Fandom: Glee
Título: New York puede esperar.
Personajes: Finn Hudson. Rachel Berry.
Parejas: Finchel.
Notas: Drabble.
- Finn, no hagas esto más difícil, sabes que te quiero, pero New York es mi sueño, eso también lo sabes…
- No te quiero perder, no ahora… Lo he pasado muy mal sin ti, te necesito Rachel.
- Y yo, pero es mi sueño Finn, ahora entiéndeme tú, siempre te querré…
- Y te entiendo, pero es que no te puedo perder. – las palabras de Finn, la expresión de su cara, hace que la decisión de Rachel sea aún más difícil, lo ama, y no lo quiere perder, pero también quiere su sueño, Brodway, New York, ese es su sueño.
- Hablamos más tarde Finn, ahora no puedo, debo ir a clases…
Se ven una hora más tarde. Después de la clase. Finn tiene una idea para hacer que Rachel cambie de opinión.
- Rachel, ¿puedes quedar más tarde? Ven a mi casa… y hablamos.
- Vale – dice una Rachel contenta.
Rachel llega contenta a la casa de Finn. Él le tapa los ojos y la lleva al puente donde le regaló aquellas flores en el Estatal.
- Finn… - Rachel no se lo puede creer, y Finn intenta sonreír. – adoro este lugar, te adoro a ti, pero no me lo pongas más difícil…
- Rachel Berry – comienza Finn, y acto seguido se arrodilla. La cara de Rachel es un poema, no puede estar más sorprendida.
- No… no sigas. – dice Rachel con las manos en la cara.
- Rachel Berry – retoma Finn. – hemos pasado los mejores años de mi vida, hemos discutido, nos hemos amado, y hemos disfrutado el uno del otro. Te amo, Rachel Berry. Y ahora. Delante de todo el mundo – la gente se iba acercando para ver que sucedía. – quiero decirte lo más importante que he dicho nunca. Sé que he sido egoísta contigo y egocéntrico, pero te amo, de verdad… Y lo único que quiero es estar contigo, para siempre. Sé que esto te pondrá más difícil aclararte, pero tengo que hacerlo, porque es mi última oportunidad, y la tengo que aprovechar. No importa que digas que no, pero… Rachel Berry, ¿quieres casarte conmigo?
La boca de Rachel no producía ningún sonido, todo el mundo miraba, pero nadie decía nada. Rachel continuaba con las manos en la cara, mirando a Finn. Y todo era silencio.
- Sí, quiero. – pronunció por fin Rachel. – se que esto es una locura, pero te amo. New York puede esperar.
- No tendrá que esperar, me iré contigo donde haga falta. – Rachel sentenció la escena con un beso, dulce pero intenso.
