Disclaimer: ninguno de los personajes son míos, todos pertenecen a S. Meyer.

Claim: Bree.

Summary: Porque ya no hay marcha atrás, no hay manera de arreglarlo. No puedes escapar... afronta tu destino.

Rating: K+.

Nota: este drabble participa en el reto 'Palabras para el recuerdo' del foro LOL.

Palabra clave: escape.


Try to go away

(You can run but you can't scape from me... You can't run forever, can you?).


(Escape).-


La vida es tan efímera, tan corta...

Todos, desde el mismo momento en que nacemos, de lo único que somos realmente conscientes es de que algún día moriremos. Podemos pedir que sea lo más tarde posible, podemos rogar que no sea doloroso, que hayamos tenido una vida larga y placentera, que muramos rodeamos de nuestros seres queridos... Pero sabemos que el fin último de vivir es morir.

Así que, una vez asimilado esto, nos obligamos a nosotros mismos a vivir, a disfrutar, porque nunca se sabe cuando llegará tu final. Y si hay algo que de más miedo que la propia muerte, es la incertidumbre, el no saber nunca cuando será ese momento en el que todo acabará. Todos daríamos lo que fuera por saber el año, el mes, el día y la hora exacta de nuestra muerte y, sin embargo, no sabemos cuán equivocados estamos.

Y Bree lo comprende en el mismo instante en el que ve el ansia de sangre en los ojos de los Vulturi.

¿Qué ha hecho ella mal? ¿Qué ha hecho para merecer la muerte? Esta es la última duda a la que se enfrenta un ser humano antes de morir, el porqué. Puede que por suerte, o quizá por desgracia, somos seres inteligentes, seres que, desde que alcanzamos cierto grado de lucidez, nos hemos venido preguntando constantemente por el porqué de las cosas. Pero no siempre hay una respuesta a todos los porqués, es más, nunca la hay para la mayoría de ellos.

Así que, como el porqué una persona merece morir o no escapa a las reflexiones de la mente humana, debemos entender que no hay nada que estipule cuándo sí y cuándo no, quién sí y quién no, simplemente ocurre.

Pero lo que sí que podemos demostrar como verdadero es que nadie, nadie desea morir. Incluso los propios suicidas. Nadie se entrega voluntariamente al sueño eterno porque crea que lo merezca. Todos querríamos tener la oportunidad de escapar.

Y Bree siente correr por sus venas ese deseo de escape, esa sentimiento de querer salir corriendo y no ser alcanzada por nada ni nadie.

Pero sabe que ya da igual. Comprende que en esta vida todo tiene su antítesis. El nacer equivale a morir, el ser libre equivale a sentirte por momentos prisionera, y el que, en la mayoría de las ocasiones tengas la oportunidad de elegir, hace que haya momentos en los que te sea imposible escapar. Momentos como este.

Y Bree cierra los ojos y comprende, justo el instante antes de ser desmembrada y quemada hasta que no queden de ella más que las cenizas, que la única manera de escapar de verdad del sufrimiento, del dolor, de la injusticia, de la vida... es la propia muerte.


¿?