El una galaxia lejana, una nave bastante extensa se dirigía hacia un sistema solar con 7 planetas, todos de distintos tamaños, y un sol rojo intenso. La nave de color negro, trasportaban prisioneros de Tamaran hacia una prisión en Centauri, lugar donde torturaban a sus prisioneros inhumanamente. Dos guardias se encontraban caminando por el corredor donde se encontraban los prisioneros en unas celdas completamente miserables, daban pena de tan solo verlas.

Al final del corredor, se encontraban otros dos guardias en una puerta de acero rojo oscuro con un letrero que decía "Prisionero para pena de muerte".

-¿Está todo bien? – Pregunta un de ellos, al parecer el líder.

- Sí señor. Parece que está durmiendo. –Dice uno de los guardias de la puerta, señalando con una lanza la puerta.

- Me pregunto ¿Cómo puede dormir tan tranquila, sabiendo que será ejecutada? –Dijo el guardia que acompañaba al líder.

- Parece que ya se resignó –Responde el guardia de la puerta.

- Entraré a verla –Dijo el líder –Me extraña que no haya hecho ningún sonido desde que abandonamos Tamaran.

Los guardias abren la puerta y dejan pasar al líder, pero todos se llevaron una gran sorpresa: El lugar se encontraba deshabitado, y un enorme agujero se veía en la pared recién desintegrada con rayos.

- ¡La prisionera ha escapado! –Gritó el líder –Hay que buscarla por toda la galaxia si es necesario.

- ¡Sí señor! –Dijeron los demás guardias a una sola voz.

Mientras que en espacio, a unos cuantos metros de la nave se veía a una persona cubierta con una capa negra, flotando con la gravedad para luego convertirse en un especie de meteorito celeste muy luminoso, casi cegador, dirigiéndose exactamente a la Tierra.

Mientras tanto, en JumpCity, se festejaba el año nuevo. Miles de fuegos artificiales se veían en el cielo con diversos colores y tamaños. Miles de personas se encontraban en la calle frente al reloj, esperando las 12.

Había pasado un año y miles de cosas habían pasado. Primero, Terra volvió a Los Jóvenes Titanes, dispuesta a ayudar y corregir su error. Al principio fue recibida sólo por Chico Bestia y Starfire. Tomó un tiempo para que pudiera ganarse la confianza de los demás. Pero al final si fue aceptada por todos y prometió no volver a traicionarlos. Otro cambio fue que Raven se volvió un poco más abierta, cosa que al principio les tomó por sorpresa a los demás. Pero el más esperado, según dice Cyborg, fue que Robin y Starfire se volvieran oficialmente novios, aunque no se demuestra mucho, ellos actúan como si nada. Cyborg siempre aprovechaba la situación para dejarlos solos, pero siempre sus intentos eran frustrados por la alarma.

En la torre de los Titanes, Cyborg y Chico Bestia se encontraban jugando con un videojuego titulado "Carreras hacia el infinito". Ambos se encontraban completamente clavados en el juego

-Hazte a un lado Bestia, que el campeonato es mío. Dos vueltas más y seré el campeón –Dijo Cyborg todo alterado, debido a que se encontraba empatado con Bestia.

- Pronto yo voy a saborear yo la victoria, mientras que tú sólo comerás mi polvo virtual –Dijo Chico Bestia en tono triunfal.

- ¡Sobre mi cadáver! –Dijo Cyborg

- Pues así será –Responde Chico Bestia.

Ambos estaban en la vuelta final. Chico Bestia le llevaba la delantera por unos centímetros, pero Cyborg, por testarudo, no se dejaría vencer tan fácilmente. Cuando Chico Bestia casi llegaba a la meta, Cyborg lo rebasa, llegando primero a la meta

- ¡Boo-yaa! Te he ganado. En tu cara Bestia –Dijo Cyborg con un tono burlón.

- No puede ser. Por poco…. –Dijo Bestia con lágrimas cayendo por su rostro como dos pequeñas cascadas.

En ese momento aparece Terra y Raven hablando. Ellas ven como bailaba Cyborg de la alegría y una nube negra lloviendo en la cabeza de Chico Bestia.

- ¿Que les pasa a estos dos? –Preguntó Terra a Raven.

- Ni idea y ni me interesa. Debe ser por los videojuegos –Contestó con indiferencia.

- Y hablando de otra cosa. ¿Donde están Robin y Star? –Preguntó Terra.

- ¿No están? –Preguntaron Cyborg y Bestia al mismo tiempo y volteando a ver a Terra.

- No. –Contestó Terra.

- Quizás salieron en una cita –Dijo Cyborg con una sonrisa pícara en su rostro.

- Talvez. –Dijo Terra –Lo mejor será ir a buscarlos, falta sólo 20 minutos para el año nuevo.

- Mejor dejémonos solos –Dijo Cyborg –Luego vendrán.

Chico Bestia reta a otra carrera a Cyborg, mientras que Terra y Raven veía la carrera con poco interés.

En otro punto de la ciudad, se encontraban muchas parejas de jóvenes dando vueltas en el parque y otros miraban al cielo a ver los juegos pirotécnicos. En un árbol del parque, lo suficientemente grande como para acomodarse en las ramas, se encontraban Robin y Starfire mirando los juegos pirotécnicos. Star miraba fascinada la pirotécnia a lado de Robin.

- Cada vez que veo este increíble espectáculo, no puedo dejar de asombrarme - Dijo Star mirando a Robin –Han pasado muchos sucesos, pero ahora todo se encuentra muy tranquilo en esta celebración.

- Es lo bueno de estas fiestas: estar reunidos con tus seres queridos y disfrutar de una función así. –Dijo Robin tranquilo.

Starfire recarga su cabeza en el hombro de Robin, cosa que lo sonroja levemente.

- Bueno…lo mejor es volver. Falta tan solo 10 minutos para las 12. –Dijo Robin con tono nervioso.

- Sí, es cierto –Contesta Star –Vamos.

Ambos bajan del árbol y caminan hacia la torre. En el camino, Starfire ve a muchas parejas tomadas de la mano. Ella queda pensativa un momento he intenta tomarle la mano a Robin, pero luego ella se pone nerviosa y se arrepiente. Robin se percata de eso, traga saliva y le toma la mano a Star con la cara casi roja. Ella al verlo, ríe muy bajo, parecía un tomate, y sonríe. Su relación no era del todo distinta como antes. Él casi no le dedicaba tiempo, debido a que seguía con su trabajo en primer lugar, pero ella no reclamaba nada, ella lo conocía bien, por eso decidía conformarse con que la quisiera. En la mitad del camino, Starfire se percata de la luna llena y se queda quieta mirándola.

- La luna está llena –Dijo Star en voz baja.

- ¿Eh? –Dijo Robin, mientras volteaba a verla.

- No, no es nada –Responde Star con una sonrisa falsa. –Mejor volvemos, ya va a llegar la hora del año nuevo.

- Star, ¿pasa algo? –Dijo Robin preocupado –Tú no sonríes así. Algo pasa o algo recordaste.

- No, no es nada de que preocuparse. Sólo algo del pasado. –Responde Starfire. –No hay necesidad de preocuparse.

Starfire empieza a caminar con la mirada baja. Atrás, Robin miró la luna por un momento, buscando una razón del raro comportamiento de su novia, pero al final no lo encontró y apuró el paso para alcanzarla. Al alcanzarla, la mira y nota en su rostro un dolor que nunca había visto en ella. Su preocupación aumento cada minuto que caminaban, ella se percató de él y sonríe. Robin nota el esfuerzo que hace ella para poder sonreír. Le toma la mano

- Star, si hay algo de ti que ignore de ti, quiero saberlo –Dijo Robin con un tono tanto serio como preocupado.

- Está bien. Llegando a la torre te cuento sobre "eso" y "ella" –Dijo Star con la mirada a la luna.

Al llegar, todos los recibieron con un saludo y un "bienvenidos", excepto por Cyborg y Bestia, quienes hicieron una broma: Aventaron pétalos de flores como si fueran una pareja de recién casados. Robin se enfadó con ellos y se empezó a pelear contra ellos "Pateándoles el trasero", mientras que las chicas titán miraban la escena y riendo de vez en cuando.

- Bueno ya basta de peleas –Dijo Terra mientras intentaba separar a Cyborg y Robin. Al final, por desesperación, Raven los termina de mandar a una esquina distinta de la habitación.

- Bueno, ya casi es hora –Dijo Raven

- Bien, voy por las copas para brindar. Star ayúdame a buscarlas. –Dijo Terra, dirigiendo a la cocina.

Claro –Responde Starfire.

Después de una corta búsqueda, las ponen sobre la mesa y sirven soda de cola en ellas. Cada uno agarró una copa he iniciaba el conteo regresivo

6, 5, 4, 3, 2, 1…. ¡Feliz año nuevo!

Miles de fuegos artificiales se veían desde la ventana. Cada uno brindó deseando un feliz año nuevo a sus amigos. Después del brindis, todos fueron al tejado a ver el espectáculo de la pirocténia. La vista era hermosa: Miles de fuegos artificiales iluminando el cielo nocturno. Cyborg y Bestia sacaron unos cuantos fuegos artificiales y empezaron a encenderlos, los cohetes estallaron en el cielo con un color rojo fosforescente. Raven y Terra miraban los demás cohetes y, de vez en cuando una que otra pelea entre Bestia y Cyborg, debido a que los dos querían encender el cohete. Starfire miraba con atención el espectáculo en el cielo, mientras que Robin le toma la mano y la mira sin que se de cuenta.

Era un momento de paz y alegría, pero no duró mucho. En un momento, un especie de meteorito cayó en el centro de la ciudad, causando una gran explosión.

- ¿Que fue eso? –Preguntó Star mirando directamente hacia la zona del impacto

- No puede ser nada bueno –Responde Robin – ¡Titanes, vamos!

Todos se dirigieron hacia la zona del impacto con suma rapidez. Al llegar, observaron un enorme cráter. Muchas personas miraban embobados hacia el cráter y otros tomaban fotos con los celulares. Del cráter, sale una persona con una capa que le cubría de pies a cabeza de color negra con algunos destellos en plateado. Esa persona se paró al borde del cráter y mira su alrededor con unos ojos brillantes blancos, casi como dos lunas llenas. Nada de su rostro ni su cuerpo se veía a simple vista.

- Bien, ¿Quién es? –Dijo Chico bestia apuntando a la persona.

- No lo sé, pero siento un aura muy poderosa en ella. –Dijo Raven.

- ¿Ella? ¿Es una chica? –Dijo Cyborg sorprendido.

- Al parecer, sí –Responde Raven.

La chica mira por un momento a los titanes. Extiende su mano y al cerrar su puño, los titanes son rodeados por enormes cristales como una prisión.

- Muy bien, basta de juegos. –Dijo Robin –Raven, destruye los cristales.

- Bien –Responde Raven.

Pero antes de que Raven pusiera a prueba su magia contra los cristales, estos son destruidos y reducidos a añicos.

- Vaya Raven, no sabía que podías hacer eso sin tus típicas palabras –Dijo Chico Bestia asombrado.

- Yo no lo hice –Responde Raven sin salir de la impresión

- Pero si tú no lo hiciste, ¿Quién lo hizo? –Preguntó Terra.

Starfire, con un haz de luz en su mano, se dirige hacia la chica y se para enfrente de ella. La chica no dice nada y de su mano sale brillo que luego se convierte en una espada con un filo enorme.

- ¡Starfire, cuidado! –Grita Robin al ver la espada en la mano de la chica.

Después de un breve silencio, la chica suelta la espada.

- ¿Tú? –Dijo la chica

- Tanto tiempo sin vernos…hermana –Responde Starfire con una sonrisa.