Sinopsis: Un contratiempo hace que Ron y Draco no se puedan despegar el uno del otro, tendrán que dormir juntos, ducharse juntos… ¿qué harán para sobrellevar el estar pegado a su enemigo?
Advertencia: Fanfic yaoi (chico-chico) Draco/Ron, y si no te gusta no sé como lo has encontrado sin buscarlo.
Disclaimer: Harry Potter no me pertenece es de J.K. Rowling . Si fuera mío esta historia estaría en la librería y no en fanfiction…
¡Y el fanfic está situado en el cuarto curso!
Ron sabía que todo el mundo pensaba desde el principio que Hagrid no era muy buen profesor, y que sus clases eran un tanto peligrosas, pero no se imaginaba cuanto hasta ese mismo día, el día donde se "ató", se "unió" involuntariamente a un destino.
- ¡Buenos días chicos!- saludaba un emocionado Hagrid al principio de una clase- hoy daremos una criatura pequeña y completamente pacífica, aunque –siempre había un aunque en las criaturas "pacíficas" que enseñaba Hagrid- si realmente se enfada segrega un pegamento como protección que es imposible de quitar…
Hubo murmullos entre los estudiantes mientras Hagrid iba a por la criatura en cuestión, que se encontraba detrás de unos arbustos, todos esperaban no terminar en la enfermería. Pero al ver el monstruito todo el mundo pareció relajarse, parecía un gusanito de peluche, hasta parecía tener un tacto aterciopelado y todo. A Draco no se le ocurrió otra cosa que empezar a reír a carcajadas:
- Hagrid te has equivocado, ese es el peluche que abrazas todas las noches. Y quieres que tengamos cuidado de esa cosita, pero si es enclenque y bobo, ¡no le daría miedo ni a Weasley!-Ron se giró hacia Malfoy en para enfrentarle, con unas zancadas llegó hasta este.
- Si te recuerdo, a mi no me daba nada de miedo un hipogrifo mientras que a ti te aterraba. ¡Está claro que ese gusanito no me da ningún miedo!- y con un brazo le iba a empujar, pero Malfoy se adelantó y atrapó su mano.
Los alumnos y el profesor estaban demasiado inmersos en la discusión como para darse cuenta que el "gusanito" se estaba poniendo del color rojo sangre y se empezaba a inflar, se estaban metiendo con su aspecto, y eso no lo permitiría. Cuando los dos humanos juntaron sus manos pasó a la acción, escupió una especie de moco trasparente que fue a parar a las dos manos juntas de estos.
Toda la clase se quedó callada al instante, pero todos recordaban las palabras de Hagrid: "si realmente se enfada segrega un pegamento como protección que es imposible de quitar…" Y los dos gritos de los estudiantes afectados se escucharon por toda la escuela.
- Chicos, chicos, no os preocupéis, todo saldrá bien, creo que Dumblendore tiene algo para quitarlo…- Hagrid hizo un intento nulo de tranquilizar los animos
-¿¡CREES! –Draco había mandado a la mierda su comportamiento frío de siempre y estaba hecho una furia, y la verdad que a Ron le gustaba que regañase a Hagrid, esta vez se lo merecía, y Ron no podía gritar a Hagrid cuando ponía la cara de: "yo… lo sientooo taaaanto… no sabía… no quería…"
Y para empeorar las cosas un alumno de Gryffindor agregó tímidamente :
- Ayer fui a hablar con Dumblendore y me dijeron que está fuera por trabajo y que no viene hasta dentro de tres días…- Draco y Ron fulminaron con la mirada al pobre estudiante que inmediatamente se escondió entre la multitud.
- Pues… Pediré una habitación para que podáis dormir los dos hasta que esté el director.
- Pero…- dijeron Draco y Ron a la vez, al darse cuenta se miraron con puro odio.
Pero al final tuvieron que resignarse después de probar todos los conjuros que sabían (en la desesperación probaron hasta lumus…) y esperaron en el comedor a que Hagrid les dijera que habitación les correspondía.
Al cabo de veinte insultos y unos diez moratones que se llevaron cada uno Hagrid apareció abriendo las grandes puertas, pero miraba al suelo, mala señal…
-Parece ser que no hay ninguna habitación en condiciones, con todo esto de albergar a los estudiantes de otras escuelas… pues…
-¿Y dónde vamos a dormir?- pregunta temeroso Ron
-En el Salón Común de Gryffindor…
-¡Sí!- exclamó Ron
- ¿Y por qué no en el de Slytherin?- completamente indignado Draco intentaba poner a su favor la decisión de dormir en un Salón Común.
- Pues porque nadie de tu casa a accedido, algo de traidor y sangre, han empezado a chillar todos y lo he tomado como una negativa. Bueno chicos yo me voy a limpiar a Puffy que hoy ha tenido un día muy ajetreado.
-Por tu propio bien espero que Puffy no se la cosa que nos atacó- habló Draco pero la cara de reproche estaba en los dos alumnos.
Como respuesta Hagrid salió por patas del comedor.
Draco no se podía creer lo que le estaba sucediendo, tendría que dormir en la casa Gryffindor. Solo esperaba que todos los de Gryffindor ya estuvieran en sus camas y no les viera el pelo hasta la mañana siguiente.
Y sorprendentemente así fue, pero el destino le tenía guardada una sorpresita, había una única cama de matrimonio en medio del salón. Los dos se miraron asombrados, pero a la vez, dándose cuenta de que no había podido ser de otra forma.
Ron bostezó involuntariamente, había pasado muchas cosas ese día y lo único que le apetecía era dormir. Así que con toda la voluntad que tenía se dirigió hacia Malfoy con un tono normal.
-¿Qué te parece una tregua hasta mañana? Lo único que quiero es dormir- No podía estar más de acuerdo con el Weasley, aunque le molestaba tener que hacer un trato con un traidor a la sangre por nimio que fuera.
-Vale, por lo menos durmiendo me olvidaré un rato de todo esto
Los dos empezaron a rodear la cama, pero se dieron cuenta que no abarcaban toda la anchura de la cama con sus brazos y tuvieron que saltar desde el final de la cama. Ron se puso del lado contrario para no mirar a Malfoy y por su parte Draco se puso boca arriba.
Después de pocos minutos Ron ya estaba profundamente dormido, y a su inconsciente no le importaba que estuviera Draco, Ron se movió y se cambió de lado, en el proceso se acercó demasiado a Draco. La respiración de Ron era tranquila y el aire que salía de su boca iba directo a la oreja del Slytherin con un ritmo lento, y cada vez que el aire caliente llegaba a la oreja de este un escalofrío recorría todo su cuerpo. "Debería ponerme de lado" pensó Draco pero algo le impidió moverse, quizás es que disfrutara que su cuerpo respondiera por una vez a algo que no fuera enfado o ira, aunque Draco recordaría que era porque su brazo estaría incómodo si se ponía de lado.
