Otra ciudad.
Escrito:Short/long fic.
Autora:Parlev.
Pareja:Viktuuri (Viktor x Yuuri)
Narrador:Omnisciente.
Anime: Yuri on Ice.
Género:Yaoi.
Subgéneros:Romance.
Contenidos:Viaje/ Fotografía/ Escritura/ Suspenso/ terror/ Historia alterna.
Parejas mencionadas:Ninguna.
Los reinos de día y de noche, dos mundos diferentes vienen de dos polos opuestos mezclando durante este tiempo.
#1: El inicio.
Las pesadillas persistían noche tras noche, convirtiéndose en un catastrófico hábito que no podía evitar. Aquel viejo piano ardiendo, los libros que no paraban de convertirse en cenizas, manchando el piso de un gris peculiar… cayendo suavemente… dolorosamente.
El choque, los gritos, la sangre salpicando por todos lados, el metal fracturándose y de repente todos estaban muertos.
Se levantó de un golpe, respirando agitadamente, jadeando y sudando, viendo psicóticamente a cada lado de la habitación en busca de un peligro que solo existía en su mente. Una vez recuperada la calma y controlando su respiración, se recrimino por parecer un niño asustado.
"Porque el amanecer es más obscuro antes de que salga el sol"
La imagen, aquella vieja pintura…
Un trueno atravesó el cielo, rompiendo la calma de un siniestro silencio. El espejismo de la habitación blanca y desinfectada desapareció, se esfumo y de repente volvió a casa, a la misma sala donde toda la tragedia sucedió. Los vidrios llorando, los focos muertos y aquella obscuridad que no dejaba de seguirlo en todas aquellas pesadillas.
Pero estaba en casa.
El pincel manchado de pintura roja temblaba en sus dedos. —¿Cómo había llegado eso allí? — El atril parecía esperar pacientemente, la pintura lo perforaba con la mirada, silencioso a cualquier cosa que hiciese.
Pintor.
Era un pintor antes de esto.
¿Era así?
Las gotas de pintura roja cayeron al suelo, iguales a gotas de sangre fresca, se quedaron allí, brillando desconsoladas.
El sonido del mar, el agua moviéndose alrededor de un cuerpo inerte y pesado.
No respiraba, el líquido frio cortaba cualquier comunicación del oxígeno con sus pulmones.
La lluvia se hizo presente, como una cortina alrededor de sí mismo, cada vez más ruidosa. Cada vez más densa y peligrosa.
«Cállate» exclamo.
Los ojos de aquel retrato viejo lo miraron con odio, exigiendo venganza.
La lluvia acrecentó, el ruido perforo cada hueso de su oído, como si tratara de llegar a lo más profundo de su cráneo y revotar el sonido.
Su respiración se agito y estuvo a punto de pedir ayuda.
«Cállate.» rogo pero nadie estaba diciendo nada.
El ruido, los sonidos y los colores vagabundos que corrían como lagrimas sobre el rostro de aquel viejo retrato que le recriminaba su inminente cobardía.
Un montón de cuervos salieron volando de entre su escondite y de repente volvió a su viejo y olvidado hogar, allí donde todas las desgracias ocurrieron. El cuadro se consumía en llamas, igual a esos libros en sus pesadillas, volviéndose cenizas. Manchando el piso de un particular gris.
Pero el rostro seguir allí, mirándolo, perforándolo con esos ojos color negro, igual a una noche sin luna, igual a la boca del lobo. Los colores corriendo por su rostro como sudor.
Dio media vuelta y volvió a entrar en la cama, estaba cansado.
Necesitaba pensar.
Necesitaba dormir.
Aún tenía que terminar de pintar.
1.- Another Book.
Metió lo que pensaba que podía ser necesario en la pequeña maleta, era lo que llevaría consigo durante el viaje, el resto ya estaba siendo enviado hacia la pequeña pensión donde pensaba hospedarse un tiempo. Le habían dicho que ese lugar era perfecto para lo que él en particular buscaba.
Algo entre la calma, el trabajo, relajarse, divertirse e inspirarse. Ir de vacaciones y al mismo tiempo ir por trabajo. Sonaba a un plan alocado y divertido.
Sonrió y corrió el cierre de la maleta, esperaba tanto de este viaje que ya estaba emocionado. Se sentía como un niño en navidad esperando los regalos debajo del árbol de navidad. Respiro profundo y repaso la lista que había hecho, al parecer no faltaba nada más.
Salió de su apartamento y recorrió el pasillo de lustres pisos de madera, una mujer lo saludo alegre y le deseo un buen viaje, él le respondió y le dejo encargado su hogar hasta su regreso.
El taxi le hizo la seña para ver si necesitaba meter algo a la cajuela pero dijo que en realidad lo que llevaba en manos era muy poco para tanto así que simplemente entro en el vehículo y pidió que lo llevara al aeropuerto, durante el trayecto de aproximadamente una hora reviso los apuntes en la vieja libreta que Chris le había regalado en su último cumpleaños, tenía sus ideas más recientes y que apenas estaban por presenciar el nacimiento de una nueva revolución. Acaricio suavemente el lomo de cuero y leyó atentamente las notas que había enmarcado en bonitas nubes con marcador morado.
Asintió y con su bolígrafo especial consiguió unir otra idea junto a otra nube con una pequeña frase que tenía en la mente desde la anterior noche. Volvió a sonreír satisfecho. Esto prometía tanto que realmente estaba extasiado por ver cómo es que todo continuaría.
El chofer le aviso que estaban frente al aeropuerto y con un mohín cerro la libreta sin llegar a completar la última idea, pago la cuota establecida y entro para esperar su vuelo.
Durante la espera compro un café descafeinado endulzado con splenda y una dona de chocolate blanco y chispas de colores, volvió a abrir la libreta tan solo encontrar un lugar solo en la sala de espera pero por desgracia entre entrar al aeropuerto, ubicar su aerolínea, ver que su equipaje estuviese en camino e ir a comprar algo para comer, la idea que tenía en el taxi se había esfumado y apenas recordaba algunas cosas. Se maldijo por lo bajo y se odio por no ser más rápido al escribir o al menos tratar de tener mejor memoria para mantener las ideas por otro rato.
Tanteo entre una y otra pero nada era igual, así que desistió y entes de perder la emoción del viaje cerró la libreta y espero bebiendo lentamente del café.
Un rato más tarde, una mujer anuncio su vuelo, se sacudió los restos de dona del abrigo y tiro el vaso del café a un cesto cercano, luego tomo la maleta que descansaba a su lado y se formó para esperar su turno y entrar en el avión.
Chillo como un niño, la mujer que recibió su boleto le sonrió amablemente pero había pensado que era un poco extraño que un adulto chillara de esa manera antes de tomar el avión.
El policía fue lo suficientemente amable al checarle, tanto a él como a su equipaje de mano.
—Bien, aquí vamos. — subió a rápidos pasos las escaleras y con una enorme sonrisa busco su lugar.
No tardaron mucho para que la aeromoza subiera y les diera las indicaciones pertinentes. Luego de eso, simplemente despegaron.
Nota:
*Grito de guerra desesperado*
Esta es mi tercera es la vencida… creo. Si no sale como quiero al carajo y no vuelvo a intentar un Viktuuri en forma de long/short fic.
No diré más que… No soy fan de BTS pero debido a ciertas cosas terminaron siendo protagonistas de lo que va a formar esta historia. (todo es culpa de mi hermana TmT)
En fin…
PD: ¿Saben cuándo es el cumple de Yurio? Tengo pensado un shot para su cumple (Igual que para Vitya y Yuuri) y no quiero que me tomen las prisas x'DD
Gracias por leer.
Parlev.
