De rey León, a Gatito salvaje

Hola niñas!!

Ok, les pedí a mis hermosas lectoras que me ayudaran con un nombre para la historia, espero que les guste el que escogí (que fue el que a algunas, incluyéndome, gusto más) creo que es el nombre perfecto. Este es como el primer capitulo- prólogo, ¡ESPERO LES GUSTE!

P.D. Igual que en ¡¡Bendita, Bendita Alice!! Así: &&&&& es como cambiare los POV durante los capítulos.

Ahora si, ¡DISFRUTENLO! ¡¡Nos leemos abajo!!


Summary: Un buen día, Edward Cullen decide escapar de la vida de lujos que ha llevado; nunca imaginó que buscando su destino encontraría el verdadero amor...

¿Dónde vives?, te llevo –ofrecí

Por ahora... en ninguna parte –susurro...

–... entonces vendrás conmigo


Capitulo 1: El Escape

Edward POV

Mi nombre es Edward Cullen, tengo 23 años.

La mayoría de las chicas de mi edad quieren casarse conmigo, e incluso muchas con el doble de mi edad lo desean también.

Soy alto, de piel blanca, cabello color bronce y ojos verdes; calificado como el soltero más atractivo del año por muchas revistas, además de estar muy bien colocado en la sociedad.

Vivo en New York junto con mi familia: Mi padre Carlisle, propietario y fundador de la antigua Cullen's company, hoy en día la más importante, grande y famosa compañía de bienes raíces y construcciones en todo New York y en muchas otras partes de Estados Unidos; mi madre Esme, dueña de Esme's revolution, una de las más reconocidas compañías de decoración de casas y departamentos; mi hermana menor Rosalie una reconocida modelo y dueña de la butic Rose&Chic, y yo.

Bueno, se preguntaran a que me dedico, todos los que me conocen a mi y mi familia, dicen que soy vicepresidente en la compañía familiar... yo creo que soy un idiota.

No es que no me guste trabajar con mi padre o que no me gusta lo que hago en la empresa; pero malditamente no es lo que quisiera hacer por el resto de mi vida. Como se habrán dado cuenta mi familia es ridículamente rica, y aunque tanto mis padres como mi hermana soy excelentes personas y me quieren, no me comprenden realmente.

Es por esa razón, por el ser tan estúpidamente rico pero ignorado, por lo que voy a hacer lo que me he planteado seriamente por las dos últimas semanas... Muchos podrían creer que es una solución infantil y estúpida, y muchos otros ni siquiera lo verían como una solución. Pero después de vivir durante 23 años siempre entre lujos y sin opción a elegir lo que quiero, decidí no pensar más y sólo llevar a cabo mi estúpida solución.

Por si no lo han notado mi gran y madura respuesta a mis problemas es escapar... así es, yo Edward Cullen, famoso miembro de una gran compañía, soltero codiciado y adulto de 23 años voy a fugarme de casa como un niño de 12 años. A donde, fácil... Seattle.

Ya lo tengo todo planeado: Primero, el día: hoy por la noche, justo cuando mi familia se este encaminando a la famosa fiesta de aniversario de la compañía de mi madre -lose, un poco cruel, pero así son las cosas-.

Segundo, nada de contactos: dejaré en mi casa mi auto, mi Black Berry, todas las tarjetas de crédito y cualquier cosa que pueda hacer que me encuentren.

Tercero, dinero y provisiones: ya tenía listos 200 dólares, sólo por si era muy necesario -si comenzaría mi vida de nuevo, no quería depender del dinero de mi padre-; además llevaré una mochila con algo de ropa y algunos alimentos para el viaje.

Y cuarto, transporte: me iré en autobús desde aquí hasta Seattle en un increíble viaje de 43 horas -nótese el sarcasmo-; no quise viajar en avión para no llamar la atención de los medios o algo, y que pudieran descubrirme. Pero fuera de eso no tenía nada, ningún plan ni nada parecido. Simplemente esperaba llegar, conseguir algún lugar donde dormir y después buscar trabajo en lo que tanto tiempo he querido hacer; ese era mi maravilloso plan...

Escuche como alguien tocaba la puerta de mi cuarto, así que rápidamente me levante de la cama y metí la mochila con todo lo necesario para mi escape bajo ella.

– Edward, mamá quiere saber si ya est... ¿Por qué no te has puesto tu traje? –

Era Rosalie, se veía muy hermosa con su rubio cabello suelto y con ese vestido rojo; imaginé que de haberme presentado en la dichosa fiesta, tendría que controlarme de golpear a la mayoría de los hombres presentes... supongo que de hoy en adelante ese sería sólo trabajo de papá.

– Lo siento Rose, dile a mamá que llegaré un poco tarde a la fiesta, así que tú adelántate o llegaras tarde – me separé de la cama y me acerqué a mi hermana para abrazarla.

Rose me correspondió el abrazo, pero parecía sorprendida por que lo hubiera hecho.

– ¿Qué rayos te pasa Edward?... ¿Estás borracho o algo? – me preguntó mientras aún seguíamos abrazados.

No pude evitar reírme por su comentario... extrañaría mucho el negro y un poco cruel sentido del humor de mi hermana, y sobre todo su forma tan única de ser, y esa chispa de vida que la caracterizaba. Realmente le echaría mucho de menos, igual que a mis padres. De estos últimos no quise despedirme, no podría marcharme si viera el dulce rostro de mamá o la sabiduría en la cara de papá.

– Te quiero Rosie – le dije apretándola un poco más y llamándola por su apodo de niña.

– De acuerdo... estas actuando muy raro, pero sabes que también te quiero tonto. Ahora, será mejor que me vaya o mamá se pondrá como loca – se separó de mí y camino hacia la puerta – nos vemos luego Edd – terminó llamándome también por mi antiguo apodo.

– Adiós Rose – le susurré cuando ya había salido de mi cuarto.

Esperé un poco, escuche que bajaba las escaleras, como la puerta de la entrada se cerraba y luego el auto de Rose alejándose. Cuando estuve seguro de que estaba completamente sólo, saqué la mochila de debajo de la cama y revise por ultima vez que no faltara nada

– Ropa, listo... dinero, listo... nota para mi familia, listo... boleto de viaje, listo... Bueno ya es hora – solté en voz alta.

Me acerqué a la puerta, la abrí y antes de salir di un último vistazo a mi cuarto... bueno, mi antiguo cuarto. ¡Mierda!, nunca creí que salir corriendo de mi propia vida sería así de difícil. Mientras paseaba mi vista por el cuarto, me detuve en la foto de mi familia que tenía en mi mesa de noche. En la foto Rose y yo éramos unos niños y mis padres se veían más jóvenes, estábamos en el parque, los cuatro tirados en el pasto mientras sonreíamos a la cámara.

Me acerqué a la foto y la saqué del marco, la doble por la mitad y la metí en la bolsa trasera de mis jeans; apagué la luz y cerré la puerta. Bajé las escaleras un poco triste pensando que no vería a mi familia en bastante tiempo; pero me sentía lleno de una extraña sensación -vida, quizás- al pensar todo lo nuevo y desconocido que me esperaba de ahora en adelante. Cuando llegué a la sala, puse la nota para mi familia en la mesa, junto a mis llaves, tarjetas de crédito, la chequera y el Black Berry.

. . . . . . .

Después de 43 estúpidas horas de un largo, aburrido, un poco incómodo y casi interminable viaje en autobús, por fin había llegado a Seattle, por fin mi nueva vida iba a comenzar; así que esperaba conseguir el lugar indicado para descansar, y que mi "no plan" -como lo había bautizado- marchara como se suponí. Imagino que el "donde dormir" se podría considerar mi mayor emergencia en estos momentos, así que le pregunté a un desconocido y -había que decirlo- extraño chico, en la estación de autobús si sabía donde podía encontrar un lugar decente para quedarme.

– No eres de por aquí ¿verdad? – me dijo, en lugar de responder a mi pregunta.

¡Diablos!, espero que no se diera cuanta de quien era... el tipo me miraba como evaluándome -Ugh, espero que no sea gay y quiera seducirme o algo... no soy homofóbico, pero prefiero a las chicas-

El chico realmente no daba mucho confianza, iba vestido digamos que de la misma forma que yo, pero con ciertas diferencias: llevaba una playera color gris, pero estaba más sucia que la ropa de un niño; también llevaba jeans, solo que los de el estaban rasgados y llenos de aceite o algo así; traía una gorra y tenia en su boca un pica dientes, que parecía no pretendía tirar en ningún momento.

Probablemente si hubiera sido un poco más inteligente hubiera escogido preguntarle sobre el hotel a alguien más... ¿normal?, pero hoy no; había decidido que si iba a cambiar de vida, también tendría que dejar mis prejuicios en mi antiguo hogar, así que decidí simplemente contestarle, aunque no me daba mucha confianza.

– No, acabo de llegar de... de muy lejos, entonces ¿sabes de algún hotel o algo? –

– See, toma un taxi a la Avenida Northeast Kirkland, esta cerca de aquí... en ese lugar hay un buen hotel, es, el mejor que conozco – termino con una sonrisa que me pareció malvada, mostrándome mas su pica dientes... extraño.

– Avenida Northeast Kirkland, ok gracias, amm... – no sabía como se llamaba.

– Jared, me llamo Jared – me dijo estrechándome la mano.

– Mucho gusto, y gracias... tengo que irme, adiós – por alguna extraña razón -la misma que me hacia no confiar en él- decidí no darle mi nombre.

Fui a tomar un taxi, y le di la dirección que me dio el chico; no tardó mucho en llegar a la famosa avenida, pero no veía ningún hotel cerca... además todos los locales parecían estar cerrados -quizás porque son como las 11pm- excepto un lugar que tenía las luces prendidas; aún así baje del taxi, mientras el conductor me sonreía y decía "diviértete chico" en un tono muy alegre... repito, extraño.

Lo próximo que me paso realmente no me sorprende mucho... tres tipos - entre ellos Jared, el tipo de las indicaciones-, salieron de la nada, Jared y otro con navajas, mientras el tercero con un bate de baseball.

– Me da gusto que encontraras el "hotel" – me dijo Jared haciendo las comillas con los dedos.

No respondí nada; el otro tipo con navaja, de cabello rubio y largo, se acerco un poco a mí, tendiendo la navaja hacia el frente.

– Podemos hacerlo del modo fácil, o el difícil – me dijo con una estúpida sonrisa burlesca en su estúpida cara.

Desde que era un chico de 16 años, había estado en muchas peleas, y nunca me dejaba de nada ni de nadie... en realidad, sigo sin hacerlo. Pero no soy estúpido, y si algo me habían enseñado tantos años de golpes y peleas sin sentido, es que si te metes en una pelea, con tres tipos tú sólo y que además están armados, las cosas para ti no resultaran malditamente bien. Pero tampoco esperaba salir de esto como un idiota con las manos vacías, así que me arriesgué.

– Escucha pequeño rubiecito de mierda, podemos hacer esto a tu modo o al mío... y creo que el mío les conviene más a ustedes – no contestó nada, por lo que decidí seguir – tengo 100 dólares y ropa en mi mochila... te quedas con el dinero, me quedo con mi ropa y me dejas tranquilo – termine.

Obviamente no iba a decirle que realmente tenía 200 dólares... como dije antes, no soy estúpido. El tipo pareció pensar mi oferta por un momento, y luego el muy imbécil sonrió de nuevo.

– Hecho – contestó sin dejar de sonreír.

Me alejé un poco y saqué uno de los billetes de la mochila, pero parece que mis planes estaban en mi contra, porque cuando saque el dinero, los 100 dólares que planeaba quedarme cayeron al piso. Los tres tipos voltearon a ver el billete en el piso, el de mi mano y luego me vieron a la cara... -Bien, moriré en mi primer día aquí- pensé de modo dramático.

– ¡Hey! –

Los cuatro volteamos a ver de donde provenía ese grito, no podía distinguir muy bien por lo oscuro que estaba... pero por el tamaño de la persona, y su voz deduje que sería un hombre. Por estar viendo hacia el extraño... o quien sea que había gritado, no me di cuenta que el rubio se me acercaba, hasta que me encontré tirado en el piso.

– Mierda, ¡Es Black! – grito Jared, mientras su estúpido amigo rubio tomaba los 200 dólares y los tres salían corriendo.

El tipo que había gritado llegó hasta mí cuando mis nuevos amigos -nótese el sarcasmo- ya se habían ido. Cuando pude distinguir bien al chico, me di cuenta que debía tener más o menos mi edad; era alto y muy grande -no que yo fuera pequeño y debilucho, pero este tipo parecía un mega guardaespaldas o alguna mierda de esas-, además de ser enorme, era un poco moreno, con el pelo negro y un poco largo; y por lo que podía ver, parecía molesto.

– Oye, ¿estás bien? – me pregunto tendiéndome la mano. La tome para levantarme y voltee a verlo.

– Si, supongo... ahora no tengo dinero, pero al menos no morí acuchillado – le respondí. El chico sonrió un poco.

– Tendré que avisar que siguen habiendo robos por aquí... por cierto soy Jacob Black, dime Jake –

No veía porque no pudiera confiar en el, acababa de ayudarme y no parecía el tipo de chico que vive viendo canales de sociedad y chismes o revistas de moda, así que deduje que no me conocería, pero no quise arriesgarme demasiado.

– Edward... Masen, si, exacto, soy Edward Masen – respondí con una enorme sonrisa.

Masen... Nada mal, supongo que nadie recordaría el nombre de soltera de mi madre, así que era bastante seguro.

– Pues no entiendo porque coño te causa tanta felicidad decir tu nombre, pero en fin – soltó mientras se reía a carcajada abierta. No pude evitar reírme con el... realmente parecía agradable.

– Bueno, tal vez quieras ir a la policía y denunciar lo del robo – continuó, poniéndose serio de nuevo. También deje de sonreír, lo último que quería era ir a la policía y que alguien me reconociera o algo.

– Creo... que prefiero sólo olvidarlo. Además, tu dijiste algo sobre denunciarlo ¿acaso tienes complejo de súper héroe o alguna mierda por el estilo? – le dije cambiando de tema.

– Naah, es sólo que trabajo aquí cerca y si siguen habiendo robos, la gente dejara de venir al bar – me respondió avanzando en la dirección de donde había salido... Un segundo.

– ¿Cómo que trabajas por aquí?, cuando baje del taxi no vi nada abierto – le dije caminando junto a él.

– Claro que debiste verlo hermano, las luces del bar están prendidas... somos el único lugar abierto por aquí cerca a estas horas. ¿Qué nunca has ido? –

– Ah cierto, ahora recuerdo haber visto las luces... y no, nunca he ido –

– See, el bar no es mío, es de una amiga y yo sólo soy uno de los guardias, pero debo mantener todo seguro para cuando los clientes y empleados lleguen o se vayan... por eso cuando te vi y a esos idiotas vine a ver que ocurría... pero basta de hablar de esta mierda, parecemos chicas – termino sonriendo.

– Ok –

– Bueno, ya que no quieres ir a la policía... y que parece que eres idiota porque no conoces el mejor bar de Seattle – Jake sonrió – ¿Qué tal te vendría una cerveza?, yo invito – me dijo ya muy cerca del lugar.

– Seguro – le respondí mientras pensaba en todo lo que me había pasado...

Primero, había escapado de mi casa hacia Seattle, para dedicarme a lo que realmente me gustaba; segundo, cuando llegué a mi nuevo destino me asaltan quitándome todo el dinero con el que comenzaría mi nueva vida; tercero, conozco a Jake, quien parece ser un verdadero amigo, y me ayuda a que no me maten durante mi asalto...

En conclusión, ahora no tengo dinero, ni donde dormir, ni se lo que haré... no tengo nada...

– En realidad, una cerveza me vendría de maravilla Jake – termine entrando con el al bar...

&&&&&

Narradora POV

Cuando los Cullen se dieron cuenta que Edward no llegaba a la fiesta de su madre, y que no contestaba su teléfono, decidieron dejar la fiesta para averiguar que ocurría con él.

Esme tenía pintado en su dulce y maternal rostro una expresión de verdadera preocupación; Rosalie seguía preguntándose el porque del extraño comportamiento y la ausencia de su hermano; mientras Carlisle mantenía su ceño fruncido, pensando que rayos tenia en la cabeza su hijo, para no asistir a tan importante evento.

Cuando llegaron a su hogar, todo estaba tranquilo y en silencio, una extraña sensación de perdida y olvido se sentía en el ambiente. Toda la situación parecía muy extraña.

El primero en entrar fue Carlisle, quien se dirigió hacia el salón de música de su hijo.

– Talvez se quedó tocando el piano – pensó en voz alta, mientras entraba al salón.

Rosalie no se movió de su lugar junto a la puerta, todo en su cabeza era un verdadero lío. Se había dado cuenta que últimamente su hermano se notaba distante, y un poco triste con todo el mundo, que ya no era el mismo -aunque nunca se le veía completamente feliz-, parecía más decaído de lo normal.

– ¿Qué es esto? – preguntó en voz alta Esme, haciendo que Rosalie saliera de sus pensamientos y volteara en su dirección, mientras Carlisle salía del salón de música para dirigirse a su esposa.

Esme tenía entre sus manos la nota, doblada por la mitad con la leyenda "A mi querida familia" en la parte de enfrente, no ocupaban indagar para saber que era la perfecta letra de Edward. La mujer desvió su vista hacia la mesa, contemplando por un segundo las tarjetas de crédito, chequera, las llaves y el teléfono de su hijo.

– ¿Qué dice? – preguntó Rosalie, quien aún seguía sin moverse.

Esme contempló la nota de nuevo.

– Parecen... letras, letras de canciones o algo – contesto titubeante.

– Léelo cariño – pidió su esposo.

Esme leyó en voz alta, para que su esposo e hija pudieran escucharla, mientras trataba de entender lo que la extraña nota de su hijo significaba:

Como podré nunca tener lo que es mío

Cuando tu siempre estas tomando partido.

Pero tú no te vas a llevar mi orgullo

No, no esta vez...

Después de mi sueño

Me desperté con este miedo

Que es lo que estaré dejando

Cuando termine aquí...

Fingiendo

Ser alguien más que puede venir,

Y salvarme de mi mismo

No puedo ser quien eres tú...

He intentado muy duro convencerme de que te has ido

Pero aunque todavía estas con migo,

He estado sólo todo este tiempo...

Perdón si los decepcioné, Los amo... E.C.

– ¿Qué rayos se supone que significa eso? – soltó un Carlisle un poco molesto pero muy confundido.

– No puede ser... – soltaron Rosalie y Esme al mismo tiempo, ésta última se mantuvo inmóvil y con la mirada fija en la nota, mientras que la rubia, salio dispara hacia la habitación de su hermano.

Entro y encendió la luz, encontrando todo en orden y como si nadie hubiera estado ahí jamás. Se acercó con manos temblorosas a las puertas del enorme armario, al abrirlo observó todos los trajes, camisas, corbatas, zapatos y demás ropa de vestir en completo orden, sólo faltaba la ropa y zapatos tan casuales que le gustaba usar a su hermano.

Fue hacia la mesita de noche, mientras sentía como se le formaba un inmenso nudo en la garganta recordando lo que su hermano le había dicho horas atrás: – Te quiero Rosie –, repetía la mente de la chica una y otra vez.

Abrió el cajón del mueble, donde ella sabía que su hermano tenía un pequeño baúl que "escondía" un poco de dinero para emergencias... lo encontró todo en orden, excepto el pequeño papelito junto al baúl: "Muy lista Rosie...todo esta dentro, menos 200 dólares... te quiero, Edd"

Esa era, la última verdadera prueba que Rosalie ocupaba para entender que su hermano por fin había hecho lo que tanto había pensado; y, a pesar de que se sentía completamente triste, no pudo evitar que una pequeña sonrisa le hiciera compañía a las lágrimas que rodaban por sus mejillas.

– Espero encuentres lo que tanto has buscado Edd – susurro la chica, rompiendo con voz quebrada, el pesado silencio del cuarto.

En ese estado y con ese mismo pensamiento, bajo las escaleras hacia la sala; vio que su madre seguía sosteniendo y apretando un poco la nota, mientras gruesas y negras lagrimas rodaban sin cesar por sus mejillas, al igual que las de ella; mientras su padre se mantenía cerca de las escaleras con una expresión de entera preocupación, esperando a que su hija bajara.

– Rose, ¿Qué pasa?, tu madre esta... ¿Qué pasa, y donde esta Edward? – preguntó el hombre, con mirada triste y derramando preocupación y angustia de su apenas audible voz.

A pesar de la situación, Rosalie sonrió de nuevo inconscientemente.

– Se ha ido... – susurro.


Ok, este es el inicio... espero que les guste mucho, y ya saben que espero sus opiniones XD Como dije en mi nota, este Fic tendrá un poco de todo... A partir de ahora la mayoría, de los capítulos serán Bella POV, pero también se colaran algunos Edward POV, dependiendo de la situación. Y no crean que Bells tardara en salir, ya en el segundo sabrán de ella, aunque no será la típica Bells, ya verán que ésta es un poco diferente jeje.

Por cierto, las letras de la nota de Edd, no son invenciones, son pedacitos de: Decode (Paramore), Leave out all the rest (Linkin Park) y My inmortal (Evanescence).

Por último estare subiendo, cada que pueda... no les doy día fijo porque no quiero prometer nada y luego no poder cumplirles, pero no creo tardar demasiado porque toda la historia la tengo bien fija.

A TODAS MIL GRACIAS POR LEERME¡ME HACEN TREMENDAMENTE FELIZ! XD ¡GRACIAS, GRACIAS Y MUCHISISÍSIMAS GRACIAS! ¡¡LAS ADORO MIS BELLAS LECTORAS!! ¡Cuídense!

¡¡Besos de vampiro... de lobito y abrazos de Emmett para todas!!

Atte:

..dayaaBlack...

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