Los personajes de esta historia salvo por supuesto Erea y Kartsha no nos pertenecen. Todos pertenecen a Rowling. La gran autora que hizo que pudiésemos crear este fanfic. Por otra parte,... por favor, os lo rogamos, en serio, poned un review que sino, no sabemos si os gustó o no y no pondremos más porque si a la gente no le gusta... POR FAVOR, UN REVIEW, YA, EL SIGUIENTE LO HARA, TODOS DICEN LO MISMO (pose melodramática con lágrimas en los ojos...) Bueno, que lo disfrutéis

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Nunca nadie había visto una escena más rara en la estación de King Cross y nunca nadie la vería.

Dos jóvenes, extranjeras a juzgar por la conversación que se oía, paseaban por el viejo andén nº 8 fijándose a su alrededor de camino a números más elevados.

No llamaba tanto la atención de la gente el hecho de que las dos fueran con sendos baúles de madera finamente trabajada en carritos de metal y sin ser acompañadas por nadie, ni que encima de los baúles lacrados una tuviera una elegante águila y la otra una pecera con dos tortugas (Ramón y Cajal), además de una televisión, la psp, la nintendo, un aparato de música... no, lo que llamaba la atención de la gente al verlas pasar hasta hacerles girar la cabeza no era ni su gran atractivo físico, ni su sutil acento español sino el extraño grupo que las dos o los 5 contando con las mascotas formaban.

El águila emitió un suave chillido cansada de estar enjaulada mientras su dueña seguía caminando. Los tacones de aguja de sus botas negras de caña alta repicaban con cada paso entre el alboroto corriente de carritos, trenes y familias viajando mientras empujaba su equipaje.

-Pero ¿Estás segura de que los muggles llevan esta ropa? Es muy incómoda y además-añadió mientras se intentaba bajar con fastidio la pequeña minifalda negra plisada que dejaría ver casi por completo sus piernas de no ser por las tupidas medias negras que prudentemente se había puesto.-tú no las llevas.

Los tenis se apoyaban suavemente sobre el suelo de los sucesivos andenes. Su dueña habló

-¡ Claro que sí! Recuerda que mis padres son muggles y sé de moda muggle más que tú y si yo no llevo la misma ropa que tú es porque... esto... porque... porque soy una persona bastante especial... sí ¡eso es!- dijo socarronamente mientras señalaba los vaqueros azul clarito un poco desgastados y un poco anchos, su aspecto se parecía al de una hippie- y hazme caso ¡desabróchate el botón de la camisa!- exclamó intentando alcanzar el botón de la camisa de su amiga que haría que esta tuviera un pronunciado escote.

-¡Ni de broma! Ningún muggle va como yo voy- dijo agarrándose la camisa blanca y tapándola un poco con la chaqueta negra que la cubría mientras miraba a su alrededor.

-¿Te crees que te iba a permitir vestir como los horteras de los británicos?¡Alégrate de que nadie vista como tú- dijo la dueña de las tortugas mientras se arreglaba el cuello de su camisa también blanca y tapada con un jersey veis de punto- y ahora ¡¡¡desabróchate el puñetero botón!!!-

-Eso es verdad, son demasiado horteras. Esta bien, lo desabrocho; pero sólo porque confío en ti- dijo mientras miraba a todos los horteras que pasaban por su lado.

-sí, sí, sí pequeño saltamontes- respondió su amiga mientras agitaba la mano.

- Que te he dicho que no soy un pequeño saltamontes

-¡Claro!, todos los pequeños saltamontes dicen lo mismo

Suspirando resignada su amiga dijo- Es aquí, tenemos que atravesar la barrera. No sé tú pero yo prefiero utilizar un hechizo que haga que pasemos desapercibidas.

-¡Ja! Yo nunca paso desapercibida. ¡Soy la ostia en vinagre!

-Eres rara.

-¿Y me lo dices tú?¡A ver!, La que no sabía nada sobre Hugh Laurie, ni sobre Internet, ni sobre videojuegos ¡ni sobre música normal!-exclamó horrorizada mientras se llevaba una mano a la cadera y con la otra contaba con los dedos lo que su amiga desconocía de la buena vida.

-Ya sabes que en mi mundo no es normal conocer esas cosas. Bueno, dejando eso aparte... vamos... vigila que no me este mirando nadie.

-¡Vale! Esto... ¡espera! Hay una niña, ya está ¡no!, Espera ¡Hay un tío con un muy buen culo!

-¿El qué?- dijo interesada su interlocutora volviendo la cabeza.

-Tú concéntrate, ale, ya está, no hay nadie que se fije en ti.

Los ojos de su compañera se perdieron nitidez. Al cabo de unos segundos se le volvieron a poner normales y sin decir nada empujó el carrito contra la barrera con total indiferencia y su amiga la seguía.

Ante ellas apareció el expreso de Hogwarts. De un color rojo escarlata el tren contrastaba con los otros trenes grises de la estación en la que estuvieran hacía tan solo 5 segundos.

Decenas y decenas de niños se despedían de sus respectivas familias mientras estas les daban los últimos consejos y mimos que recibirían hasta la navidad; otros muchos se agrupaban saludando a viejos amigos y relatándoles lo que había pasado ese verano desde que se habían separado y por último otros ya estaban o en el tren o intentando subir a este.

Sin mediar palabra alguna entre ellas se dirigieron a la entrada del tren. Mirando con actitud fastidiada a sus baúles la dueña de las botas sacó su varita y apuntando a su baúl y cogiendo la jaula de su águila con la mano dijo en un susurro quedo:

- ¡baúl locomotor!

Inmediatamente el baúl se elevó en el aire y siguió a su propietaria hacia el final del tren en busca de un compartimiento vacío.

La muchacha de los tenis cogió su pecera, a su vez sacó su varita y pronunció las siguientes palabras:

-¡baúl plicare!

El baúl dio una fuerte sacudida y se fue doblando sobre sí mismo hasta que se hizo del tamaño de un pequeño posavasos. Entonces la dueña cogió su posavasosbaul y lo metió con total tranquilidad en su bolsillo mientras buscaba con la mirada a su amiga y la seguía.

Encontraron varios vagones libres, pero escogieron un compartimiento también libre al fondo del tren. Se sentaron, no sin antes colocar con un gesteo de la mano el baúl en su sitio y mirar con reproche a los tenis sin decir:

-¡Eso es muy poco elegante! No dejas a los elfos domésticos hacer su trabajo ¿sabes? Los pobres estarán muy decepcionados.

Sonriendo su amiga respondió:

-No me gustan los elfos, si quieren mi baúl que me lo roben del bolsillo. Así evito la pérdida de equipaje.

Poco antes de que se montaran, nada más aparecer por la barrera no se fijaron que un grupo de tres chicos y uno que estaba por determinar habían seguido cada uno de sus movimientos con la mirada.

-Mira eso, oye Sirius ¿de qué curso son?- preguntó uno de los chicos. Tenía en pelo marrón desordenado; usaba gafas, con los ojos marrones era alto y delgado mas tenía una buena musculatura. Sus movimientos eran ágiles pero no nerviosos. Su voz era clara y franca.

El chico al que se dirigió respondió. Su voz era suave, susurrante y grave- Desde luego tienen que ser nuevas James. Conozco a todas las chicas de este colegio y nunca las había visto; pero no parecen de primero- añadió mientras observaba como una de ellas con botas altas con el pelo largo y liso moreno y brillante hasta la mitad de la espalda que le caía con gracia por un lado sobre la frente, con la piel tostada sacaba una varita con unos largos dedos de unas frágiles manos- ¿de dónde vendrán?- dijo mientras se tocaba instintivamente los mechones de pelo negro que le caían sobre la blanca frente medio ocultando sus ojos de un profundo color azul grisáceo. Igual de alto y delgado el muchacho era también musculoso. De gestos elegantes y gráciles que traían a las chicas de su alrededor locas. El pelo largo y negro, además, le daba un toque de misterio del que él se sentía muy orgulloso.

Le contestó un chico de pelo castaño y corto; de ojos miel, alto y delgado; musculoso como sus amigos:

-Deben de ser las nuevas- Su voz serena y firme dejaba entrever una pizca de humor negro al que acompañaba su sonrisa- Este año iban a venir dos alumnas de otro país que tuvieron que mudarse.

-¿Cómo Lupin?, No entiendo- el cuarto de los chicos era todo menos guapo: bajito y gordito tenía el pelo lacio gris marrón gastado, como el de una rata. Sus ojos pequeños y marrones no inspiraban confianza. De movimientos nerviosos y patosos empujaba un carrito igual al de sus compañeros.

-Déjalo Peter- respondió Lupin mientras observaba como la de los tenis se colocaba el brillante pelo ondulado moreno detrás de la oreja. Su piel era blanca y aunque no tan tostado como la de su amiga se adivinaba un ligero tono moreno.- vaya, muy inteligente- comentó cuando esta se guardó el baúl en el bolsillo- bueno, me tengo que ir al vagón de los prefectos.

-¿ Con Lily?- preguntó James. La pelirroja de ojos verdes le llevaba gustando desde que ambos estaban en 1º.

-Adiós, luego os iré a hacer una visita- dijo Lupin sin responder a la tonta pregunta.

-Bueno, ahora a buscarlas- dijo Black sonriendo maliciosamente

-Ok Sirius –respondió James.

-Podrías llamarme Padfoot; ya estamos de nuevo en Hogwarts Prongs.

-¿Me volveréis a llamar Wormtail?-preguntó ansioso Peter

- Te pega- respondieron los dos a la vez mientras entraban en el tren.

Finalmente en el último vagón las encontraron. Habían pasado por muchos vacíos y fue en ese en el único en el que se hablaba una lengua extranjera. Al parecer una de las dos cantaba:

-Un mamut chiquitito quería volar

probaba y probaba y no podía volar
una palomita, su amiga, lo quiso ayudar
y de un quinto piso lo hizo saltar
y qué pasó?
mierda, el mamut se hizo muerda

muerda, el mamut se hizo muerda

Un mamut chiquitito quería fumar
probaba y probaba y no podía fumar
un perro, su amigo, lo quiso ayudar
y 500 cigarrillos lo hizo fumar
y qué pasó?
cáncer, al mamut le dio cáncer

cáncer, al mamut le dio cáncer

Un mamut chiquitito quería tomar
probaba y probaba y no podía tomar
un oso, su amigo, lo quiso ayudar
y 6 litros de wiski lo hizo tomar
y qué pasó?
Cirrosis, al mamut le dio cirrosis

Cirrosis, al mamut le dio cirrosis

Un mamut chiquitito quería debutar
probaba y probaba y no podía debutar
un burro, su amigo, lo quiso ayudar
y con 100 prostitutas lo hizo debutar
y qué pasó?
SIDA, al mamut le dio SIDA

SIDA, al mamut le dio SIDA
Un mamut chiquitito se quería drogar
probaba y probaba y no se podía drogar
un gato, su amigo, lo quiso ayudar
y 10 líneas de coca le hizo probar
y qué pasó?
Sobredosis, el mamut con sobredosis

Sobredosis, el mamut con sobredosis

y ahora qué le pasó?
Se murió, el mamut se murió.

Su voz era aguda y tierna, clara y firme parecía que disfrutaba con la canción.

¡Pero, te la has aprendido entera!- exclamó otra voz. Esta era clara y suave, aunque aguda no lo rea tanto como la de su amiga; serena y susurrante.

Los chicos aprovecharon esta interrupción para entrar en el vagón.

-Eh... ¿ Podemos sentarnos?- preguntó James- Es que los demás están llenos.

-Eso no es del todo ver... -empezó diciendo la dueña del águila

-¡Claro que sí, pasad, pasad- la interrumpió la de las tortugas.

Los tres entraron y tomaron asiento. Ya de cerca pudieron ver sus rasgos más nítidamente.

La 1º tenía la cara ovalada. Tal vez un poco bajita pero delgada estaba sentada al lado de la ventana. Sus grandes ojos de un color marrón miel pasaban a ser verdes para después ser coronados con un círculo en la parte más externa de los ojos de color gris marrón y miel que se alternaban en anillos. Su cara aunque agradable estaba atenta con un deje frío en la mirada. Sonreía casi imperceptiblemente. Se podía ver que en el cuello de la camisa se escondía la cadena de un collar. Llevaba unos pendientes de plata con adornos de azabache y algunas pulseras.

La segunda era de complexión física muy parecida a su amiga pero esta sonreía abiertamente hacia los dos chicos y el añadido. Tenía una cara risueña y alegre. Sus ojos eran grandes de color verde que en el medio una línea color miel irregular daba paso a un azul verdoso. Su cara también ovalada les invitaba a hablar acompañando el gesto con una suave mano. A pesar de todo esto escudriñaba a los chicos con gran interés.

-Esto... sois nuevas ¿no? Nunca os habíamos vito- dijo Sirius

-Sí, somos españolas, venimos de Liberum Donum Stellae. Nos cambiamos por motivos personales

-¿ves? Ya os dije que si eran chicas e iban a Hogwarts yo las conocía- dijo Sirius

-Bueno, pues yo me llamo Erea- dijo la de pelo ondulado- y ella es Kartsha o pequeño saltamontes.

-Que no soy un pequeño saltamontes- respondió la otra

-Sí, sí, sí, todos los pequeños saltamontes dicen lo mismo- replicó la primera- ¿ y vosotros?

-Yo soy James Potter, él es Sirius Black y el otro es Peter Pettigrew, sí, es humano, aunque no lo parezca.

-¿y a qué año vais?- preguntó Sirius Black con los ojos puestos en el escote de Kartsha

-A sexto- respondió ella tapándoselo un poco

-Sí- corroboró Erea feliz- Yo voy a Runas Antiguas y a ese tipo de asignaturas; ella va para auror

- Entonces irá conmigo a clases- dijo Sirius sonriente- y bueno, también con James. Tú irás con Lupin y con Peter.

-¿Lupin?-inquirió Erea

-Sí, el prefecto de nuestra casa; ya lo conoceréis- dijo James y su mirada se dulcificó – y a Lily- acompañando al nombre se oyó un suspiro-...

-¿Pero a qué casa iréis?- interrumpió Sirius sabiendo que iba a venir un discurso de obras y virtudes de Lily.

-Pues ni idea, ¿Cuáles son las distintas casas?- preguntó Erea

Sirius y James se las explicaron incluyendo en cual iban ellos

-Ah- dijo Erea-¿ Y no hay ninguna para los que quieran ser ricos sin esfuerzo?

-No- respondió Peter

-Oye Peter, creo que te llaman fuera- dijo Kartsha

-Sí, yo también lo he oído-dijo Erea- en el primer vagón, corre a ver quien te llama

-Ah, vale, voy, gracias- dijo este. Se levantó y se fue.

Kartsha y Erea estallaron de risa. Al poco tiempo Kartsha se calló y dijo:

-Viene alguien.

Pero nadie abrió la puerta. Pasaban los segundos y nada. Al cabo de dos minutos, cuando ya se iban a burlar de ella la puerta se abrió y apareció Lupin

-¿veis? Ya os dije que venía alguien..

Antes de que nadie pudiera decir nada Erea se presentó y presentó a Kartsha. Empezaron a hablar y sin previo aviso Kartsha se dirigió a Erea en español:

-Es un hombre lo...

-ya lo se.-interrumpió Erea.

-Bueno, yo me voy a dar una vuelta-dijo levantándose Kartsha- sola- añadió cuando vio que Black se levantaba

-Ok-dijo Erea con una gran sonrisa- aquí te esperamos

Kartsha cerró la puerta, pero volvió rápidamente como si se hubiera olvidado de algo, justo cuando Erea iba a hablar

-Y no intentes liarme con nadie- nada más dicho esto se volvió a ir.

-Bueno- dijo Erea- Ahora ella no esta así que...

-Con nadie- se volvió a oír la voz de Kartsha

-jo-dijo Erea mientras se sentaba con las piernas en cruz-¿y decías que no había una casa para las que no quieren esforzarse?

-Exacto-dijo Lupin- Pero ya lo decidirá el sombrero seleccionador; lo verás cuando llegue la hora

Esta bien, oye¿ alguno vio el último episodio de House?- dijo mientas se apoyaba la cabeza en una mano

¿De que? Preguntaron los 3 a la vez

Es una serie de TV ¡no me puedo creer que no la conozcáis! la tenéis que ver, es el martes a las 10 en cuatro- estaba indignadísima

oye, así que eres de padres muggles- atajó James

Sí, son los presis de una compañía de videojuegos

¿De que?- volvieron a preguntar

de verdad, cuanto tenéis que aprender- ahora super indignada

¿Y tu amiga?- preguntó Black

Ah, ya lo veréis- dijo riéndose Erea- El pequeño saltamontes siempre da la nota, ya veis lo escandalosa que es. Es una champú

¿Una que? Preguntaron los tres al unísono

Y tú una sucia-respondió Kartsha. Había abierto el compartimiento sin que ellos se enteraran.

Champú

Sucia

Champú

Sucia

Champú –Sucia- Champú – Sucia- Champú – Sucia...

De repente las dos se sacaron la lengua y se dieron la espalda. Sin previo aviso se echaron a reír.

En ese momento se abrió el compartimiento y apareció la señora del carrito: -¿queréis algo?

-sí ¿tiene pipas?- preguntó Erea

-¿el que?

-¿es que no sabéis decir otra cosa?- dijo Erea enfadándose

Semillas de girasol- atajó Kartsha

Eh... no-respondió la señora

Entonces gracias, puede irse- dijo Erea. Cuándo se cerró la puerta Erea empezó casi a llorar- un año sin pipas, un año sin chuches, un año sin... oye tú- dijo señalando a Lupin que sacaban rana de chocolate- ¿es eso chocolate? Dame un poco Profa.

Um- respondió dubitativo Lupin; después de todo era su chocolate!!- esta bien- decidió acercándole una caja.

Kartsha se levantó y cogió la caja de su águila, una pluma y un trozo de pergamino y garabateó unas palabras en una nota. Se lo ató a la pata del águila y abrió la ventana. El águila salió inmediatamente.

-¿usas águila?- preguntó Black

Sí, es más rápida y bonita-dijo Kartsha. Por alguna razón le gustaban mucho los ojos de ese chico.

¿Cómo se llama?- preguntó Black acercándose a ella

Mort. Lo puso Erea-dijo Kartsha mientras se alejaba. No le iban los de mucha espuma y luego nada.

Sí, es bonito. Yo tengo dos tortugas- dijo mientras los sacaba de la pecera- se llaman Ramón y Cajal

¿Les pintaste sus iniciales en la concha?- inquirió James

Sí- respondió ella- son tortugas, a saber cual es tío y cual es tía. Ramón quiere a Cajal pero ella solo quiere sexo

Son tus mascotas, deberías saber cual es cual

Son tortugas-fue la única contestación de Erea

¿Por qué pone 69 en la pecera?- preguntó Sirius

Porque quiero que tengan una vida de sexo. Una vida sin sexo es perjudicial para la salud- todos asintieron menos Kartsha que se quedó sin moverse

Siguieron hablando hasta que el águila de Kartsha tocó en la ventana. Llevaba un paquete en la pata bastante grande pero ninguna carta o nota.

-por fin pipas- dijo mientras cogía el paquete- pero no son para ahora- respondió a la mirada y gestos suplicantes de Erea- que no!!!!!- tacaña´se le oyó murmurar a Erea- por cierto ¿cuándo llegamos? El Sol ya se ha ocultado

En 15 minutos- dijo Lupin- debéis cambiaros

James, Sirius!- llamó- ¡fuera!

James hizo caso instantáneamente pero Sirius hizo un ademán de quedarse. Erea miró maliciosamente 1º a Sirius y luego a Kartsha que estaba poniéndose de pie; de espaldas a la puerta y empezando a desabrocharse la camisa.

No Erea, no! Sirius ¡fuera!

Sirius miró con tristeza hacia abajo. Se levantó y cerró el compartimiento pero...

-del todo-dijo Kartsha y se oyó un golpe de la puerta del compartimiento al cerrarse

-No- dijo Kartsha mientras se encaraba a Erea. Las dos hablaban en español

-Pero... es guapo-dijo poniéndose de pie y empezando a cambiarse

-ya, pero solo es apariencia

-tal vez tenga un fondo; todo tiene un fondo, hasta el agujero sin fondo; recuerda, lo probamos

-Sí, también los basureros

-Sí ¿ves? Todo

Sabes que me cuesta confiar en la gente así como así y además es un Black

¿Y? No empezarás con lo de champú

No en el sentido en el que crees-dijo Kartsha- son como mi familia- cogiendo su túnica del colegio

Pues magnífico, pegáis- dijo Erea mientras se ponía la túnica- además dale una oportunidad, mírate a ti!

Vale, pero no me intentes liar con él; para eso me compro un muñeco hinchable

Oye, buena idea, lo pediré por tele tienda-dijo Erea- es que necesitas buena vida

Bueno, ya estoy- dijo Kartsha

Yo también- dijo Erea- ahora a avisarles- abrió la puerta y se encontró con que ya estaban los 4 (Peter había vuelto a atender a su llamada en el 1º vagón) vestidos con el uniforme del colegio. Se habían ido a cambiar a un vagón vacío; Kartsha iba a decir algo pero Erea se le adelantó.

Ya habían llegado.

Se bajaron del tren y llegaron al castillo en carruajes a simple vista tirados por caballos invisibles a no ser que se hubiera conocido la muerte. Iban a entrar al Gran Comedor cuando una bruja de apariencia seria y autoritaria les detuvo. Su túnica verde combinaba con el sombrero de pico que llevaba. El pelo pelirrojo estaba peinado en una moña en la nuca.

-vosotras, venid conmigo. Entrareis con los de 1º y pasareis la selección antes que ellos. Bienvenidos a Hogwarts- Miró por encima de las chicas y añadió- vaya, así que habéis conocido a los 4 jinetes del Apocalipsis; pueden ir a sentarse en sus respectivas mesas,

Una vez solos continuó su discurso

-Soy Minerva McGonagall. Os enseñaré transformaciones y también soy al a jefa de Gryffindor. Confío en que vuestros compañeros os hayan contado el sistema de casas que tenemos aquí en Hogwarts- las chicas asintieron- la casa será decidida por el Sombrero Seleccionador

Pero- interrumpió Erea- ¿no es muy poco sólo 4 casas? Es decir¿ y si no pego en ninguna?¿No les parece que cometen una tremenda falta de todo al intentar distribuir a personas que son completamente diferentes entre sí en tan sólo 4 casas?

Esto... fijaos! Ya vienen los de 1º- cortó la profesora- ya nos toca entrar. Os llamaré por orden de lista-añadió mientras abría las puertas del Gran Comedor.

Las caras de los de 1º si ya de por si denotaban miedo al pronunciar las últimas palabras y abrir las puertas mostraron pavor. Entró la profesora, le siguieron las nuevas y los de 1º. Llegaron hasta casi la mesa del director. Albus Dumbledore.

Era una persona especial. Con la barba blanca larga hasta la cintura y también el pelo largo y blanco vestía una túnica azul turquesa con el sombrero del mismo color. Su apariencia anciana quedaba desmentida por unos ojos azul eléctrico por detrás de unas gafas de media luna.

Nada más verlo Erea se quedó pasmada.

Colocaron un taburete en frente de la mesa del director y encima de este un sombrero viejo y raído que empezó a cantar por un ala rota.

Podré parecer un sombrero viejo y feo

Erea- De verdad tiene los ojos bonitos

Si sois valientes y tenaces

Erea – Oye Kartsha, mira que ojos tan bonitos

Si sois astutos sí!

Pues sí, se parecen a los de Hugh Laurie

La verdad los ojos no son tan feos

Ponedme y veréis en qué casa os meteréis.

Bueno, antes de la selección de los de 1º se procederá a la selección de dos alumnas nuevas de 6º- dijo McGonagall

Erea levantó las manos con los dedos puestos en gesto de victoria en alto para que todo el mundo la viera

comencemos- prosiguió la profesora- Majere Mizzrym, Kartsha

Al oír el apellido todo el Gran Comedor estalló en susurros mientras se acercaba al taburete; sin embargo una voz conocida se superpuso a todas las demás. La de Erea.

Sí, comenten amigos pero no duden. Es ella, la inigualable, el pequeño saltamontes más conocido, es... Kartsha Majere Mizzrym. 2 sickles el autógrafo, 3 la foto y gratis la cita aunque deberéis pasar por mi porque- la profesora le tapó la boca

Kartsha la miraba de forma asesina. Se había sentado en el taburete y se puso el sombrero. Todos se callaron

Vaya, vaya, Majere... - dijo el sombrero seleccionador- podrías ir a Slytherin o a Gryffindor. En Slytherin no te encontrarías mal pero... miremos a otro mago con gran poder que fue a Slytherin... Tienes mucho poder, más del que haya visto jamás... Um... vamos a ver... mejor guiarse por la experiencia... si vas a Slytherin hablaremos encontrado quien venza en maldad a cierto mago... Um... vamos a ver... mejor te vas a Gryffindor... sí, además tu sangre no corresponde del todo a tu corazón, sí ¡Gryffindor!

Una de las mesas rompió en aplausos mientras Kartsha dejó el sombrero en el taburete y con paso sereno se fue a sentar en su mesa. Por ser la 1º le tocó al lado de Lupin que la saludó efusivamente. Y le tocó a Erea

- Vergara Bernet, Erea

Erea fue hacia el SS sin mirar donde pisaba, sólo miraba los ojos de Dumbledore. Al llegar a él le dijo

-tienes unos ojos muy bonitos

Dumbledore sonrió y se puso rojo mientras hacía un gesto para que se sentase en el taburete. Erea lo hizo.

A ver- dijo el sombrero seleccionador- opción difícil... eres muy poderosa, mucho, más de lo que crees,... bueno... quieres ser rica sin trabajar, eso lo veo- El Gran Comedor empezó a reírse por lo bajo- Bueno ¿ y que? Ejem... esto... esto es difícil... a tu amiga fue para que no se erigiera como líder oscura pero tú... esto... ¿a que casa querrías ir?... ah... ya veo... - el SS se dio la vuelta- ¿se puede crear una casa para ella?- Dumbledore negó- ah... vale... bueno, ya has oído... y... ejem... ¿qué quieres ser de mayor?...ah... Ok... pensionista... ya... ya veo... bueno, esto por amistad... Gyr... Sly... Rav... Huff... Gry... Gry... ¿Gryffindor?- preguntó más que escogió el SS

Todo el comedor se estaba riendo pero se calló cuando Erea se quitó el sombrero con aire ofendido y de frente al sombrero empezó a retroceder hasta llegar a la mesa de Gryffindor mientras decía

-vale, vale, que sepas que me he quedado con tu cara, que se donde vives chaval-parecían sus gestos los de una cantante de rap- que no te confundo con el de McGonagall o con el de los ojos bonitos; te he fichado, nada, la has fastidiado- se dio la vuelta y levantó la mano con aire teatral- me cortáis las alas antes de empezar, tener que ir a esta casa de... - de repente, como si recordara algo se paró en seco y señaló con una mano a la mesa de Gryffindor y a la otra al sombrero seleccionador- ¿y tendré que ir con ella? ¡¡¡No es justo!!!No soy un perrito faldero, se me coge cariño como a ellos, pero no soy un perro faldero, aunque.-se quedó pensativa ¡no! No tengo pelos por todas partes!!!, No soy un perro faldero.

-¿ siempre es así?- preguntó Lupin a Kartsha

Sí, habitualmente- dijo Kartsha bebiendo un té que acababa de hacer aparecer

Erea se sentó mientras miraba de lado a lado de la mesa de su nueva casa- hola... hola Kartsha- saludó a la que estaba sentada delante de él con una sonrisa.

Luego vino la selección de 1º. Dumbledore se puso en pie y pronunció su habitual discurso y las fuentes se llenaron. Comenzó el bullicio.

Los merodeadores miraron a Kartsha detenidamente. Por fin podían ver el collar. Era una especie de medallón con lo que parecía un sello finamente tallado. El emblema de los Majere.

Al darse cuenta de esto Erea exclamó:

-oye, no le miréis el escote tan descaradamente, un poco no esta mal, pero tan descarado...

Kartsha se quedó sorprendidísima con la salida de Erea

¿ Por qué no nos dijiste que eras una Majere?- preguntó Sirius

Kartsha miró a Erea y luego centró su atención en Sirius. Guapo era, nadie lo podía negar pero...

-¿ por qué dijisteis que no había vagones libres?

Se hizo un silencio incómodo que todos captaron salvo Erea que estaba tan alegre como siempre

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Bueno, ahora que lo leísteis ¿que os parece? porfa, review, uno solito, anda, que sino no sabemos si os gusto( q repetitivas somos) bueno; tb queremos dar nuestro apoyo a la esfera de sonora por ser un fanfic gnial, dobby nos marcará por el resto d nuestros días. Kartsha desde entonces quiere niños esclavos en vez de elfos domésticos y Erea no quiere q le toquen ninguna d sus cosas...ya no son lo q eran... q trisa.