Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, sino a Stephenie Meyer, la historia por otra parte es completamente mía.
"Viva en tu amor".
"El tiempo no regresa, donde no puedas amar, no te demores" .
Frida Kahlo.
Capítulo 1: El comienzo…
—Ya me voy —grito Isabella al salir de la casa, su madre al oírla desde el segundo piso le deseo suerte.
Comenzó a caminar con dirección hacia el instituto, lugar que como todo lo demás en el pueblo se encontraba a un lado de la calle principal, solo serían unas diez cuadras que caminar. Su padre no podía ir a dejarla, siendo el jefe de policía le tocaba entrar a las cinco de la mañana para comenzar el día cuidando al pueblo. Su madre en cambio se quedaba en casa para jugar a ser de la alta sociedad, muy pocas personas lo eran en el pueblo de Forks, pero ella se empeñaba en parecer millonaria, asistía a reuniones donde tomaban el té con galletas o sus famosas juntas en el jardín para criticar a todas las familias del pequeño pueblo.
Isabella en cambio sabía muy bien lo que tenía que hacer, en todas sus materias cerraría con promedio diez permitiéndole aplicar para una beca que le permitiera estudiar en la universidad de Washington al igual que su hermano mayor Emmett, él apenas se graduó del instituto se fue a estudiar a Seattle, su gran sueño es ser un gran abogado, aunque a muchos le hace gracia aquello, Isabella sabe que lo que Emmett se propone lo obtendrá.
A mitad de camino se encuentra con su novio, Dimitri, un chico de tez clara y ojos celestes, mucho más grande que Isabella midiendo un metro ochenta y cinco. Se saludan con un beso en los labios, ya hace dos años que son novios, para desgracia de muchas de las chicas y los padres de Isabella. Caminan juntos al instituto, pronto seria el baile donde todas las chicas morían porque el capitán o alguno del equipo de futbol las invitara, luego de eso serían las últimas cuatro semanas de clases.
—El viernes es el baile —comenta Dimitri llegando al estacionamiento del instituto.
—Lo sé, Jessica y Lauren no paran de hablar de aquello —Isabella ya estaba fastidiada oír a sus compañeras de clase hablar de vestidos y si tal chico las invitaría.
—Bueno y tú, ¿qué me dices? —pregunta Dimitri deteniéndose. Bella se le queda mirando, detrás de su chico, todo el equipo de futbol lleva una pancarta con una letra cada una de ella haciendo la pregunta si quería ir al baile, varios chicos del club de biología sostienen flores y globos.
—¡Oh por Dios! —grita Bella emocionada y de un salto abraza a Dimitri—. ¡Si! ¡Si! ¡Si!
Dimitri ríe sosteniendo a Bella, ser capitán del equipo le da muchas ventajas, la hora de las clases y todos los chicos se fueron dejando a la pareja sola, ambos fundidos en su burbuja se dirigieron a clases, durante todo el día, cada chico invitaba a una chica con divertidas propuestas.
Solo quedaban dos días para el famoso baile, Isabella entusiasmada por estar ese día con su novio, después de clases tomo el autobús para ir a Port Angeles, allí compraría su vestido, quería que fuera algo lindo, quería sorprender a Dimitri. Hacia más un mes que habia tenido su primera vez por lo que quería que la noche del baile fuera inolvidable. Al llegar a la tienda vio un vestido azul que la enamoro, largo hasta el suelo con algunos, corte corazón con dos tirantes y para enmarcar la parte del pecho tenía unos brillantes, Bella se lo probo y al verse en el espejo supo que aquel vestido era el suyo.
Hacía días que habia comenzado a sentirse mal, su estómago devolvía cada alimento que ella ingería. Bella no quería fallarle a Dimitri por lo que aquel viernes fue a médico, pero no quería que nadie supiera, ese día falto al instituto yendo a Port Angeles.
Sin nada en el estómago entro en el hospital de la ciudad, en recepción dio su nombre y la razón por la cual esta ese día ahí, la enfermera de turno le pide que tome asiento que pronto la atenderán, Isabella sintiéndose cada vez más sola y con el temor de un posible embarazo comenzó a derramar algunas lágrimas rápidamente se las limpio esperando que nadie se haya dado cuenta.
Cuando al fin la llamaron, los nervios se hicieron presentes además de las náuseas y los mareos que traía con ella desde hace unos días. En la consulta le conto a la doctora lo que estaba pasando y sus sospechas, la doctora al escucharla vio lo nerviosa que estaba e intento tranquilizarla, pero sin descartar nada, la envió a tomarse unas muestras, los resultados estarían en un par de horas. Isabella no sabía qué hacer, si aquellas muestras que se acaba de hacer salían positivas sus planes y sueños se irían.
Dos horas, ciento veinte minutos de espera, Bella salió del hospital con rumbo hacia la playa, no podía volver al instituto y mucho menos a su casa. Al llegar a la playa se sentó en la arena frente al mar, su teléfono de hace unos treinta minutos no dejaba de vibrar, saco su móvil y miro la pantalla, era su hermano.
—Deberías de contestar el teléfono, mamá no para de llamarme preguntándome por ti, en el instituto le avisaron que no asististe a clases —Isabella reconoció al instante la voz de Emmett, este se sentó a su lado y paso uno de sus grandes brazo por los hombros de Bella abrazándola—. ¿Qué haces aquí?
Bella no sabía si contarle la verdad a su hermano, sabía muy bien lo que ocurriría si Emmett se entera de todo, sabe que iría a encontrarse con Dimitri y le daría una golpiza y eso era lo que menos ella quería.
—Dime, confía en mi —susurra Emmett dándole un beso en la cien a su hermana pequeña, Bella soltó un largo suspiro dejando salir todo el aire contenido en sus pulmones.
—Vine al médico —susurro Bella, Emmett le hace un gesto con la mano para que siguiera hablando—. Hace días que me he sentido mal así que vine al médico.
—¿Y porque no fuiste al hospital de Forks? ¿Qué va mal?
—Tengo un atraso y puede que este embarazada —murmura Bella esperando la reacción de su hermano.
Emmett le cuesta creer lo que acaba de decir su hermana, quita lentamente su brazo de los hombros de Isabella y se pone de pie, no sabe cómo reaccionar, quiere gritarle y luego ir al instituto para romperle la cara a Dimitri, pero sabe que aquello no ayudara en nada. Emmett comienza a caminar por la playa de un lado para el otro tratado de aclarar su mente y poder ayudar a su hermana.
—Por favor Emmett, detente y di algo —murmura Bella abrazando sus piernas y poniendo su cabeza entre sus rodillas. Emmett al verla se pone de rodillas frente a ella.
—¿Por qué no te cuidaste? ¿Por qué no lo hizo él? —pregunta Emmett un poco más calmado.
—No lo pensé, lo amo y quería hacerlo feliz —susurra con lágrimas en los ojos.
—Demonios Isabella —murmura Emmett entre dientes.
Ambos hermanos se quedaron en la playa en silencio, Bella no podía mirar a la cara a su hermano, estaba claro que le habia fallado, no solamente a él sino que a sus padres también. Las horas pasaron y la era tiempo de ir por los resultados de los análisis y afrontar lo que se viniera, Emmett la acompaño hasta el hospital, la enfermera le entrego los análisis, Bella no quería abrir aquel sobre, no quería ver el resultado que podría arruinar de cierta forma sus sueños.
Emmett también nervioso le quito el sobre a Bella abriéndolo y revisando el contenido hasta llegar al lugar donde indicaría la verdad, los ojos de Emmett se abrieron mirando a Bella. La prueba habia salido positiva…
Emmett llevo a su hermana a la casa ya cuando habia anochecido, después de ver el resultado ambos hicieron una cita con una ginecóloga en el mismo hospital, allí en la consulta la doctora examino a Bella, apenas tenía 7 semanas de gestación, la ginecóloga le dio algunos folletos para que tomara la mejor de las decisiones, podía dar el bebé en adopción y elegir qué tipo de relación tener con la familia y con el bebe. Emmett le aconsejo que esperara aún tenía tiempo, este llamo a su madre tranquilizándola ya que Bella estaba con él. Durante el día, Bella estuvo callada la gran parte del día, no podía decidir qué hacer.
Al llegar a la casa, ambos hermanos bajaron de la camioneta y entraron a la casa, Reneé y Charlie estaban en la sala esperando por Bella. Antes de entrar a la casa y ver a sus padres Bella ya habia tomado una decisión y los primeros en oírlo serían sus padres, su familia.
—¡Por fin llegas! —dice su madre levantando sus manos y se levanta del sofá.
—Hola mamá, papá —saluda Bella sentándose frente a sus padre, Emmett en silencio la acompaña, ahora tenía que ser su apoyo.
—Hija, ¿qué pasa? Estas demasiado pálida, ¿Por qué no fuiste al instituto? —pregunta su padre preocupado.
—Yo necesitaba ir al médico, me sentía mal —susurro Bella respondiendo a su padre, pero sin mirarlo a los ojos.
A su madre no le preocupa mucho lo que a Bella le suceda siempre y cuando no estorbe ni de qué hablar entre sus amistades, siempre ha sido así, sus hijos tienen que tener una actitud intachable, no como los de sus amistades, siendo fiesteros, madres solteras y algunos drogados, por lo que Reneé deja de prestarle atención a su hija poniendo sus ojos en la televisión, Charlie es otra cosa, lo más importante son sus hijos, por eso ayuda a Emmett con la universidad y planeaba hacer lo mismo con Bella.
Isabella suspiro mirando a su padre, estaba todo claro, pero cuando las palabras dejaron su boca, Charlie se puso de todos colores mirando a Bella, Reneé por un momento pensó que estaba alucinando. El silencio reino en la casa, el aire se puso tenso, Bella apenas podía respirar y lo único que quería era vomitar para luego dormir tanto como pudiera. Un grito la hizo saltar, Reneé estaba de pie gritando que no podía ser cierto, cada palabra solo se refería a la deshonra de la familia Swan, Isabella se puso de pie al igual que Charlie.
—Te iras de mi casa, no quiero mantenerte ni a tu bastardo, eres una zorra que con el primer estúpido te abres de piernas —la voz dura de Charlie hizo un vacío en el pecho de Bella provocando que varias lagrimas rodaran por sus mejillas.
No fue capaz de decir nada, el dolor y las náuseas ya estaban ahogándola, salió de la sala con rumbo a su habitación, allí tomo una maleta pequeña y puso algo de ropa, sus cosas del instituto y sus documentos, allí entre esas cuatro paredes podía oír los gritos de sus padres y los de Emmett pidiéndoles que recapacitaran, que no dejaran a Bella a la deriva justo ahora que los necesita, pero Renée no iba a permitir aquello, no quería ser aislada por el mal comportamiento de su hija.
Bella bajo las escalera junto con su maleta, no se molestó en despedirse y sabía que Emmett poco podía hacer por ella, su padre era el responsable que él solo se preocupara de estudiar.
—Si la ayudas, dejare de pagarte y no podrás estudiar —grito Charlie al ver que su hijo estaba ayudando a Bella.
—Perfecto así no tendré que deberte nada —le responde Emmett ayudando a su hermana, pero antes saca las llaves de la vieja camioneta y las deja en la mesa.
Ambos salen de ahí en completo silencio, las cosas habían estado mucho peor de lo que esperaban, Bella creía que su padre la iba apoya en su decisión de tener al pequeño y criarlo. Emmett por su lado acompaño a su hermana hasta un hotel, al menos ambos tenían algunos ahorro para pasar la noche.
Los días pasaban y ninguno de los dos tenía noticia de sus padres, Bella seguían yendo al instituto, al menos solo le quedaban tres semanas de estudios y se graduaría. Emmett desde Seattle se mantenía en contacto con su hermana, él habia conseguido un trabajo en una pequeña escuela siendo el entrenador de un equipo de futbol, aquel dinero le servía para pagar sus estudios y poder vivir en Seattle, algo distinto a su hermana, solo tenía unos dólares los cuales quería guardar para irse del país, Emmett le rogo que no lo hiciera, que se quedara con él, su hermano perfectamente podía ayudarla, pero ella quería poner tierra y si era necesario poner también mar de por medio y poder sanar el dolor de perder a sus padres de la peor manera.
Dos días y se podría graduar, Bella se juntara con Dimitri en el parque del pueblo para decirle lo de su nuevo integrante. Luego del instituto Bella lo espero por varias horas, el cielo comenzaba a ser más amenazante, pero su novio no aparecía. El solo estaba poniéndose, el cielo se oscurecía y a lo lejos podía ver su figura lo reconoció al instante, pero no veía solo a su lado estaba Lauren, muy tomada de su brazo, aquella chica siempre estuvo enamorada de Dimitri. Bella se puso de pie, la rabia y la ira le estaba revolviendo el estómago, pero se dijo así misma que no podía verse débil delante de ellos.
Emmett a lo lejos esperándola en un taxi mantenía su vista fija en su hermana, él iba a actuar si veía a Bella en peligro.
Bella por otro lado solo quería salir corriendo, no decirle nada parecía ser la mejor de las ideas, pero pensaba en el futuro, no quería que algún día su hijo o hija le reclamara por no conocer a su padre.
—Ya estoy aquí, disculpa la demora, pero Lauren insistió en ir por algo de comer antes —la voz de Dimitri era en completa disculpa, Bella solo fue capaz de rodar los ojos. Siempre habia dicho que Lauren era un mujer fácil y predecible, que jamás podría fijarse en él, que gran mentira.
—¿Podemos hablar solos? —pidió con voz firme, Lauren se le quedo mirando y luego miro a Dimitri.
—Lauren es mi novia y puedes hablar lo que sea delante de ella —aquellas palabras derrumbaron todo dentro de Bella, sin poder soportarlo sus ojos se llenaron de lágrimas y un gran nudo en su garganta se formó impidiéndole tragar.
—Oh felicitaciones a la hermosa pareja, pero podrías haber tenido la decencia de decirme que me cambias por esta puta —la acidez en las palabras de Bella hicieron que Lauren rompiera en rabia acercándose a Bella queriendo golpearla, pero un gran pecho se interpuso entre ambas, Emmett estaba frente a la chica.
—Basta, dime que es lo que me quieres decir y acabemos con esto —pidió Dimitri cansado, Lauren se habia encargado de llenarle la cabeza de ideas que no eran ciertas, pero la actitud de Bella no ayudaba para aclarar las cosas, por lo que Dimitri decidió cortar por lo sano.
—Estoy embarazada —sentencio Bella mirando a Dimitri.
—No es mi problema —respondió Dimitri indiferente actitud que encendió la furia en Emmett quien se abalanzó sobre el chico comenzando a golpearlo.
Las chicas gritaban para que se detuvieran, ambos chicos eran de gran tamaño, Isabella le rogaba a su hermano para que ya se detuviera, con lágrimas en los ojos y dolor en su pecho sentía que el aire le estaba faltando.
—¡Emmett! —Bella llamo a su hermano antes la oscuridad la absorbiera.
Emmett dejando a Dimitri ensangrentado en el suelo apenas con conciencia miro a su hermana desmayada sobre el césped, rápidamente se acercó a ella, la tomo entre sus brazos y la llevo hasta el hospital que estaba a solo dos cuadras.
Al llegar allí un hombre de cabellos rubios y ojos celestes como el cielo atendieron a Isabella, Emmett le comento que ella tenía como 10 semanas de embarazo. El medico estabilizo a Bella poniéndole algo de suero y un tranquilizante bastante suave dado a su condición, además llamo a la ginecóloga del hospital para que revisara al pequeño bebe.
Carlisle Cullen hacia dos días comenzó su trabajo en el hospital, la decisión de vivir en un pequeño pueblo junto a su familia se debió a la depresión de una de sus hijas, ella necesitaba tranquilizad y sobre todo distancia entre su ex marido.
Emmett espero en la sala paseándose como león enjaulado, tenía miedo que su hermana perdiera al pequeño Swan. Ahí en el sala de espera se topó con Dimitri y Lauren, este se acercó a chico, Lauren por inercia se puso entre ambos no quería de nuevo un episodio de lucha libre.
—No te volverás acercar a mi hermana ni mucho menos a mi sobrino, olvídate de Isabella —dijo Emmett entre dientes, no dejaría que Dimitri se volviera a acercar a su hermana.
Hoy decidió ayudarla para que dejara el país apenas reciba su diploma de graduación, Bella se iría a Londres, allí podría tener una vida mejor para criar a su hijo sin tantos problemas no estrés, él se encargaría de todos sus gastos, aun no sabía cómo lo iba a hacer, pero su hermana y su sobrino no pasarían penurias, jamás, eso se lo ha prometido .
Carlisle le pidió a Emmett que llamara a sus padres para que se llevaran a Isabella a casa, pero este se negó diciendo que solo lo tenía a él. Ambos hermanos dejaron el hospital con unas cuantas indicaciones por parte del médico y de la ginecóloga. Bella tenía que hacer reposo por una semana solo para que descansara del estrés que ha estado pasando, también debía tomar vitaminas y también el ácido fólico necesario en su estado, el médico le extendió una licencia médica para que se presentara en el instituto, no iría a la graduación, aquel diploma se lo enviarían a la casa de Emmett en Seattle.
Isabella pasó sus días acostada en el sofá de Emmett hasta que cumplió los tres meses de embarazo, hoy partiría a Londres con una pequeña maleta y muchas metas por cumplir.
Primer capítulo de esta gran historia, espero que les guste y que me dejen sus comentarios, ideas o críticas, siempre estaré agradecida de cada palabra de ustedes. Nos vemos en el próximo capítulo.
