Drabble basado en la canción "Overnight" de Jake Miller, con Jyushimatsu y Karamatsu Matsuno del anime "Osomatsu-san".

Espero que les guste.


Adv.: Los personajes pueden ser OoC.


—Ellos dicen que el cambio lleva tiempo. —Susurró para sí mismo.

Era de noche. Karamatsu estaba sentado en un sofá de la enorme sala que tenía en su hogar, esperando pacientemente a su pareja y a la vez hermano menor: Jyushimatsu.

Cuando escuchó el abrir y cerrar de la puerta, se levantó lo más rápido que pudo y se dirigió hacia la entrada a la velocidad de la luz.

—Bienvenido a casa otra vez, Jyushimatsu. —Movió su mano en gesto de saludo, manteniendo distancia con el menor.

—Hola, Karamatsu. —Siempre le daba la misma respuesta.

La relación de ambos había cambiado desde que Jyushimatsu había descubierto una carta para nada amorosa y muy provocativa de una fanática del de ojos azules. Era el guitarrista de una de las bandas del momento.

El de gran sonrisa se había sentido engañado.

— ¿Cómo te fue el día de hoy? ¿Lograste conseguir trabajo? —Karamatsu insistía en seguir conversando. Anhelaba más que nada que las cosas cambiasen entre ambos. Que volvieran a ser como antes.

—Bien. —Otra vez se hacía presente esa frialdad. Oh, cómo la odiaba.

Jyushimatsu se encaminó a la cocina, no sin antes haber dejado sus cosas sobre uno de los sofás de la sala.

Karamatsu se había quedado estancado en la puerta.

—Las cosas cambiarán hoy. Esta noche. —Volvió a susurrar para sí.

El mayor siguió al menor de ojos color miel, con una pequeña sonrisa en su rostro. Lo abrazó.

— ¿Qué demonios estás haciendo? —Jyushimatsu no mostraba señales de querer zafarse. Era un punto a su favor.

—Te estoy abrazando… ¿Acaso no es obvio?

—Sí, lo es. —Maldita su frialdad.

— ¿Sabes, Jyushimatsu?

—No. No sé…

—Eres frío como el hielo, pero hermoso como la nieve. —No hubo respuesta alguna de parte del menor.

De pronto, escuchó que este comenzaba a sollozar. Karamatsu se desesperó y lo abrazó con más fuerza.

—No llores. No quiero que llores por mi culpa una vez más. Perdóname. Perdóname por todo. Yo no tuve nada que ver con esa chica. Ni si quiera la conozco, no sé quién es… Perdóname, por favor, Jyushimatsu. —Su corazón se despedazó más al oír que los pequeños sollozos del menor se convirtieron en llanto.

Ya no sabía qué hacer. Su única opción era abrazarlo y pedirle perdón.

—Feliz cumpleaños. —Karamatsu logró susurrar aquello último. Y Jyushimatsu sonrió dolido.

Aún lo amaba.