HASTA QUE DESPIERTES
Regina
Oí como el lápiz golpeaba el suelo, pero en esos momentos no me importó mucho, lo único que ocupaba mi mente era el miedo y culpa. Miré la mesa y vi la carta que me había costado tanto escribir, en la cual se podían vislumbrar los rastros de lágrimas que había dejado caer sin querer. En ese momento una sonrisa se escapó de los labios, en lo que llevaba de semana se podían contar con los dedos de las manos las veces que lo había hecho, al pensar que seguramente te reirías de mí si me vieras en estos momentos.
Recogí el lápiz del suelo y miré el reloj, eran las doce, debía irme a dormir o mañana no aguantaría despierta. Pero no quería, llevaba una semana con pesadillas reviviendo el momento una y otra vez, sin poder hacer nada, viendo como caes al suelo después de que esa bola de fuego dirigida a mí te alcance. Vuelvo a rememorar como "mi hermana" se ríe diciendo que para ser la salvadora eres muy poca cosa.
Cuando consigamos vencerla, el manco y Snow te llevan al hospital y yo sigo sin reaccionar. Aún no he ido a visitarte no he podido, no quiero verte así tan quieta y frágil, tan diferente a la mujer cabezota que tiene como hobbie sacarme de quicio, verte así me hubiera destrozado. Extraño nuestras peleas, nuestros piques, que sueltes una de tus frases como buena Charming y de que no te rindas conmigo, porque solo tú me has visto siempre como únicamente Regina.
Puede que mañana vaya a verte, ya es hora de enfrentarme a los miedos, después de todo me habías salvado la vida. Sentí rabia ¿Por qué te habías puesto delante? ¿Por qué me salvaste? ¿Por qué me dejaste sola?
Definitivamente lo decidí: iría a verte y te preguntaría el porqué de todo. Puede que pareciera una loca, pero daba igual, porque sabía que me escucharías, a tu manera siempre lo haces. Y cuando saliera de tu habitación en el hospital do te diré porque sé que despertaras. Por lo que saldré por la puerta con un hasta que despiertes. Y con esa idea en la cabeza me dormí igual que tú hacías, con la diferencia que yo tenía la certeza de que despertaría por la mañana.
