Hey lectores!

Os traigo otro one-shot de estos libros, que aunque lo llame así tendrá tres capítulos, pero yo sólo cuento el último porque los dos primeros describen los sentimientos de los mellizos. Sólo me he leído los dos primeros libros, y no sé si algo parecido ha sucedido en los demás, pero como he visto spoilers que decían que Josh se uniría a Dee y Maquiavelo, me he imaginado lo que sucedería si Josh tuviera que luchar con Sophie en una gran batalla. :)

Bueno, ya os dejo, y que os guste. Por cierto, si a alguien le interesan los mellizos como pareja, que me avise, que yo estoy loca por el incesto y estoy deseando escribir algo de eso para estos dos, si alguien quiere leerme claro.


Aquella terrible y oscura tarde de otoño, sería la gran batalla.

Sophie llevaba temiendo aquel día desde que Josh les había dejado para unirse a Dee y Maquiavelo. Sabía que habría un momento en el que tendría que luchar contra él, contra su propio hermano mellizo, y aquel momento había llegado.

Sophie jamás habría accedido a hacerlo si Josh realmente sólo se hubiera marchado porque no confiaba en Nicolas, que era lo que él le había dicho, pero la joven estaba segura de que él ya no la amaba. Porque a pesar de sus palabras, un par de días después de haberse ido, Josh había impedido con un conjuro, que sólo los mellizos podían hacer, que Sophie pudiera sentir lo que él sentía o saber lo que estaba pensando. Y si Josh había cortado su preciada conexión, y estaba también aquella carta que le dejó mientras dormía en la que le aseguraba que ya no sentía nada (a pesar de que la joven reconoció en su letra que había algo que le ocultaba, o que mentía, pero lo ignoró), estaba claro que lucharían, porque a él ya no le importaba.

Desde aquel día, su ánimo, bastante penoso de por sí porque su mellizo se había marchado, había decaído hasta límites insospechados. Sophie lloraba todas las noches, preguntándose qué había hecho mal, y ni siquiera podía sonreír al imaginarse a Josh, a su hermano mellizo Josh, escribiendo una carta (cosa que tenía gracia porque Josh sólo escribía e-mails, y rara vez).

Pero Sophie no pensaba soportarlo. Jamás podría hacerle daño a Josh, porque ella le seguía amando incondicionalmente, de una forma que rozaba lo imposible. Así que, para cuando Nicolas Flamel entró en su habitación seguido de Saint-Germain, su esposa Juana de Arco, y Scathach, ya estaba preparada, y afirmó rápidamente que lo haría. Y marchó a la gran batalla con ellos. Pero lo que ellos no sabían era que Sophie tenía planes muy distintos a los suyos…