Capítulo 1: Una nueva alumna.
Los cuatro chicos más trastos de todo Hogwarts estaban sentados en la mesa Gryffindor desayunando tranquilamente.
Los componentes del grupo eran los siguientes.
James Potter. Era un chico alto y fuerte. Tenía el pelo negro azabache más revuelto e imposible de peinar de todo Hogwarts. Ojos marrones y unas gafas. James era el líder del grupo y, generalmente, el que tramaba las bromas a realizar.
Sirius Black. Era de la misma altura de James. Tenía el pelo negro azulado y peinado elegantemente. Sus ojos eran grises y siempre tenía una sonrisa en los labios. Sirius era el Don Juan del grupo. Era el más atractivo y junto con James el que tramaba los planes.
Remus Lupin. Un poco más alto que los otros dos. Su pelo era marrón claro y sus ojos miel brillantes. A diferencia de los otros dos era un poco más tímido y más centrado. El era el inteligente del grupo.
Y por último Peter Pettigrew. Era bajito y la verdad no era muy atractivo. También era cobarde, Algo raro en un Gryffindor y despistado. Era rubio y sus ojos azules claros.
Todos, exceptuando a Peter, eran unos conquistadores. El que más había durado con una chica fue Remus, durante mes y medio. Era raro verles más de un mes con la misma chica, aun así ellas seguían cayendo a sus pies con sólo una mirada o una sonrisa.
-Dentro de 20 segundos la mesa Slytherin sufrirá un pequeño accidente-dijo Sirius malévolamente.
-¿Qué habéis hecho esta vez?-preguntó Remus
-Nada. Sólo que cuando bajamos a las cocinas a Sirius y a mi, por pura casualidad, se nos derramó en el jugo de calabaza de la mesa Slytherin un poco de poción que vuelve el pelo de color verde y la piel de color plata-dijo James inocentemente.
-Ya-dijo Remus incrédulo.
-Callaos chicos. Va a empezar-anunció Sirius-cinco, cuatro, tres, dos, uno
-¡¡AAHHHH!!-se oyó un grito general de la mesa Slytherin.
-¡¡Ja, ja, ja, ja!!-en las otras mesas se reían a gusto.
-Nos hemos lucido¿Eh Cornamenta?-decía Sirius riéndose.
-Por supuesto, Canuto-dijo riéndose James.
-En 7º curso y aun haciendo bromas-dijo una chica bastante alta. Tenía el pelo hasta la mitad de la espalda, negro rojizo y ojos miel.
-Algún problema Thomson-dijo Sirius-¿Qué te importa lo que nosotros hagamos?
-No me importa lo más mínimo lo que hagáis, Black-contestó ella-lo que me importa es la perdida de puntos que sufrimos todos los días por vuestra culpa.
-Déjalos, Katya-dijo una joven alta, de figura esbelta. Tenía el pelo rojo fuego y le llegaba a la cintura y unos ojos verdes esmeralda-Eran, son y serán como niños pequeños toda la vida.
En ese momento Dumbledore se levantó.
-Debido a la indisposición de, prácticamente, una casa entera, hoy se suspenderán las clases. Que pasen un buen día-dijo el director.
-Ves, Evans. Seremos unos niños pero hemos conseguido lo que queríamos-dijo James.
-Vámonos, Lily-dijo Katya- es mejor no comenzar una guerra ahora.
-James, por mucho que tú quieras y digas, con esa táctica de aparentar que no te importa, no la vas a conquistar-dijo Remus.
-Veras como antes de que acabe el curso es novia-dijo este.
-Cornamenta, llevas diciendo eso desde 4º curso. Como no suceda un milagro no conseguirás nada-dijo Sirius burlón.
Terminaron De desayunar y salieron a pasar el día en el jardín.
-Remus¿Por qué siempre llevas un libro donde quiera que vayas?-preguntó Sirius.
-Por que me gusta leer-contestó Remus.
-¿Cuándo es la próxima luna…?-iba a preguntar Peter en un tono bastante elevado de voz.
-¡Peter!-le reclamaron los otros tres.
-Lo siento-se disculpó Peter-Bueno ¿Cuándo es?
-Dentro de dos semanas y tres días-dijo Remus.
-Lunático, amigo. Te lo sabes a la perfección-dijo Sirius.
-Muy gracioso, Sirius. Muy gracioso-contestó Remus.
Pasaron la tarde riendo y planeando sus próximas bromas, hasta que llego la cena y se dirigieron al gran comedor.
-Hoy ha llegado una nueva alumna que va a cursar el último año de magia en Hogwarts. Ahora será seleccionada para una de las cuatro casas-anunció Dumbledore-Profesora McGonagall hágala pasar.
-Élanor O'Donnell, (N/A: El nombre lo saque del libro del señor de los anillos y el apellido es uno cualquiera) pase y siéntese en ese taburete-dijo McGonagall.
Una joven alta y delgada entró al Gran Comedor. Tenía el pelo de un color rubio dorado que sólo le llegaba a los hombros y sus ojos eran negros y brillantes. Se sentó en el taburete y allí permaneció 10 largos minutos hasta que el sombrero dijo:
-Slytherin.
