Hola gente! Aquí les traigo una gran historia
Ah, hoy estoy emocionada… (uy sí, se nota .-.) Sólo espero les guste (porque es uno de mis favoritos :D) Es un AU con personajes ligeramente OOC y mejor ya no digo nada más, solamente:
Enjoy!
En este vasto cielo, quiero extender mis alas
y volar
por el cielo, libre y sin tristeza,
quiero batir mis alas.
Capítulo 1 – Tsubasa wo kudasai
Una solitaria figura caminaba lentamente fuera del patio de la escuela con sus manos metidas en sus bolsillos. No había incertidumbre en sus pasos, firmes y pasos que extendían una cierta aura de poder – un aura que prácticamente gritaba 'no te metas conmigo'.
El rostro de la chica estaba cubierto por la sombra de la capucha púrpura que llevaba, volviendo ilegible su expresión. Dos mechones de un lustroso, largo y oscuro cabello salían de la capucha, llegando a su pecho. La chamarra estaba abierta hasta su estómago, revelando una corta corbata que ondeaba con cada paso que daba. Vestía una corta falda negra de rayas y calcetas negras, parte del uniforme estándar de Sakuragaoka.
Aún faltaban unos buenos veinte minutos para el almuerzo, sin embargo la chica caminaba hacia las puertas de la escuela sin ninguna señal de culpa. Siempre se iba a la misma hora, y nadie trataba de detenerla, ni siquiera los maestros. Era estudiante de 10, siempre callada en clases y, lo más importante, ella era el ídolo de toda la escuela. Siempre y cuando asistiera a clases y entregara la tarea, se le permitía esta peculiar conducta.
Bueno, ser la mejor amiga de la hija del director también ayudaba.
Mientras que la chica podía parecer tranquila, como si diera un simple paseo, la tensión en sus hombros decía lo contrario. Finalmente, se detuvo frente una parte en particular de la pared de la escuela.
Apretó sus dientes, temblando de ira mientras observaba lo que estaba frente a ella.
"Esta vez fueron muy lejos," murmuró, su voz era engañosamente suave.
Sacando su mano izquierda del bolsillo, apuntó el aerosol y dejó su mensaje con una pequeña pero peligrosa sonrisa en el rostro.
Al mismo tiempo, otra chica también se había salido de clases temprano y ahora estaba recostada en la azotea de la escuela. Como otra amiga de la hija del director, y como amiga de la infancia del ídolo de la escuela, también se le permitía salirse de clases. La chica, sin embargo, no tenía buenas calificaciones como el ídolo, y siempre se dormía en clases hasta que la despertaba la presidente del consejo estudiantil.
La castaña, a diferencia del ídolo, llevaba el uniforme estándar de la escuela, con la chaqueta abotonada hasta arriba dejando ver únicamente la parte superior de la corbata.
Sus ojos café miraban fijamente el infinito cielo azul y las transeúntes nubes. Sacó una mano de debajo de su cabeza y la estiró, como si tratara de agarrar las nubes, o tal vez el mismo cielo.
De repente una sombra familiar bloqueó su visión, sacándola de su trance.
"¡Yui-senpai!" una pequeña niña de dos coletas suspiraba exasperadamente, agachándose a lado de la soñadora chica.
Yui Hirasawa bajó su brazo, parpadeando como si tratara de salir de su ensueño. Sus ojos se iluminaron de emoción, su expresión parecía la de un niño que se había reunido con su oso de peluche favorito. Se sentó inmediatamente y se abalanzó hacia la chica de cabello negro.
"Azu-nyan~" sonrió felizmente Yui, tratando de abrazar a la exaltada chica. La pequeña se sonrojó de vergüenza, empujando a su senpai automáticamente.
"¡D-detente! ¿Por qué haces esto siempre que me ves?"
"Porque eres tan linda y adorable~" inmutada e inafectada por el rechazo, Yui se paró y le tendió la mano a su kouhai favorita, todo el tiempo con esa inocente y encantadora sonrisa que siempre convencía a los maestros de perdonarle cualquier tardanza.
Azusa Nakano suspiró de nuevo, pero tomó la mano de la otra chica sin dudar. Ella era un año menor que Yui, pero ambas se conocieron cuando Ui, la amiga de Azusa y la hermana menor de Yui, la invitó a la residencia Hirasawa. Desde ese entonces, las dos se volvieron inseparables. También fue Yui quien le presentó al ídolo de la escuela y a la hija del director – las cuatro formaron rápida amistad, como si así hubiera sido escrito.
Ésta también era la razón por la que, de vez en cuando, Azusa tenía el privilegio de salirse de clases antes. Por supuesto, como Ui, normalmente se quedaba hasta el final de las clases, pero hoy era uno de esos días que requerían su presencia. Después de todo, ella era la más rápida en encontrar a Yui, incluso más rápida que la confiable hermana menor.
"Vamos, Yui-senpai. Mugi-senpai está esperándonos," Azusa se dirigió hacia la puerta, esperando que su senpai la siguiera.
Una vez que Azusa le dio la espalda, la expresión indiferente de Yui regresó. Inclinó su cabeza y miró al cielo una vez más, viendo a un pequeño gorrión volando bajo el brillo del Sol.
¿Cuándo serás libre?
¿Cuándo serás capaz de volar libremente por el cielo como un ave?
¿Cuándo dejarás de herir…
…Mio-chan?
"¡Senpai!" el grito molesto de Azusa rompió el sueño de Yui. La castaña siguió a su kouhai por las escaleras, preguntándose por qué las había llamado Mugi. No se sorprendió cuando Azusa la llevó por el patio y pasaron las puertas de la escuela. Aunque se sorprendió cuando vio a Tsumugi Kotobuki y a su amiga de la infancia Nodoka Manabe.
"¡Lamento hacerlas esperar!" Azusa saludó educadamente a la presidente del consejo estudiantil. Nodoka sonrió ligeramente, pero su seria expresión regresó rápidamente. La rubia junto a ella miraba fijamente la pared, aparentemente inconciente de la llegada de las chicas.
"Miren esto," dijo Nodoka suavemente, apuntando a la pared.
Azusa siseó sobresaltada mientras Yui fruncía el ceño, preocupada. Palabras y frases vulgares estaban pintadas en la blanca pared, insultando a su escuela - estudiantes, profesorado y principalmente a su querida amiga - Mio Akiyama.
Aunque ninguna estaba preocupada por ese graffiti; Nodoka fácilmente podía hacer algo y hablar con el personal, limpiándolo antes de que las estudiantes lo vieran. Lo que las puso ansiosas fue la pintura de neón verde que desordenadamentesoradoela - estudiantes, el atravesaba la mayoría de las palabras, y era la única respuesta:
"Arreglaremos esto hoy."
"Mio-senpai…" Azusa entrecerró sus ojos, sus puñitos temblaban, reprimiendo su ira. "¡Esos sujetos de Onigaoka están fuera de control, Mugi-senpai! ¡Las cosas no pueden seguir así!"
Mugi, la hija del director, sólo sonrió irónicamente y sacudió su cabeza. Azusa mordió su labio, tragándose su protesta. La kouhai sabía muy bien por qué Mugi, o Sakuragaoka, no podía hacer nada con esos pandilleros de su escuela rival, Onigaoka. La escuela rival, cuyo dueño era un amargo rival de los Kotobukis, dejaba que sus estudiantes fueran salvajes. Los matones nunca eran vistos en sus actos - por eso Sakuragaoka no podía acusarlos, sin tener ninguna evidencia.
Pero se está volviendo más y más difícil tolerar sus actos. Entiendo tus sentimientos, Mio-senpai, pero ¿no puedes esperarnos? ¿No confías… en nosotras?
Azusa dio un profundo respiro, tratando de calmarse, miró a sus senpais, esperando alguna instrucción. Mugi aún miraba la pared, perdida en sus pensamientos; Yui estaba, inusualmente, quieta; Nodoka ya se había ido, probablemente a informar al personal de este reciente incidente.
"Primero debemos encontrar a Mio-chan," dijo finalmente Mugi. "Fue muy impulsiva la última vez. No quiero que eso pase de nuevo."
"Sí, que bueno que seguimos a Mio la última vez. Incluso ella no puede pelear contra tantos al mismo tiempo," Afirmó Yui tristemente. Tomó la mano de Azusa y la jaló, "Mugi-chan, nosotras vamos a buscarla. Anda, Azu-nyan."
"¡Vamos primero al almacén! ¡Mio-senpai probablemente esté ahí!"
"Yo me quedaré aquí, en caso de que Mio-chan regrese," dijo Mugi a sus amigas con una preocupada expresión. Se recargó contra la pared, sintiéndose repentinamente exhausta.
¿Qué estás pensando esta vez, Mio-chan?
¿Por qué no nos dices nada?
El gorrión que Yui observó antes, ya no estaba volando libremente; aleteaba sus alas para vivir, un águila se tiraba en picada por él con sus talones extendidos.
"Mio-chan. ¡Mio-chan!"
Una niñita se cubría detrás de un árbol, sus pequeños brazos rodeaban sus piernas como si tratara de hacerse lo más pequeña posible. Tímidamente levantó su cabeza cuando alguien dijo su nombre, y se encontró con un par de preocupados ojos ámbar.
"¡Ricchan!" gritó la morena aliviada. La castaña sonrió y levantó a su amiga.
"¡Anda, vamos! ¡Yui-chan, Ui-chan y Nodoka-chan nos están esperando!" Ritsu usó su mano derecha para acariciar su cabeza, ya que la izquierda Mio se la sujetaba a muerte.
"¿No… no nos separaremos de nuevo?" Mio miraba aprensivamente al mar de gente detrás de Ritsu, sin querer perderse de otra vez.
La sonrisa de Ritsu se amplió, dándole la señal de la victoria orgullosamente, "¡Claro que no! ¡Siempre estaré aquí, Mio-chan!" enfatizó su punto levantando la mano de Mio, sus dedos se entrelazaban fuertemente.
Mio sonrió, una larga e inocente sonrisa ante el tono confidente de su amiga.
Ojos grises parpadeaban lentamente mientras la dueña despertaba de su ligera siesta. Aunque estaba sentada sola en ese espacioso y vacío almacén, no tenía miedo de la oscuridad, como lo tuvo una vez, cuando era pequeña.
Pero, ese antiguo temor no era nada comparado con ese constante y horrible vacío de su corazón.
Pero no estás aquí. No estuviste cuando más te necesitaba.
¿Dónde estás, Ritsu?
De repente Mio sacudió su cabeza vehemente. Frunció el ceño ante su propio reflejo en un trozo de vidrio frente a ella.
No. Me prometí ya no pensar en el pasado. Ya no la necesito. Ignoró con firmeza el dolor sordo en su corazón.
Soy fuerte ahora. Ya no tengo que depender de nadie.
La imagen del graffiti destelló en su mente.
Les enseñaré a no meterse con Mio Akiyama.
"¡Nodoka-chan! ¿Qué dijo la maestra Yamanaka?"
Ui Hirasawa lucía muy parecida a su hermana mayor, excepto que su largo cabello marrón estaba amarrado en una cola alta. Era casi hora del almuerzo, pero ya no podía quedarse en clase; después de todo, las dos personas más importantes de su vida, su hermana y Azusa, estaban buscando a Mio, de acuerdo al mensaje de Nodoka.
Y por eso Ui se salió de clases y fue a encontrarse con la chica de gafas fuera de la sala de maestros.
"La maestra Sawako dijo que ella se encargará de todo. Ahora necesitamos evitar que los estudiantes abandonen la escuela en el almuerzo, no antes de que nos encarguemos del graffiti. No queremos provocar pánico innecesario. Todos están haciendo lo mejor que pueden. Por eso debemos hacer lo que podamos."
Ansiosa, Ui frunció el ceño, "Jun-chan no llegó esta mañana. Me envió un mensaje diciéndome que vendría a la escuela a la hora del almuerzo."
"Entonces debemos encontrarla, antes de que esos matones lo hagan primero."
Las dos se quedaron viendo, perdidas en pensamientos. Entonces Ui habló, casi con miedo.
"…Mi hermana y Azusa-chan estarán bien, ¿verdad?"
Nodoka sonrió gentilmente, "Creo-no, sé que estarán bien. Confío en Yui y Azusa está con ella. Estarán bien."
Ui sonrió, sintiéndose menos preocupada con las palabras de su amiga de la infancia.
"¡Ui! ¡Presi!" Una voz familiar provino del pasillo. Las dos voltearon con sorpresa.
"¿Jun-chan? ¿Qué pasa? ¿Todo está bien?" inquieta, Ui vio a su amiga, preguntándose por que la chica de cabello gris corría hacia ellas.
Jun Suzuki jadeó, claramente sin aliento, pero estaba decidida a decirles lo que acababa de ver. "¡P-pasaba por la puerta de la escuela y vi un grupo de gente rodeando a Mugi-senpai! ¡M-me dijo que entrara rápido… no sabía que hacer, así que vine a buscarlas en seguida!"
"Ui, ve por la maestra Sawako. Iré a ayudar a Mugi," Nodoka corrió rápidamente por el pasillo, su corazón retumbaba en sus oídos. Sabía que Mugi practicaba Judo como defensa personal, pero ¿le serviría contra esos matones?
No seré de mucha ayuda, pero de eso a nada. Si Mugi sale herida, Mio va- Nodoka aceleró sus pasos para llegar antes de que la situación empeorara.
Mugi jadeó, sus brazos temblaban de cansancio mientras se inclinaba contra la pared. Un matón yacía en el suelo, inconciente, pero había seis más rodeándola, desdeñosos y listos para pelear.
"Mira, Señorita, sólo estamos aquí para hablar con esa Mio Akiyama. Dijo que arreglaría asuntos con nosotros, ¿verdad?" El líder del grupo le hizo a Mugi una burla, apuntando al graffiti verde detrás de ella.
Mugi se tensó ante la mención de su mejor amiga, provocando que el sujeto riera. "No te preocupes, linda. También nos gustaría 'hablar' contigo, después de ver como trataste a mi amigo." El hombre echó un vistazo al inmóvil cuerpo en el suelo, y después miró a Mugi ávidamente.
¡Puedo encargarme de ellos sola! Pero no quiero que nadie se involucre en esto. Espero que Mio-chan no se aparezca. ¿Qué debo hacer entonces? ¿Jun-chan informó a los maestros? No, incluso si lo hizo, no llegarían a tiempo. Tendré que contenerlos sola el mayor tiempo posible.
De repente, alguien se paró frente a ella, dándole la espalda. Ésta extraña llevaba el uniforme de Sakuragaoka, pero Mugi no podía recordar haber visto a esa persona antes.
"¿6 contra 1? Que triste," la extraña rió.
Sus mangas estaban enrolladas hasta sus codos, y su chaqueta estaba desabotonada. Su cabello corto y ligeramente puntiagudo le daba un aspecto salvaje y rudo. Llevaba un casco amarillo de motocicleta por encima del hombro, mientras que su otra mano estaba dentro de su bolsillo. Aunque era más pequeña que Mugi, como de la altura de Yui, el porte que tenía la extraña la hacía parecer más grande y alta.
"¿Qué dijiste, perra?" Uno de los matones se abalanzó con ciega rabia.
"¡Cuidado!" gritó Mugi.
La extraña esquivó el brazo del matón y lo derribó con un golpe en el tobillo. Mientras tropezaba, chocó su codo fuertemente en la parte posterior de su cabeza, noqueándolo instantáneamente. Al mismo tiempo, su otra mano aún sujetaba el casco perezosamente por encima de su hombro.
El líder estaba en shock. ¡Ese era uno de sus mejores peleadores!
La extraña dirigió su cabeza hacia Mugi, con una sonrisa confidente, "No te preocupes. Puedo manejar esto. Jugaré con ellos un rato."
"¿Q-quién rayos eres?" Gritó el líder, furioso por la burla.
La chica ahora tenía una expresión indiferente, y un peligroso brillo en sus ojos ámbar.
"Tu peor pesadilla."
.
.
To be continued. . .
NdT: Que les pareció? Demasiado dark? ._.
Bueno, les presento "No, thank you" de Adrena Veris este será el primer fic multi-chaptered que traduciré D:
Espero sus opiniones, dudas, preguntas, críticas, inquietudes y/o comentarios :3
Este será un semestre difícil en la Uni, pero trataré de traerles un episodio mensual, o al menos espero no ausentarme por mucho tiempo, y también diganle a la BETA que no se tome tanto tiempo... ok no xD, ella tiene un trabajo y la Uni tbn! :3
Ah... y gracias, ane-san (Nessy Texie) por tu trabajo de BETA en este fic... Al fin! dijo que ya no m equivoco mucho! XD
Y finalmente, pero no menos importante, gracias, muchas gracias a todas las personas que me leen y dejan review, sin ustedes no tendría razón para seguir traduciendo! ^^
Nos leemos en otra entrada!
Algunos antecedentes:
Ritsu y Mio crecieron juntas. Conocieron a Yui, Ui y Nodoka en el jardín de niños y todas fueron a la misma primaria. Los Tainakas se mudaron cuando Ritsu se graduó de primaria y nunca más se les volvió a ver.
Mugi conoció a las chicas en la preparatoria, por eso ella no conoce a Ristu.
