Esta es mi primera historia, espero que les guste, mis personajes favoritos son Sango y Miroku, por lo que se tratará principalmente de ellos.

Bueno mi historia comienza así.

Capitulo 1 El sueño

Miroku, Inuyasha, Kagome, Sango y Shippo iban caminando por el bosque cuando de repente se encontraron con una hermosa jovencita, parecía de unos 16 o 17 años, tenia un hermoso cabello largo de un color castaño obscuro, unos hermosos ojos que tenian cierto parecido a los de Miroku. De repente de atrás de un árbol una lanza salió disparada, estaba dirigida hacia Miroku, pero no lo alcanzo a tocar, ya que la jovencita se había atravesado y había recibido el ataque. Miroku despertó, su corazón palpitaba rápidamente, le costaba trabajo respirar y notó que estaba empapado en sudor, Habia sido solo un mal sueño.

- Pero fue tan real- pensó Miroku.

Aun se sentía nervioso por lo que no pudo volver a dormir, empezó a mirar a través del fuego como sus amigos dormían tranquilamente, sus ojos se detuvieron al llegar a Sango, quien se encontraba del otro lado de la fogata recargada en un árbol, justo enfrente de él. Se veía tan hermosa con sus ojos cerrados, tan tranquila y la luz del fuego reflejada en su rostro marcando cada una de sus hermosas facciones, su cabello que ya no se encontaba atado con un liston, sino suelto y posado sobre su rostro el se había quedado atónito ante esta visión, jamás se había detenido a ver lo hermosa que su compañera de viaje era.

- No puede dormir, su excelencia- Dijo Sango al notar con los ojos entreabiertos que Miroku estaba despierto y que la estaba observando.

A Miroku le dio un vuelco el corazón, no había notado que ella estaba despierta.

No Sango y veo que tu tampoco- contesto Miroku, observando a la bella chica que había abierto los ojos y lo veía desde el otro lado de la fogata.

Es verdad- contesto Sango- No puedo dejar de pensar en que estará haciendo Kohaku en estos momentos, si Naraku lo estará tratando mal, si esta enfermo o si algún día lograremos vencer a Naraku y así Kohaku será al fin libre. Miroku notó que a Sango se le lloraron los ojos al decir estas palabras, ya que Kohaku era su hermano, al que Naraku habia controlado para que matara a los mejores exterminadores incluyendo a su padre.

Bueno,¿ y cual es su excusa para estar despierto?- Le preguntó a Miroku, pero al voltear a verlo notó que Miroku se habia levantado y caminaba hacia ella, Sango se quedo paralizada sospechando lo peor.

-No te preocupes no voy a intentar nada contigo, lo prometo- dijo Miroku sentandose enseguida de ella y recargandose en el árbol al notar la desconfianza que surgió en el rostro de Sango.

- Yo tuve un sueño muy extraño- Dijo Miroku y al notar la mirada de curiosidad que portaba Sango comenzó a relatarle su sueño.

Que extraño sueño- dijo Sango al terminar de oir su relato -

Lo más extraño es que he estado teniendo el mismo sueño desde hace 4 días, ahora que lo pienso es desde que tomamos esta ruta. - contestó Miroku, por la mirada de sus ojos Sango pudo saber que era la primera vez que pensaba en ello.

¿Por qué no nos habia dicho nada su excelencia?- Pregunto Sango con curiosidad -¿Qué no confia en mí?

No es eso- contesto Miroku en un tono en el que Sango reconoció una completa sinceridad- No lo considere muy importante.

Ya veo- Dijo Sango confiando en la palabra de Miroku.

Me alegra poder hablar contigo Sango, tu sabes que confio mucho en ti, eres una chica muy especial.

Buenas Noches su excelencia. Se apresuró a decir Sango notando que se estaba sonrojando y al mismo tiempo para prevenir que él dijera algo más.

Es verdad es muy noche y debemos descansar. Supongo que no querrás que esté cerca de ti mientras duermes ¿cierto?- Repuso Miroku con algo de melancolía y levantandose para regresar al lugar donde se encontraba originalmente.

De repente Miroku sintió que algo le impedía avanzar, sorprendido, volteo y noto que Sango lo sujetaba del brazo para que no avanzara más.

Quédate- dijo Sango sorprendida al oir sus propias palabras- Quiero decir mm... Yo...A mi.. No me molesta que se quede, su excelencia- repuso Sango sonrojándose.

Miroku sonrió y volvió a acomodarse a un lado de ella, etaba sorprendido que le permitiera permanecer a su lado.

Sango no podía creer lo que acababa de hacer, había permitido que el monje pervertido se quedara enseguida de ella aún sabiendo lo peligroso que esto le podía resultar, si embargo por alguna razón que ella desconocía se sentía muy alegre "No se lo que me esta pasando" pensó al analizar la situación, "Me debo de estar volviendo loca", Sango cerró los ojos y se volvió a acomodar tratando de conciliar el sueño.

Miroku no podía dejar de ver aquel hermoso rostro que se encontraba reposando a su lado.

Sango....- dijo Miroku en un suspiro.

¿Si?- contesto Sango abriendo los ojos y volteando a ver a los de Miroku.

Yo....- Miroku se quedo paralizado no sabía que decir, su nombre solo se habia escapado de sus labios al estar pensando en ella - Solo queria decirte buenas noches- Repuso el monje con audacia y observando la mirada de cansancio en los ojos de Sango.

Buenas Noches- le contestó ella volviendo a cerrar los ojos.

Y así los dos durmieron tranquilamente en la obscuridad de la noche, ya que sabían que entre ellos se protegerían, solo podían esperar a ver que les esperaba al día siguiente.