CAPTAIN TSUBASA FANFIC
-14 DE NOVIEMBRE-
Autor:
Ivan Emiliano Altamirano
Todos estos personajes, son derechos
reservados de Yoichi Takahashi, así que no me demandes...
Shizuoka, Japón...
-Gracias Reika-chan - sonrio una
joven de cabellos castaños mientras una chica se despedía
de ella por la ventanilla del coche.
-No fue nada, gracias por
acompañarme mientras mi madre se iba de viaje.
La joven
asintio y se despidio. Se volvio hacia la casa, la cual estaba en la
oscuridad.
-Otra vez sola - penso mientras sacaba la llave y abría
con cuidado. Efectivamente, la casa estaba totalmente a oscuras. En
lugar de encender las luces, la joven se dejo caer en un sillón
de la sala mientras suspiraba. Entonces, instintivamente volteo hacia
la repisa, que estaba repleta de fotografías. Entre ellas, la
de un chico que sostenía un balón entre sus manos. 3
Kanjis marcaban la esquina del marco...junto a la palabra
"Anego".
-Anego - sonrio un momento la chica - hace
tiempo de ello.
Se levanto y tomo la fotografía.
Efectivamente, se veía un tanto vieja, de hacía 7 años.
La chica sonrio un momento, pero luego volvio a suspirar, mientras
colocaba la foto en su lugar. Se inclino para encender el estereo y
un CD predeterminado comenzo a escucharse e inundar con una melodía
la sala. La joven se dirigio a la cocina y tras sacar un yogurth del
refrigerador, se sento en la oscuridad a escuchar la canción
Amiga mía, lo sé, sólo vives
por él, que lo sabe también,
pero él no te ve
como yo, suplicarte a mi boca que diga que me confesado entre
copas
que es con tu piel con quien sueña de noche, y que
enloqueces con cada botón que
te desabrochas pensando en su
manos, él no te ha visto temblar, esperando
una palabra,
algún gesto un abrazo, él no te ve como yo
suspirando,
con los ojitos abiertos de par en par, escucharme
nombrarle.
¡Ay, amiga mía! lo sé y él
también.
Amiga mía, no sé qué decir ni
qué hacer para verte feliz.
Ojalá pudiera mandar en
el alma o en la libertad que es lo que a él le hace
falta,
llenarte los bolsillos de guerras ganadas, de sueños
e ilusiones renovadas.
Yo quiero regalarte una poesía, tú
piensas que estoy dando las noticias.
Amiga mía, ojalá
algún día escuchando mi canción,
de pronto
entiendas que nunca quise fue contar tu historia porque pudiera
resultar conmovedora.
Pero, perdona, amiga mía, no es
inteligencia mi sabiduría,
esta es mi manera de decir las
cosas, no es que sea mi trabajo, es que es mi idioma.
Amiga mía,
princesa de un cuento infinito, amiga mía, tan sólo
pretendo que cuentes conmigo
La canción termino. La chica miraba el cielo estrellado de
Fujisawa al tanto que emitia una leve sonrisa
-Sanae Nakasawa. 18
años, hace mucho tiempo, Anego - dijo con cierta ironia - que
estas haciendo? Porque aun lo recuerdas?
Efectivamente. Era Sanae,
antigua porrista y administradora del equipo Newteam, ganador del
campeonato nacional de la primaria y de secundaria en varias
ocasiones. Esos años eran especiales, no solamente porque ella
lo vivio de una forma increíble, sino porque conocio a una
persona muy especial para ella. Un chico maravilloso en muchos
aspectos, salvo en uno solo...el amor.
La última vez que lo
había visto en vivo, había sido hace unos meses, pero
solamente de vista, durante las eliminatorias del equipo japonés
para el Mundial Juvenil Sub-20. Se fue tan pronto termino de jugar y
no lo volvio a ver como antes, como hace 2 años, cuando la
selección juvenil japonesa se enfrento a su similar de
Holanda. Entonces, fue una goleada espectacular, pero ella eso le dio
poca importancia, comparado con haberlo visto, haber platicado con
él...haberlo despedido.
Ahora, solamente las llamadas eran
ocasionales...y ella no sabía que pensar. Era cierto, era un
chico formidable. No solo apuesto, sino tambien determinado, con un
carácter casí imbatible. Un espíritu que era un
ave fénix que resurgía de las cenizas de la posible
derrota, y que lo hacía volar sobre todo y todos.
Valía
la pena realmente, valía estar con él y su forma de
ser. Le había dedicado gran parte de su vida. Le había
entregado todo lo que tenía, lo había apoyado en las
buenas y en las malas. Había hecho a un lado sus sentimientos
solamente con el propósito de apoyarlo en su sueño, en
su amor por el futbol. Y sin embargo...sin embargo...
-Porque
tiene que ser tan egoísta? - murmuro la chica aun sonriendo -
porque tiene que pensar solamente en el futbol?
Sanae volvio a
suspirar y con fingida molestía le dio un trago al envase casí
vacío de yogurth.
Ella siempre había sido de un
carácter fuerte y determinado, tal vez en un momento, se había
inclínado a ser como un chico, en la primaria, pero conforme
crecio, maduro y se volvio una joven hermosa. Mantenía su
carácter, su fortaleza, pero tambien se había vuelto
femenina. Se sentía contenta por ser así...su vida
había sido buena, salvo por ese detalle...amaba a alguien,
pero no sabía si ese lo correspondía...porque en su
cabeza solo existía él, sus sueños, el
futbol.
En otras ocasiones, lo hubiera odiado, al soccer, porque
le había arrebatado a la persona que quería, pero a la
vez, sin él jamás lo hubiera conocido. Así que
luego de una duda que tuvo, en el tercer campeonato, decidio apoyar a
la persona amada aun cuando él jamás cambiara en ese
aspecto. Sin embargo, trás el partido contra Holanda, las
cosas se enfriaron dramáticamente. Sanae veía a ese
chico jugar con todas las ganas en un partido, entregandose al
máximo, pero sin embargo, ella anhelaba eso, lo anhelaba para
sí misma...
Así para evitar pensar en otra cosa,
comenzo a salir, a hacer su propia vida, tratando de no olvidar, pero
si saber sobrellevar ello una y otra vez.
Por eso no había
motivos para sentirse mal, tenía amigos, una vida social
importante..así pretendientes...pero ella los había
rechazado...a ella no la eligian, sino ella lo hacía. Su
elección estaba hecha...desde hacía mucho tiempo.
Pero...él, él no respondía. Era tan egoístamente
distraído, tan centrado en lo que él quería. Las
pocas conversaciones con él, habían sido puramente de
él, de sus sueños, de su futbol! Acaso no existía
algo más además de ello, acaso no podía hablar
de ella? Acaso no podía ver que ella lo amaba con todo su
corazón? Porque no la tomaba en cuenta? Acaso solamente era un
sueño? Un sueño que ella le hiciera caso?
Otra
sonrisa asomo en el rostro de la chica. Sí. Era desesperante.
Muchas veces había querido dejarlo...allí seguía.
Sin
embargo, pese a que no parecía haber esperanzas, ella creía
en él, y en lo que era. Aun tenía esperanzas, pero lo
más seguro, es que sin un día, ese chico se fijara en
ella, no sabría como tratarla...porque lo único que
parecía pensar, era en como meterle un gol a un equipo.
-Jeje
- rio Sanae. Ese pensamiento le había devuelto un poco la
alegría. Al fin al cabo, así era él...no podía
evitarlo y si cambiara, no sería lo mismo
-No, no voy a
deprimirme, soy fuerte - se levanto con un ánimo renovado
mientras tiraba el envase en el cesto - y nadie me lo quitara. Aunque
me gustaría al menos diera un poco más de sí...
Sanae
sonrio y se dirigio hacia su habitación para cambiarse, pero
en ese momento, el teléfono sono.
-Bueno, casa de la
familia Nasegawa
-Disculpe, buenas noches, se encuentra
Sanae-san?
Esa voz. Sanae se quedo estática un momento. Era
él...
-Erh, sí, soy yo - la chica sonrio -
Tsubasa-kun! como estas?
-Sanae-chan? Ahh, disculpa, no te
reconocí la voz.
-Tsubasa Ozora! - dijo la chica con
reproche - llevamos conociendonos 7 años y aun no conoces mi
voz
-Disculpa - se oyo la voz del chico apenado - pero sabes de mi
memoria...
-Sí, sí, no me des excusas - suspiro -
bien, que paso? Donde estas?
-A medio oceáno pacífico
-Que
cosa? Oo
-Sí, me permitieron hacer una
llamada.
-Pero...vienes para aca?
-Claro, tengo cosas que
hacer, pero quiero saber si puedes recogerme en la estación
tren bala de Fujisawa
-Sí, sí, claro...pero
Tsubasa-kun, va a ser algo pesado.
-Ah, no te preocupes. Llegare a
Tokyo en unas 7 horas y luego unas 2 horas de Tokyo a Fujisawa en
tren.
-Entonces - Sanae consulto su reloj - llegarás a las
8 am.
-Sí, podrás recibirme?
-Sí,
claro...te vere entonces a las 8 en la estación
-Ok,
gracias. Se me acaba el tiempo.
-Claro, tu tambien cuídate
y.. - Sanae iba a decir algo más, pero la llamada se corto. La
chica colgo y no supo que decir...cuando el teléfono volvio a
sonar.
-Hola - se escucho la voz de Tsubasa nuevamente - perdona,
pero se corto.
-Erh, sí, sí - la chica sonrio algo
extrañada - vale.
-Bueno, como has estado?
-Bien, te ha
ido en Brasil?
-Pues, estoy a punto de llegar a las semifinales
del torneo paulista con los Santos. Aunque desde que Santana-kun se
fue a Argentina, la liga ha bajado su nivel en...
Sanae sonrio
para sus adentros. Allí iba otra vez, a hablar de lo que era
su pasión. Cada llamada estaba lleno de aquello y esto, todo
del futbol.
-Entonces, no se...también he estado viendo
irme de Brasil...hacia Europa.
-En serio?
-Sí...aunque
prefiero terminar el próximo campeonato mundial juvenil y
luego pensar. Será una gran decisión.
-Vaya,
entonces que haces aquí? No debería estar
concentrandote en tu carrera?
-Te digo que tengo cosas que
hacer...
-Ah - dijo la chica un tanto desilucionada - esta
bien.
-Pasa algo?
-No, nada. Estoy bien.
-Bueno, a
propósito, alla que día es?
-Será día
14 de noviembre cuando vengás.
-Entonces estoy bien - se
escucho una risa.
-Sucede algo?
-No, nada...bueno, ahora tengo
que colgar. Ya me reclaman el teléfono.
-Esta bien,
cuídate
-Igualmente, cuelgo... - se corto. Sanae suspiro y
se sento un tanto sorprendida.
-No! - se levanto mientras se
dirigía hacia su habitación - tengo que arreglarme!
Al día siguiente, 8:30 am.
Sanae miraba con un tanto de
ansia el reloj en su muñeca y luego echo una mirada a su
alrededor.
-Debio retrasarse - penso mirando a su alrededor - o
llego más temprano. Rayos! Debí despertarme más
temprano.
La chica fruncio el cejo. Había llegado con 15
mins de atraso, pero al llegar, Tsubasa no aparecía por ningún
lado. Decidio esperarlo, pero tal vez, lo más seguro es que se
había ido por su cuenta o que había olvidado que ella
vendría.
-Ese niño - sonrio mientras miraba su
atuendo. Consistía en un pantalón en tenis, pantalón
de mezclilla deslavado y una blusa roja.
-Estoy bien - se dijo
mientras se miraba (y sin que lo notara, un tren bala se había
detenido). El rojo siempre había sido su color favorito. Desde
la banda que usaba en la cabeza en la primaria hasta cuando era
administradora. Claro, si Tsubasa le preguntaran sobre ello, no
sabría. Solo tenía mente para el futbol.
-Saludos
Sanae-chan.
La chica desperto y levanto la vista. Sí, era
él, ni más ni menos.
-Tsubasa-kun - le sonrio -
bienvenido a Japón!
-Gracias - el chico sonrio mientras
sujetaba su maleta - como has estado?
-Bien, bien - Sanae se
sacudio, quitandose aun la pena que aun le inspiraba Tsubasa - que
tal si nos vamos?
-A proposito - Tsubasa seguía a la chica
rumbo a la salida - perdona, pero llegue un poco tarde. El vuelo se
retraso, pero logre conseguir un tren que llegara.
-No te
preocupes, pense que te habías ido sin m
-Vamos, acaso
haría eso?
-Te conozco, no?
-No del todo
-Ehh? -
Sanae se volvio sorprendida - que dijiste?
-Nada - el chico sonrio
mientras se detenía y levantaba la mano para pedir un taxi.
Sanae iba a preguntar, cuando el taxi llego. Mientras el chofer
amablemente, subía la maleta, Sanae iba a abordar, cuando vio
una mano que le abría la puerta.
-Me permite?
Sanae no
supo que decir ante la cortesía de Tsubasa, e igualmente se
quedo muda mientras subía atrás. Tsubasa se coloco a su
lado mientras le decía al conductor en voz baja a donde
ir.
-Que le sucede? - se pregunto la chica mientras el taxi
comenzaba a avanzar - que fue eso?
-Sucede algo?
-No, nada - la
chica sonrio - solamente..nada.
-Vamos, dilo
-No, en serio, en
serio...no trates de adelantarte, si? - dijo algo molesta, pero
Tsubasa le sonrio, dejandola un poco desconcertada.
-Esta bien -
asintio. Sanae se quedo callada, algo extrañada.
-A
propósito, a donde iremos? Es miercoles, aun esta abierta la
escuela Nankatsu si quieres visitarla.
-No vamos para
alla.
-Entonces?
-Lo verás... - dijo Tsubasa como dando
por terminada la platica. Sanae nuevamente se quedo en silencio,
preguntandose que tramaba.
Luego de unos minutos, el taxi
finalmente se detuvo frente a lo que parecía una zona peatonal
a lado del río Fujisawa. Sanae salio del taxi desconcertada,
mientras Tsubasa le pagaba al chofer y tomaba la maleta de color rojo
y negro.
-Que hacemos aquí?
-Hmmm, podemos caminar un
rato?
-Claro, pero que sucede?
-Ten un poco de
paciencia.
-Tsubasa-kun, sabes que soy muy curiosa!
Pero el
chico se limito a sonreír mientra comenzaba a caminar a lado
de la barda que separaba el paso del declive del río. Sanae lo
siguio y se coloco a su lado.
-Acaso no has aprendido a esperar a
una dama, eh? - le recrimino. Tsubasa se coloco una mano en la
nuca.
-Ahh, lo siento, se me olvida.
-Ahh, solo eso? Eres
imposible! - la chica miro para otro lado, pero entonces, el chico se
movio, colocandose de tal forma que él estuviera del lado de
la calle.
-Algunas cosas no se me olvidan - dijo antes de que ella
hablara o dijera algo.
Volvieron a pasar los minutos, mientras
ambos caminaban por la vereda. El ruido de algunos coches y de
algunas aves que se posaban en el rio rompían el silencio que
había entre ambos. Sanae comunmente se hubiera puesto a
hablar, igualmente Tsubasa. Sin embargo, el silencio reinaba y eso
ponía un tanto nerviosa a la chica.
-Tsubasa-kun,
yo...
-Mira! - el chico dejo caer la mochila ante la sorpresa de
ella y se dirigio hacia un puente que había enfrente. Sanae
tomo la mochila mientras sonreía.
-Oye, que pasa? Porque la
emoción?
Tsubasa no respondio mientras examinaba el puente.
Entonces una sonrisa ilumino su rostro.
-Sí, no lo han
pintado, perfecto.
-Pintado? De que hablas?
Tsubasa siguio
sonriendo cuando levanto la vista, ignorando la pregunta de su
compañera.
-El campo del St. Francis esta cerca de aqu
-Sí
- dijo Sanae un tanto molesta por la poca atención - aunque el
St. Francis lo dono para que fuera un campo
local.
-Interesante...vamos a verlo - el chico tomo la mochila de
las manos de Sanae - vamos?
-Pues..sí - la chica estaba más
extrañada que nunca, cuando se volvio hacia lo que Tsubasa
había visto en el puente. Era una especie de mancha redonda en
uno de los pasamanos.
-Se ha vuelto loco - penso mientras se
volvía y seguía al chico...
La pareja llego a los límites del campo, que ahora tenía
una alambrada a su alrededor, pero la entrada era abierta. Con algo
de sigilo, Tsubasa y Sanae entraron, al tanto que el primero miraba
maravillado el campo de futbol.
-Que hermoso. No hay nada más
bello y excitante que un campo de futbol. Es como la gloria misma -
el chico estaba maravillado. Sanae lo miraba con algo de
displacencia.
-Si tu lo dices - murmuro. Tsubasa cerro los ojos
como disfrutando el ambiente y como un juego entre escolares se
desarrollaba abajo.
-Lo sientes?
-Eh? De que hablas?
-Sí,
el ambiente...el ánimo.
-Eh? Bueno - Sanae sonrio un poco -
me recuerda cuando juegas cada partido.
-Así es...cada
juego. Cada momento. Como el balón pasa de un lado a otro. La
emoción de tomarlo y correr por el campo. De enfrentarte a
grandes rivales y demostrales tu capacidad. Mejorar día con
día.
Sanae siguio sonriendo, aunque le extrañaba un
poco la actitud de Tsubasa. Parecía un tanto extraño y
hablaba a veces raro, más que de costumbre.
-Oye, tengo
hambre.
La imagen que la chica tenía de él se quebro
un momento con una gota de sudor.
-Eres un glotón,
sabías?
Tsubasa asintio.
-Sí, es que no desayune,
me gustaría comer algo ahora.
-Hmmm, hay un restaurante
unas cuadras abajo, si quieres, vamos
-Claro - asintio mientras
salía del lugar. Sanae fruncio el cejo, por un momento, algo
se le hacía parecido.
-Sanae-chan!
-Voy, voy - la chica
se encogio de hombros - y siguio al capitan.
La pareja, comenzo a platicar un poco ahora, especialmente de la
vida de Sanae. Le comentaba lo que había hecho en la
preparatoria y como había ingresado al club de
fotografía.
-Tuve que ir a la playa de madrugada para tomar
fotos del amanecer. Puedes creerlo?
-Me imagino - comento el chico
mientras seguían caminando. Sanae suspiro en silencio. Era el
único comentario que había hecho en toda la plática.
Ella siempre hacía comentarios sobre el futbol, animando más
la platica, haciendola ver interesante. Sin embargo, cuando ella
platicaba de su vida, el permanecía en silencio, un tanto
distante, como si su cabeza pensara en un balón en ese
momento.
Finalmente llegaron al restaurante, que era al aire
libre. Luego de pedir un par de tazones de tallarines, ambos se
dirigieron hacia una pila donde los comensales se lavaban las manos.
Tsubasa fue el primero y mientras se las secaba, se inclino hacia la
chica que estaba algo seria.
-Me gustaría ver esas fotos...
- murmuro.
-Ehh? - Sanae parpadeo y antes de que dijera algo, el
chico se había ido hacia la mesa. Termino de lavarse
rapidamente y se dirigo hacia él.
-Tsubasa-kun, yo...
Antes
de que dijera algo, el chico aparecio con dos refrescos de lata, uno
de color verde y otro rojo.
-Te gusta el de limón,
no?
-Erh, sí, gracias - atino a decir Sanae mientras tomaba
la lata al tanto que se sentaba en la mesa aun sorprendida. Tsubasa
sonrio y tomo el plato.
-Con tu permiso, buen provecho - y comenzo
a comer a gran velocidad.
-Yeah..sí - alcanzo a decir
mientras miraba el la lata de refresco, ya abierta, al tanto que
pensaba como sabía de su gusto por...
-No comes?
-Claro
- Sanae sonrio rompiendo su pensamiento mientras tomaba el tazón...
-Estoy satisfecho! - exclamo el chico al tanto que dejaba el
tercer tazón en la mesa. Sanae lo miro sorprendida.
-Por
Kami! No cabe duda, tu apetito jamás disminuye.
-Vamos,
tengo que estar en forma, y que mejor que reponer lo pérdido.
-Lo
imagino...a propósito, me comentabas un poco sobre la liga
Paulista.
-Sí, estamos como sublíderes, detrás
del Gremio de Porto Alegre. Pero si ganamos a Cruzeiro, seremos los
número uno de la Liga...
-Ya veo, y me decías
de...
-Sanae-chan, me gustaría dejar a un lado el futbol
estos momentos, te parece?
-Ehh? - ella abrio los ojos sorprendida
- que dices?
-La cuenta por favor - exclamo Tsubasa como si no
hubiera oído. Se volvio hacia Sanae - bien, nos
vamos?
-C-Claro, Tsubasa-kun, tu estas bien?
-Ah,
perfectamente. Vamos, tenemos que seguir caminando.
En lugar de tomar otro taxi, ambos comenzaron a caminar por lo que
era la periferia de la ciudad, así que las horas comenzaron a
pasar mientras platicaban un poco de todo. El silencio se había
roto y ahora esa vieja mística había aparecido. Tsubasa
hablaba un poco de futbol, así de los amigos como Ishizaki,
Matsumaya o Misugi. Sanae le contestaba como estaban ellos, mientras
ella igual le platicaba de las amistades que había hecho y así
de su vida, en los últimos años.
-Edogawa-kun es un
chico muy lindo - sonrio ella complacida - y muy alto...
-Ahh, ya
veo - Tsubasa fruncio el cejo.
-Sí, aunque hacía
tiempo que no lo veía, desde niños. Me dio un poco de
pena, pero inmediatamente congeniamos.
-Ahhh... - el tono que
empleo Tsubasa en la frase llevaba un cierto deje que dejo algo
extrañada a Sanae.
-Pasa algo?
-No, nada - el chico miro
para otro lado - no pasa nada.
-Tsubasa-kun - la chica sonrio -
vamos, que sucede? te conozco demasiado bien.
-No pasa
nada
-Entonces porque esa cara?
-Cual cara?
-Generalmente,
estas alegre y me hubieras hablado de futbol, ya que igual él
lo practica, pero...
-No pasa nada... - Tsubasa sonrio, pero
forzadamente, cuando levanto la vista. Una explanada verde se veía
alrededor de lo que parecía un lago, que en realidad, se
conectaba al mar por una estrecha franja de agua - oye, que es
allí?
-Ah, es el parque metropolitano. Lo construyeron
luego de que te fuiste a Brasil. Como vienes poco, pues...
-Ya
veo, que tal si vamos?
-Claro - asintio Sanae, pero mientras
Tsubasa avanza, ella se quedo pensando.
-Que fue esa reacción?
- se pregunto para sus adentros - porque se puso tan serio? Acaso él?
- entonces parpadeo - no, es imposible...acaso...
Entonces el
impacto de una gota la desperto. Levanto la vista y vio como el cielo
se había nublado de repente y una tenue lluvia se
cernía.
-Argh! - exclamo - como odio que llueva!
Tsubasa
se acerco mientras sacaba una gabardina de su mochila, la coloco
encima de Sanae.
-Toma, esto evitara que te mojes
-Pero...tú?
-Ah,
me gusta mojarme, no tepreocupes - sonrio mientras se ponía a
su lado, al tanto que la tomaba de su brazo, haciendo que parte
tambien de la gabardina cayera sobre los hombros de Tsubasa. Sanae se
paralizo, mientras el chico ponía su brazo encima de sus
hombros, cubriendola para evitar que se mojara.
-Vamos, alla hay
un árbol donde podremos resguardarnos
Sanae asintio de
forma automática, mientras ocultaba su cara enrojecida.
-Te
acuerdas cuando jugamos ese partido bajo la lluvia?
-Erh...sí
- comento la joven en voz baja mientras caminaba a la par de él
- fue contra Shimada. Morisato había tomado el lugar de Genzo
y había admitido un gol. Sino hubiera sido por tí, el
equipo no hubiera reaccionado. Llovía como nunca...igual que
en el partido contra Jun.
-Entonces? Si te desagrada tanto la
lluvia, porque estabas allí?
-Me escuchaste?
Tsubasa
asintio. La chica sonrio, mirando vagamente hacia un lado.
-Odio
la lluvia - murmuro - me choca. Odio los días nublados, porque
deprimen. En cambio, es muy distinto el sol que hay a veces.
-Ya
veo - sonrio Tsubasa cuando al fin llegaron al árbol. Sanae se
descubrio, mientras el aire se ponía un tanto frío con
la lluvia.
-Este es el lugar - comento Tsubasa de repente.
-De
que?
-Aquí le hicimos una promesa a Wakabayashi-kun de
ganar el campeonato nacional. Veo que construyeron el lugar sobre la
vieja playa.
-En parte, aun esta el lugar donde entrenaron a
Morisato-kun. Claro, ahora cada fin de semana, es un antro por así
decirlo.
-Y me imagino que vas.
-Oh sí - sonrio Sanae -
tan excitante.
Tsubasa correspondio el gesto. Entonces levanto su
vista hacía el reloj.
-Ya son las 3, se ha pasado rápido
el tiempo.
-Porque lo dices?
-Ah, no lo comente. Tengo que irme
a las 10 hoy
-A las 10? Tan pronto?
-Sí, tengo que
regresar a Brasil de forma inmediata.
-Hmmm, ya veo. Pero
Tsubasa-kun! Aun no arreglas esos asuntos que habías dicho y
es tarde!
-Ah, aun hay tiempo, creeme - entonces vio hacia otro
árbol donde una pareja se besaba - oye, eso me recuerda hace
unos años.
-Ah que te refieres?
-Sí, cuando
dejamos al doctor para ir a la concentración del equipo. No
recuerdas?
-Ahh, sí...te habías lástimado el
tobillo contra Makoto Soda. Fuimos a ver unas radiografías,
cuando nos volvíamos, alguien hablo de Matsumaya-kun y tu te
fuiste como loco.
-Cierto, justamente cuando te dignaste a ponerte
a mi lado.
-De que hablas? - Sanae se puso entre apenada y
aterrada
-Sí, me parece mala educación que caminarás
tras de mí...
-Ahh, eso - suspiro la chica aliviada - era
un poco ingenua. Si vuelves a hacerme eso...
-No te preocupes, no
lo volvere a hacer, jeje.
-Más te vale - le guiño el
ojo - más te vale.
-Ah, claro que me vale.
-Ehh? Oye,
eso aquí significa que...
-Lo sé, lo sé -
Tsubasa sonrio cuando el chapoteo de la lluvia casí había
desaparecido - parece que dejo de llover...nos vamos?
-A
donde?
-Que tal el cine?
-Cine - Sanae abri los ojos - al
cine?
-Sí...supongo que has ido, no?
-Tsubasa-kun
¬¬
-Bromeo...quieres ir?
-Sí, hace tiempo que no
voy. La última vez fue con mi primo...él siempre me
invita.
Tsubasa asintio mientras guardaba la gabardina en la
mochila.
-Bien..que esperamos? - señalo hacia un lugar
donde se encontraban varios taxis. Sanae asintio contenta...
Luego de un recorrido rápido, se detuvieron frente al cine
de la ciudad.
-Y bien? Cual veremos? - Sanae miraba la cartelera.
Tsubasa hacía lo mismo, pero parecía que su atención
se había fijado en algo.
-Star Kickers? - Sanae elevo la
ceja.
-Es una historia muy original. Es en otra galaxia, muy, muy
lejana. Donde los mejores jugadores de otros mundos se juntan para un
partido decisivo contra un villano llamado Vater.
-Hmmm, futbol -
penso la chica con resignación - allí vamos otra
vez.
-Y bien, que dices?
-Bueno, parece divertida,
vamos.
Cuando llegaron a la taquilla, Sanae iba a sacar dinero de
su bolso...lo cual le parecía algo extraño. Se había
olvidado completamente de él, ya que Tsubasa había
pagado todo..pero al volverse el chico con los dos boletos, se dio
cuenta de que esto iba a ir para rato.
Finalmente, entraron a la
función. Sanae, mientras veía los títulos de
Lucasfilm, penso que sería una película un tanto
aburrida, además de que Tsubasa estaba casí saltando
por verla.
Sin embargo, se llevo una grata sorpresa mientras la
película pasaba. Realmente no solo era de futbol, sino tambien
tenía una dosis de romance muy buena y de comedia. Había
un chico que le recordaba mucho a Ryo Izhisaki...y claro, el
protagonista, que era muy parecido a la persona que la acompañaba.
-Y
allí es cuando debe hacer el tiro decisivo - murmuraba Tsubasa
- confiando en sus instintos.
-En sus instintos?
-Sí, en
lo que sientes. Uno debe hacerlo en base a lo que es y
siente...cuando pensamos demasiado, es cuando hay muchos errores.
-Ya
veo - decía la chica interesada, cuando sintio un repentino
dolor en el estomágo. Fruncio el cejo y se dio cuenta de que
no había comido. Era extraño, porque Sanae no era
alguien de comer mucho..sin embargo, la caminata y la platica con su
querido Tsubasa, la habían agotado un poco.
-Ahora vengo -
se levanto de repente.
-Eh? A donde? Viene lo mejor, según
dijiste
-Espera, ahora vuelvo...
Sanae solo miro como Tsubasa
pasaba entre la gente y se iba rapidamente. La chica suspiro algo
molesta, mientras veía a solas la película. Entonces
llego la escena donde Vater se enfrentaba al prota en un duelo muy
parecido al que tuvieron Kojiro y Tsubasa durante la final del tercer
campeonato.
Este recuerdo, le hizo soltar una risita a Sanae.
-Veo
que llegaste a la parte emocionante - se escucho. Sanae levanto la
vista y vio a Tsubasa con una mesita con algo de comer.
-Ah,
fuiste a la dulceria?
-Sí, suponía traías
hambre.
-Ahh, gracias - dijo ella sorprendida, cuando Tsubasa se
sento y le extendio un hot dog - espero te guste.
-Ah, esto me
lleno - dijo dandole un mordisco, cuando tomo el refresco que estaba
a su lado - ahh, de limón!
Tsubasa asintio mientras tomaba
algo de las palomitas y veía la película. Sanae siguio
comiendo cuando noto un vasito frente a ella.
-No lo veas aun -
murmuro - es una sorpresa para cuando termine la película.
-No
me digas eso - comento - soy curiosa, que es?
Pero Tsubasa no
contesto. Estaba extasiado viendo la escena final, cuando el
protagonista dispara con ayuda de 2 compañeros y saca un
cañonazo, llamado "luz fénix" que atraveso al
Vater y la red de luz, anotando el gol del triunfo. Sanae prefirio
aguardar y terminar el hotdog.
Finalmente, la función termino y mientras las luces se
encendían, Tsubasa se estiraba como quitandose la pereza.
Sanae sonrio.
-Me gusto mucho la película, gracias..
-Ah,
no es nada...luego la vere completa en Brasil.
-En serio, no
fue..
Sanae se quedo paralizada cuando Tsubasa le puso dos dedos
en los labios, callandola.
-No hay problema...ahora, ve lo que
traje.
Ella se quedo un rato, aun turbada, cuando Tsubasa se
levanto
-Disculpa, tengo que ir al baño.
-Erh - Sanae se
desperto y solo vio como el chico corría fuera del cine - vaya
forma de echar a perder el momento.
Entonces tomo el vaso y lo
abrio. Una bola rosada asomaba por él, con una cuchara
enmedio. Sanae lo probo curiosa.
-Helado de fresa - exclamo - como
supo que...
-Disculpe señorita - el dependiente entro -
pero ya salieron todos.
-Ah sí, perdone - Sanae se levanto
con el helado en sus manos, algo apenada...
Tsubasa silbaba una
melodía al momento de salir del baño, donde Sanae lo
esperaba terminandose el helado.
-Te gusto?
-Sí, me
fascino, gracias..pero como...
-Espera, voy por la maleta -
exclamo disculpandose mientras iba a servicio a clientes. Sanae
volvio a suspirar, así que decidio mejor preguntar después
como había sabido que ese era su sabor favorito.
-Y bien, a
donde vamos ahora?
-Ahora sí - sonrio - a la secundaria
Nankatsu...
Media hora después, Sanae y Tsubasa bajaban frente a lo que
era el instituto Nankatsu, pero con la novedad de que las
instalaciones ya estaban cerradas.
-Lástima - exclamo Sanae
- por causa del cine, no alcanzaste a arreglar tus asuntos.
-No,
no del todo - Tsubasa volteo para todos lados, y vio una reja abierta
- vamos.
-Pero Tsubasa-kun, ya no hay nadie!
Pero el chico tomo
de la mano a la joven. Sanae volvio a sonrojarse, mientras era
llevada por Tsubasa. Entraron por la reja y era hacia el campo de
futbol de la escuela.
-Vaya - exclamo Tsubasa soltando la mano de
Sanae - esta igual...
La chica no dijo nada. No solo por el gesto
del chico, sino porque era cierto. El campo estaba identico a como
ella lo recordaba. No es que ella no hubiera venido antes, pero con
su estilo de vida, hacía tiempo que no había puesto el
pie por allí.
-Hermoso - alcanzo a decir Tsubasa mientras
emocionado, se dirigía al centro del campo. Su vista recorría
cada rincón, como recordando grandes momentos y grandes cosas.
Sanae sonrio satisfecha mientras veía a su querido Tsubasa ir
de un lado a otro, no solo caminando o trotando, sino corriendo, como
si estuviera en un juego o en una prática con su viejo equipo.
Sanae se limitaba a verlo...al final al cabo, ese era su pasión.
El futbol...
-Sanae-chan! - Tsubasa grito al otro lado del campo -
ven!
La chica asintio y se dirigo hacia donde estaba él.
Sí, realmente, el futbol lo era todo para él
O eso
creyo...
Sanae se quedo paralizada cuando vio como Tsubasa tocaba
un viejo roble que estaba al pie del campo. Era el mismo roble donde
ella estuvo a punto de decirle que lo quería, aquella duda que
tuvo hace algunos años, y donde el estomágo y el futbol
eran más importantes para él.
-Que recuerdos -
Tsubasa se sento a la sombra ya decayente del roble - que
recuerdos.
Obviamente, el chico parecía ignorar los
recuerdos que tenía Sanae. Ella se limito a no solo
verlo...sino a contemplarlo. Era tan lindo, tan apuesto, tan...
-Aun
tengo hambre - comento Tsubasa. Sanae le salio una gota de sudor
-Tan
tonto y caradura - penso la chica volteandose - Tsubasa-kun, como te
odio..
-Sanae-chan, pasa algo?
-Erh, no, nada... - la chica
suspiro dandose la vuelta - que tal si nos vamos?
-Sí,
tienes razón - Tsubasa vio como el sol se ponía a lo
lejos entre las nubes y las montañas - aun quiero ir a un
lugar más
-Si? Cual?
La respuesta de Sanae fue el mirador de la ciudad. Este aun
existía y por él, se divisaba parte de la ciudad, que
pese a haber crecido, aun mantenía su aire natural, como una
importante ciudad costera...
Tsubasa miraba con fascinación
los alrededores, y como el viento golpeaba su cara y agitaba su
cabello. Sanae tambien contemplaba el lugar con dulzura.
-Es
increíble - sonrio - aun se ve desde aquí la casa de
los Wakabayashi.
-Sí, así es...Genzo ya no vive
allí, pero aun les pertenece.
-Eso pense - sonrio Tsubasa
mientras recorría un camino imaginario que aun vivía en
su mente - desde aquí, patee el esférico que llego a
casa de Genzo, con el desafío.
-Vaya - sonrio Sanae - fue
una fuerte patada.
-Sí, pero sabía que llegaría...él
tenía que verlo...así empezo todo.
-Aja. Una vez
vine con Edogawa, a sacar fotos...fue algo maravilloso.
Sanae
volvio a notar el rostro adusto y seco de Tsubasa. Parecía
sumamente serio..hasta molesto. Su cara había cambiado en un
instante y solo con mencionarlo. Antes no le había hecho caso,
sin embargo, esta vez...no había duda. Él parecía
estar...celoso.
Sin embargo, más que alegrarla, el
pensamiento le molesto. Porque tenía que ponerse celoso? Acaso
ella no hacía lo suficiente para demostrarle que lo quería,
que lo amaba? Había soportado años de su forma de ser?
Lo quería! Como se atrevía a dudar de ella, de su
cariño y más con un amigo? No cabía duda,
Tsubasa era un egoísta, que solo le importaba el futbol
y...
-Te ves bonita con esa blusa
El comentario la saco
totalmente de balance. Sanae se puso roja.
-Que? Que dices?
-Tu
color favorito es el rojo, no? - Tsubasa se apoyo en la baranda del
mirador.
-S-Sí, como lo sabes?
-Te gusta la fotografía.
Te fascina el helado de fresa, así el refresco con sabor
limón. Escuchas a Taka Chiba, eres de signo Leo, te agrada
salir y ser independiente, así sigues manteniendo ese carácter
tan fuerte, pero en el fondo sigues siendo una chica dulce - Tsubasa
se volvio sonriendo hacia ella. Sanae no sabía que hacer o
decir - te gusta el animee y disfrutas tu vida en general...y sobre
todo, lo das todo por la persona que amas.
La chica palidecio.
Acaso él...
-Tsu-Tsubasa-kun...
-Te conozco...y
bastante. Solamente dije algo de tí, pero conozco más,
aun más... - entonces levanto la vista. La noche ya caía
sobre la ciudad - es tarde...hora de partir.
Tsubasa se adelanto,
mientras Sanae mantenía la vista baja. Ella estaba totalmente
confundida. Que había tratado de decir? Que había
hecho? Porque estaba aquí? Porque hicieron todo eso en el día?
Porque?
-Sí vienes - se escucho - te dire algo...
Entonces
parpadeo y se volvio, como despertando de un trance.
-Tsubasa-kun!
- exclamo - esperame!
Una hora después, la pareja se encontraba frente al
mostrador de las líneas del tren bala.
-Sale a las 8 pm,
buen viaje - exclamo la recepcionista mientras le daba el boleto.
Tsubasa asintio y se dirigio hacia Sanae.
-Salgo en 15 minutos -
musito.
-Entonces...ya te vas?
Tsubasa asintio. Sanae bajo la
mirada de forma triste, pero entonces, sintio como una mano se la
levantaba.
-Jamás dejes de sonreír. Siempre manten
una sonrisa en tu rostro.
Ella asintio mientras sonreía...pero
había algo más...algo que quería saber
-Te
puedo hacer una pregunta?
-Claro, adelante...
-Erh, no, mejor
olvídalo...
-Vamos - Tsubasa puso cara seria -
dilo.
-Espera - le dijo ella algo molesta - no trates de
adelantarte..solo que no se como preguntarlo
-No me adelanto -
Tsubasa sonrio - estas muy seria, esa no es tu manera de ser.
-Porque
veniste? - las palabras salieron de Sanae sin querer. Tsubasa le
dirigio una mirada extrañada.
-Como?
-Sí, al
final, no arreglaste tus asuntos, porque entonces veniste?
-Claro
que sí. Ya ví porque vine.
-Eh? No entiendo.
-Que
día es hoy?
-Miercoles...
-De?
-14 de
noviembre.
Tsubasa asintio. Sanae lo miro extrañada.
-Vamos,
no creí que tuvieras tan mala memoria como
yo...recuerda.
-Recordar que? No paso nada un 14 de... - Sanae se
quedo callada. Se puso roja y luego no supo que decir o hacer. Estaba
en shock. Tsubasa parecio entender su reacción.
-Fue un día
14 cuando conocí a una chica...que pateo mi balón por
tirar a su amigo. Yo lo recogí, golpeandolo en un puente, para
luego balancearlo. Fue un 14 cuando me despedí de una chica,
de esta manera... - Tsubasa iba a hacer el saludo militar, pero la
mano de Sanae lo detuvo.
-No lo hagas - dijo ella con lágrimas
en los ojos para sorpresa de él - no quiero que nadie nos vea
con eso...otra vez.
El asintio, bajando la mano, mientras
instintivamente tomaba la de Sanae.
-Entonces...tu veniste
porque...
-Vine a pasar nuestro septimo aniversario...de cuando
nos conocimos y nos hicimos amigos
-En serio? Veniste solo por
mí... - ella tenía los ojos anegados - por mí?
nada más?
Tsubasa asintio.
-Pero... - Sanae comenzo a
llorar - fue un 14 de marzo
-Sí, pero esos días
estare en el Mundial Juvenil y no podre celebrartelo. Que mejor que
ahora, un 14 de noviembre.
-Baka! Tonto...tonto! - ella se limpio
las lágrimas - eres muy cruel...
Entonces Tsubasa, saco un
pañuelo, con balones cosidos. Ella lo tomo sonriendo.
-Jamás
cambiaras - le dijo mientras se limpiaba. Entonces se escucho un
silbato - ya tienes que irte...
Fue cuando sintio algo que jamás
había esperado. Tsubasa la abrazo de repente, pero no con
cualquier abrazo. Era cálido, era tan tierno y fuerte a la
vez.
-Tsubasa-chan - alcanzo a decir mientras el abrazo
continuaba, mientras la llenaba y le recorría, de pies a
cabeza.
No quería que acabara, no lo quería...pero
como todo, termino mientras el se separaba y le miraba
seriamente.
-Tengo que irme
Ella asintio, apenas...estaba en
shock. Fue cuando vio como Tsubasa sacaba algo de su chaqueta. Era
una carta.
-Toma...no soy bueno hablando... - entonces miro como
el tren volvía a silbar - disculpa, tengo que irme. Gracias
por todo...cuídate
Tsubasa sonrio. Sanae reacciono después.
Solo vio como el chico se dirigía veloz al tren bala y las
puertas se cerraban. Ella trato de alcanzarlo, pero fue tarde. El
tren comenzo a avanzar en un momento, convirtiendose en una hilera
larga que finalmente, se perdio en el horizonte. Sanae solo levanto
la mano, de forma simbolica, como diciendo adios. Entonces miro la
carta y con lentitud, abrio el sobre. Había una cuartilla...la
cual parecía haber sido escrito de prisa...y en
portugues...
-Ay Tsubasa-kun - suspiro Sanae mientras sonreía.
Guardo la carta en su bolso. Sí, ella sabía bien que
decía la carta, aun sin leerla bien. Sabía que había
querido decirle. Entonces levanto la vista, hacia el cielo ya
oscurecido y parecio ver como una estrella brillaba en lo alto. Una
única y sola estrella.
-Tsubasa-chan - exclamo - mucha
suerte. Se que ganarás el Mundial Juvenil...lo sé...y
yo estare allí para apoyarte con todo mi corazón, como
siempre ha sido...
Un año después, en la mesa, de una habitación, la carta ondeaba al aire libre, junto a un album de fotografías, donde un chico y una chica, con un balón, sonreían ante la cámara. Una brisa entro por la ventana y desdoblo la carta...ya traducida...
Sanae-chan:
Yo jamás he sido bueno para esto. El hablar
no es mi fuerte. La mejor manera que tengo de hacer las cosas es a mi
modo, a mi estilo. Tal vez no sea el mejor ni el más correcto.
Te he hecho dudar muchas veces con mi actitud, con mi forma de ser.
Tambien se que te he herido, de muchas maneras. Pero quiero que
sepas, que ocupas un lugar muy importante en mi corazón. Que
representas algo indeleble, algo que jamás podra desaparecer.
Algo equiparable al volar por el cielo o al anotar un gol. Esa
felicidad y satisfacción que me das.
Solo quiero que me
disculpes, y que sepas, que al momento de luchar y pelear en la
cancha, no solo lo hago por mí, por mis sueños, por ese
campo que tanto quiero y ese balón que es mi amigo. Lo hago
por una persona que me espera y me ve, que me observa. Siempre has
estado conmigo, de una u otra manera, pero jamás te dije que
tan importante era ese apoyo para mí. Gracias Sanae-chan.
Muchas gracias.
Espero verte pronto, con tu apoyo, en el estadio
nacional de Yokohama. La victoria del Mundial va para tí...
Tu-Tsubasa...
P.d.- Una sorpresa te aguarda en la final. Esperala...
FIN..por ahora...
