Hola!
Aquí me tienen de nuevo, esta vez les traigo una nueva idea, mi primer MinaKushi, este es el... Creo que 5to fic que escribo, sin embargo es el segundo que publico por motivos que no mencionaré porque sería demasiado ponerme a aburrirlos con mi vida.
Recientemente me uní a la comunidad irresistiblemente naranja y aquí tienen mi aporte, me disculpo porque no he podido comentar en las otras historias pero ando muy corta de tiempo últimamente, y ahora que hoy comencé la preparatoria estaré peor, pero voy a tratar de pasarme por aquí lo más seguido posible.
Ahora algo importante... Esta historia es un regalo para alguien, va dedicada a la persona por la que descubrí el MinaKushi, una gran autora y la que me ha acompañado en este proceso, a quien me enorgullece llamar Nee-chan... Aniyasha! Ani-nee-chan, siento no haberte avisado pero fue hasta ahora que tuve un momento para transcribirla, espero que te guste.
Ahora ya no les digo más sino que esta historia se desarrolla poco tiempo después de que Minato rescató a Kushina, a leer!
Disclaimer (hasta ahora no lo ponía pero alguien me dijo que era necesario así que aquí está): Los personajes, escenarios e historia de Naruto no son míos, le pertenecen a Masashi Kishimoto. Pero esta historia sí es mía así que, ¡Díganle no al plagio!
¿CÓMO PASÓ?
-1- Te extraño.
Amanecía el que se podría denominar un hermoso día, el sol comenzaba a iluminar con sus rayos que se dejaban entrever a través de las nubes y a calentar el ambiente quitando poco a poco el frío de la noche anterior que había sido lluviosa, transmitiendo su vida y energía a los seres de la naturaleza que comenzaban a despertarse.
En ese momento un grupo de Shinobis corrían por el denso bosque que antecedía a su aldea, habían retomado su rumbo muy temprano luego de acampar la noche anterior en un claro no demasiado lejano, pues si bien era cierto que todos querían llegar a sus casas lo más pronto posible ya que tenían más de un mes y medio sin ver a su familia y amigos, sin contar que ya no les quedaba mucho camino y la mayoría aseguraba poder soportarlo, también era cierto que su misión había sido fuerte y muy difícil y además de eso llevaban todo el día recorriendo el extenso camino que los separaba de su destino.
Y ellos eran Jounin si, ninjas de élite, los mejores de las filas de su aldea y de sus respectivas generaciones, pero también eran humanos, también se cansaban y se debilitaban, dentro de los lineamientos de su propia resistencia y fortaleza claro está; lo cierto es que a pesar de que todos alegaban que el trayecto que les faltaba no era nada para ellos y que querían llegar lo más pronto posible, su líder decidió que era preferible descansar toda la noche para soportar el pesado día que tendrían luego y de la misma forma porque ya era muy tarde, y prometiendo que a primera hora de la mañana estarían en las puertas de Konoha y que él personalmente se encargaría de llevar el reporte de su misión al Hokage luego, logró que aún a regañadientes accedieran a su petición.
Ellos sabían que él era perfectamente capaz de llegar en ese preciso instante si quisiera, después de todo la velocidad era su mayor fuerte, y poseía una resistencia mayor a la de varios de ellos juntos, no por nada era conocido como uno de los mejores ninjas de su tiempo y como un genio, sin embargo velaba por la seguridad del grupo, ese grupo del que había estado al mando las últimas siete semanas, que deberían haber sido cuatro pero cada vez que ahondaban más en la misión más se les complicaba la tarea, gajes del oficio; ese grupo con el cual acababa de completar con el mayor de los éxitos una nueva misión, su equipo Jounin.
Sólo por esa razón todos aceptaron sin mayores contradicciones la idea, y antes de que saliera el sol retomaron su original rumbo, después claro está de una larga y lluviosa noche. Al final de cuentas él sabía lo que era mejor para el equipo y siempre tomaba las mejores decisiones, y a pesar de ser uno de los más jóvenes era un excelente compañero, a veces se preguntaban qué harían sin él, sin su líder. Sabían que dentro de muy poco deberían averiguarlo.
Su líder… El mismo líder ahora corría al frente del grupo seguido por sus compañeros, sumido en sus pensamientos, un gran Shinobi, muy fuerte e inteligente y capaz de sacar adelante su equipo aún en las peores circunstancias lo que lo convertía en un líder excepcional ya que en la batalla era capaz de pensar con cabeza fría y decidir de la mejor manera garantizando así la seguridad de sus compañeros y la suya propia; un buen amigo, era el tipo de persona que lograba ganarse el corazón de las demás personas sin mucho esfuerzo, conocido como "El relámpago amarillo de Konoha".
Minato Namikaze.
Un hombre joven y muy bien parecido, con unos ojos tan azules y bellos como el mismo cielo y cabello rubio que parecía querer competir con el sol, todo esto combinado con una carita de ángel y un cuerpo de Dios griego que sólo lograba denotar su inminente atractivo, era un hombre sumamente guapo, y eso sólo lo comprobaba el hecho de que a pesar de no ser digamos precisamente la persona más social y extrovertida del mundo, de hecho era un poco tímido a veces inclusive, era increíblemente popular con las mujeres, tanto hasta el punto de que llegó a saber que tenía inclusive un club de admiradoras, a las cuales no volteaba siquiera a mirar para algo fuera de un casual saludo o algún corto intercambio de palabras y es que también le preocupaba la seguridad de aquellas chicas que al final de cuentas no le hacían daño alguno a nadie.
Corría al frente de su equipo, luego de convencerlos de acampar la noche anterior habían despertado bastante temprano y ahora estaban dirigiéndose a su hogar, esquivando los pequeños charcos de agua que aún se encontraban en el suelo producto de la lluvia, y es que si, la noche anterior había llovido, ¡Tanto que le había costado convencer a su equipo de dormir en medio del bosque para que viniera a llover! Pero, ¿Él cómo iba a saber que llovería? No era meteorólogo ni nada por el estilo, era un genio, pero tampoco era para tanto. Suspiró. Al menos estaban cerca, estaba rayando el alba y les faltaban aproximadamente 5 minutos para divisar su tan ansiada aldea, una sonrisa se dibujo en los labios del joven líder, sabía lo mucho que ellos ansiaban llegar, por eso se negaban a pasar la noche en el oscuro bosque, sin embargo al final él siempre lograba convencerlos, sabía que a pesar de sus múltiplos alegatos en contra ellos necesitaban un descanso y él no era la excepción, estaba seguro de que podría soportar el resto del camino sin problema alguno, sin embargo se preocupaba por el estado de sus compañeros, quizá demasiado pero era su deber, por no decir que era su sentir preocuparse por ellos.
Y no es que él no tuviese motivos para querer regresar rápido, los tenía y de sobra, puesto que en el momento de partir a esa misión ya se había hecho oficial su nombramiento, a su regreso se le otorgaría el título de Hokage de la aldea de Konoha, por lo que podía dar por asegurado que esa sería su última misión con su equipo Jounin, al menos en un buen tiempo. Y él sabía que ser Hokage iba más allá del título también traía consigo una cantidad abrumadora de responsabilidades, pero ese era su sueño por el que tanto había luchado, y era feliz con ello, no había sido fácil pero había logrado lo que quería.
Pero creer que esa era la única razón que esa era la única razón que tenía para regresar era un grave error, él tenía otro motivo, y era tal vez inclusive más importante que el anterior, ese motivo era que en más de un mes y medio había algo que le había hecho demasiada falta, o bueno tal vez sería más correcto decir alguien.
Extrañaba una sonrisa, una mirada, una voz, más exactamente a una persona, esa persona que lo hacía sentirse libre, vivo, completo, que sentía no poder pasar ni un día sin tener cerca y que en ese momento tenía tanto tiempo sin siquiera ver, la luz de sus ojos y una de las mayores razones de su vida.
-"No te imaginas… Cuanto te extraño"- pensó aún absorto en sus pensamientos, una imagen llegó a su mente y no pudo hacer más que simplemente sonreír.
Y así es, damas y caballeros, Minato Namikaze, shinobi de élite, el relámpago amarillo de Konoha, alumno del Sannin Jiraiya, el futuro 4to Hokage, el genio que nace cada 10 años y varias cosas más, aunque aún no se diera cuenta… Estaba profundamente enamorado.
Pero no somos capaces de culparlo, ¿o sí?
Continuará.
¿Otro punto de vista?
¿Confusión sentimental?
¿Verdades ignoradas?
Todo esto y mucho más en el próximo capítulo titulado: "Me haces falta"
Y hasta aquí llegamos por hoy! Espero que les haya gustado y me dejen sus comentarios, si tienen alguna sugerencia, opinión, crítica mientras sea constructiva y esté bien fundamentada, petición o en general lo que piensen será bien recibida; yo soy nueva con esta pareja así que es posible que cometa errores, si hay algo que no tengo bien no teman en decirme después de todo así se mejora.
Esta historia no creo que sea muy larga aunque todo depende de sus comentarios, veremos qué va saliendo. En el próximo capítulo será el punto de vista de Kushina, este capítulo fue muy corto y el próximo no será muy largo tampoco pero estos dos primeros capítulos son como una introducción, así que tampoco tendrán mucho de llamativos pero es necesario para la trama.
Bueno creo que eso es todo, espero que les haya gustado este capítulo y me regalen un review, y Ani-nee-chan espero que haya sido de tu agrado, en serio siento mucho no haberte avisado pero de verdad no me dio chance de nada, aún así espero tu comentario. Me despido, cuídense y nos estamos leyendo.
Besos,
Kem.
