Ha pasado un tiempo desde la última vez que escribí. Leyendo un libro que odié, pensé en que podría mejorarlo, así que aquí está. Disfruten. Espero sus comentarios.
Los personajes son de E. L. James, la historia es de Susan Meier.
El príncipe Christian Grey dirigió su caballo por un angosto camino que lo conducía al bosque ubicado tras los terrenos del palacio real de su familia. Charlie se movía con la velocidad y agilidad de un verdadero campeón, creando un túnel de viento que daba vueltas alrededor de ellos.
Por lo general, Christian estaría en la playa en este momento. Disfrutaría de las bellas chicas en bikinis mostrandos sus cuerpos bronceados y tonificados, pretendiendo no darse cuenta de que llaman la atención.
Con sus siempre presente guardaespaldas vestidos como turistas, ubicados estratégicamente a su alrededor, y un fiel grupo de amigos preparados para todo, nadaría un poco, comería, apostaría y tomaría una siesta y una ducha para comenzar todo de nuevo.
Primero, iría a los casinos para encontrar una mujer de su gusto que estuviera acorde con su estado de ánimo como una acompañante para la noche, luego cenarían, quizás apostaría un poco más y dejaría que la noche los llevara donde fuera.
Alentó a Charlie para que aumentara la velocidad. Hoy, no podría hacer ninguna de las cosas que le encantaban. Y menos aún encontrar a una fémina dispuesta. No. Hoy era el día en que oficialmente conocería a la mujer con quien iba a casarse.
La Princesa.
Escupió la palabra en su mente mientras el viento lo acariciaba, tratando de calmarlo pero fallidamente. Había visto fotografías de ella, por su puesto. A lo largo de los años, incluso se toparon de manera no oficial en el internado. Pero ella era varios años menor que él y él la conoció creyendo que se casaría con su hermano mayor Elliot como parte de un tratado por lo que sus saludos habían sido forzados, aunque educados. Luego del internado sus caminos no se volvieron a cruzar. Ella fue a la Universidad en Estados Unidos donde formó parte de diferentes causas, desde niños hambrientos a refugios de gatos.
Se esforzó para no cerrar los ojos en frustración. Elliot dejó embarazada a una chica que se suponía era solo de una noche y tuvo que casarse con ella. Kate, porque el hijo de ambos era ahora el siguiente heredero al trono de Xaviera, lo que transformaba a Christian en el único príncipe disponible para cumplir con los términos del tratado con Grennady. La princesa Ana había cumplido los veinticinco años unos meses atrás. Se encontraba oficialmente en edad de casarse y su tiempo de hacer lo que él quisiera cuando quisiera se había terminado.
Incluso peor, algún día ella se convertirá en reina de Grennady. Casarse con una activista que se convertirá en reina parecía el castigo apropiado para un príncipe que ha pasado su vida evitando las responsabilidades.
Con otro impulso a Charlie, envío al caballo galopando hacia el establo, solo disminuyendo el paso cuando estaban ya cerca de la amplia puerta de las caballerizas. Se bajó de un salto y lanzó su fusta a una sirvienta que molía cerca de ahí. La chica vestía jeans azules desteñidos y una camiseta que dejaba ver su figura fantástica, pero fue su pelo oscuro y sus ojos azules lo que hicieron que las hormonas del príncipe prestaran atención.
Cualquier otro día hubiera coqueteado, deseando deslizar sus manos por el pelo de la chica que llevaba en una cola de caballo y que seguro suelto llegaba a su cintura, pero hoy, estaba a punto de conocer a su futura esposa.
'Charlie tiene el trato VIP' dijo, quitándose el sombrero negro que combinaba con su botas y guantes de cuero. 'no creas que puedes escatimar en peinarlo. Volveré esta noche luego de la cena y fiesta para asegurarme que lo has cuidado como es debido.'
La mujer lo miró perpleja.
El suspiro. 'Lo sé. Él es un caballo árabe con cuatro botas blancas. Mala suerte si quieres cruzarlos.'
'Pero yo soy…'
'Nueva, lo entiendo'. y él no quería quedarse ahí conversando. Especialmente no con una mujer hermosa que solo le recordaba de todo lo que estaba echando por la borda por el desubicado sentido del deber de su familia. 'He terminado contigo, tengo negocios que atender.'
