un abrazo para despedirse y se marcharon para comenzar. Kivery no tenía ni idea de dónde empezar, así que se le ocurrió ir a una taberna o algo para pasar el tiempo y oír rumores sobre alguna pista que encontrase.

Se colocó mejor la capucha y comenzó a galopar para hacer parkour por los edificios.

-Que comience la misión.