Todos los Personajes pertenecen a Stephanie Meyer
Esa Mirada
Es de suponer que las bailarinas tienen un equilibro envidiable, pero para mí eso era imposible, a pesar que amo bailar desde que tengo 5 años, sin mis zapatillas de ballet soy un peligro constante. Mi nombre es Isabella Swan, pero prefiero que me digan Bella, tengo 21 años y estudio Medicina en la Universidad de Dartmouth. Nunca he sido buena en los deportes, y si estos incluyen una pelota, aléjense de mí, soy distraída y tropiezo con cualquier cosa, incluso mis propios pies!!! me cuesta bastante tener amigos, y me sonrojo con una facilidad impresionante, fui la niña aislada en la preparatoria es por eso que me refugie en los libros, vivo en los suburbios con mi madre. Tengo un hermano mayor se llama Emmett, tiene 27 años, midiendo 1,90 comparado con mis escasos 1,58. El está felizmente casado con Rosalie Hale, mi cuñada es un amor, pero a pesar que su matrimonio es perfecto no creo en el matrimonio o en el amor, claro que a veces tengo mis dudas a lo que he llegado a la conclusión que el amor es algo…. Como explicarlo… reservado para cierto tipo de personas, personas como mi hermano… que se merecen el amor… o al menos eso creía, hasta que llego él.
Mi rutina diaria era la misma… me levantaba muy temprano, vivíamos sola con mi madre Renné, ella me preparaba el café, lo dejaba en mi termo, me despedía y salía corriendo, no me gustaba tomar desayuno tan temprano. Mi mamá trabajaba en un Hotel, era la coordinadora de eventos, siempre se le hacía tan fácil, yo encontraba que tenía una paciencia y originalidad espectacular, todos hablaban de lo maravilloso que podía ser ir a algún evento que ella producía. Ambas somos muy unidas, nos llamamos por lo menos unas 10 veces al día, y con Emmett solo 1, porque ahora que esta Rose hablo más con ella y más ahora que está embarazada. Tomaba el metro subterráneo para llegar a la Universidad, estaba en clases desde la 8 am hasta las 16 horas. Extenuantes clases, aburridas algunas, divertidas otras, a veces practicas hospitalarias, totalmente estresantes, me encantaban las practicas en pediatría. Pero lo mejor del día venia después de eso, cuando entre a la universidad pensé que nunca podría bailar de nuevo, que no me quedaría tiempo, pero descubrí que en la Facultad de al lado cuenta con un estudio de Ballet, las clases son de 13 a 16 horas por lo que no alcanzo a ir a ellas, pero me hice amiga del conserje y me deja quedarme desde las 17 a las 19, con el cuidado de que dejar cerrado al terminar, ahí podía ser yo misma, cuando me ponía mis zapatillas (puntas) y mi radio empezaba a tocar era como volar…no habían preocupaciones, ni dolor o cansancio, los problemas de equilibrio no existían, a veces se me pasaba la hora y solo la llamada de mi mamá diciéndome - Bella?, no crees que ya es demasiado tarde... te costará llegar a casa-, -Ups!! Lo siento, me voy enseguida-
Era la semana de pruebas, por lo tanto dormía solo 3 horas diarias y las horas de ballet de suprimían, debo de ser responsable, la cafeína ya hacía sus efectos mas nocivos evidenciando en mayor magnitud mi torpeza, así que esa mañana del viernes iba demasiado cansada; el vagón estaba totalmente lleno y…. me quede dormida parada, el señor de adelante mío trato de entrar al vagón por la fuerza, y me dejo casi sin aire… con lo dormida que estaba no me importo, pero me volvieron a apretar en la siguiente estación, lo que no contaba que me sucediera era que me quedara dormida sobre esa persona, en su pecho, sentí algo diferente, algo que nunca había sentido, ¿nerviosismo?, ¿y mientras dormía?, me desperté asustada, que vergüenza, entonces me lo ví, un poco más bajo que mi hermano un físico esbelto y musculoso. Su rostro tenia rasgos rectos y regulares; su cabello era rebelde y de color bronce, y sus ojos… sus ojos eran los más hermosos que había visto nunca, y no me refiero solo al color, un verde profundo, una mirada tierna y... enojada?, Oh por Dios, me quede dormida sobre él!!!!, que vergüenza, me baje en la siguiente estación incapaz de poder verlo de nuevo, ya q la mirada a través del reflejo no era precisamente una muy amigable después de todo….
Me pase todo el día pensando en esa mirada, varias veces Ángela, mi compañera, debió darme un codazo para prestar atención, ella era mi única amiga, realmente me conocía, pero también respetaba mi espacio, ella sabia que si yo quería hablar… se lo diría, pero si no quería decir una palabra nadie lograría sacármelo. Llegue a mi casa ese día solo a dormir… solo que dormir esa noche fue más que placentero, vi esos ojos durante todos mis sueño, la semana siguiente me quede pendiente todas las mañanas buscando la mirada que me dejo sin respiración sin resultados, hasta dos semanas después de ese vergonzoso altercado lo volví a ver, el rubor apareció en el acto, se veía absolutamente guapo, usaba pantalón de tela negro, camisa azul y una chaqueta negra, me miró y sonrió… que!?, me sonrio… a … mi, no puede ser… mire sobre mi hombro y una despampanante rubia estaba a mi lado, si seguramente sería a ella, además ella no dejaba de coquetearle, me sorprendió saber que se bajo en la misma estación que yo, pero apareció mi inigualable equilibrio y me caí en la escalera, realmente de dolió, esto definitivamente dejaría una marca, de repente sentí un musculoso brazo que me levanto y escuche - ¿Estás bien? - sin mirar le conteste que si, - Bueno cuidate, ten más cuidado para la próxima-
-claro- entonces lo mire, era él, mis mejillas me delataron de nuevo, por qué a mi, me sonrio, una hermosa sonrisa torcida, y se fue, yo me quede boquiabierta, solo la voz de Ángela me saco de ese estado.
-BELLA!! Apúrate estamos atrasadas, que haces?? No te quedes parada- mire la hora solo quedaban 5 minutos para entrar a clases.
- Si vamos!!
Las clases de terminaron, al fin era viernes, y llegué a mi preciado santuario, el estudio de ballet, debía sacarme el estrés del cuerpo, algunos lo hacen bebiendo todo el alcohol posible los días viernes, el alcohol y yo definitivamente no somos compatibles, llegué como a las 4 y media de la tarde.
-Bella, como estás, pensé que hoy no vendrías- era Arturo el conserje, un hombre mayor de unos 60 años, los cabellos de plata abundaban en el, pero su tierna mirada paternal me transmitía ternura, como un abuelo, el que nunca tuve.
-Sabe muy bien que no faltaría por nada, solo que me demore un poco más- dije suspirando.
-jajajaja…está bien acuérdate de cerrar, el equipo ya está prendido- y se fue.
Baile sacándome todo el estrés del cuerpo, todo lo que sentía, elegí rock y pop, eso definitivamente me ayudaría, era lo mejor de no estar en un grupo o en clases, puedo elegir mi música, mi estilo, mis pasos, nadie me impone nada. Cuando termine apague el equipo, las luces y cerré el salón. Me fui a la estación pero para mi mala suerte este estaba cerrado, un tren se había descarrilado, la gente maldecía, yo simplemente me fui al paradero de autobuses, lo que no contaba era que empezará a llover, no me desagradaba la lluvia, pero está no era una simple lluvia, era un temporal, truenos y relámpagos, y yo sin paraguas, estaba completamente mojada, cuando sentí que las gotas habían terminado de caer sobre mí, mire extrañada, aún seguía lloviendo, mire arriba y había un paraguas… me sentí aliviada… esperen..algo anda mal… voltee a ver al dueño o dueña de mi "salvación"… era él, me miraba con ternura y esa inigualable sonrisa torcida, - también tuviste problemas con el tren subterráneo? - Asentí, podía ser tan valiente en otras circunstancias, pero con los hombres que me llegaban a gustar era un completo desastre, tartamudeaba, no sabía que decir. - Bueno creo que ya vienen por mi, ¿estás bien? - ohh por supuesto que no, - si estoy bien, de hecho ahí viene mi autobús- milagrosamente llego mi autobús y me subí pero me fui directamente a la ventana, quería verlo solo un poco más, vi que apareció un Mercedes S55 negro, me sabía el modelo porque Rose es una muy buena mecánico aficionada, se subió, no pude ver más ya que los vidrios eran polarizados, acelero y se fue.
El sábado paso sin novedad, en cambio el domingo Rose y Emmett fueron a verme ya que mamá tuvo que viajar, almorzamos juntos, reímos mucho, en la tarde fuimos a un parque cercano Emmett puede tener 27 años, pero parece un niño, inventa las cosas más increíbles y estúpidas que uno puede creer y ahí aparece mi cuñada para darle una palmada en la cabeza, él la mira con cara de perrito arrepentido, le decía que la amaba, a lo que le respondía, -Esta bien osito, te perdono, pero es la última vez— cuando volvimos a la casa Rosalie tuvo un antojo, quería helado de "crema de frambuesa" y yo no tenía en mi nevera, me reí por lo bajo cuando mi hermano suspiro –Otra vez, blonde!!—la mirada y el gruño que le dio fue escalofriante, y luego... de la nada se puso a llorar…. No sabía que hacer… El cretino de mi hermano, se lanzo donde Rose y le dijo…— Amor, osita, si solo era una broma-
—Claro, eso lo dices ahora… lo que pase es que no me quieres!!!!!….
—Pero amor… eso no es verdad, te amo mucho, y más ahora que tendremos un bebé —en verdad sonaba muy mal.
—Es fácil para ti decirlo, no tienes estos antojos, y no engordas como vaca…
—Si no estás gorda… eres la mujer más hermosa del mundo, mira iré a comprar el helado, y así me perdonarás
—Esta bien… — aun sollozando — pero apúrate
A lo que Emmett salió corriendo, y Rose se puso a reir, no supe que decir, me quede con la boca abierta.
—Ohh Bella, eso siempre funciona
—Pero Rose… por qué hiciste eso…
—Porque tú y yo tenemos que hablar, y sabes que cuando Emmett vuelve del parque no es muy serio que digamos.. bueno en realidad nunca es serio, jajaja — la mire confundida, no sabía a que se refería — bella, no me mires así, has estado distraída toda la tarde, y te conozco más que tu propio hermano— y era cierto, cuando llegaron con la noticia que se casarían yo saltaba y gritaba por toda la sala, Rose era la hermana que siempre quise, atenta, cariñosa, inteligente y bonita, mi hermano se había enamorado totalmente de ella por su manera de ser, ella se daba cuenta de cada cosa que me pasaba, le contaba mis secretos y problemas, ella me escuchaba atentamente y luego me decía todas las cosas buenas que podía rescatar de ello, y siempre tenía razón — Bella?, me lo dirás?
—Que quieres que te diga?
—Podrias empezar por decirme por qué tienes esa cara?
—Que cara??
—…Bella…. — suspire, tenia razón, me acerque y sente a su lado, pero ella me acuno en su regazo, — ahora dime que le pasa a mi pequeñita
—¿Rose, tu …. Tu crees que exista alguien para mi?
—….. es eso lo que te preocupa?… ok, a quien viste…
—Oie!!, — me miro con la típica mirada de " te descubri"— está bien… uff… el viernes hace dos semanas me quede dormida sobre un apuesto hombre en el vagón del tren — y le conté todo…
—Bueno, creo que te estás ahogando en un vaso de agua, quizás no veas a ese joven nunca más.. o tal vez si… quien sabe… lo que si sé, es que eres una preciosa niña… y mereces muchas cosas, entre ellas el amor, pero este no llegará hasta cuando estés lista… puedes buscar entre la gente, pero si no abres tu corazón y confias, lo perderás sin darte cuenta, por ahora solo te puedo decir… mi pequeñita, no dejes que el divorcio de tus padres te afecte, existen hombres que si valen la pena, él puede ser.
Emmett llego después de 2 horas venía solo con una pequeña bolsa, y definitivamente no era un helado, Rose ésta vez se enojo en serio, el supermercado estaba a solo 10 minutos, no podía haber tardado más de media hora, (puede ser debido a las hormonas) de todas formas apoyare a Rose, Emmett venía con una cara que no era la normal, venía serio e ilusionado?
—Emmett Swan!!! Que significa esto, saliste durante 2 horas y ni siquiera traes…. — no puedo continuar ya que Emmett la beso como si su vida dependiera de ello— Emmett suéltame!!!
—TE AMO ROSE — ambas lo miramos sin entender nada— iba camino al supermercado cuando vi esta tienda para bebes, no me di ni cuenta cuando me había estacionado y salí corriendo a comprar algo, pase bastante tiempo tomando guantes de baseball y balones de fútbol americano, o basketball… pero no encontraba nada que me satisficiera completamente, hasta cuando los vi, eran unos pequeños zapatitos rosados, y la imagen vino a mi, una pequeña Rose, mi corazón se salió de orbita, nada me haría más feliz que tener en mis brazos a mi Osita Rose, y a nuestra hija, una mini-Rose, y por eso te amo… te amo más que a nadie en el mundo—
Rose trataba de contener las lagrimas, que caían por sus mejillas, sin duda ya lo había perdonado, — yo también te amo Emmy— y se besaron, el momento era muy intimo así que me fui a la cocina.
—Bella, ya nos vamos
— Adiós Rose, y… Emmett —me miro extrañado—, me siento tan orgullosa de ti— lo abrace
—Yo también de ti enana, te quiero mucho. — beso mi frente y se fueron.
Era el domingo en la tarde, solo me quedaba arreglar las cosas para mañana, una nueva semana empezaba, jamás me imagine que sería una semana inolvidable.
Bueno esta es mi primera historia, no soy muy buena, si les gusto la continuare
