Maldición de León

De Leones

Potter-Weasly

Lo que estaban haciendo era una atrocidad. Una traición de las más viles hacia todo lo que conocían y amaban.

Amor...

Con eso todo había empezado, con ésa palabra, con ése vertiginoso sentimiento.

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Albus Severus Potter, hijo de Harry Potter y de Ginny Weasly, era un bebé redondito, rosadito y precioso.

Tenía ojos azules y vivaces, como los de su hermosa madre. Y por parte de su padre, había heredado un pequeño nido de negros cabellos.

Gozaba de suficiente energía como para abastecer a un ejército de, por lo menos, cincuenta niños. Junto a su pequeño hermano, apenas un año mayor, James Potter, lograban que el caos reinara en cada habitación del majestuoso pero a la vez humilde hogar que habitaban.

Los fines de semana venían los Weasly, Ron, Hermione, Rosie, y un pequeño y dulce Hugo, de visita. Todos la pasaban espectacular, los niños jugaban con los juguetes mágicos que los adultos proporcionaban, y correteaban y reían hasta caer rendidos de cansancio, bajo las miradas tiernas pero cuidadosas de sus madres, y las más relajadas y permisivas de sus padres.

Y luego, dos años después, llegó la mimada de todos, Lily. Con el cabello de su madre, y los suaves orbes de su padre, era un calco de Lily Evans de Potter, su abuela paterna, a quien por desgracias de la vida, la criatura nunca podría conocer más que en fotos.

Todo considerado, los tres niños tuvieron una infancia de lo más feliz. Cuidados y amados, creciendo bajo un techo adornado con ternura, y educación firme pero gentil.

Los años pasaron, y llegó un día en que la casa se revolucionó.

Un domingo, al cumplir James once años, llegó una lechuza desconocida, dejando una carta de papel pergamino amarillento, dirigida de la siguiente manera:

Señor J. Potter

El cuarto número 8 a la derecha en el segundo piso

Y luego le seguía la dirección de la casona, en las faldas de Londres.

James se había puesto eufórico, cargando a Lily en sus hombros por toda la casa, y despertando a Albus, con gritos de alegría.

Harry y Lily abrazaron y felicitaron repetidamente al niño, y ésa noche la cena fue un compendio de sus comidas favoritas.

Todos rieron ante las inocentes ocurrencias de Lily, que pedía ser llevada con un encantamiento Glamour a Hogwarts, la escuela de Magia y Hechicería por excelencia, así no tendría que separarse de su hermano mayor.

La familia Potter no podía haber estado más feliz por su primer hijo.

Albus esperaba con ansias el momento en que fuese él el festejado por su admisión a la prestigiosa escuela.

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N/A: Wa. Éste proyecto se va a transformar en mi primer Albus/Scorpius/Albus :3 Éste capítulo es totalmente neutral, y probablemente los próximos también lo van a ser, pero por una vez en mi vida, quiero darme el tiempo para escribir algo bien desarrollado... Creo que con la motivación suficiente lo voy a lograr.

En fin... ¿Reviews, porfis? Alegran mi día!

P.D.: Necesitaría de alguien que estuviera dispuesta a ayudarme con el Plot en mi cabeza es demasiado épico... xD

P.D.2: Anto I love you :D Y tenés un culo muuuuy grande xD