¡Hola!, como dije, empecé de nuevo la historia es la misma trama solo que cambie algunos detalles.

Avatar: La leyenda de Aang no me pertenece.

Un Giro En El Tiempo.

Prefacio:

Estaba en casa junto a mi abuelo, en el Polo Sur, era una tarde muy linda, el sol brillaba, el viento soplaba, y los aldeanos tenían que hacer su labores, vivíamos en la pequeña ciudad del Polo Sur, habían pocos maestros agua, y los que eran, eran de la Tribu del Norte; han pasado muchos años desde que El Avatar Aang, restauro la paz, pero, volvimos en amenaza, de la misma nación, desde que Azula, tomo el reino, El Señor de Fuego Zuko, o tío Zuko, hizo lo que pudo, pero fue capturado, junto con mi tía Mai, las tropas de la nación del fuego, volvieron a atacar, invadieron tierras con pocos pobladores, Ba Sin Ze, fue traicionada por los Dai Lee, pocos maestros tierra escaparon, mi tía Toph, fue tambien encarcelada junto con mi tío Ryo, cuando los encontraron, las tropas siguieron avanzando, tomando casi a la Tribu del Norte y a nosotros, noticias después, tomaron a mi tío Sooka y a mi tía Suki, tomándolos como prisioneros, mi madre, junto a mi padre, El Avatar, hicieron todo por regresarlos, pero en el intento fueron capturados, mi nombre es Umiko, vivo junto a mi abuelo, ya que mis padres fueron capturados, mis hermanos viven en distintos lugares, dos en el templo del Aire del Sur, y el otro en la Tribu del Agua del Norte, esta es la historia de cómo fueron liberados aquellos que fueron apresados.

Capitulo 1: Aparecieron En El Polo Sur.

Estaba junto a Ryo, un buen amigo mío, maestro agua, nos queríamos mucho y siempre nos divertíamos juntos, estábamos muy alejados de la pequeña ciudad donde fui criada, la Tribu Agua del Sur, ha pasado mucho tiempo, en donde había mucha tecnología, en vez de aquella ropa que se usaban, eran más elegantes y más calientes, existía la música, y cantantes, cocinas, etc; Ryo y yo, tuvimos que volver porque anochecía, cuando una luz blanca provenía del cielo, no era la luna, ni las estrellas, algo más grande, que se acercaba, cada vez más y más, tanto que choco con la nieve, reaccionando me dirigí a ese lugar.

-¿A dónde vas?-Pregunto Ryo tomándome del brazo-No sabes que es.

-No importa-Dije, me libre de su agarre y me fui corriendo, Ryo me seguía, y yo me alejaba, hasta que llegue a un hueco donde vi a… ¿Appa?, sí, era Appa, de seguro eran mis hermanos, feliz, baje, pero mi cara cambio cuando vi a más gente, gente que yo conocía y no conocía a la vez, una mujer de unos 20 años, pelo marrón y ojos azules, me miró, la conocía, era ella, era Katara, era mi madre, sonreí inconscientemente, pero… la quite, no era ella, era más joven; un hombre, calvo, con unos tatuajes maestro aire se paro, ¡Era papá!, pero, no, no era él, parecía más, joven, más gente estaba ahí, estaba confusa, eran mis padres y mis tíos, pero… ¿jóvenes?, no entendía nada, ¿Viajaron del tiempo o que?, era la pregunta del millón.

-¿Quién eres?-Pregunto mi mamá acercándose.

-M-Me llama Umiko-Dije mirándola sin creer.

-¿Dónde estamos?-Pregunto mi tío Sooka.

-En la Tribu Agua del Sur-Dije-Esta por alla-Ellos miraron la dirección en que señalaba.

-¡UMIKO!-Dijo Ryo, bajando al hueco-Wow-Dijo, se me quedo mirando, luego a mi padre, luego a mi madre y después a mis tíos.

-¿Qué ves niño?-Pregunto Zuko, nos quedamos en silencio.

-Perdón-Dijo mi papá-¿Saben en que años estamos?-Nos miramos confusos.

-En 2012-Dije como si nada, se quedaron con los ojos abiertos.

-¿Cómo que en el 2012?-Pregunto tía Toph-¡Explica!-Me quede de piedra, seguía gruñona, pero aun así la quería.

-Solo pasaron los años hasta llegar acá-Dije como si nada, parecía asustada.

-¡Toph, asustaste a la niña!-Dijo mi mamá-No tengan miedo, en solo su genio-Nos sonrío, era la misma sonrisa, maternal, la que siempre me dio.

-¿Cuántos años tienen?-Pregunto papá.

-Catorce-Coreamos los dos-

-¿Nos podrían llevar a la Tribu?-Pregunto mamá, todavía seguía sin creerlo, ellos venían del pasado, era raro, tener a mis padres y tíos jóvenes.

-Claro-Dije, tratamos de subir.

-Esta muy inclinado-Dijo Ryo, asentí-¿Lo bajamos?-Volví a asentir, nos pusimos en posición, y subimos las manos y las bajamos, ante eso, la nieve se bajo un poco.

-¿Son maestros agua?-Pregunto papá, asentimos y subimos, cuando ya estábamos todos arriba, se quedaron con la boca abierta al ver la ciudad.

-¡Vamos!-Dijo Ryo, el siempre estaba animado, parecía como si tratara a ellos como extraños, le sonreí-¡Mira, pingüinos!-Dijo, nos miramos y asentimos, lentamente saltamos sobre ellos-¡Apúrense!-Les gritó, vi como papá se montaba sobre uno, igual que mamá y mis tíos, aunque el tío Zuko, tía Mai, y tía Toph, se desequilibraba, yo miraba hacía a atrás-¡Cuidado!-Mire hacia adelante, ¡Iceberg!, puse mis dos manos, cerrando los ojos, cuando sentía una brisa que me empujaba, luego sentí la nieve a un costado, abrí los ojos-¿Estás bien?-Ryo se bajo del pingüino y se acerco a mi corriendo-¿No te paso nada?-Pregunto, le negué-Me nos mal, si te pasaba algo nose como reaccionaría el abuelo.

-¿Estás bien?-Pregunto mamá, le asentí-¿Segura?-Estaba siendo maternal, lo sabía, siempre ha sido así.

-Sí, estoy bien…-Me gire hacía papá-Gracias.

-¿Cómo sabes que fui yo?-Pregunto incrédulo.

-Tus marcas, eres maestro aire,-Dije con una sonrisa, miré a la pequeña ciudad, habíamos llegado, las casas eran pequeñas y otras eran iglús.

-¡Que lindo!-Dijo mamá.

-Esta es mi casa-Dije señalando a una casa de un piso, era pequeña, pero acogedora-No es la gran cosa-Entramos-¡Ya llegue!-Dije, mi abuelo estaba sentado en la sala, bebiendo té.

-¡Pequeña!-Dijo, dejado caer el té y yendo hacía a mí, me dio un gran abrazo, luego se quedo de piedra cuando los vio-¿Q-Quienes son?-Pregunto temeroso.

-Buenas tardes Señor, me llamo Katara-Dijo mamá, el abuelo se quedo helado, se que la extrañábamos más de la cuenta.

-Soy Sooka-Dijo mi tío-Ella es Suki, mi esposa.

-Encantada-Dijo tía Suki.

-Soy Zuko, y ella es Mai, mi esposa-Dijo tío Zuko, tía Mai asintió.

-Soy El Avatar Aang-Dijo papá-Pero llámeme Aang, por favor.

-Me llamo-El abuelo me miro y le negué lentamente sin que ellos lo notaran-Kazuo-Dijo-Pasen, siéntense como en su hogar-Todos se sentaron en la sala-Umiko, el té-Asentí parándome y fui a la cocina-¿De donde son?

-Si le contáramos no nos creería-Dijo mamá, pude escuchar su conversación, ya que la cocina no quedaba lejos de la sala, salí de ella con una bandeja de madera, unas tasas y una tetera.

-Si quiere, pueden contarme-Dijo el abuelo, nos dijeron de donde veían, ¡Lo sabía!, venían del pasado-Ya es muy tarde-Dijo-Pasen la noche aquí.

-No queremos molestar-Dijo papá.

-No molestan, insisto-Dijo el abuelo-Quédense-Ellos asintieron-Umiko, ve por unas mantas-Asentí y me paré, busque las mantas y regrese.

-Aquí tienen-Dije dándoles las mantas-Les guiare a sus habitaciones-Dije, ellos asintieron-Hay cinco habitaciones, la mía es la del fondo.

-¿La que tiene letras pegadas?-Pregunto papá, asentí.

-La de mi abuelo es la de al frente mío-Dije, ellos asintieron-Escojan las que les gusten-Volvieron a sentir-Buenas noches-Me metí a mi cuarto, me puse un pilla calientito y me dormí, con mi mente en ellos, ¿Cómo llegaron acá?, ¿Les digo quiénes son?, ¿Qué voy hacer?, esas preguntas rodaban mi cabeza.