Bueno este es el primer fic que subo aca, espero que els guste! Tiene un par de personajes de Piratas del Caribe y otros que me invente yo, y un par de cosas de una peli de sinbad ahh y tambien hay un par de palabras en otros idiomas, igual les puse entre parentesis sus significados :) Despues subo las demas partes
"Creo que todos buscamos lo mismo
no sabemos muy bien qué es ni donde está
oímos hablar de la hermana mas hermosa
que se busca y no se puede encontrar
La conocen los que la perdieron
los que la vieron de cerca, irse muy lejos
y los que la volvieron a encontrar
la conocen los presos
La libertad"
"Todos los marginales del fin del mundo
esclavos de alguna necesidad
los que sueñan despiertos
los que no pueden dormir
la libertad"
En esos tiempos ser gitano era demasiado difícil. Se habían multiplicado de una manera tan extraordinaria que nadie podía explicar.
Para los aventureros ser gitano era algo increíble, algo que se deseaba con todo su ser. Al igual que ser un pirata.
Para otros era repugnante, un deshonor a todos los significados que la palabra humano pudieran significar en esta vida y en otras.
Eran una raza indomable, inescrutable, infatigable, inasimilable e inexterminable, tan temida como odiada.
Por esa razón comenzaron a ser marginados y criminalizados, pero a ninguno de ellos les importaba. Y se llegó al punto extremo de la pena de muerte a todo aquel que fuera descubierto por las calles vestido como tal, o haciendo hechizos y brujerías como decían, pero que en realidad no eran mas que un par de ilusiones ópticas para maravillara los pueblerinos y ganar un par de monedas para comprar pan. Pero no solo los gitanos corrían ese peligro, sino las personas que se les acercaban podían tener su misma suerte.
Los eliminaron como si fueran una plaga, fue fácil para ellos; para los de la alta sociedad como quien llama. No les convenía que ellos se multiplicaran. Sino la aristocracia correría peligro. No serían respetados como hasta esos momentos. Eso jamás debería pasar.
Fue entonces que los eliminaron.
De su numerosa comunidad sólo habían sobrevivido seis. De esos seis dos habían muerto por la tuberculosis, esa terrible peste que comenzó a brotar como si fuera agua corriente.
Solo quedaban cuatro de ellos.
Tres hombres y una sola mujer.
Nanosh, el más grande de los cuatro. Apenas llegaba a los treinta años. Era el pilar de los otros tres. Él les daba fuerzas para seguir a pesar de todas sus pérdidas, les daba ánimos, Era el mentor de ellos, el reemplazo del padre que perdieron. Era mas bien parecido a un mercenario. Conocía todos los rincones de la Tierra, y también sus historias y leyendas, su único odio eran los piratas; creía que eran una copia barata de los gitanos por su manera de vestir y la forma de vivir sus vidas, pero pensaba que era un deshonor y una maldición ser uno de ellos. Este odio era compartido por los cuatro, ya que siempre Nanosh se encargaba de avivarles esa llama de odio, de compartirles su rencor, el más grande error de su vida.
Luego le seguía Luluvo que apenas había cumplido veintiséis. Hábil con cualquier instrumento que tuviera a su alcance en especial la guitarra española. Con un par de acordes hechizaba a cualquier persona que pasase cerca con su exquisita melodía.
También estaba Marko, primo de Nanosh y Luluvo, tenía tres años menos que este ultimo. Se caracterizaba por ser estafador, ladrón y extremadamente vago, la oveja negra de su comunidad, o mejor dicho de lo que quedaba. Su locura era la magia, era uno de los mejores magos jamás conocidos en su comunidad además de ser buen hechicero, de saber usar hierbas y especias para curar todo tipo de enfermedades y también provocarlas.
Por último estaba Tsaya la más pequeña de los 4, tres años menos que su primo Marko, y hermana de los otros dos. Diferente en todo sentido de los tres. Recién comenzaba a convertirse en una mujer, auque su cuerpo decía todo lo contrario. Una figura que hasta los dioses envidiaban, una tez trigueña, ojos negros como una noche si luna ni estrellas, cabello largo, negro azabache, oscuro como los pensamientos más impuros; irresistible en todos los sentidos, pero una mujer totalmente indomable, como el océano, como un potro salvaje. Todos los hombres hubieran querido aunque sea recibir un insulto de ella, pero solo tenia ojos para su libertad, esa libertad que todos buscan y que de alguna manera tarde o temprano se encuentra. Era la terrible debilidad de sus hermanos y también de su primo, pero ambos tenían espíritus parecidos y muchas veces chocaban sus almas de tal manera que a veces Nanosh y Luluvo querían ser encarcelados sólo para mantenerse lejos de las riñas de los dos.
Desde pequeños a los cuatro se les enseño todos los oficios para ser un verdadero gitano.
Parece que los gitanos y gitanas solamente nacieron en el mundo para ser ladrones: nacen de padres ladrones, se crían con ladrones, estudian para ladrones y finalmente salen con ser ladrones corrientes y molientes a todo ruedo, y las ganas de hurtar son en ellos como accidentes inseparables, que no se quitan sino con la muerte.
Y así fue el destino de los cuatro.
Pero desde pequeña, a Tsaya además se le enseñó cartomancia, adivinación y la llamada magia (este ultimo a sus hermanos y a su primo también) , pero su pasión era el baile, esas danzas tan provocativas que bailaban las gitanas, despertando el deseo en cualquier hombre, provocando todo tipo de lujuria y pensamientos impuros hacia ellas. Aprendió rápido y al superar los quince años comenzó a bailar en las calles consiguiendo ese éxito que tenían otras gitanas que doblaban su edad. Y al igual que ellas utilizaba corsé que no hacia falta apretarlo demasiado para resaltar su buena figura; su favorito era el bordó. Varias faldas finas, de seda, tul, encaje de todos los colores imaginables y arriba una falda que hacia juego con su corsé favorito. Además de la cantidad de aros enormes que utilizaba, pulseras y brazaletes y tobilleras gruesas de oro y plata, regalos y trofeos que había conseguido gracias a las enseñanzas que tuvo de niña.
Esta combinación los llevó a los cuatro por varias partes de lo que se le llama mundo. Desde sus tierras en Rumania hasta China, Egipto, Siria, Grecia, Macedonia, entre otros. De cada uno de estos lugares aprendieron cosas, desde maquillarse, vestirse, asearse cosa que a los hombres no les gustaba mucho, comer lo que fuera, beber todo tipo de bebidas, sanar rápido y hasta resistir todo tipo de torturas y venenos. Amaban esas aventuras, ser nómades, ser libres.
Una vieja mujer en Francia quedó fascinada con estos cuatro personajes, pero les marcó una sola desventaja en sus vidas. Ese odio hacia los llamados piratas, bucaneros y corsarios. Y les explicó porque:
Los piratas eran iguales que ellos, perseguidos, odiados ya la vez amados, y vivían la vida al límite; saqueaban, robaban, mataban, eran una copia de ellos. Podían aprender de ellos, de su forma de vida parecida. Había un lugar en el Caribe donde podían conocer todos los significados de la palabra pirata; una isla: Tortuga.
Al principio se rehusaron, pero Luluvo quería aventuras y quería demostrar que los gitanos eran mejores que esos asquerosos piratas:
-Sería bueno ir, de paso podemos desquitarnos un poco de ellos, no les parece?..
-A mi me encantaría, podríamos divertirnos a costillas de esos infelices, imagínense los tesoros y las joyas que podríamos conseguir!!
-Siempre ambicioso, no Marko?
-Por supuesto que si Lulu
-Ya te dije que no me gusta que me digas así, parezco un marica
-Pareces? Jaja no me hagas reirr Lu...
Pero antes de que Marco terminara la oración tenía alrededor del cuello las manos de Luluvo que con todo su odio lo zarandeaba de un lado a otro como si fuera una bandera.
Tsaya se abalanzó sobre ellos dos tratando de separarlos repartiendo golpes y gritos, mientras que Nanosh no podía dejar de reírse de la pelea que estaba viendo.
Al rato se tranquilizó y separó a los tres; luego de pensar un rato dijo:
-Creo que sería excitante conocer ese lugar, a ver de qué somos capaces y poder ir más allá de nuestros límites y también como dijeron anteriormente desquitarnos de ellos. Creo que si.. sería divertido, pero eso si, no quiero verlos convertidos en piratas porque les prometo por la memoria de nuestra comunidad que al poco tiempo estarían enterrados vivos hablando con los gusanos. El problema es que tardaríamos mucho en llegar hasta allá, alrededor de 6 meses, pero conozco un par de marineros que nos podrán hacer llegar en la mitad de tiempo.. Bueno¿qué me dicen?
-Yo estoy totalmente de acuerdo, allí podré perfeccionar mis trucos para robarles a los hombres.
-Claro ella se aprovecha sólo porque la elogian demasiado seguido, hermanita te recomiendo tener cuidado con esos hombres, no son como los que conoces.
-De seguro que no "Lulu", pero aprendo rápido, y no creo que puedan conmigo.
-Gitana egocéntrica, te crees que por tener un bello cuerpo y saber bailar puedes hipnotizar a todo aquel que se te pase por el camino?
-No sé eso lo averiguaremos cuando lleguemos a Tortuga, no Nanosh?.. agregó Marko
-Claro a él le dice por el nombre completo pero a mi me pone sobrenombres de marica
-Si Lulu lo que digas, ahora, cuando salimos?
- Marko deja de provocarlo que ya tengo dos histéricos no quiero a un tercero; supongo que si todo sale como lo planee, mañana ala madrugada estaremos en un barco hacia Tortuga.
Y así fue, los cuatros estaban a bordo del Sherezade, un barco árabe, traficante de armas y de esclavos que su último puerto a llegar era Tortuga. Pasaron tres meses hasta que llegaron una madrugada en la cual no hacía mucho calor como suele hacer en esos territorios.
Esa isla era distinta a las que habían estado jamás. Desde la playa se sentía ese olor a alcohol, que Nanosh reconoció como vinos baratos y Ron. También el olor al tabaco y olor al Opio, una droga que hacía tiempo que no olía, desde su visita a China.
Tsaya estaba fascinada con todo eso, hombres borrachos, golpeándose unos a otros, otros con fulanas; podía ya soñar con dinero, joyas, cosas para robar.
Marko estaba fascinado al igual que Tsaya con todo eso, habían cosas para robar y mujeres para enamorar..
Luluvo pensaba sólo en ganas algo de dinero utilizando su destreza con la guitarra y también con el as que tenía bajo la manga, esa estrategia que usaría con Tsaya para ganar dinero de la manera que los gitanos saben mejor.
Los cuatro decidieron por entrar en un bar el cual ninguno de ellos se fijó el nombre, pero en la parte superior había una posada, así podrían descansar, luego de divertirse un rato. Vestidos con sotanas negras y con capuchas que les tapaban la mitad de la cara entraron.
Allí estaba lleno de hombres y mujerzuelas, la mayoría de ellos borrachos a mas no poder llegando al punto de estar tirados , inconscientes en todos lados.
Nanosh estaba muy molesto, se había arrepentido de ese viaje, y estaba de mal humor; decidió alquilar una habitación y luego de comunicarles a sus acompañantes se retiró a tratar de descansar y pensar una estrategia de juego, ese juego que habían comenzado. Cada vez que se ponía molesto tosía de una manera extraña, pero todos lo tomaban como un hábito de él, nadie se preocupaba.
Fue el momento perfecto de demostrar sus habilidades, se sentaron en una mesa no muy lejos del centro del bar, en el cual había un circulo donde no habían ni mesas ni sillas, solo gente parada, peleando, discutiendo. Se tomaron una botella de ron cada uno, no les hacía mal en lo absoluto, estaban acostumbrados a todo. Y entonces comenzó el plan:
Bueno Marko llevará las cosas al cuarto de Nanosh, mientras que Tsaya se prepara para su repertorio de danzas y yo arreglo la guitarra, luego bajarás y comenzaremos con nuestro "arte"
- Excelente, ahora apúrate Luluvo y también Marko; yo ya estoy lista, sé que es lo que debo hacer y sacó de su morral un instrumento parecido a una pandereta y unas pashminas de sedas y tules con aroma a sándalo, unas cuchillas estilo arábigas y unos polvos extraños y luego le entregó su morral a Marko.
Cada uno se preparó e hizo todo de acuerdo al plan.
En eso Luluvo se sentó encima de una mesa vacía mucho más cerca del centro del bar, al lado de el se encontraban dos hombres, uno medio relleno, bajito, y con las patillas más graciosas que nunca jamás había visto en su vida; y el otro más extraño todavía, era más alto que el otro y sus cabellos tenían unas extrañas rastas por asi decirlo, cuentas de colores, trenzas y un pañuelo rojo; sus ojos era parecidos a los de su hermana, pero estos estaban pintados al extremo, y mal; lo vio sonreir y vio que varios de sus dientes estaban forrados en oro, cosa que le dio repulsión y mucho más la forma extraña que hablaba.. Los ignoró o trató.
Marko estaba en el centro del bar, se había quitado la sotana negra al igual que su primo y había dejado lucir sus encantos de joven gitano, que rápidamente atrajo la atención de varias mujerzuelas y también la de sus acompañantes que estaban bastante enojados por eso, mientras que Tsaya estaba atrás de su hermano con su sotana todavía puesta y mirando el suelo y recordando sus pasos de baile.
- Señores, hermosas damas, (comenzó Marko) desde los confines de la Tierra, desde el occidente, les presento a una de las más hermosas flores jamás vistas en estos lados, su hermosura se asemeja a la de las diosas celtas, su danza es hipnotizante y peligrosa al igual que su figura y encanto. Les presento a la bailarina más sensual y exótica que nunca hayan visto en sus vidas, hasta el dia de hoy. Ahora observen a Tsaya y díganme si esto no es arte...
Se produjo una leve explosión y todos quedaron callados y perplejos al ver una figura femenina con una sotana negra con la cual no se apreciaba nada de su figura; luego de unos movimientos extraños salieron a la luz las manos de una joven mujer, llenas de joyas, de pulseras y brazaletes luego las manos comenzaron a recorrer sensualmente su cuerpo.
Todos estaban anonadados con esa figura que apenas los hechizo con sus manos.
Surgió otra explosión de colores rojos y rosados y la sotana negra quedó tirada al costado de Luluvo que comenzó a tocar la guitarra con unos punteados al estilo árabe.
La sotana fue agarrada por el hombre del pañuelo rojo, quien se paró al lado de Luluvo para presenciar espectáculo mientras que su acompañante maldecía por ser bajito, luego de empujones logró acercase más al centro y ver mejor.
Tsaya comenzó a moverse de una manera increíble. Sus movimientos eran refinados y dulces y luego se iban haciendo cada vez más provocativos. Muchos de los hombres que se encontraban ahí estaban paralizados al ver tal belleza moviéndose de esa manera tan lujuriosa que te llamaba a pecar insaciablemente. Su escote podía llevar a la gloria al hombre que fuera digno de esa mujer (cosa que muy pocos pudieron en la vida de Tsaya), sus faldas de todos colores daban vida a esos hombres borrachos, hipnotizados por su belleza, su figura generaba envidia a todas las fulanas del bar, su mirada era profunda, muy pocos se atrevieron a mirarla a los ojos, por temor a ser embrujados por el encanto de esta mujer, entre ellos estaba ese hombre del pañuelo rojo, entre ellos estaba el Capitán Jack Sparrow.
Su cuerpo se movía al compás de la música que tocaba su hermano, sus piernas y manos con la misma rapidez que utilizaba Marko en ese momento para robar un par de monedas de los embobados hombres.
Tsaya buscaba al hombre que fuera capaz de desafiarla en todos los sentidos posibles, alguien que la desafiara en su astucia, percepción, agilidad, inteligencia. Alguien que fuera un verdadero reto para realizar el plan que tenía con sus compañeros.
Mientras giraba de manera centellante y con movimientos sensuales sus ojos recorrían el salón en busca de ese hombre; hasta que dio con él. Hasta que sus ojos se cruzaron con los ojos de Sparrow, con ese hombre tan extraño, pero intrigante.
Jack estaba medio hipnotizado con las danzas de Tsaya, todavía seguía en su mano la sotana, que tenía un perfume exótico, que despertaba el deseo hacia esa mujer sobre cualquier hombre. Él no era la excepción..
Cuando sus ojos se cruzaron con los de ella todo tipo de pensamientos impuros surgieron desde lo más profundo de su ser. Pensamientos que sólo compartiría con esa mujer de una manera tan fogosa y vivaz que sería imposible soporta el éxtasis provocado con tanta lujuria. Ya no tenia escapatoria, tenía que saciar esos deseos, tenía que conocer a esa mujer, su cuerpo su alma; quería que fuese suya.
Por su lado Tsaya quería conocer a ese hombre, pero sólo por diversión, utilizarlo y quitarle todo, desde sus tesoros, su ropa (quien no), si dignidad, su corazón; y luego rechazarlo como hizo con varios; Tsaya se dio cuenta, era pirata; era perfecto para su plan.
Lo señalo con una de sus manos y le tiró un beso con la misma, cosa que termino de idiotizar a Jack; con la otra mano señaló a Marko que rápidamente dejó de robar monedas y se dirigió al centro con ella..
La tomó por una de sus piernas y delicadamente comenzó a levantarle las faldas. El pobre de Marko recibió todos los insultos habidos y por haber y las miradas más asesinas de parte de la mayoría de los que estaban admirando el espectáculo. Repitió lo mismo con su otra pierna, cuando sacó de adentro de sus faldas dos cuchillas árabes y las lanzó al piso con tal fuerza que quedaron incrustadas en este. Tsaya lo empujó y lo volvió a señalar a Sparrow.
Marko se acercó a el y le dijo un par de palabras :
-Puede ser que tengas suerte o puede que no
-A que te refieres niño?
- Acércate a esa mujer y verás de lo que hablo... Señaló a su prima que esperaba al pirata impacientemente.
Jack se acercó de manera triunfante hacia donde estaba Tsaya, pero ella pronto levantó una de sus largas piernas y la puso entre medio de ella y el pecho del pirata. Éste empezó a acariciarle la pierna delicadamente y ella sonreía como si sintiera verdadero placer y deseo de tenerlo con ella.
Comenzó a bajar su pierna hasta llegar hasta su ombligo, cada vez sonriendo con más satisfacción. Y siguió hasta llegar a su miembro. Jack mostró una mueca extraña, una mezcla de horror y a la vez deseo, placer.
Tsaya se agachó. Cualquier hombre se hubiera ilusionado al ver ese movimiento en la muchacha luego de los anteriores, incluso Jack; pero quedó perplejo al ver lo que ella hizo.
La gitana tomó las dos cuchillas y comenzó a pasarlas por su cuerpo y luego por el de él. Se colgó de la cintura de Sparrow mientras que éste estaba paralizado sin saber que hacer en esa extraña situación. Ella se balanceaba de un lado al otro hasta que le arrojó las cuchillas a Marko que estaba entre medio de su primo, Luluvo y el acompañante de Jack que estaba maldiciendo por tener la mala suerte de no ser el el que se encontraba en esa situación con esa mujer.
Finalmente Tsaya se quedó enfrentada cara con cara a la de Jack, a pocos centímetros de su rostro. Ella le sonrió y miró hacia su escote y Jack también se dio el lujo de hacerlo. Tomó una de las manos del pirata y la introdujo en su marcado escote del cual sacó una de sus pashminas con su perfume, el mismo que tenia la sotana. Se lo enrolló a Jack en el cuello y le beso una mejilla. Se le acercó a uno de sus oídos. Lo único que Jack logró escuchar de ella fue:
-Espero volver a cruzarme como un hombre como usted..señor..señor..
-...Jack.. Ca.. Ca.. Capitán Jack Sparrow
-..Capitán..
Se soltó de la cintura del embobado pirata al mismo tiempo que su hermano terminaba de tocar la melodía y Marko se lo llevaba del centro.
Se escucharon todo tipo de perversiones sumados a los aplausos, gritos y el tintineo de varias monedas que caían a los pies de la gitana que rebozaba de alegría al ver lo que sus danzas habían causado.
Luluvo comenzó a juntar las monedas, ya sabía lo que sucedería si no las juntaba lo más rápido que sus manos le permitían.
Tsaya tiró un par de besos al aire y se acercó a su hermano, sacó unos polvos y luego de una pequeña explosión ambos habían desaparecido. Era una de sus ilusiones ópticas favoritas. Ese humo contenía una droga que no era para nada peligrosa en pocas cantidades como las que ella usaba. Estas provocaban una confusión en la mente al momento que explotaban y daban tiempo de salir rápido para hacer parecer que era un truco de magia. Subieron a la habitación donde estaba su hermano y lo encontraron dormido.
Tsaya lo tapó y le besó la frente..
-No entiendo como puedes vivir sin divertirte
-No digas eso Tsaya, el quiere lo mejor para nosotros, aparte, pasó por muchas mas cosas que nosotros dos, deberías de entender el porqué de su comportamiento
-Ya lo se Lulu pero igual, debería de divertirse un poco
-Durquipé (dolor)
-Qué quieres decir? Por qué dices que tiene dolor?
-Por nosotros, por lo que será de nosotros, por qué te piensas que nos trajo hasta aquí? No te creas que porque le pedimos nosotros..
-No lo entiendo, no quiero hablar más del tema, no quiero recordar el pasado. Es muy doloroso.
-Oción (Si)
-Me voy a dormir. Lachís Taratís, Luluvo (Buenas noches)
-Lachís taratís trasmitó Tsaya (buenas noches también)
