Disclaimer: Ninguno de los personajes de Naruto Shippuden me pertenece, sino que a su creador, el señor M. Kishimoto.

Aviso: Este fic participa en el reto de drabbles San Valentín del foro "La Academia de Konoha".

Aclaraciones:

Las palabras en cursiva/itálica son pensamientos de Kiba.


Kiba, sentado en los pies de un gran árbol de aquél campo de entrenamiento que pertenecía a su equipo, reflexionaba molesto.

Él no entendía el porqué de la actitud de la gente. Era solo una fecha normal, catorce de febrero no tenía nada espectacular como para festejarlo. Todos estaban con sus novias, incluso Akamaru tenía una enamorada. Y él, como perro tratando de alejarse del aroma de los perfumes y huyendo de las parejas felices. Irónico, ahora él se sentía un perro, solo que triste y abandonado.

No olían feo, pero había una gran cantidad de olores, todos muy fuertes. Si no hubiese ido ahí, seguiría estornudando como loco, con ardor en la nariz.

No quería volver a sentir un olor tan fuerte como ese, jamás. Casi moría ahogado entre las personas que se bañaban en aromas horribles.

Qué fecha tan odiosa. —Pensó Kiba.

Él no pudo evitar pensar cómo sería si tuviese pareja. ¿Sería tan cursi como la pareja que vio en el parque? ¿Le diría poemas tan asquerosamente empalagosos a su novia?

Pfff, tonterías. —Al parecer, Kiba de verdad no podía imaginarse así. Él no es así de romántico, es exagerado. Quizá iría con una rosa, le diría que la ama, terminaría con un beso y ambos pidiendo salir de la aldea con la excusa de que querían ir de misión a algún lugar de por ahí.

Kiba se exaltó un poco al sentir a alguien acercarse, pero se tranquilizó al averiguar que era la única mujer de su equipo además de su maestra Kurenai.

Se extrañó un poco al verla venir corriendo. ¿Había sucedido algo para que tuviera que venir así? Lo extrañó aun más al ver el bulto con forma cuadrada en el bolsillo de la campera lila de su compañera. ¿Qué sucedía?

—¿Sucede algo, Hinata? —preguntó levantándose de entre las raíces sobresalientes del árbol—¿Sucedió algo en la aldea?

—No, Kiba-kun. N-No sucedió nada malo en la aldea. —respondió la heredera para calmar al Inuzuka. Hinata puso su mano en su bolsillo, agarrando aquella caja—. S-Simplemente te estaba b-buscando, Kiba-kun.

—¿Para qué me necesitas, entonces? —preguntó intrigado Kiba.

Hinata, simplemente sacó el objeto misterioso de su bolsillo, extendió su brazo hasta Kiba y éste lo agarró curioso.

Miró a Hinata, y preguntó dudoso: —¿Puedo? —señalando la caja con un movimiento de cabeza. Ella asintió.

Lo que había dentro, era unos chocolates con letras: A, I, M, A, S, T, D, formando la palabra Aimastd... una palabra desconocida, al menos, para él.

—¿Qué significa Aimastd, Hinata? —preguntó un poco divertido levantando la mirada de la caja. Pero...

Hinata ya no estaba. ¿Y ahora, quién le dirá qué significa? — ... A todo esto, ¿no se supone que sólo los que se aman se regalan cosas? —preguntó Kiba al viento.

¿A caso ella... me ama?

Él sólo sonrió y trató de armar algo con sentido con esas palabras.

Quizá, él olvidó que San Valentín también es el día de la amistad y malinterpretó todo. Pero, ¿qué más da?


¡Hey! ¿Qué onda?

Quinientas palabras, cincuenta y dos oraciones, veinte párrafos, ningún costo. Vaya, nunca había disfrutado tanto escribir algo. Ah. Mi primer drabble y mi primera vez en un reto. Dos pajaros de un tiro, ¿ne?

¡Dejen su opinion, crítica, tomatazo, rosa! Pero dejen reviews, jaja. c;

¡Nos leemos~!