Escrito Diferente

Capítulo 1: Un cambio del destino.

En un hospital en Inglaterra estaba una joven mujer rubia demasiado hermosa aunque estaba sudada, su nombre Eleanor Becker estaba dando a luz a una milagro, a un ser que junto con su amado estuvieron esperando por nueve meses; en las afuera de la sala otro joven, el amado de la señorita, Richard Grandchester estaba esperando las noticias de su novia y de su hijo; debía de admitir que estaba asustado pero al mismo tiempo muy feliz de que iba a tener a su nueva familia junto a él muy pronto, no podía pedirle más a la vida y a Dios.

A su lado estaba una hombre que estaba tranquilo, pero por dentro era otro el caos, aunque nunca lo admitiera, estaba asustado por lo que iban a decir de los demás.

"No puedo dejar a ese niño este aquí es solo la vergüenza de los Grandchester, es un bastardo, tengo que alejarlo de la vida de ellos, concebido fuera del matrimonio y su madre es una sucia americana libertina, y lo peor de todo es que quiere ser actriz una sucia actriz, solo seríamos la vergüenza de toda Inglaterra. No puedo dejar a este niño lleve mi apellido, mi padre debería estar retorciéndose de su tumba por esto, pero tamporco puedo matarlo no soy un monstruo, no podía con mi conciencia. Pero para mi bien todo esta fríamente calculado, cuando nazca empezara la movida, nunca le dejaría mis bienes, mis tierras, mi título a ese niño, a ese bastardo. Solo espero que no haga inconvenientes o empeorara todo esto".- pensaba el señor que era nada más y nada menos que el padre de Richard.

Justo en ese momento sale el doctor con una gran sonrisa y sudado.

"Empieza el show" fue el pensamiento del padre de Richard.

-Felicidades señor Grandchester es un saludable niño- dijo el doctor con una gran sonrisa, el mencionado también sonrió al fin tenía a su hijo con ellos, se imaginaba lo bello que sería tenerlo cargado a ese pequeño ser.

Las luces se apagaron de un momento a otro, se escuchó un grito femenino, luego de segundos horribles volvieron las luces. Todo fue tan rápido pero en esos segundo se habían llevado al bebé Grandchester, dejando a dos padres destrozados. Buscaron por todos lados pero no lo encontraron al bebé, nunca lo volvieron a ver.

"Parte 1 del plan solucionado solamente falta desaserme de esa mujer"- dijo con una gran sonrisa mientras veía a la mujer de su hijo que junto a este estaban desesperados intentado buscar a su criatura.


Un mes después:

Un hombre encapuchado con unas mantas en sus brazos, estaba caminando junto con un bebe que estaba envuelto, un campo es lo que visualizo a lo lejos y vio una casa hogar, había escuchado de esa casa hogar era un lugar de adopción.

-Lo lamento niño el único pecado que has cometido es a ver nacido en esa familia- dijo mirando con pena al bebé.

Sabía que debía dejarlo ahí era el mejor lugar, fue corriendo, quería dejar a ese mocoso de una buena vez ya no quería cargar con esa conciencia sucia que lo acompaña desde el momento en que lo secuestró. Lo dejo en la puerta y se puso a tocar, cuando escuchó que alguien se acercaba se escondió detrás de una árbol cercano.

Vio salir a una mujer mayor que al ver al bebé lo cargó y buscaba con la mirada a alguien pero el nunca se asomó; cuando la vio entrar se fue el trabajo se había acabdo, nunca eso había pasado, ese era el trato nadie nunca sabría que fue lo que pasó con el bebé Grandchester. Se lo tenía que llevar esto hasta la tumba.

Dentro del hogar la señora cargaba a un bebé era muy lindo especialmente esos cabellos castaños y esos ojos de un color azul muy bello.

-Hermana María! Hermana María!- gritaba en eso la mencionada bajaba y miro al bebé- Hay que ponerle un nombre, que tal Terrence es muy bonito- dijo con una gran sonrisa, tenían un nuevo hijo ahí, lo iban a ayudar a encontrar una familia.

-Es perfecto señorita Pony- dijo cargando al bebé- Hola pequeño Terrence, te vamos a ayudar a que tengas una familia, que te quiera mucho- dijo con una gran sonrisa, y le parecío que el bebé le sonreía. Ayudarían a ese bebé como a todos los niños del hogar, todos merecían una familia, una mamá y un papá, y ellas lo serían hasta que encuentren a alguien que los adopte.


Un año y medio después:

En la mesa del hogar de Pony estaban todos los niños listos para cenar, era un día nevado, muy cerca de navidad, estaban el pequeño Tom peleando como siempre con el pequeño Terrence en la mesa lanzándose la comida, los dos eran el dolor de cabeza de las hermana María y la señora Pony, pero al mismo tiempo era muy divertidos verlos jugar. Serían grandes amigos de grandes.

-Terrence, Tom no se lancen la comida- decía la Hermana María pero como siempre los bebés no hacía mucho caso para no decir nada. Cargo a Terrence y lo sentó al otro extremo de la mesa, pero el niño se acercó a Tom y volvieron a golpearse como de costumbre. Los dos rodaban por todo el lugar.

-Que haremos con estos niños- decía la Señora Pony con una sonrisa por verlos así.

De un momento a otro dejaron de pelearse y vieron la puerta, caminaron hasta ahí lo golpeaban con fuerza. La Madre María se acercó a ellos y se los iba a llevar de nuevo pero los dos se salían de sus brazos y volvían a la puerta estaban haciendo un berrinche. En ese momento las dos señora escucharon dos lloriqueos y salieron encontrándose con dos bebitas.

Anni y Candy.

Las llevaron adentro ante la mirada de duda de los dos niños que querían verlas.

Las dos bebes en su canastas dentro de la casa estaban dormidas con su chupones en sus bocas, los dos bebes Tom y Terry las miraban muy entretenidos, especialmente el niño Terrence que no despegaba su mirada de la niña rubia con pecas, se le hacía muy linda, no podía despegar su ojos de ella, sentía que debía siempre protegerla, nunca quería separarse de ella.

En ese momento Tom le quito el chupón a Anni haciéndola llorar haciendo que Terrence lo mire molestó a punto de golpearlo porque el lloriqueo de la bebita le dolía la cabeza, Candy al escucharla le lanzó el suyo en su cabeza haciendo llorar a Tom ante la atenta mirada de Terrence y luego Candy empezó a llorar, sin poder evitarlo Terrence estaba riéndose por la graciosa escena aunque no la entendía bien. Pero esa niñita era muy graciosa.

La hermana María y la señora Ponny sabían que esos cuatro niños iban a ser grandes amigos por siempre, una amistad muy grande iba a crecer en ellos.

Continuará

Es una nueva historia espero que les haga gustado mucho

Ahora Tery esta con ellos desde niños,

Vamos a ver sus aventuras de estos niños.

Claro que es un Terryfic. También entraran los Leagan, Andrew, todos

no dejare a nadie libre.

Podre publicar todos los domingos, ya que es mi dia libre.

Chau, si les gusto dejen su review.