Hola, esta es mi primera historia sobre Lucifer, justo cuando cancelaron la serie. Lo sé. Algunos dirán que estoy tarde para apoyar este grandioso fandom, pero existen esperanzas para que vuelva y si al final es cancelado definitivamente, pues habré puesto mi esfuerzo en un fanfic.

Espero que disfruten de esta historia :D


Capítulo #1: luz

Estoy cansado. Desde mi creación siempre ha tratado de controlarme, como si no tuviera suficiente con el hecho de tener a disposición los universos. Con solo un pensamiento podía tener lo que deseaba, no necesitaba elaborar un mandato divino y provocarme este pesar.

Me daba el libre albedrío, pero a su vez, me daba un destino.

Irónico.

Fui expulsado de la Ciudad de Plata, el hogar de los ángeles y las almas que consideraban dignas de permanecer en su reino. Hace eones que ocurrió. Cuando mis hermanos me atacaron y arrojaron a la Tierra. Cuando mi verdadero rostro apareció. Cuando arrancaron mis alas.

Hace días volvieron a aparecer.

Maze las cortó y las quemé. Había renacido en la Tierra, sin las ataduras de mi padre, pero el maldito... Debía estar riéndose de mi desgracia.

He cortado mis alas tantas veces que perdí la cuenta. Las detesto. Son una parte de mi pasado que deseo eliminar. No las quiero en mi cuerpo. Me siento asqueroso. Tentado. Maldecido.

Las odio.

Volveré a tomar mi navaja que fue forjada en el infierno. Esta vez, no necesito que nadie me ayude a cortarlas, porque ya es muy fácil hacerlo solo. Es una costumbre que adopté rápidamente gracias a la gran satisfacción que siento al hacerlo.

Pronto me liberaré, aunque solo será una corta ilusión.

Sujeto con fuerza la navaja negra y estiro mis alas. La supuesta gloria que irradian vuelve a repugnarme, por lo que desesperadamente las elevo y dirijo mi brazo hacia mi espalda.

Las corto de raíz. Quedo entumecido ante el fuego que se propagaba entre los huesos y la carne. Se desgarraban los músculos ante la idea de respirar. Mis piernas y brazos no respondían. Mi garganta estaba sofocada y cerrada, con deseos de gritar. Mis ojos fueron los únicos que mostraron compasión al soltar lágrimas que ardieron al tocar las mejillas y el cuello.

"Samael, serás la luz que llegará a los humanos, mi creación en la Tierra".

El deseo de mi padre había sido que iluminara el cielo, pero aquella luz había abandonado su resplandor. Ahora estaba ausente y lo único que podía sentir era el castigo de haber desafiado su posición como estrella de la mañana.

El dolor se intensifica.

Me ahogo en mi intento desesperado por respirar. Mi visión se hace borrosa entre las lágrimas y la desesperación. Pronto pierdo el equilibrio y caigo contra el suelo, aunque sin sentirlo. El dolor me había entumecido ante otras sensaciones a excepción de los gritos.

Una voz me llama al oído. Trataba de consolarme, pero a juzgar de las respiraciones que escucho, estaba asustada.

—Lucifer. Lucifer. Luci…