Muy bien, aquí les traigo algunos One-shot y Two-Shot, que iran en aumento según mi imaginación vaya trabajando ^w^
Estas historias van de regalo para KariDei Uchiha, ya que estuvo de cumpleaños , y este es mi regalo ^-^ ajjaja, bueno ahí va.
Naruto no me pertenece, le pertenece a Sasuke ^O^,jejeje en serio, naruto y sus personajes le pertenecen a Masashi Kishimoto, porque si fueran mios ningún akatsuki habría muerto( especialmente deidara , sasori e itachi) y sakura habría muerto, o quizás no hubiera existido ¬¬
ºººººººººMi
Era una tarde tranquila cerca de la cueva de Akatsuki, mientras que sus miembros aprovechaban el tiempo en lo que creyeran conveniente, ya que el líder les había dado libres algunos días, como premio por las misiones completadas.
Esa repentina decisión tomo a la mayoría por sorpresa aunque en realidad no lo demostraran, pero estaban dispuestos a disfrutar de esas pequeñas ''vacaciones'' ya que como bien dijo Pain: se lo merecían.
Luego de que el líder diera la información, todos se retiraron de la sala de reuniones, en sus caras estaba plasmada la satisfacción, la tranquilidad, en todas, menos en las de uno, un joven rubio llamado Deidara.
Este se dirigio hacia su cuarto, ignorando las palabras de su ahora compañero:Tobi; el chico lo sacaba de quicio, pero de alguna forma le recordaba a el mismo cuando era compañero de…Sasori. Si, de su querido Danna, del cual había estado enamorado desde que lo conocio.
Aunque en realidad jamas pudo confesarse, solo se limito a enviar indirectas, las cuales Sasori o no entendia, o no escuchaba siendo la ultima la mas probable.
Siempre se arrepintió de no haberle dicho a Sasori directamente, lo que sentía por el, pero temia ser rechazado, ya que Sasori jamas mostro un interés sentimental en el rubio, pero ahora…ahora no podía hacer nada, ahora su Danna estaba muerto, y todo pòr culpa de su maldita abuela y de la perra pelo de chicle.
Aun recordaba todo lo que lloro cuando fue a buscar a Sasori, y lo encontró muerto con dos espadas cruzadas en su único punto débil.
Luego de ese horroroso descubrimiento se encerro varios días en su cuarto, ni siquiera salio para comer algo, y solo pudo llorar, mientras se repetia que no debería haber dejado a Sasori no Danna, solo con esas dos mujeres, aunque claramente las subestimo, se sentía culpable, pero ni los llantos, ni los gritos harían regresar a su Danna. Y tenia que ahora soportar a Tobi ahora como compañero, aunque le resultaba un poco gracioso ver como los papeles se cambiaron.
Pero el asunto no era ese, el no vino para recordar, el se fue a su cuarto para planear como vengaría la muerte de Sasori, pero no sabia como. Primero tenia que encontrar a la pelirrosada, y no se podía escabullir asi como asi en la aldea, o si? Tambien tenia la posibilidad de vigilarla y atacarla en cuanto esta estuviera sola en una misión, pero era demasiado arriesgado, quería matarla de forma sigilosa, pero también quería hacerla sufrir, quería ver como suplicaba por su vida, quería oírla gritar por piedad, quería torturarla, quería que sufriera como sufrio su Danna.
En ese momento se le vino una hermosa y sangrienta idea a la cabeza: Podia escabullirse en la aldea, como también podía hacerla sufrir. Ante esa idea no pudo evitar sonreir, algo que no hacia en mucho tiempo, era una sonrisa macabra y sadica, pero sonrisa al fin.
Se levanto de su cama, y comenzó a preparar todo para su viaje, quería que todo saliera perfecto! Iba a torturar a Sakura lenta y dolorosamente, por una vez no haría caso a su arte, la podría hacer estallar y ya, pero con eso sufriría muy poco, solo por esta vez, solo por esta única vez, no haría estallar nada, haría todo de forma calmada.
Preparo su bolso, y coloco dentro de el, todo tipoi de armas punzantes, y un poco de alcohol, y acido sulfúrico, el cual estaba dentro de un frasco especial, tomo algunos envases con venenos que estaban en el taller de Sasori.
Todo es por ti, Danna…
Cuando ya estuvo preparado, se dirigio al despacho de su líder, este lo recibió calmadamente.
-Que se te ofrece Deidara- pregunto este.
-Solo venia a avisarle que me ausentare por dos días, tal vez mas,hm-
-Claro, pero a donde iras, si se puede saber?-
-A buscar venganza hm- respondio tranquilamente.
-Muy bien, haz lo que quieras, pero te advierto que seas cuidadoso, no por que les haya dado días libres, quiere decir que las aldeas también, si ellos te ven , te mataran, o hasta podrias delatarles nuestra ubicación.
-No se preocupe Pein-sama, sere cuidadoso,hm-
-Eso espero, iras con Tobi?-
-No, debo hacer esto yo solo, hm-
-Muy bien, puedes retirarte-
En seguida el rubio salio, y fue a buscar sus cosas, a su dormitorio, para luego irse caminando tranquilamente por el pasillo, mientras examinaba una y otra vez lo que estaría a punto de hacer.
Luego de haber reflexionado cuidadosamente lo que seria su venganza, salio de la cueva, para encontrarse con un Tobi que estaba dispuesto a seguirlo.
-Sempai, a donde va?-
-A buscar venganza,hm-
-Puedo ir con sempai?-
-No, Tobi- respondio secamente, pero luego ablando su expresión y agrego:- debo hacer esto solo- dijo para darle una sonrisa y alejarse.
Cuando ya hubo caminado bastante, se acomodo en un árbol, para descansar un poco y comer algo , lo hizo tranquilamente, ya que no había percibido ninguna presencia, lo que no sabia era que estaba siendo seguido sigilosamente.
Pero este detalle obviamente lo ignoraba, por lo que, después de haber merendado, siguió su camino rumbo a Konoha, deseando que su objetivo se encontrase allí, y no en una misión. Pero el camino era largo, y no vio cuando la noche cayo sobre el.
Por lo que subio hasta la copa de un árbol, el mas alto que encontró, y trato de divisar la aldea, la cual se encontraba algo alejada, por lo que decidio tomar un descanso, pero descansar en el suelo no era seguro, por lo que se acomodo en algunas ramas de aquel árbol, y las uso como colchón, para aluego quedarse profundamente dormido.
Estaba en un bosque, pero no en uno cualquiera, estaba recargado sobre el tronco de un roble, mientras observaba a su alrededor: hermosos pastizales de un verde claro, con algunas flores regadas por aquí y por alla, volvió a observar y cerca había un puente hecho de piedra, con un riachuelo que fluia por debajo de el, emitiendo suaves sonidos, cuando el agua chocaba con algunas piedrecillas. Ese lugar era magnifico, deseaba no salir de ahí, deseaba no despertar mas, quedar sumido en ese exquisito sueño, quedar atrapado en la fantasia, y cerrarle la puerta a la realidad.
Hasta que sintió una presencia cerca suyo, y forzó la vista, para encontrarse con alguien que estaba recargado en el barandal de piedra, mienras la brisa mecia sus cabellos rojos….rojos? Ahora podía verlo con mas claridad! Era un bello joven de tez palida, rasgos finos, ojos color miel inexpresivos, sonrisa y semblante tranquilo, y unos cabellos color fuego revueltos, sin quitarle belleza a su angelical rostro.
-Sasori Danna,hm- dijo con suavidad, el sujeto lo miro y le sonrio. No, ese no era SU Danna, su verdadero Sasori no le sonreía a nadie, de esa forma tan..encantadora.
Desvanecio su sonrisa al instante, mientras agachaba su rubia cabeza.
Pronto sintió como unas suaves manos tomaban su rostro, y lo obligaban a mirar al sujeto que tenia en frente, volvió a observarlo, para darse cuenta de que realmente estaba frente a su Danna, su amado Danna.
-Sa..so..ri Danna…- suspiro entrecerrando los ojos.
-Hola, Deidara… ha pasado tiempo…- dijo con una bella sonrisa. Lo que provoco que su alumno se abalanzara sobre el, en un calido abrazo, que demostraba todo lo que sentía. Mientras que las manos de su maestro correspondían el abrazo, tomándolo de la cintura.
-Danna… pero .. como.. tu..yo…etto..-las palabras entrecortadas del rubio, dieron paso a los sollozos.
-Calma, Deidara, de aquí en adelante todo va a estar bien, te lo prometo…-dijo Sasori volviendo a sonreir, mientras lo tomaba de la barbilla, para acercarse a su alumno, Deidara también se acerco a su Danna, hasta que la dura realidad le llego de golpe, aquella realidad que se hacia presente hasta en sus sueños.
-No…Danna-nego, mientras se alejaba de ese angelical rostro.
-No…que,Deidara?-
-Tu estas muerto…Danna…- dijo el rubio sin poder reprimir sus sollozos.
-Tu crees eso…Deidara?-
-Yo te vi, hm, vi como esas espadas estaban enterradas en tu corazón…-dijo el rubio intentado que aquellas dolorosas imágenes desaparecieran de su mente.
-Dei…estoy vivo..-
-No! No! Danna, tu estas muerto y esto es otro maldito sueño, en el que apareces tu!-dijo Deidara tomándose su cabeza, mientras que el pelirrojo lo abrazaba con mas fuerza- Esto solo es otro sueño mas, en el que yo despertare y tu no estaras a mi lado…-
-Dei, yo estoy vivo! Solo te pido que abras tus ojos, solo eso!-
-Esto es un solo un sueño.-
-Deidara por favor- dijo el pelirrojo tomándolo de la barbilla- Prometeme… que abriras los ojos…-
-Lo hare Danna…-dijo el rubio para mirar a los ojos a su maestro, mientras que este se acercaba a Deidara, sintió un aliento calido y suave sobre sus labios, se sentía tan…real, que deseaba no despertar.
Pero el contacto duro poco, ya que sintió como ese suave tacto se desvanecia, provocando que Deidara abriera los ojos, y se encontrara dormido sobre las ramas que había colocado cuidadosamente, para poder dormir.
Se levanto y volvió a observar la aldea , que estaba a algunos kilómetros, en ese momento recordó para que había venido y comenzó a saltar de rama en rama, hasta que por fin vio la aldea de Konoha, volvió a subir hasta el árbol mas alto que encontró, y se dispuso a observar por medio de su telescopio, intentado encontrar su objetivo, hasta que por fin dio con la cabellera rosada de su victima, la cual salía tranquilamente de un puesto de ramen, acompañada de una chica de ojos blancos y cabellos azulados.
-Preparate Sakura Haruno, desearas jamas haber asesinado a mi Danna…- dijo el rubio, mientras una sadica sonrisa se dibujaba en su cara.
