Espero que este sea el primero de una serie de historias cortas sobre star wars rebels centradas mas que nada en la mandaloriana, espero que les agrade ¡eh vuelto!

Envidia

Sabine arranco con frustración la hoja de su libreta desechándola hacia un costado donde ya se acumulaba un pequeño montón de estas.

Volvió a centrar su atención a su cuaderno y a hacer trazos con furia en una nueva hoja. Pero a pesar de la energía que invertía en ello, su mente estaba en otra parte, más concretamente en la escena que había protagonizado con el aprendiz de jedi hacia solo unas horas en mitad de la base rebelde.

Había hecho el ridículo delante de toda la rebelión al ponerse a gritarle a Ezra por dejarla plantada en su encuentro para entrenar.

Había exagerado, era plenamente consciente de esto y también era consciente, aunque no quisiera admitirlo de la causa de ese enojo excesivo:

Hope Grey

Ella era una de las últimas adquisiciones de la creciente rebelión. Algo más baja que ella pero de rasgos amables, tez morena y cabello castaño hasta los hombros rematados con unos ojos color miel.

A pesar de su aspecto frágil la joven rebelde había demostrado mucha aptitud para el combate y grandes reflejos como piloto. La chica parecía haber cautivado a todos en la base…

Especialmente a Ezra…

El joven padawan y la recién llegada parecían haberse hecho muy cercanos en las ultimas semanas.

Ella en un principio pensó que sería lo mejor que el chico estuviera ocupado y se dispuso a trabajar en su arte sin distraerse por los comentarios del peli azul.

Pero no fue así…

Hacía semanas desde la última obra que la había dejado satisfecha y ver a Ezra y a Hope charlando amigablemente la irritaba aun mas. Parecía que los dos la perseguían a donde quiera que ella iba. Siempre riendo o conversando amigablemente.

Durante un tiempo ella se pregunto qué era lo que hacía que la recién llegada se interesara en el padawan. Si, es cierto que el joven había pegado un estirón desde que lo conoció y que su cambio a una actitud algo más madura acompañado con el corte de cabello a estilo militar ciertamente la había sorprendido mucho la primera vez que lo vio. Pero no era para tanto… ¿verdad?

La joven mandaloriana se llevo la mano al rostro. Otra vez su mente estaba desviándose del tema central.

Desde hacia unas cuantas semanas ella y Ezra habían estado entrenando juntos para mejorar las habilidades de combate del joven jedi ahora que su maestro se encontraba convaleciente.

Ella estaba orgullosa de el enorme progreso que él había hecho entrenando con ella. De ser torpe y descuidado se había vuelto preciso y mucho más fuerte. Durante dos horas solo estaban ellos dos. Era el único momento en que nadie podía intervenir, nadie…

Hasta hoy…

Esa tarde ella había llegado solo unos minutos tarde por haber estado puliendo su armadura… además que disfrutaba de verlo esperarla y darle un elogio al verla llegar.

Pero ese día ella había llegado y el joven no estaba allí, espero durante media hora cuando empezó a irritarse. Luego de una hora estaba realmente enojada. Y a la hora y cuarto ya estaba entrando a la base buscando a el peli azul con ojos furiosos que intimidaron a las personas que se cruzo en su camino incluyendo a un Wedge que levanto la mano para saludarla pero que cerro la boca al ver su expresión.

Al entrar en el comedor la mandaloriana encontró a su presa.

El chico estaba sentado en una mesa junto con esa irritante chica. En ese momento vio como ella se levanto de su asiento despidiéndose de su acompañante, por lo que la mandaloriana se acerco hacia el con paso decidido.

En ese momento todo se fue al diablo…

Al principio el solo intento disculparse por haber perdido la noción del tiempo, pero ella no lo dejo terminar increpándolo por no haberse presentado al entrenamiento, luego de unos minutos la charla agitada se había convertido en una abierta discusión con un volumen cada vez mayor.

Situación que ella finalizo con broche de oro al dejar en el suelo a Ezra de una bofetada en su cara.

Luego de eso ella simplemente se encerró en su cabina, donde, una vez mas tranquila empezó a caer en la cuenta de sus acciones…diablos.

Ella era una mandaloriana, ese tipo de escenas no eran su estilo. Es cierto que como una hija de mandalore el entrenamiento diario era algo de suma importancia, pero incluso ella recordaba esos días lejanos en los que ella cubría a su hermano para que el pudiera encontrarse con una joven de otro clan, inventado excusas ante su madre y padre aunque claramente podían ver a través de sus palabras.

En ese momento Sabine noto el lado doloroso hacia el que estaban dirigiéndose sus pensamientos y sacudió su cabeza para evitar pensar en su familia.

En ese momento escucho un tímido golpe en la puerta de su cabina.

- ¿Quién es?

- …Soy Hope Grey ¿puedo pasar? – escucho la peli violeta sorprendida, de todas las personas que podían tocar su puerta ella era a la que menos esperaba y a la que menos quería.

- … adelante- respondió resignada a tener una muy incomoda conversación.

La joven rebelde abrió la puerta y tímidamente entro en la cabina. Pareció muy sorprendida por la gran cantidad de grafitty de las paredes. Si bien le gustaba ver a alguien apreciar su trabajo, la joven se aclaro la garganta para recuperar la atención de su visitante.

- Esta, algo sorprendida, pareció recordar la razón de su visita.

- Quería hablar contigo...

- ¿De? –

- Bueno… sobre Ezra- respondió levantando la ceja dando a entender que la mandaloriana sabia la razón de su visita

Silencio…

- ¿Por qué deberíamos hablar del?

- Pues, porque le gritaste y lo abofeteaste frente a todo el comedor por llegar tarde a su práctica, aunque parecía más una pelea marital. – respondió mientras sonreía y levantaba los hombros

…. ¿Tan malo fue? – pregunto la mandaloriana lamentándose.

- Bastante -

- Genial, como si no tuviera suficiente con la mitad de la base mirándome el trasero cada vez que paso caminando-

- Ser una chica es complicado ¿verdad?

La mandaloriana miro a la chica frene a ella. Esta le sonreía tímidamente y se mantenía parada frente a ella y manteniendo su distancia. Suspiro, lo cierto es que estaba siendo injusta con ella, lo menos que podía hacer es tratar de ayudar a disminuir la tención en el ambiente.

- Puedes sentarte, no muerdo – dijo mientras le ofrecía su cama –

- Gracias – agradeció mientras se acerca y se sentaba a su lado. - creo que nunca habíamos hablado, pero eh escuchado mucho de ti.

- ¿sí? – pregunto extrañada la mandaloriana

La otra joven sonrió y asintió.

Ezra siempre está hablando sobre ti –

- ¿D—De verdad?- pregunto algo nerviosa, cosa que causo algo de gracia en su acompañante.

- Jeje si, su descripción de ti llego a darme algo de envidia, eras demasiado perfecta .– la joven la miro con una mirada acusadora, lo que solo apeno mas a la mandaloriana pero luego desvió su mirada hacia un punto indefinido de la habitación – y creo que tienes una idea equivocada de mi relación con él; él es solo un buen amigo. Cuando llegue aquí estaba sola, he estado sola mucho tiempo. Mis padres murieron cuando yo era muy pequeña y siempre me fue difícil relacionarme con las personas.

- La mandaloriana miro a la joven a su lado. Cada minuto se sentía peor por su actitud…

- Creo que Ezra noto lo difícil que era para mi adaptarme a este lugar, es como dijiste, es difícil ser una chica en un lugar como este.- dijo algo apenada – pero cuando comenzó a hablarme y a sacarme conversación note enseguida que el no tenia esas intenciones.

- ¿De verdad? - pregunto la mandalriana divertida – las primeras palabras que me dijo Ezra cuando lo conocí fueron "wow" con cara de idiota.

Ambas soltaron una pequeña risa.

- Jajajaja, eso suena a algo que el haría – ella paro de reír y la miro de forma picara – pero en cuanto empezó a hablar fue obvio que el solo estaba interesado en ti.

- Ante este comentario Sabine sintió como su cara se enrojecía, algo que ciertamente no se esperaba.

- Nunca pensé que vería a un mandaloriano apenado. – dijo la castaña riendo abiertamente.

- Cierra la boca –

Ambas chicas rieron. Toda la tensión se había disuelto, la mandaloriana realmente tomo conciencia de error al prejuzgar a Hope. Ciertamente ella era alguien muy agradable y comprendía la relación de cercanía que se había desarrollado entre Ezra y ella al ser huérfana igual que el.

- Lo lamento Hope, creo que mi actitud ha dejado mucho que desear.

- No tengo nada que disculpar Sabine, pero sí creo que tendrías que hablar con Ezra. El estaba muy confundido.

- Tienes razón, creo que tengo que disculparme con él. – la mandaloriana se levanto de su asiento ya más tranquila.

- Llévale una bolsa de hielo también, creo que la necesita.

- JA – JA muy graciosa – En ese momento una duda se vio surgir en su rostro – Pero ¿a ti te gusta Ezra?

- Mmmm confieso que me gusto cuando lo conocí, pero… - en ese momento ella se sonrojo un poco- tengo alguien más en mente.

- Ya veo, te mueves rápido.

- Una chica tiene que tener iniciativa. Y hablando de eso, tú deberías hacer lo mismo o alguien se te adelantara.

- No sé de que hablas – respondió ella girando se dándole la espalda- pero lo tendre en cuenta.

Ezra estaba completamente desconcertado luego de que Sabine había aparecido el se preparo para un nuevo golpe pero ella solo se acerco a el acercandoce a su oido y diciendo solo un "lamento eso" en voz muy baja para luego besarlo en la mejilla, aun resentida por el golpe de la mandaloriana, para luego alejarse tarareando. El joven se giro confundido hacia su maestro quien lo miro sin ver.

- No te esfuerces en tratar de entenderlo, las mujeres son un misterio más grande que La Fuerza, mi joven padawan. - Dijo este mientras se alejaba.

- ¡¿Que se supone que significa eso?!